Sintaxis

47 Construcciones condicionales y concesivas

47.7 Otros aspectos semánticos de las oraciones condicionales

47.7a Los períodos condicionales se caracterizan por una compleja estructura formal que se manifiesta en la correlación de tiempos y modos, en la variedad de opciones léxicas que se admiten en la prótasis y en la amplia gama de valores discursivos a los que dan lugar estas construcciones. Como se pudo comprobar en las secciones anteriores, las condicionales se emplean con muy diversos propósitos: imaginar situaciones diferentes a las del mundo real, formular hipótesis, hacer inferencias a partir de premisas, justificar acciones, introducir analogías absurdas o fundamentadas, etc.

47.7b El significado que la lógica proposicional atribuye al conectivo si (Si P, entonces Q) es una función que establece condiciones de verdad: la proposición es siempre verdadera, a menos que se combinen un antecedente verdadero y un consecuente falso. Así, la oración Si hay huelga de transportes, se suspenden las clases queda verificada si la suspensión de las clases se produce, tanto si hay huelga de transportes (antecedente verdadero) como si no la hay (antecedente falso). No obstante, en el lenguaje natural no se suele aceptar esta segunda interpretación: si la suspensión de las clases no se produce por la huelga de transportes, la prótasis deja de aportar una información de interés y, por tanto, normalmente se omite (Se suspenden las clases) e, incluso, se niega expresamente la pertinencia de la información que contiene (… pero no por la huelga de transportes).

47.7c En general, el período hipotético suele resultar más informativo que la relación lógica P → Q, que se lee P implica Q, o Si P, entonces Q. La prótasis del período condicional suele interpretarse, en efecto, en la lengua común como condición suficiente para la realización de la apódosis, es decir, la condición mínima cuya satisfacción basta para que se dé un determinado estado de cosas. Puede interpretarse además como condición necesaria (o condición sine qua non) para que dicho estado de cosas tenga lugar. Nótese que a la afirmación Si hay huelga de transportes, se suspenden las clases, podría seguir la pregunta ¿En qué otros casos se suspenden las clases? El hecho de que esa réplica resulte natural indica que el que haya o no clases puede no depender solo de la huelga de transportes, sino de otro tipo de huelga, de las condiciones climáticas, de la salud de un determinado profesor y de otras muchas circunstancias. La inferencia solo si X a partir de la afirmación si X es una característica general de los períodos hipotéticos. Esta deducción no constituye un proceso lógico, sino discursivo, pero gracias a ella se interpreta la mayor parte de los períodos condicionales.

47.7d Como se ha visto, de la relación lógica Si P, entonces Q no se deduce estrictamente Si no P, entonces no Q. Esta interpretación se denomina bicondicional, y no constituye una condición lógica, sino —como se ha explicado— una inferencia que el hablante suele llevar a cabo a partir de informaciones contextuales. El que dice Si tomo el tren de las siete de la mañana, llegaré a tiempo a la reunión está sugiriendo —y así lo entenderá su interlocutor— que de tomar otro tren (más exactamente, un tren posterior) no llegaría a tiempo a esa cita. Tal deducción es el resultado de un proceso argumentativo que podría resultar fallido. El período condicional propuesto es compatible, desde el punto de vista lógico, con la afirmación Si tomo el tren de las diez de la mañana, llegaré a tiempo a la reunión (en el sentido de que estas dos oraciones no expresan informaciones contradictorias), y también con otra en la que se hiciera referencia a cualquier hora del día o de la noche en lugar de las siete de la mañana. En general, la inferencia solo si X a partir de si X constituye una aplicación particular del llamado principio de pertinencia, que resulta imprescindible en la mayor parte de los intercambios verbales. El hecho de omitir información verdadera y compatible con la que se suministra, pero no pertinente para los propósitos comunicativos del locutor, constituye una de sus manifestaciones más características.

