Morfología

11. La composición

11.4 Propiedades fonológicas de las palabras compuestas

11.4a Los compuestos propios o univerbales constan generalmente de un solo acento principal. Se subraya la sílaba tónica en boquiabierto (formado sobre boca y abierto, ambos llanos) y en decimoséptimo (construido sobre cimo y séptimo, ambos esdrújulos). Los compuestos sintagmáticos no anulan, por el contrario, el acento de los componentes que los integran: ciudad jardín, retrato robot, sofá cama. Algunos nombres propios compuestos mantienen el acento ortográfico en su primer componente, a pesar de que es átono en esas formaciones: José Luis, María José. Como se ve, el acento gráfico no refleja necesariamente la prosodia en estos casos. Tampoco lo hace en asimismo y así mismo, que comparten algunos significados, y en otros casos similares.

11.4b Se producen a menudo alternancias en las bases compositivas neoclásicas (§ 11.10), como en cuadrumano y cuadrúmano. El primero está probablemente influido por la acentuación francesa o por el sustantivo mano considerado de manera aislada; el segundo mantiene la acentuación latina, que es la única opción en cuadrúpedo. La mayor parte de los formados con -fito (gr. phytón ‘planta’) admiten las dos acentuaciones (briófito ~ briofito; esporófito ~ esporofito; rizófito ~ rizofito). Se producen contrastes acentuales similares en las palabras derivadas mediante otras bases griegas, como -lisis (gr. lýsis ‘solución’) en diálisis (con acentuación etimológica) y en alcoholisis (con acentuación antietimológica). Así, alternan electrólisis y electrolisis (al igual que electrolito y electrólito), así como fotólisis y fotolisis, glicólisis y glicolisis, hemólisis y hemolisis. Se ha observado que en las palabras que contienen -lisis y han sido tomadas directamente como compuestos de las lenguas clásicas, se prefiere la variante esdrújula: análisis, catálisis, parálisis, o la ya mencionada diálisis. A esta diferencia no es ajeno el hecho de que los hablantes no siempre reconocen la existencia de estructura morfológica en estas voces (recuérdese lo dicho en el § 1.6d acerca de la diferencia entre la etimología y la estructura morfológica de una palabra). Aunque se ha usado eléctrodo, se recomienda la forma mayoritaria electrodo.

11.4c Dan lugar asimismo a alternancias de acentuación -stato ~ -stato: aerostato ~ aeróstato; giróstato ~ girostato; reostato ~ reóstato; termostato ~ termóstato, así como -mancia ~ -mancía. Aunque la opción preferida es la primera, se consideran igualmente correctas las dos variantes en cartomancia ~ cartomancía; quiromancia ~ quiromancía y otros muchos pares análogos. También se obtienen pares similares en -scopia ~ -scopía: artroscopia ~ artroscopía; laringoscopia ~ laringoscopía; microscopia ~ microscopía, etc. Predominan en el español europeo las variantes en -scopia, que reflejan la acentuación latina, mientras que son más comunes en el americano las formas en -scopía, que muestran la acentuación griega. Se observa una distribución similar en los compuestos formados con el elemento compositivo -sfera. En el español americano se prefiere la acentuación esdrújula: biósfera, estratósfera, hidrósfera, etc.; en el europeo se elige la llana (biosfera, estratosfera, hidrosfera), con la excepción de atmósfera. Sobre esta cuestión, véase también el § 11.10.

11.4d Un gran número de palabras compuestas constan de dos acentos, primario y secundario, mientras que las derivadas muestran uno solo. Así, el acento en la última sílaba en español desaparece en españolidad, puesto que el sufijo -idad impone su propia pauta acentual. En cambio, el acento de la última sílaba de español pasa a ser secundario en el compuesto sintagmático español-árabe, de forma que el acento primario recae en la primera sílaba de árabe. Como se comprueba, la lengua no rechaza que en este compuesto concurran dos sílabas tónicas, situación que tiende a evitarse en el interior de una palabra. En el § 7.14d se explica que este argumento, de naturaleza prosódica, es uno de los destacados por los autores que analizan como compuestos los adverbios en -mente. En efecto, es marcadamente distinta la pauta acentual de las palabras radicalmente y medicamento. La última posee un solo acento, en la sílaba -men-; la primera presenta, en cambio, un acento primario y uno secundario: radicalmente.

11.4e Otros fenómenos indican que los dos segmentos de los compuestos univerbales o propios mantienen parcialmente su independencia fonológica. En el § 14.2 se explica que los sustantivos femeninos que comienzan por una vocal /a/ tónica se combinan con la variante el del artículo definido femenino. Esta propiedad se mantiene en cierta medida en la composición. El compuesto avefría, formado a partir del sustantivo ave, u otros como aguacafé, aguachacha, aguachirle, aguacibera, aguagoma, aguamala, aguamarina, aguamiel, aguanieve y aguaverde, creados a partir de agua, se combinan frecuentemente con la forma el del artículo. Aun así, se registran como sustantivos femeninos, como muestra la concordancia en algunos de los textos que siguen:

“Patos del aguachirle castellana” llamó Góngora a Lope y sus discípulos (Brecha 4/7/1997); Había un farol de gas a cada extremo de la calle, que hacía oscilar ligeramente el aguamarina de las sombras de las tapias pintadas de almagre (Pombo, Ventana); Aunque bebas toda el aguamiel de la luna, todavía habrá luz en la noche (Aridjis, Moctezuma).

