Morfología

7.La derivación adjetival y adverbial

7.12 Otros sufijos adjetivales

7.12a Se forman con el sufijo -oide varios adjetivos que denotan semejanza. El sufijo se emplea frecuentemente con bases nominales en el lenguaje científico para caracterizar ciertos elementos por su proximidad con otros: esquizoide, humanoide, linfoide. De este uso ha pasado a la lengua común, en la que forma adjetivos calificativos de intención despectiva, en ocasiones sobre bases adjetivas: comunistoide, fascistoide, gansteroide, infantiloide, sentimentaloide9.1b): Conmovieron al público sentimentaloide de la segunda anteguerra (Hoy [Chile] 1/2/1978). Se utilizan sobre todo como sustantivos alcaloide, celuloide, cristaloide y otros derivados. El uso adjetivo es más abundante en los que hacen referencia a formas geométricas, como esferoide, helicoide, romboide, trapezoide y otros que admiten la paráfrasis ‘de forma N’. Algunos de ellos aceptan a su vez derivados en -al, como esferoidal, helicoidal, romboidal: Desde el ventanal […] un barco romboidal de peces paralíticos (Onetti, Viento).

7.12b El sufijo -esco/-esca, de origen italiano, alterna los usos relacionales (poesía juglaresca ‘de los juglares’) con los calificativos (un estilo muy petrarquesco ‘característico de Petrarca’), especialmente con los derivados de antropónimos y, sobre todo, si se asocian con personajes o estereotipos (§ 12.8f, g): cantinflesco, celestinesco, cervantesco, charlotesco, donjuanesco, goyesco, quevedesco, quijotesco, rafaelesco, etc.: En Florencia, pintores como Andrea del Sarto y Bernardino Luini dejaron constancia de la permanen cia de la influencia rafaelesca y leonardesca (Bassegoda, Atlas).

7.12c Se ha extendido la interpretación calificativa hasta imponerse a la relacional en algunos de los derivados mencionados, y también en churrigueresco (‘muy recargado y artificioso’), dantesco (‘espantoso, sobrecogedor’), libresco (‘inspirado en la lectura de libros’), principesco (‘muy lujoso’), versallesco (‘muy cortés y afectado’) y otros adjetivos. Quizás por asociación con picaresco (de pícaro) se forman canallesco, chulesco, matonesco, rufianesco, truhanesco o villanesco:

El vozarrón vulgar y matonesco de Petán Trujillo dominó la sala (Vargas Llosa, Fiesta); Descarga dos o tres aldabonazos sobre la puerta, prontamente abierta por un viejo portero de aire rufianesco a quien saluda con familiaridad (Pitol, Juegos); Trabó amistad e intercambió confidencias con el par de caudillos de la caterva truhanesca e histriónica (Mujica Lainez, Escarabajo).

Son también varios los adjetivos en -esco/-esca que coinciden en hacer referencia a lo que se considera artificioso o enredado (abogadesco, detectivesco, folletinesco, novelesco) o bien cómico, estrafalario, fingido, extravagante o poco natural: caricaturesco, carnavalesco, grotesco, pedantesco, rocambolesco, entre otros: Comencé a ser persona in actu exercito, si se me permite decirlo de tan pedantesca y escolástica manera (Laín Entralgo, Descargo).

7.12d Entre los adjetivos derivados en -il, unos se usan como relacionales, otros como calificativos y algunos admiten, en contextos diferentes, uno y otro uso, como se recordó en el § 7.1e. Son, en efecto, adjetivos de relación cancioneril, civil, concejil, textil, así como un grupo amplio de derivados de nombres de persona: escribanil, estudiantil, femenil (poco usado), infantil (asociado con niño), juvenil, muchachil, varonil, etc. Mientras que pueril (lat. puerīlis) se emplea solo como calificativo, infantil y varonil admiten el uso relacional (enfermedades infantiles, la edad varonil) y también el calificativo:

Alude […] por medio de una escena descaradamente cursi y kitsch; pintada en consonancia de modo relamido y un tanto infantil (Carrere/Saborit, Retórica); Su rostro varonil tenía una nueva expresión (Hayen, Calle).

