Los signos de interrogación y de exclamación. Cuestiones generales

SIGNOS DOBLES

Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) son signos ortográficos dobles cuya función principal es delimitar, respectivamente, las secuencias interrogativas y exclamativas directas:

¿Qué quieres?; ¿Está preparada la comida?

¡Qué nombre tan bonito!; ¡Ay!; ¡Vaya por Dios!

Con esta función es incorrecto suprimir el signo de apertura por imitación de otras lenguas en las que solo se coloca el de cierre.

No debe escribirse, pues, Qué hora es? o Qué alegría verte!, sino ¿Qué hora es? y ¡Qué alegría verte!

AUSENCIA DE LOS SIGNOS

Es frecuente y admisible prescindir de los signos de exclamación en las expresiones inequívocamente exclamativas:

Caramba, cómo has crecido.

Por el contrario, como regla general, las oraciones interrogativas directas se escriben siempre entre signos de interrogación. Pueden omitirse, sin embargo, en dos tipos de contextos:

• En enunciados interrogativos independientes que constituyen el título de una obra, un capítulo o cualquier otra sección de un texto:

Cómo escribir bien en español; Qué son los demostrativos.

Aun así, en estos casos es igualmente posible escribir los signos de interrogación.

• En las interrogaciones retóricas, en las que no se formula una verdadera pregunta, sino que se expresa indirectamente una aseveración, no es censurable omitir los signos, aunque es más frecuente escribirlos:

¿Dónde vas a estar mejor que en tu casa? o Dónde vas a estar mejor que en tu casa.

También cabe emplear en ellas los signos de exclamación, dada la cercanía a la entonación exclamativa propia de este tipo de enunciados:

¿Quién sabe? o ¡Quién sabe!

¿Adónde vamos a parar con gente así…? o ¡Adónde vamos a parar con gente así…!

MEZCLA Y ACUMULACIÓN DE SIGNOS

• Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa:

¡Cómo te has atrevido?/¿Cómo te has atrevido!

O, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez:

¿¡Qué estás diciendo!?/¡¿Qué estás diciendo?!

En obras literarias, así como en textos muy expresivos, como los publicitarios o los propios de registros informales, es posible escribir dos o tres signos de exclamación (raramente de interrogación) para indicar mayor énfasis entonativo:

¡¡Vive la vida a tope!!

¡¡¡Traidor, canalla, malnacido!!!

USOS ESPECIALES DE LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y DE EXCLAMACIÓN

• Con alguna frecuencia se recurre a los signos de interrogación y de exclamación para incrementar la expresividad del mensaje escrito. Se intenta reproducir de esta forma, mediante recursos no léxicos, distintos matices del discurso oral.

Así, se utilizan los signos de cierre escritos entre paréntesis para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayor parte de los casos, de ironía:

Tendría gracia (?) que al final se saliera con la suya.

Ha terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).

• Es frecuente el empleo de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre:

Hernández, Gregorio (¿1576?-1636),

pero también es lícito escribir únicamente el de cierre:

Hernández, Gregorio (1576?-1636).

Cuando se desconoce alguno de los datos, suele consignarse en su lugar una interrogación de cierre:

Fray Miguel de Salinas (?-1577).

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/los-signos-de-interrogación-y-de-exclamación-cuestiones-generales. [Consulta: 16/06/2024].

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