salterio

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

salterio s. (1200-)
salterio, psalterio, salteryo, ssalterio, salterío
Etim. Del latín psalterium y esta, a su vez, del griego psaltḗrion, 'especie de cítara, derivado de psállein (DECH, s. v. salmo).

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'instrumento musical consistente en una caja de resonancia larga y estrecha sobre la que se extienden varias cuerdas que, normalmente, se tocan con los dedos o con plectro', en la Fazienda de Ultramar (c1200) de Almerich; si bien en el Léxico hispánico primitivo se aducen varios ejemplos en documentos latino-romances datados a partir del siglo IX (como "duo psalterios", registrado en Valpuesta), han de considerarse todavía vocablos latinos. A partir del siglo XIII, las apariciones de salterio dan cuenta de su vigencia en la época medieval, especialmente durante los siglos XIII a XV, tal como indica R. Andrés (Diccionario de instrumentos musicales, 2001) y de una progresiva decadencia de su uso posteriormente. En este período, figura en textos que recrean pasajes bíblicos donde se refieren cultos de adoración a los dioses en los que se empleaba este instrumento, entre otros; no obstante, ya desde estos primeros testimonios se establece la asociación de este instrumento con el rey David y con sus salmos de alabanza al Dios de los judíos (a los que se denomina en ocasiones salterio, precisamente por recitarse acompañados de este instrumento) y que tanto peso tendrá en nuestra tradición, como queda de manifiesto en la acepción relativa a esta parte del Antiguo Testamento, que se atestigua ya alrededor de 1215, en la Vida de Santa María Egipcíaca. Con esta acepción se registra especialmente en textos religiosos (donde se combina frecuentemente con el verbo rezar y con salmo, entendido como un merónimo de salterio) y en ellos se da cuenta de su importancia en la tradición judeocristiana, lo que está en la base de las siguientes acepciones de la palabra. En este sentido, no es nada infrecuente el establecimiento de paralelismos entre ambas acepciones, que buscan evidenciar nexos simbólicos entre las características esenciales del instrumento y las composiciones de este rey con otros textos bíblicos (como, por ejemplo, aquellas glosas donde se relacionan las diez cuerdas con partes del salterio o con los diez mandamientos de la ley de Dios).  De la acepción metonímica 'libro que contiene los salmos' se pueden espigar testimonios desde 1244 (fecha de un testamento presente en los Documentos de la catedral de León) y se consignan ejemplos en todos los períodos históricos, en textos que suelen encarecer el valor artístico de determinados ejemplares conservados. También por metonimia el término pasa a designar el  'objeto compuesto por una sarta de cuentas ensartadas en un hilo, agrupadas de diez en diez y separadas por otras de distinto tamaño, que se usa como guía para el rezo del rosario', acepción que se registra ya en un Inventario de bienes de Olite (1496). La acepción 'rezo dedicado a la Virgen, en que se conmemoran los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen, y que consiste en recitar tras cada uno un padrenuestro, diez avemarías y un gloria' presenta su primera documentación en el Cancionero de Nuestra Señora (1591). Algunos textos ponen de manifiesto  que hubo desde el principio una intención de mostrar la analogía entre este "salterio popular" y el bíblico, pues ambos constan de ciento cincuenta oraciones. Por otra parte, el hecho de que este rezo esté consagrado a la devoción mariana se pone explícitamente de manifiesto en la frecuencia con que el sustantivo posee un complemento con la preposición de referido a la Virgen ("'de María", "de María Santísima" o "de la Virgen"). Por metáfora, a partir del nombre del instrumento musical, surgen las siguientes acepciones: 'líneas que se forman en la cara cóncava del trígono cerebral' (propia de la anatomía y atestiguada desde 1806, en el segundo tomo del Diccionario de medicina y cirugía de A. Ballano) y 'parte del estómago de los rumiantes' (circunscrita a la zoología y registrada por vez primera en 1895, en el Diccionario enciclopédico de Zerolo).

En los repertorios lexicográficos se consignan otras acepciones: como 'especie de flauta ó corneta con que se suele acompañar el canto en las iglesias' se registra ya en 1739, en el Diccionario de Autoridades. La acepción 'parte del breviario que contiene las horas canónicas de toda la semana, menos las lecciones y oraciones', que se incluye en el DRAE desde 1925, no se ha podido atestiguar fuera de los diccionarios; si bien es sabido que el salterio fue sometido a una reforma mediante la que se reorganizó para su distribución en el rezo semanal, no se encuentran en las autoridades rasgos específicos que permitan establecer la diferencia con la acepción genérica que alude a la parte del Antiguo Testamento compuesta de ciento cincuenta salmos.

  1. ac. etim.
    s. m. Instrumento musical consistente en una caja de resonancia larga y estrecha sobre la que se extienden varias cuerdas que, normalmente, se tocan con los dedos o con plectro.
  2. ac. etim.
    s. m. Parte del Antiguo Testamento compuesta por ciento cincuenta salmos.
  3. 2⟶metonimia
    s. m. Libro que contiene los salmos.
    1. s. En ocasiones, en aposición.
    1. s. m. Libro de coro que contiene los salmos.
  4. Acepción en desuso
  5. s. m. Objeto compuesto por una sarta de cuentas ensartadas en un hilo, agrupadas de diez en diez y separadas por otras de distinto tamaño, que se usa como guía para el rezo del rosario.
  6. ac. etim.
    s. m. En la religión católica, rezo dedicado a la Virgen, en que se conmemoran los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen, y que consiste en recitar tras cada uno un padrenuestro, diez avemarías y un gloria.
    1. s. Frecuentemente, con los complementos de María, de María Santísima o de la Virgen.
  7. 1⟶metáfora
    s. m. Anat. Líneas que se forman en la cara cóncava del trígono cerebral.
  8. 1⟶metáfora
    s. m. Zool. Parte del estómago de los rumiantes.
  9. Acepción lexicográfica
  10. s. m. "Especie de flauta ó corneta con que se suele acompañar el canto en las iglesias".(RAE, DRAE 12.ª ed.-1884).
  11. Acepción lexicográfica
  12. s. m. "Parte del breviario que contiene las horas canónicas de toda la semana, menos las lecciones y oraciones" (RAE, DRAE 22.ª ed.-2001).
salterio2 s. (1609-)
salterio
Etim. Reinterpretación de salterio, por influencia de saltar.

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'persona que asalta y roba a sus víctimas en lugares despoblados', en Romances de germanía de varios autores (1609), recopilados por J. Hidalgo, en la que el vocablo figura en dos enumeraciones donde se mencionan distintos tipos de ladrones. La aparición en esta obra de otro ejemplo de salterio, esta vez adscribible a salterio 1 en la acepción de 'parte del Antiguo Testamento compuesta por ciento cincuenta salmos', da cuenta del vocablo que motiva la creación de este término, al que apela Gili Gaya en su estudio de 1953. A partir de este momento, la voz pasa a formar parte de repertorios lexicográficos de naturaleza diversa, como el propio vocabulario referido a esta colección de romances, del mismo año (1609). Por su parte, Terreros y Pando la juzga voz propia de los gitanos. En la actualidad, el vocablo pervive en los repertorios lexicográficos.

  1. s. m. germ. Persona que asalta y roba a sus víctimas en lugares despoblados.

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