47.7e Mientras que el conector lógico de una relación condicional se limita a indicar que no se da el caso de que el antecedente sea verdadero y el consecuente falso, el nexo lingüístico es más informativo, puesto que el período condicional requiere alguna conexión semántica entre prótasis y apódosis. Así, están bien formados desde el punto de vista lógico períodos como Si la luna está hecha de queso verde, 5 es un número primo, en el que se establece correctamente un vínculo condicional entre dos proposiciones. También lo está desde el sintáctico, ya que cumple por entero los requisitos formales. A la vez, es justo hacer notar que se asimila en buena medida a un texto surrealista en cuanto enunciado del español, ya que no contiene información que permita establecer la pertinencia de la prótasis en relación con la apódosis.

47.7f Como se vio en las secciones anteriores, la relación más característica entre prótasis y apódosis es la causal:

Si se hierve el agua, mueren las bacterias; Si hay huelga, no se imparten las clases; Si pierdo el tren, llegaré tarde; Si no paga, no puede entrar.

Así, la primera de estas oraciones implica ‘Mueren las bacterias porque (o cuando) se hierve el agua’. Las demás admiten paráfrasis similares. Sin embargo, las relaciones de causalidad no son las únicas que se establecen en estos casos. En el § 47.4k se hizo notar que el vínculo entre prótasis y apódosis está a menudo determinado por informaciones de naturaleza extralingüística, de forma que para interpretar estas oraciones es necesario cierto cálculo del hablante que se lleva a cabo en función de principios discursivos, cuando no simplemente racionales. Es lo que sucede en Si necesitas dinero, en la esquina hay un cajero automático; Si tienes hambre, Luisa preparó unas empanadas, y otras muchas secuencias análogas del estilo de las mencionadas en el § 47.4. El hablante ha de aportar las informaciones implícitas necesarias para establecer el vínculo adecuado entre prótasis y apódosis en todos estos casos, y obtener así períodos condicionales enteramente explícitos. La versión de tales oraciones construida con condicionales irreales resulta inapropiada o ininterpretable fuera del contexto situacional adecuado (Si hubiera necesitado dinero, en la esquina habría habido un cajero automático), a diferencia de lo que sucede en las condicionales que esconden relaciones de causalidad.

47.7g Las oraciones condicionales permiten crear mundos alternativos al real. La partícula si es el correlato gramatical de los verbos que designan las actividades mentales que permiten expresarlos. Otros recursos gramaticales son el verbo suponer (Podemos suponer que…) y también poner en la lengua hablada, sobre todo en el imperativo: Pon que…; Supón que… (Ponele que… o Suponete que… en las variedades voseantes): Vos sabés perfectamente de qué se trata. —Pongamos que sí (Cortázar, Rayuela). Pertenecen a este mismo grupo admitir, conjeturar, imaginar, hacer(se) de cuenta (el último sobre todo en las áreas rioplatense, caribeña y andina), etc., y también los sustantivos de significado afín: supuesto, hipótesis, conjetura, condición, caso. Es posible, por tanto, construir paráfrasis de las oraciones condicionales con todos estos recursos: Imaginemos que llueve…; Suponiendo que llueva…; En el supuesto de que llueva…; En el improbable caso de que llueva…

47.7h Las secuencias formadas con estas expresiones se asimilan a las prótasis condicionales en cuanto que establecen relaciones discursivas análogas con sus respectivas apódosis. Así, junto a Si te la encuentras en la calle, ¿qué le dirías?, podría decirse también Imagínate que te la encuentras en la calle, ¿qué le dirías? La misma relación se observa en el texto siguiente: Supongamos que Juan y Miguel nada pactaron en cuanto a la fecha en que se devolvería el dinero. ¿Cuándo puede Juan exigirle a Miguel que le dé su dinero? (Maldonado / Negrón, Derecho). Suele reconocerse que la relación entre las prótasis y las apódosis es similar en estas oraciones a la que se obtiene en las condicionales con si: en uno y otro caso se crea un estado de cosas probable, posible o imposible como marco o como trasfondo para evaluar el enunciado formulado en la apódosis.