7.12e Se percibe una marcada connotación despectiva en algunos adjetivos calificativos en -il que se derivan de nombres de animales (borreguil, ratonil), así como en monjil o abogadil, entre otros derivados. No obstante, este último adjetivo carece de tal connotación en el español hablado en parte de Centroamérica y del área andina, donde se usa como adjetivo de relación, como en servicios abogadiles o en No tiene idoneidad abogadil necesaria para ocupar dicha posición (Siglo 7/11/2000). También carece de esa connotación el adjetivo mercantil (‘perteneciente o relativo al mercado’) en el español general.

7.12f En un buen número de casos, los adjetivos en -il mantienen, y aun acrecientan, las connotaciones despectivas que se asocian con los sustantivos que constituyen sus bases léxicas: cacique (caciquil), gánster (gansteril), siervo (servil). En las áreas mexicana, centroamericana y caribeña son comunes bomberil, hamponil, peloteril, reporteril y otros adjetivos similares. En Chile se usa cesteril en el sentido de baloncestístico (‘relativo al baloncesto’). Se ejemplifican a continuación algunos de estos derivados:

Resultó muerto un delincuente señalado como cabecilla de una organización hamponil que venía efectuando atracos contra los propietarios de suntuosas residencias (Nacional 10/4/1997); La conocida revista deportiva El Gráfico, le dedicó seis páginas al logro cesteril de los boqueases (Época [Chile] 26/6/1997); Yo seguí hacia la iniciación reporteril en la página roja (Aguilar Camín, Golfo); Además, la institución bomberil combatió 39 incendios (Prensa Libre 31/3/1997).

7.12g Se mencionó el sufijo -ego/-ega en el § 7.6b entre los que forman adjetivos relacionales. También lo hace ocasionalmente -iego/-iega (espinosiego, pasiego), como explica el DRAE. El sufijo -iego/-iega es muy poco productivo en el español actual. Se forman con él algunos adjetivos derivados de sustantivos temporales (nocherniego, veraniego y el antiguo enverniego), así como algunos otros derivados de nombres de lugar (palaciego, solariego). Se aplican a las personas andariego, mujeriego y otros menos usados como aldeaniego, paniego, pastoriego, romeriego o serraniego: Bullían las avanzadas juveniles, con ajetreo marcial, del monte a la llanura, por todos los atajos serraniegos (León, R., Cristo). Labriego se utiliza normalmente como sustantivo, pero se documenta también como adjetivo: En la tarde, al regreso de los campos en la casa labriega, oía el revolotear de las notas de la vihuela (Uslar Pietri, Visita).

7.12h Solo algunos de los adjetivos derivados en -icio/-icia (lat. -itĭus, -a, -um o -icĭus, -a, -um) tienen base verbal reconocible e interpretación generalmente activa. Así, alimenticio significa ‘que alimenta’, como en producto alimenticio, y también ‘relativo a la alimentación’, como en bolo alimenticio. El adjetivo relacional alimentario carece del sentido activo del primero. También se percibe este sentido activo en acomodaticio (‘que se acomoda’), nutricio (‘que nutre’) y otros adjetivos similares: La muerte tiene siempre algo de regreso. Vuelta a la tierra nutricia (Benedetti, Primavera). Tienen base adjetival natalicio y vitalicio (‘que dura toda la vida’); la tienen nominal cardenalicio, catedralicio y otros pocos adjetivos.

