clípeo

Se documenta por primera vez, con la acepción 'escudo circular y abombado', en 1385, en la Gran crónica de España de J. Fernández de Heredia, en un fragmento que traduce la Historia Augusta (el autor, sin embargo, parece desconocer el significado del vocablo, pues lo incluye en una duplicación léxica con "yelmo de oro"). Se consigna, en 1599, en A Dictionarie in Spanish and English de Minsheu y, en 1925, se recoge en el DRAE. Cortázar, en Rayuela (1963), emplea el vocablo por su valor eufónico, en un pasaje en que se leen las palabras de un diccionario: "Hartos del cliente y de sus cleonasmos, le sacaron el clíbano y el clípeo y le hicieron tragar una clic". Se atestigua, además, en dos traducciones de obras médicas latinas como denominación del xifoides (es decir, con la acepción 'parte inferior del esternón, en forma de apéndice puntiagudo, que presenta una estructura cartilaginosa en los primeros años de vida'): en 1498, figura en la Traducción del Tratado de cirugía de Guido de Cauliaco, y en 1537, en la del Libro o prática en Cirurgía del muy famoso y experto Doctor Juan de Vigo de M. J. Pascual. Como 'parte de la cabeza de los insectos situada bajo la frente y sobre el labro', propia del ámbito de la zoología, se registra por primera vez en 1859, en un artículo de R. A. Philippi publicado en los Anales de la Universidad de Chile (Santiago de Chile). Por último, como 'motivo decorativo de piedra o de metal de forma circular que contiene una pintura o un bajorrelieve en su interior', acepción propia de la arquitectura, se documenta en 1863, en un artículo de El Clamor Público (Madrid).