CAPÍTULO III. El uso de los signos ortográficos

3. Signos de puntuación

3.1. Funciones de los signos de puntuación

3.1.2. Indicar la modalidad de los enunciados

Se llama modalidad a la manifestación lingüística de la actitud del hablante en relación con el contenido de los mensajes.

Información adicional

Se consideran habitualmente modalidades de la enunciación las que corresponden a las estructuras interrogativas (¿Ha comido ya?), exclamativas (¡Ha comido ya!) e imperativas (¡Come ya!). A ellas se añade, como modalidad por defecto o no marcada, la enunciativa o aseverativa (Ha comido ya). Además, cabe distinguir las modalidades del enunciado, que añaden ciertas estimaciones al contenido del enunciado mismo, mostrándolo como probable (Puede que haya comido ya), imposible (No puede haber comido ya), obligado (Tiene que comer ya), etc.

Quien emite un mensaje puede presentar su contenido como una información sin más (modalidad enunciativa), como una pregunta (modalidad interrogativa), como la expresión de una emoción (modalidad exclamativa) o como el intento de influir sobre el que escucha (modalidad imperativa). Para ello, así como para transmitir matices enfáticos o subjetivos, se utilizan en la escritura signos de puntuación. Desempeñan genuinamente la función de ser marcadores de modalidad los signos de interrogación y de exclamación, cuya ausencia, igualmente significativa, denota por lo general que el enunciado es aseverativo. Así, se distinguen mediante la puntuación secuencias como Hace frío; ¡Hace frío!; ¿Hace frío?

También los puntos suspensivos pueden ser marcadores de modalidad (en este caso, del enunciado). En una secuencia como Jaime asegura que volverá…, la presencia de puntos suspensivos en lugar de punto para cerrar el enunciado podría expresar las dudas del hablante en lo que a la vuelta de Jaime se refiere.

     

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