7.12i El sufijo átono -eo/-ea procede del latín -ĕus, -a, -um y forma una serie de adjetivos que denotan generalmente semejanza o proximidad. Todos son cultos y tienen bases supletivas de origen latino. Muchos de los sustantivos de los que proceden designan materias (argénteo, áureo, etéreo, férreo, ígneo, lácteo, marmóreo, pétreo, vítreo), aunque no todos los derivados mediante este sufijo pertenecen a este grupo (arbóreo, ciclópeo). El sufijo -ío/-ía da lugar a adjetivos calificativos y de relación, muchos de ellos alusivos a la agricultura o la ganadería. No obstante, no es claro que pueda postulárseles una estructura morfológica en el análisis sincrónico. Se trata de formas como baldío (del antiguo balda ‘cosa insignificante’), bravío, cabrío, labrantío (del antiguo labrante ‘cantero’), plantío, regadío, sembradío. Varios de ellos tienen también usos nominales.

7.12j Existen otros sufijos adjetivales de escasa productividad, reducida a campos léxicos particulares. Así, -áceo/-ácea forma adjetivos de semejanza o similitud a partir de sustantivos. Es característico del lenguaje técnico de la biología (abietáceo, acantáceo, aráceo, begoniáceo, gallináceo), aunque también forma adjetivos de semejanza en la lengua general (grisáceo, rosáceo). El sufijo -áneo/-ánea forma adjetivos relacionales y calificativos, especialmente a partir de sustantivos de significado temporal (contemporáneo, coetáneo, instantáneo, momentáneo) o locativo, sobre todo en formaciones parasintéticas con terra- (base supletiva de tierra): coterráneo, mediterráneo, subterráneo. Se produce haplología del segmento -is en cut(is) > cutáneo. Prefieren -íneo/-ínea otros derivados relacionales y calificativos, como apolíneo, broncíneo, carmíneo, fulmíneo, rectilíneo o sanguíneo (lat. sanguinĕus, pero con la base supletiva sangu-, sin -r- en el análisis sincrónico). Aluden a especies biológicas abietíneo, aceríneo, bixíneo, borragíneo, equisetíneo o gramíneo.

7.12k Un gran número de participios se usan también como adjetivos en diversos contextos. Estos contrastes (como en una persona distraída [adjetivo] y en Me he distraído [participio]) se analizan en los § 27.10k-ñ. Los participios son derivados verbales que mantienen generalmente la vocal temática (enoj-a-do). Se postula, en cambio, el sufijo adjetival -ado/-ada en la pauta N-ado. Con ella se forman una serie de derivados no parasintéticos que expresan la posesión de una entidad o la propiedad denotada por el sustantivo de la base, como en trajeado ‘que lleva traje’ y, por extensión, ‘bien vestido’. El origen de este adjetivo está en el participio del verbo transitivo trajear, como en Los pescadores se trajean con franelas a rayas (Domínguez, Fiestas). No obstante, el que la mayor parte de los hablantes que usan el adjetivo trajeado desconozcan la existencia de trajear lleva a que en la morfología sincrónica se analice este derivado a partir de una base nominal, en lugar de una verbal.

7.12l Se forman asimismo sobre la pauta N-ado los adjetivos esparragado (‘que tiene espárragos o está cocinado con ellos’), nubarrado, con interfijo (‘que tiene nubes’), remilgado (‘con remilgos’), togado (‘que viste toga’), trifoliado (‘con hojas compuestas por tres partes’), entre otros muchos. Constituyen un grupo nutrido las formaciones en -ado/-ada obtenidas a partir de nombres de partes del cuerpo de personas y animales: alado (‘que tiene alas’), barbado (‘que tiene barba’), cornado (‘que tiene cuernos’), dentado (‘que tiene dientes’), jorobado (‘que tiene joroba’).

