areométrico

Se documenta por primera vez, con la acepción 'perteneciente o relativo al areómetro', en 1788, en el artículo "Nuevas observaciones de Mr. Chaptal, sobre la cristalizacion del Aceite de Vitriolo", publicado en Espíritu de los Mejores Diarios Literarios que se Publican en Europa (Madrid), según el cual, esta noticia está tomada de la prensa francesa. Sin embargo, no ha sido posible documentar la voz aréométrique en el artículo original del que proviene la información contenida en este primer testimonio ("Observations sur la cristallisation de l'huile de vitiriol", por J. A. Chaptal, publicado en la revista Observations sur la Physique, sur l'Histoire Naturelle et sur les Arts, en julio de 1787) ni en ningún otro con anterioridad a 1798, por lo que se ha considerado que el adjetivo español deriva del sustantivo areómetro. Con este significado se consigna en el primer tomo del Diccionario universal francés-español, de Domínguez (1845). Como 'perteneciente o relativo a la areometría', se atestigua en 1845, en el Tratado teórico y práctico de la fermentación espirituosa o alcohólica, de J. M. Ruiz Pérez. El primer repertorio lexicográfico que consigna esta voz con este valor es el Diccionario de la lengua española, de Alemany Bolufer (1917).