bronquio

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'conducto cartilaginoso en que se divide la tráquea y que entra en los pulmones para conducir el aire de la respiración' y con la variante bronchio, en 1600, en Methodo y orden de curar las enfermedades de los niños, de J. Soriano. En la centuria anterior, las voces atestiguadas en autores como B. Montaña de Monserrate en su Libro de la Anothomia del hombre (1551), J. Valverde de Amusco en su Historia de la composicion del cuerpo humano (1556), F. Díaz en el Libro primero del Compendio de chirurgia (1575) o A. de León en el tratado primero de los Tratados de medicina, cirugía y anatomía (1590) son cañutos, ramos o troncos de la caña del pulmón -en alusión a su estructura arboriforme-. Desde entonces bronquio se atestigua con frecuencia en los textos. Se consigna, en 1726, en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española. A  partir de 1831, en el tomo tercero de la traducción, hecha por J. Aceñero, de los  Principios generales de patologia  de G. Andral, se registra con el modificador  capilar  para referirse a los bronquiolos, es decir, con la subacepción 'conductos en que se dividen los bronquios'.

En diversos repertorios lexicográficos se consignan las siguientes acepciones: 'sonido estertóreo producido por la dificultad con que respira una persona ó un animal' y 'especie de ronquido que hace al resollar con fuerza una persona o un animal', en 1849, en el  Suplemento al Diccionario nacional  de Domínguez; y 'pulmones', en 1986, en el  Glosario lexicográfico del atlas lingüístico-etnográfico de Colombia , de Montes Giraldo  et alii .

Vid. también bronquio (DH 1933-1936).

Esta voz, de documentación exclusivamente lexicográfica, se consigna por primera vez, con la acepción 'género de insectos coleópteros', en 1846, en el Diccionario nacional de Domínguez.