Gonzalo Torrente Ballester

Imagen Gonzalo Torrente Ballester

letra E

Toma de Posesión

27 de Mayo de 1977

Fallecimiento

27 de Enero de 1999

Gonzalo Torrente Ballester

Académico de número

Ferrol (La Coruña), 1910-Salamanca, 1999

El novelista coruñés ocupaba el sillón E de la RAE el 27 de marzo de 1977, tras la lectura de su discurso de ingreso, dedicado —cómo no— a la novela, Acerca del novelista y de su arte; su amigo Camilo José Cela fue el encargado de darle la bienvenida a la casa de las palabras. La novela «es el relato de algo que le ha sucedido a alguien en alguna parte», dice Torrente Ballester en su discurso.

Además de novelista, Torrente Ballester fue crítico literario y dramaturgo; de hecho, el teatro fue su primera incursión en la literatura. El escritor, completamente miope desde niño, tuvo siempre una mirada literaria cristalina: tan sagaz como pulcro, Torrente Ballester dominó con pulso y maestría el difícil arte de novelar.

Nacido el 13 de junio de 1910, Torrente Ballester pasó sus primeros años en la aldea de Serantes (Ferrol); las historias y leyendas orales que en la aldea se contaban conformarían el imaginario del futuro escritor. En 1927 comenzó a estudiar Filosofía y Letras en Santiago de Compostela, pero enseguida se trasladó a Oviedo para continuar con la carrera de Derecho. En aquellos años comienzan sus colaboraciones literarias en el periódico local El Carbayón, que serán continuas a partir de entonces en distintos medios de España: Arriba España, la revista Escorial, Arriba, Radio Nacional, Informaciones, ABC, etc.

En 1938 publica su primera obra dramática, El viaje del joven Tobías, y cuatro años después, en 1940, gana las oposiciones de Lengua y Literatura española de enseñanza media. Compagina entonces la docencia con una frenética actividad literaria, fruto de la cual nace, en 1944, su primera novela, Javier Mariño; sin embargo, fue pronto sometida a censura y retirada del panorama literario.

En 1947 se traslada a Madrid como profesor de Historia Universal en la Escuela de Guerra Naval y colabora en los diálogos y en el guion de la película Surcos (1951), de José Antonio Nieves Conde. Como dramaturgo publica durante aquellos años varias obras: Lope de Aguirre (1941), República Barataria (1942), El retorno de Ulises (1946), Atardecer de Longwood (1950), Teatro español contemporáneo (1957), etc.; y comienza, en paralelo, a publicar y a escribir los primeros tomos de su trilogía Los gozos y las sombras: El señor llega (1957), Donde da la vuelta el aire (1960) y La Pascua triste (1962). El último tomo de la trilogía, La Pascua triste, fue censurado el mismo año de su publicación. A pesar de obtener en 1959 el premio de novela de la Fundación Juan March por su primer tomo, Los gozos y las sombras correrá, al principio, la misma suerte que su primera y censurada novela (Javier Mariño, 1944), hasta que en 1981 el director de cine Rafael Moreno Alba hizo una adaptación televisiva de la trilogía y la rescató del olvido en que se hallaba.

Desde 1966 hasta 1970 el escritor se traslada a Estados Unidos como profesor en la Universidad de Albany, en Nueva York. Ya en España, en 1972, el novelista recibirá, por fin, el reconocimiento de los lectores y de la crítica por su novela La saga/fuga de J. B. Torrente Ballester, que en ese momento trabaja como profesor en Vigo, se mudará definitivamente a Salamanca en 1975 para dar clases en el instituto Torres Villarroel.

Tras largo silencio y varias censuras, la novela de Torrente Ballester resurge del olvido —premiada y lustrosa— en la década de los ochenta. En 1980 recibe el Premio Nacional de Literatura por La isla de los jacintos cortados, al que le siguen el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982), el Premio Miguel de Cervantes (1985) y el Premio Planeta (1988) por su novela Filomeno, a mi pesar: «Filomeno, ni más ni menos, así como suena, con todo derecho, uno de esos nombres que no se pueden rechazar salvo si se renuncia a uno mismo» (primer párrafo de Filomeno, a mi pesar).

Gonzalo Torrente Ballester, «ni más ni menos, así como suena, con todo derecho», murió el 27 de enero de 1999 en Salamanca. Sus restos fueron llevados al lugar donde se forjó el novelista, a su gallega aldea natal de Serantes, y hoy descansan —junto al mar y los barcos— mecidos por las mismas historias y leyendas que de niño lo acunaron.

Leer biografía completa Ocultar biografía
cerrar

Buscador general de la RAE