Diccionario

¿Ha aceptado la RAE «almóndiga»?

30 de Julio de 2020

Hay quienes se quejan de que la RAE haya aceptado recientemente la palabra «almóndiga». ¿Es cierto que lo ha hecho?

Tanto si por aceptar se entiende que la RAE ha incluido almóndiga en el diccionario como si se entiende que la ha considerado válida, la respuesta es no, la RAE no ha aceptado almóndiga recientemente.

En primer lugar, almóndiga se recoge en el diccionario nada más y nada menos que desde la edición de 1726, por lo que no se puede decir que se haya incorporado recientemente. En segundo lugar, aparece marcada como variante antigua y vulgar, lo que se ve en que va acompañada de las abreviaturas desus. y vulg. Esto quiere decir que el uso de almóndiga como forma general es antiguo y que hoy dicha voz se siente como forma impropia de la lengua culta.

almóndiga

Así pues, lejos de considerarse válido, el uso de almóndiga se desaconseja en la lengua culta actual. En el Diccionario panhispánico de dudas, se advierte de ello explícitamente: «No debe usarse la forma almóndiga, propia del habla popular de algunas zonas». Esta información aparece en el artículo de albóndiga, que es la forma adecuada por ser la generalizada en el uso y, además, la más cercana a la voz original: viene del árabe hispánico albúnduqa, a partir del árabe clásico bunduqah, y este del griego [κάρυον] ποντικόν [káryon] pontikón ‘[nuez] póntica’, por similitud en la forma.

Pero, si en 1726 ya se tenía por una variante inadecuada de albóndiga, ¿por qué se incluyó almóndiga en el diccionario? Frente a lo que ocurre hoy, en las primeras ediciones del diccionario tenían cabida formas vulgares con suficiente documentación, como la que poseía en el siglo xviii almóndiga, así como sus derivados almondiguilla y almondeguilla (ya Quevedo usó almondiguilla en un poema: «Muy poco culta de caldos / por su claridá infinita, / abreviadora de trastos / dentro de una almondiguilla»). De ahí que los tres vulgarismos fueran acogidos sin problema en el Diccionario de autoridades en 1726; ahora bien, no faltaban indicaciones como «algunos pronuncian Almóndiga, corrompiendo más su origen sin bastante fundamento» en la entrada de albóndiga o «voces corrompidas de Albondiguilla, que es como debe decirse» bajo el lema almondiguilla o almondeguilla.

En definitiva, ni la RAE acepta almóndiga en el sentido de considerarla válida ni la ha aceptado recientemente en el sentido de integrarla en su diccionario. Además, conociendo la postura actual de no añadir nuevos vulgarismos al diccionario, se puede entender por qué estando presente almóndiga se mantienen fuera voces como cocreta o fragoneta, pese a que puedan estar tan extendidas como almóndiga en el habla popular.

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