Estas formas ponen de manifiesto, en consecuencia, la tensión entre dos factores opuestos. Por un lado, el acento del sustantivo femenino aguamarina recae en la sílaba -ri-, luego debería construirse con el artículo la. Esta es la opción que se recomienda. A la vez, el sustantivo agua, primer miembro del compuesto, es un nombre femenino que comienza por /a/ tónica, por lo que se construye con el artículo el (el agua). El mayor o menor peso que se dé a cada uno de esos factores explica en cierta medida la considerable variación que se registra en estos derivados. Se describen sus aspectos fundamentales en el § 14.2u.

11.4f También muestran la independencia prosódica de sus miembros los compuestos V-N formados a partir de verbos cuyas bases alternan entre /o/ ~ /ue/ o entre /e/ ~ /ie/ (§ 4.10). Dicha alternancia está condicionada en parte por la posición del acento sobre la raíz verbal (cuento, pero contamos). Sin embargo, el diptongo se mantiene en la base verbal en un buen número de compuestos propios, pese a que el acento principal de la palabra no recae sobre este constituyente morfológico. Se incluyen entre ellos compuestos nominales del tipo V-N (cuentacuentos, cuentakilómetros, tientaparedes, vierteaguas), V-V (duermevela) y algunas formas compositivas que forman parte de diversas locuciones (a muerdisorbe, a vuelapluma). Ciertos nombres y adjetivos que dan lugar a alternancias similares (puerta frente a portera) mantienen también el diptongo en la composición. Es el caso de los compuestos N-N (cuentadante, huecograbado, puertaventana) y N-A (hierbabuena), así como de algunos del tipo N-i-A (cuellicorto, piernitendido, pero cornigacho, pernicorto).

11.4g Se alude en los 10.1e, f y 11.10b y ss. a la cuestión, sumamente polémica, de si las bases compositivas latinas y griegas que pueden constituir la primera parte de las palabras compuestas deben asimilarse o no a los prefijos. Sus propiedades fonológicas contrastan marcadamente con las que se acaban de describir, ya que raramente conservan independencia prosódica. Así, los compuestos neoclásicos formados con la base compositiva -metro (del latín tardío -meter o -metrum, y este del griego -metron) son sistemáticamente esdrújulos, como en milímetro, centímetro, decímetro y kilómetro. El mismo esquema acentual se observa también en las formaciones cuyo primer constituyente no es una base neoclásica:

Echó una ojeada al velocímetro y vio que estaba un poco por debajo de los sesenta (Torrecilla, Tornados); Cuando estábamos a punto de bajarnos y de liquidar la cuenta del taxímetro, nos preguntó por quién íbamos a votar (Hinojosa, Taxi).

Los compuestos formados con -litro (fr. litre) son paroxítonos (decilitro, centilitro, mililitro), al igual que los constituidos con -gramo (del fr. gramme): decigramo, miligramo, con la excepción de Chile, donde se dice habitualmente decígramo, milígramo. Los formados con -cito (gr.kýtos ‘célula’) no mantienen la acentuación esdrújula etimológica (fagocito, leucocito, linfocito) por influencia del francés.

11.4h Cuando el primer miembro de los compuestos N-i-A (§ 11.7h y ss.) es bisílabo, forma una unidad bisilábica con el elemento de enlace: lengüi-corto, mani-rroto, pati tieso, peli-agudo, pechi-sacado. Aunque la anterior es la pauta más habitual en los compuestos N-i-A, también se forman unidades trisilábicas con el elemento de enlace si el primer miembro del compuesto es trisílabo, como en rodillijunto, común en Colombia y otros países del área caribeña, o espalditendido: Quedó espalditendida, como muerta (Faner, Flor). También siguen esta pauta los derivados de cabeza: cabeciancho, cabeciblanco, cabeciduro, cabecipelado, cabecipelón (más usado en el área caribeña), cabecipeludo o cabecirrojo (en México y parte de Centroamérica). No obstante, cabeza posee la variante bisilábica supletiva cabiz- que aparece en cabizbajo, cabizcaído o cabizmordido (antiguo cabezmordido):

Solo se escucha al chancleteo cabizbajo de sus alpargatas (Arbeleche, Bosque); Otros, echando con una cuerda un lazo a los cuernos del toro le llevaron triste y cabizcaído y le ataron otra vez (Mena, F., Traducción); Convidan a comer un cabizmordido, y cuando más relleno le tienen de manjorradas y vino trasañejo, le percudan la cuestión (Pineda, Diálogos).