7.12m Tiene un significado más complejo la forma intencionado, como en un incendio intencionado (‘hecho con intención’), ya que la paráfrasis ‘con intención’ atribuiría indebidamente voluntad a un suceso (cf., en cambio, bien o mal intencionado, atribuible a las personas). Unos pocos derivados con la estructura N-ado denotan semejanza con la entidad designada por la base, como en roscado (‘en forma de rosca’), aceitunado (‘del color de la aceituna verde’), lechugado (‘que tiene forma de hoja de lechuga’), datilado (‘del color del dátil’) o labiado (en botánica, ‘que tiene forma de labio’):

En las flores labiadas, por ejemplo, cuya corola tiene la forma de los labios, los estambres y el estigma están dispuestos de tal modo que el estigma barre el polen que el insecto trae adherido (Fuentes Yagüe, Botánica); Las mujeres, de hermosos ojos aceitunados, visten trajes tejidos con hilo de plata o de oro (Tibón, Aventuras).

Ocasionalmente, también se forman adjetivos en -ado/-ada, parasintéticos o no, a partir de adjetivos relacionales terminados en -ico7.7a-h), como galicado (de gálico) ‘que posee propiedades del francés’, anglicado (de ánglico) ‘que posee propiedades del inglés’, arrusticado (de rústico), con parasíntesis, ‘que posee propiedades de lo rústico’.

7.12n Existen varias formas parasintéticas en -ado/-ada. La pauta a-N-ado es la más productiva, como en acanalado (‘con forma de canal’), afeminado (‘que parece una mujer’), amoratado (‘que se aproxima al color morado’), amulatado (‘semejante a un mulato’), amuñecado (‘que parece un muñeco’), entre otros. Algunos de estos adjetivos (abovedado, agraciado, amanerado) son originariamente participios de verbos menos usados (abovedar, agraciar, amanerarse), por lo que en el análisis sincrónico se considera legítimo interpretarlos como derivados parasintéticos. También se ajustan a las pautas a-N-ado o a-A-ado los adjetivos abizcochado, adamascado, aflamencado, aflechado, afrancesado, agauchado, amoriscado, amuchachado, apodencado y sus correspondientes femeninos: Hay un forastero agauchado que está queriendo mandar demasiado (Borges, Aleph). Como antes, en algunos de estos casos se documentan los verbos correspondientes con una extensión mucho menor.

7.12ñ Las formaciones adjetivales parasintéticas en -ado/-ada denotan otras veces la posesión de la entidad designada por la base, en lugar de semejanza con ella, como en amostachado (‘que tiene mostacho, bigote’). Aunque existe adinerarse, de escaso uso, se interpreta adinerado como adjetivo parasintético en el análisis sincrónico (‘que tiene mucho dinero’). Se mantiene en algunos de estos derivados el significado resultativo característico de los participios. En efecto, como el verbo afortunar ha caído en desuso, se analiza sincrónicamente el adjetivo afortunado según la pauta a-N-ado. Sin embargo, el significado que le corresponde no es solo ‘que tiene fortuna’, sino también ‘que la recibe, que la alcanza’: Me consideraba un hombre afortunado por tener de esposa a una mujer que no estaba resentida por estar casada con un escritor pobre (Dios, Miami). Cabe decir lo mismo de agraciado y de otros adjetivos similares de forma participial.

7.12o Las bases verbales tienen mayor pujanza otras veces. Se discute, en efecto, si la pauta des-N-ado debe ceder paso al simple participio en otros derivados. Así, el adjetivo deslenguado se registra con frecuencia mucho mayor que el verbo deslenguarse: Volvió a deslenguarse la cotorra (Landero, Juegos), hasta el punto de que este verbo resulta desconocido para no pocos hablantes que usan el adjetivo. El problema de elegir entre una base verbal y una base nominal se plantea también en desmemoriado o desvergonzado, puesto que existen (aunque con uso mucho menor) desmemoriarse y desvergonzarse. Como en otros casos, la polémica afecta a opciones que se debaten en la morfología sincrónica, ya que la estructura morfológica de las voces derivadas (a diferencia de su etimología) se postula cuando los hablantes tienen acceso al significado de las bases léxicas que se proponen. Sobre los compuestos bienhablado, malcriado y otros similares, véanse los § 11.9f, g.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
parasíntesis, parasintético

 

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