47.7i Las oraciones condicionales constituyen un recurso habitual para extraer conclusiones a partir de premisas: El mar no es para los hombres, si lo fuera, naceríamos con aletas (Sampedro, Sonrisa). Están, además, estrechamente vinculadas a otras operaciones del razonamiento, como las designadas por los verbos concluir, deducir, implicar, inferir, significar y otros similares. Nótese que la oración Si Sócrates es hombre, entonces es mortal admite la paráfrasis El hecho de que Sócrates sea un hombre implica que sea mortal. Asimismo, sustantivos como condición, requisito y otros similares permiten reformular los períodos hipotéticos sin que se pierda información. En efecto, el contenido del período condicional Si no posee título habilitante, no puede presentarse al concurso se podría expresar con la paráfrasis Para presentarse al concurso es condición necesaria poseer título habilitante. Existen otros muchos casos similares.

47.7j Los enunciados que contienen alguna forma de cuantificación universal suelen representarse en los análisis lógicos mediante un conector condicional. Así, Todos los hombres son mortales se representa como una estructura cuantificada en la que se dice de todo individuo que, si es hombre, tiene también la propiedad de ser mortal. De hecho, la estructura condicional es uno de los contextos que favorecen la interpretación genérica de las oraciones. Esta emerge del valor indirectamente universal que adquieren los grupos nominales cuando se interpretan como referidos a la totalidad de los componentes de la clase designada, o bien a un miembro no especificado de ella. Como se explica en el § 15.8, estos grupos nominales se construyen muy a menudo con artículos indefinidos, como en Si un triángulo tiene dos lados iguales, se llama isósceles, o en los textos siguientes:

Si una mujer embarazada come dos panes y medio al día, absorbe la cantidad óptima de ácido fólico (Nutrición XXI 1/2003); Si una persona recibe un golpe de mediana intensidad en una parte sana de su cuerpo —el antebrazo, pongamos por caso— el dolor que le produce es muy inferior que si lo recibe en una parte enferma (Luca Tena, Renglones); Si una cuesta te castiga las piernas, un descenso hace lo propio con los brazos y manos (García Sánchez, Alpe d’Huez); Si un hombre besa los pies de una mujer dentro del agua, la mujer se morirá primero (Montero, M., ).

Así, el primero de estos ejemplos admite la paráfrasis Toda mujer embarazada que come dos panes y medio al día absorbe la cantidad óptima de ácido fólico. Repárese en que se presenta aquí dentro de una oración de relativo especificativa (… que come dos panes y medio al día) la misma información que aporta el predicado de la prótasis condicional. Otras veces las prótasis condicionales genéricas se construyen con grupos nominales definidos que designan tipos de entidades (Si en el auto te falla el motor, estás perdido), así como clases o grupos de individuos (Si la gente hace eso…).

47.7k Construidas en tiempos imperfectivos, particularmente en presente de indicativo, las prótasis condicionales favorecen la interpretación genérica de los pronombres de segunda persona ~ vos ~ usted, estén expresos o tácitos, como en Si duermes poco, envejeces prematuramente; Si quieres la paz, prepara la guerra (o prepárate para la guerra). He aquí otros ejemplos similares:

Aquí si no quiere usted ser combatido, no haga usted nada, no piense usted en nada, no emprenda usted nada (Benavente, Alfilerazos); Si tomas una decisión debes ser consecuente con las responsabilidades (Zaragoza, Concerto); Si vives donde trabajas, como es mi caso, te sientas ante el huevo frito con los problemas del trabajo (Cambio 16 24/9/1990).

Sobre estas construcciones, véanse los § 16.2u y 18.2h.