11.4i La pauta fonológica descrita, según la cual tiende a ser bisílabo el primer miembro de los compuestos N-i-A, posee gran consistencia en español. Cabe atribuir a ella el que el sustantivo nariz no aparezca como tal en estos compuestos (*narici-largo), sino en la variante nar-, como en narilargo: Bajo y recio, narilargo y mofletudo, de encanecidas patillas, mirada inquisitiva y locuacidad desbordante, Julián conoce palmo a palmo estos bosques (País [Esp.] 26/12/1982). De hecho, puede suponerse que el segmento nari-, presente en narigudo (lat. vulg. *naricūtus), pudo influir en la creación de las nuevas voces.

11.4j Tienden a ser bisílabos los dos adjetivos de los compuestos A-i-A (blanquiazul, verdinegro), aunque no es imposible que el segundo constituyente tenga más sílabas:

Las máquinas verdiamarillas ya no lanzan barras de hielo en paracaídas, sino medicamentos y víveres (Roa Bastos, Hijo); […] el fino bigote se le convierta en un ángulo blanquiamarillo mal teñido de juventud (Vázquez Montalbán, Galíndez).

11.4k También se reconoce la relevancia de las pautas prosódicas en el esquema V-N. Los verbos cuatrisílabos son excepcionales en este esquema (desentierramuertos), mientras que los bisílabos constituyen la mayor parte de las voces así formadas: catavinos, cuentakilómetros, montacargas, pasapelotas, pasapurés, quitapenas, sacacorchos, sacacuartos, entre otras muchas (§ 11.8). Entre los verbos trisílabos que se registran en ellas cabe mencionar calentar (calientaplatos), desollar (desuellacaras), escurrir (escurreplatos) o espantar (espantapájaros).

11.4l Los compuestos nominales en los que se yuxtaponen dos o más vocales mantienen ambas (cortaúñas, mondaoídos, portaestandarte, quitaesmalte, vengainjurias), pero cuando son idénticas tienden a fundirse: aguardiente, drogadicto, guardagujas, paraguas, quitaguas, tragavemarías (tragaavemarías en Cervantes). Alternan portaalmizcle y portalmizcle. Para el caso de maestreescuela o maestrescuela (ambos considerados correctos), véase el § 11.2o. Existen matambre y matahambre con diferencia de significado, tal como se vio en el § 11.2k. La variante apartotel ha acabado por desplazar a aparto-hotel y a apartahotel. Se ejemplifican a continuación algunas de estas formas:

“La Primera Dama” será la portaestandarte del modelo femenino (Ostolaza, Política); En el equipaje de mano no se pueden llevar […] ningún objeto punzocortante como picahielos, cortaúñas, paraguas, tijeras, cuchillos de cocina, navajas, botellas o vidrios (Caretas 20/9/2001); Es más áspera que un erizo; es una tragaavemarías; labrando está todo el día y rezando (Cervantes, Fregona); Desgrasar bien el matambre y salpimentar a gusto, pero no mucho, pues el sabor se intensifica al cocinar (Pirolo, Microondas); Es la parte paralela al lomo y consta de vacío, falda, costillar y matahambre, que incluye el músculo abdominal (Armendáriz, Procesos); Los “matahambre” que le trajo la morena Brígida, especificando que son una “[…] especie de dulce […]” (Céspedes, C., Diario); Me ayudó a trasladarme a un apartotel en la calle Don Ramón de la Cruz (Gala, Invitados); Esta vez fui echado de otro sitio. De un aparto-hotel que alquilé por meses, porque ya no tenía con qué comprar nada (Rodríguez, I., Abril); […] el uso y la inscripción fraudulenta de viviendas en el apartahotel El Mirador Real (El Mundo [Esp.] 28/11/1996).

No se mantiene la vocal final del primer segmento de los compuestos ante la vocal de enlace -i-: pelicorto, verdinegro (no *verdeinegro). Existen ajoaceite y ajiaceite, pero no *ajoiaceite. En cambio, alternan en el uso subibaja y subeibaja:

Entra Inés, la vecina, pálida, pelicorta, zarrapastrosa (Alviz, Son); Se acuclilló para observar un apretado enjambre de moscas verdinegras (Rey, Sebastián); De Cataluña quizá parte el “all-i-oli”, del que se conocen recetas desde el siglo X, y que encontró variantes en el ajiaceite de Castilla, el ajoaceite de Aragón, el ajo arriero del País Vasco y otras (Brusco, Comer); Presentía, con repulsión, el subibaja de los arcaduces de la noria (Pardo Bazán, Quimera); Una madre montaba a su niña en un subeibaja (López Ortega, Ajena).

También son excepción los compuestos quitaipón y vaivén.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
adverbio en -mente

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE