retranca

Diccionario histórico del español de Canarias

retranca

 

retranca. (De retranca, correa ancha, a manera de ataharre, que forma parte del atalaje y coopera a frenar el vehículo, y aun a hacerlo retroceder). f. Freno del carro. Tb. de cualquier vehículo.

                10-x-1866 Jable (El Ómnibus, p.3): Pero vamos cuesta abajo, no hay retranca y, sino me doy cata de ello, voy á dar al diablo el hato y el garabato. 28-viii-1888 Jable (Las Canarias ii, p.3): [...] y, por último, la cuarta [aspa], con lo cual continúa funcionando, hasta que con una retranca se paraliza por el mecánico cuando le place. 17-x-1894 Jable (Diario de Las Palmas, p.2): Como la via, frente al pilar del Espíritu-Santo tiene marcado declive, echó la retranca el conductor, pero hubo de romeperse, por cuanto caballería y carro despideron en veloz carrera calle abajo.

                23-iv-1917 Crosa Los romeros: Y por los senderos/ las carretas pasan/ salvando pendientes,/ lomas y hondonadas.../ Crujen los herrajes,/ quéjanse las llantas,/ y en chirrido agudo/ gime la retranca. a1937 (2005) Hernández de las Casas Voces de LP (p.137): Retranca. Freno de carros. 23-iii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.297): De retirada cruza la tartana de Estebita el Calandraca. [...] El Calandraca mete la retranca, desmonta un farol, se apea y colabora. 1-xii-1946 Jable (Arucas, p.9): Instalado, pues, el Cochero, en el pescante o en su tabla, quitaba la «retranca» (freno, generalmente de palanca), lanzaba al viento el ritual «vámolos». 1947 (1976) Guerra Cuentos i (p.449): La guagua zigzaguea y la tira a babor y a estribor y la sacude de arriba abajo y está a pique de estamparla cuando el chófer, que va hablando de la Unión Marina, mete repentino la retranca.

¨Según el dcech iv, se trata de una abreviación de redro 'detrás' y tranca, con el significado de 'garrote o arco de madera sujetos a la albarda que, puestos tras las ancas de la caballería, servían para impedir que el aparejo se corriera hacia adelante' y, «por comparación con la retranca del tipo primitivo, el vocablo pasó en Andalucía, Colombia y Cuba a designar la galga o barrote de madera o de hierro que se emplea para frenar el carro oprimiendo su cubo». Es voz que se documenta además en Puerto Rico (Malaret Voc.P.Rico y Álvarez Nazario Herencia, p.230), Santo Domingo (Patín Maceo Americanismos), México (Santamaría Dicc. mejicanismos), Argentina y Uruguay (Morínigo) y, según el dmile, también en Perú.

2. Postura que adoptaban las mujeres al bailar, para impedir el excesivo acercamiento de su pareja.

                1899 (1985) Millares Los inertes (pp.226-227): Los cuatro chicos, a pesar de la surpia que les aguaba la vista, bailaban con retranca, gravemente, al son de una guitarra más tiznada que una sartén que pulsaba un viejo lampiño, ahumado y enteco como un arenque.

                4-ii-1903 Jable (Diario de Las Palmas, p.1): Bailes de disfraz en los círculos más o menos artísticos y de recreos honestos; reuniones de «absoluta confianza» en los barrios; «soirées íntimas», con y sin retranca y el natural «jociqueo», en los Riscos [...]. (Santiago Ibero). 1924 Millares Léxico de GC (pp.169-170): Taifa. [...] Los que hoy suben trabajosamente los peldaños que conducen de la sexta a la séptima meseta de la vida, de fijo recibirán un golpe en su viejo corazón al evocar los «elegantes salones» de San Nicolás o de Fuera la Portada en que se «varseaba» y se «porkeaba» con retranca o sin ella (la retranca era una especial combinación de los brazos que impedía las aproximaciones y rozamientos) y se «jociquiaba» (obsequiaba) a la pareja con dulces que se revendían en la cantina indefinidamente, adquiriendo con el sudor y la temperatura de las manos, una plasticidad esquisita (sic). 27-vii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.321): Después hubo su poco de beberío y su poco de bailoteo en la sala del Torrecine, pendiente como la Cuesta del Empedrado, para arriba en segunda todo el mundo, para abajo metiendo la retranca.

¨No es más que una extensión del primer significado de la palabra, hoy en completo desuso.

3. meter alguien (la) ~. fr. Mostrarse prudente y comedido en lo que está diciendo o haciendo.

                1947 (1976) Guerra Cuentos i (p.434): Yo metía la retranca, dispuesto a fajarme y pensando que la había matao. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.307): ¡Usté! le dije a mi suegro, que las agarraba bullangueras, levantiscas o lloronas, ni pío, ¿eh? Meta retranca y agácheseme, no me la vaya a encharcar más entodavía. Si don Bartolo habla, usté callado, ¿estamos? Lo deja que se desahogue. Es mejor.

¨Se construye esta frase a partir de la primera acepción y equivale, por lo tanto, a meter alguien el freno. El drae-01 lo que recoge es meter a alguien en freno, que define como «Contenerlo, ponerlo en sus justos límites».

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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