47.7l El significado condicional emerge también en construcciones de infinitivos no concertados, sean estos sujetos (Fumar daña la salud) o formen parte de una oración copulativa (Querer es poder; Decir la verdad es perder amistades; Cuidarse es quererse a sí mismo y a los otros), según se comprueba en las respectivas paráfrasis: Si se fuma, se daña la salud; Si se quiere, se puede, etc. Los relativos sin antecedente de interpretación genérica (§ 44.7) dan también lugar a oraciones que se pueden parafrasear mediante condicionales. Así, una paráfrasis admisible del refrán Quien mucho abarca, poco aprieta sería Si alguien abarca mucho, apretará poco. Estas oraciones no son condicionales, pero expresan significados muy próximos a los que estos períodos ponen de manifiesto, y a menudo reciben representaciones parecidas.

47.7m Las conjunciones condicionales se asimilan a los operadores que suspenden la verdad de la oración que introducen o relativizan la existencia de las nociones nominales de las que se habla. Entre esos elementos están la negación (capítulo 48), la interrogación (§ 22.13-16), el imperativo (§ 42.3-5) o los verbos modales (§ 28.6). Las prótasis condicionales constituyen contextos que habilitan o legitiman los adverbios, los pronombres o los determinantes indefinidos, que se caracterizan por exigir contextos irreales. Como se explica en el § 20.4, el adverbio siquiera y el pronombre cualquiera figuran entre ellos. Nótese que resulta natural la prótasis Si me hubieran dado siquiera una dirección…, pero (con algunas excepciones, como ciertas variedades del español andino) suele rechazarse la correspondiente oración afirmativa *Me dieron siquiera una dirección, en la que falta un contexto hipotético, virtual o irreal. Contrastan igualmente Si me llama por teléfono cualquier día… y *Me llamó por teléfono cualquier día (en el § 20.4 se explican algunas excepciones aparentes). Se obtienen contextos similares en las oraciones negativas. Muchos de los llamados términos de polaridad negativa48.7-9), es decir, de las expresiones que requieren algún entorno negativo, se admiten también en contextos irreales, y los más característicos son precisamente las prótasis condicionales: Si consigues pegar (un) ojo…; Si alguna vez en su vida moviera un dedo por alguien…; Por si quedara duda alguna…, etc. Sobre la expresión si siquiera, véanse los § 47.3ñ, o.

47.7n La conjunción si que encabeza las interrogativas indirectas totales (§ 42.7, 42.8 y 43.7d y ss.) posee propiedades sintácticas muy diferentes de las que muestra la conjunción que encabeza las oraciones condicionales. La primera es considerada adverbio relativo por algunos gramáticos, puesto que admite infinitivos (§ 22.2p y 31.1h). No lo hace la conjunción condicional si, que pertenece también al paradigma de las conjunciones subordinantes. La conjunción si de las interrogativas indirectas admite el futuro y el condicional (No sé si {sabrás ~ sabrías} que…), pero la conjunción condicional lo rechaza (*Si irás tú, voy yo también). Aun así, los estudiosos han puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones que el hecho de que esa similitud formal se repita en muchas lenguas no es totalmente casual. Mientras que la condicional suspende la aserción relativa al valor de verdad de la prótasis, en la interrogativa total se introduce una disyunción entre dos miembros, uno de los cuales es negativo: Me preguntó si lo había visto o no, es decir, ‘Me preguntó si la opción correcta es Lo había visto o si, por el contrario, es No lo había visto’.

47.7ñ Aunque las interrogativas indirectas no introduzcan exactamente preguntas, como se explica en los § 43.7b y ss., no dejan de abrir opciones inscritas en un contexto modal. De hecho, algunos adverbios, como el citado siquiera, que exige contextos negativos o hipotéticos, son admitidos en las oraciones condicionales introducidas por si, pero también en algunas interrogativas indirectas: Me preguntaba yo si tenía siquiera alguna noticia de todo ello [interrogativa indirecta]; Si le das siquiera una oportunidad… [prótasis condicional]. Repárese, por otra parte, en que la disyunción que caracteriza muchas interrogativas indirectas se establece a menudo entre hipótesis enfrentadas: Pero si burlo o sino, verlo has yendo esta noche (Rojas, Celestina).

 

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