babilón

Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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babilón, na

 

babilón, na. adj. De Tenerife, especialmente del Sur de la isla. U.t.c.s.

                1745 (1983) Hoyo Madrid por dentro (p.321): Súpelo yo por lisonja y en la tertulia del duque de la Mirandula le di las gracias por la palmera ejecutoria, respecto de ser mi madre palmera; mas con ardiente resolución le pregunté por las porquerías babilonas, pues, siendo babilón mi padre, quería a lo menos saberlas. 1776 Viera y Clavijo Historia iii (lib. xiii, cap. ii, p.118): La policia, la industria, y el comercio se adelantaron en Tenerife tanto, que admirados los Isleños comarcanos, y mirandola como una Babilonia, solian llamar Babilones à sus habitadores.

                c1859 (1995) Álvarez Rixo Fuerteventura (p.442): El año que es bueno, algo se repuebla la Ysla porque vuelven sus expatriados hijos cargados, si no de caudales y habilidades, de vicios; y á la par llegan porción de canarios, babilones y palmeros á segar y trabajar por diversos oficios mecánicos, que los hijos de Fuerteventura tampoco se molestan mucho por aprender. c1860 Pérez Galdós Voces (p.99): Babilones. Naturales del Sur de Tenerife. c1865 (1996) Álvarez Rixo Voces (tlec i, pp.365-366): Babilón, na, adj. En las demás islas Canar[ias] así denominan a el natural de Tenerife. 1884 (1985) Bethencourt Alfonso Cuestionario (p.23): Por ejemplo, los de Tenerife son conocidos en las demás islas, por babilones. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.40): Babilones. adj. pl. fam. Apodo de los habitantes de Santa Cruz de Tenerife. Chicharreros. 1887 Stone Tenerife and its six satellites i (p.221): Before lying down Lorenzo brought in every article we possessed, saucepan and kettle included, and put them in one corner. I think it was an unnecessary precaution, the Herreños being as honest as the Babilones (En nota: The inhabitants of Tenerife) [...]. [(p.257): Antes de acostarse, Lorenzo entró todos los artículos que poseíamos, tetera y caldero incluidos, y los colocó en una esquina. Creo que era una precaución innecesaria ya que los herreños son tan honrados como los babilones (En nota: Habitantes de Tenerife) [...]].

                8-iii-1905 Jable (Diario de Tenerife, p.3): Pero hubo algo que no se dió á partido, y fué el clero babilón. Pasaron diez, veinte, treinta y mas años de la conquista, y encaramados por los vericuetos ú ocultos en los barrancos ó entre los pinares de las cumbres, lanzaban á sus parciales sobre la nueva sociedad, destruyendo cuanto encontraban delante, matando, robando, y librando reñidos encuentros. No hay otro ejemplo de rebeldía semenjante en país tan pequeño. De gran resistencia orgánica, agrestes, feroces é indomables, sostuvieron casi durante medio siglo la alarma por todas partes; contumacia que hizo famosos á los alzados en todo el Archipiélago, y eran conocidos por gomeros ó babilones en Tenerife y principalmente por el último nombre en las demás islas. Este fué el origen del apodo de babilones a los tinerfeños. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (p.122): [...] «llevaban un casquete a la cabeza como mitra de obispo, que en su lengua farfullenta llamaban babilones». [...] De ellos nos viene a los tinerfeños el remoquete de babilones que nos dan las demás islas. Ibídem (p.241): Vocabulario guanche. Babilones, Tenerife, «Una clase sacerdotal que se cree procedente de los Deslenguados». 1929 (1975) Acosta Por el pueblo humilde (p.159): De este Juan corre por mi pueblo una fama rara. Cuentan que tuvo mujer y que no la tiene ni ella se murió, pues se fue con un babilón que venía todos los inviernos vendiendo sus gruesas mantas de color. 1944 Armas Ayala Pequeño vocabulario (p.69, s.v. gofiento): «Babilones», los sureños de Tenerife. 1947 Álvarez Delgado Notas (p.226): A los de Tenerife, en especial los del Sur, se les conoce con el nombre de matiz un tanto despectivo, babilones, forma muy frecuente principalmente en Lanzarote, según nuestros informes.

¨Se encuentra registrada en el dhle, con el texto de Viera y Clavijo, de 1776, como primera documentación. Es palabra que se ha ido olvidando paulatinamente hasta el punto de ser hoy rara y hasta desconocida para buena parte de los hablantes canarios.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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