Que, cual, quien, como, cuan, cuanto, cuando, donde y adonde, sin tilde

ESCRITURA SIN TILDE

Las palabras que, cual/-es, quien/-es, como, cuan, cuanto/-a/-os/-as, cuando, donde y adonde son normalmente átonas y se escriben sin tilde en los siguientes casos:

Cuando funcionan como relativos. Esto es, cuando introducen oraciones subordinadas de relativo, con antecedente explícito o sin él.

Los relativos carecen, por lo general, de acento prosódico, razón por la que no llevan tilde. Solo cual/-es, cuando va precedido de artículo, es tónico, a pesar de lo cual se escribe también sin tilde, como el resto de las palabras de su clase:

Se puso el sombrero que le regalamos; Dame una razón por la cual deba creerte.

Ganó el premio quien mejor lo hizo; Encontré el auto donde lo había dejado.

Cuando funcionan como conjunciones. Las palabras que, como y cuando pueden funcionar también como conjunciones. En ese caso, son siempre voces átonas y se escriben sin tilde:

Le dijeron que fuese puntual; Dibuja tan bien como su madre; Cuando lo dice él, es por algo.

Cuando funcionan a modo de preposiciones. Es decir, cuando hacen depender un sustantivo o un grupo nominal de una palabra anterior:

Vivió aquí cuando la guerra; Está satisfecha de su trabajo como profesora; Ve donde el médico y dile que venga.

Formando parte de ciertas locuciones o expresiones. También son átonas y se escriben sin tilde en numerosas locuciones o expresiones, como las siguientes:

¿a que…?; dar que hablar/pensar; hay que ver; ni que decir tiene; como si tal cosa; tal como; quien más, quien menos o cual más, cual menos; aun cuando; cuando más/menos; cuanto antes; en cuanto; en tanto en cuanto, etc.

En estas otras se escriben sin tilde, aunque se pronuncian tónicas:

cada cual; que si tal (y) que si cual o que si tal y (que si) cual; tal cual; tal para cual; tal por cual; un tal y un cual; cada quien; de cuando en cuando; de vez en cuando; tanto y cuanto; de tanto en cuanto; unos cuantos.

POSIBILIDAD DE ESCRIBIR CON TILDE O SIN TILDE

En ciertos casos la escritura de estas palabras con tilde o sin ella no resulta tan inequívoca, ya que las dos acentuaciones, tónica y átona, son posibles y, en consecuencia, también las dos formas de escritura. Estos son los más destacables:

Con los verbos haber, tener buscar, encontrar, necesitar y otros similares. En estos casos los relativos encabezan subordinadas cuyo antecedente, que no está expreso, queda sin definir ni identificar (no se refiere a un ente determinado, sino a uno cualquiera de los posibles, sin que se especifique cuál es: una persona, alguien, algo, algún lugar, nadie, nada, etc.). Aunque los relativos normalmente son átonos, en estas construcciones admiten la doble pronunciación, tónica y átona, hecho que se refleja en la escritura. Son, pues, correctas todas las oraciones que siguen:

Tiene en quién confiar/Tiene en quien confiar; No hay dónde esconderse/No hay donde esconderse; Busco quién me ayude/Busco quien me ayude.

Con verbos como gustar, depender, saber, ignorar, olvidar, recordar, imaginar. Estos verbos, y también algunas expresiones, como según o independientemente de, se construyen con subordinadas que pueden interpretarse como interrogativas indirectas o como relativas sin antecedente expreso, sin que ello suponga una diferencia sustancial de significado. En función de ello, habría un interrogativo (con tilde) o un relativo átono (sin tilde). Ambas soluciones son válidas:

No me gusta cómo te mira/No me gusta como te mira; Depende de cuándo llegue/Depende de cuando llegue.

Con como/cómo dependiendo de verbos de percepción o de exposición y relato. Verbos como ver, mirar, oír, observar, comprobar, detectar, etc., u otros como contar, relatar, explicar, señalar, etc., pueden construirse con dos tipos de oraciones:

• Con subordinadas sustantivas introducidas por la conjunción átona como, con un valor equivalente a que: Ya verá como al final todo se arregla (‘ya verá que…’).

• Con interrogativas indirectas introducidas por el interrogativo tónico cómo, equivalente a de qué manera: Mira cómo va vestido Andrés (‘mira de qué manera…’); Cuéntame cómo lo has conseguido (‘cuéntame de qué manera…’).

Son muchos los casos en que las dos construcciones expuestas son posibles sin que varíe sustancialmente el significado, y en ellos son válidas la escritura con tilde y sin ella, puesto que caben tanto la pronunciación tónica como la átona:

Entonces vio cómo/como desaparecía su imagen de la pantalla; Oímos cómo/ como el director le censuraba su conducta.

No obstante, dado que la presencia o la ausencia de tilde puede no ser indistinta, cuando se busca dar a la expresión uno de los dos significados, hay que utilizar la escritura adecuada:

Ya verás como viene (‘seguro que viene, ya verás’). Ya verás cómo viene (‘ya verás de qué manera viene: desaliñado, cansado...’).

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/que-cual-quien-como-cuan-cuanto-cuando-donde-y-adonde-sin-tilde. [Consulta: 17/06/2024].

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