bucio

Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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bucio 1, busio, buzio, gucio

 

bucio1, busio, buzio, gucio. (Del port. búzio). m. Nombre de varias especies de moluscos, como el «argonauta» (Argonauta argo), el «busano» (Murex trunculus), la «cañadilla» (Murex brandaris), la «caracola» (Triton variegatum), el «caracol de piña» (Cerithium vulgatum) o el «pie de pelícano» (Chenopus pes pelicani). Con la concha univalva se hace un instrumento que produce un sonido como de trompeta. Se empleó, sobre todo en las cumbres isleñas, para dar la alarma o notificar algo importante.

                1644 (1993) González Yanes Viejos apodos (p.330): Gaspar Hernández Busio (La Orotava). 1676 Núñez de la Peña Conqvista (lib. i, cap. iii, p.24): [...] su mar está quaxada de pezes, el mero, cason, pulpo, palometas, gallos, conejos, samas, viejas, cabrillas, cauallas, sardinas, y sus riberas, y amusgadas peñas; la claca, la lapa, almejas, cangrejos, bucios, camarones. 23-ii-1677 (1903) Inquisición (p.844): [...] y que el demonio le hizo mucha guerra echandole tierra, tocandole buzios, y tocandole atanbores y otros rruidos [...]. 1694 (1993) Marín de Cubas Historia (lib. 3º, cap. 17, p.331): Lo que en esto hay, sabemos, y hemos visto, y se halla en estas partes y costas de los Purpurarios; es así, el bucio caracol del mar se halla con las mareas en piedras y peñas, llámanle bocina por servir de instrumento de aire quebrándole lo delgado de la extremidad; la carne que es semejante á la del pulpo es el múrice la hiel de este bucio [...].

                1766 (1983) Viera y Clavijo Vasconautas (18b-c, p.31): La fama con su bucio y su golilla/ Grita que Vasco vuelve sin la presa. 1772 Viera y Clavijo Historia i (lib. i, cap. xii, p.35, en n.): El primer examen se hizo en un canal profundo abierto para dar nuevo lecho á un barranco sobre el pueblo de Candelaria en Tenerife. Descubrieronse algunas conchas de «burgaos», esto es, caracoles del Mar, y búcios, en latin buccinae, inclusas en la sustancia de los mismos peñascos. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.83): Bucio (Buccinum). Género de concha del mar, turbinada y univalva, esto es, de una sola pieza. Llamóse así por su semejanza a una bocina o trompeta. Su carácter es el ser retorcida en volutas espirales, terminadas en punta, de las cuales la inferior es mucho mayor que las otras, lo que la hace más gruesa por el medio. [...] El bucio o buccino es una familia que comprende gran número de especies, de las cuales existen muchas en las costas de nuestros mares: como el bucio, llamado por los conquiliologistas, la «mitra», la «torre de Babel», la «oreja de Midas», el «trompo», el «tritón», la «harpa», etc. [...] Aquellos grandes caracoles, con que los pescadores de Canaria dan aviso de que se acercan a la ribera, son también una especie de bucio; bien que algunos autores los reducen a otra clase de conchas univalvas.

                1846 (1920) Lugo Coleczión (p.341): Buzio, s.m. Espezie de caracol de mar. 1848 Prunedo Viage (p.46): En un profundo canal abierto para dar nuevo cauce á un barranco, sobre el pueblo de Candelaria en Tenerife, se descubrieron algunas conchas de burgaos, ó sea caracoles de mar, y bucios, incrustados en la sustancia de los mismos peñascos. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.47): Bucio. s.m. Caracol marino agujereado que sirve á modo de bocina. 1889 (1897) Zerolo La lengua (p.163): Bucio. s.m. Caracol grande que sirve de bocina. El Diccionario lo llama bocina y caracola. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.253): Unos buenos toques de bucio, dados á guisa de trompeta, tocando á llamada y algunos voladores ó cohetes echados al aire, hicieron acudir á una veintena de muchachos, que á todo escape fueron á comunicar á sus casas que acababa de llegar una compañía de maromeros (acróbatas).

                1901 (1985) Bethencourt Alfonso Respuestas (p.164): También tocan todas las noches, desde que empieza el mes de San Juan hasta su día, el busio (En nota: Caracola marina a la que se ha practicado un orificio en su punta. Al soplar por él emite un sonido profundo y potente) porque el Santo lo tocaba, pues había sido pastor. 1904 Delgado ¡Vacaguaré...! (p.6): El sonoro bucio de guerra había sonado por todos los ámbitos de Aceró [...]. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.421): Antes de alborear las mañanas los bucios de los tagoreros atronaban la selva llamando a sus respectivos auchones, que a su vez contestaban en estrepitosa diana despertando a la vida a los habitantes aún en plenas tinieblas. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (pp.153-154): Otro de los actos de significación de que disponían los guanches para trasmitir sus pensamientos a grandes distancias, fue el lenguaje buciado, denominado así por ser el bucio o caracol el instrumento de que se valían para realizarlo. [...] Es el bucio la concha de algunas de las especies de moluscos gasterópodos que viven en los mares de las islas, siendo el más frecuente que aparece en las riberas el Triton nodiferum, L.; a los que seccionando el vértice de la espira para formar la boquilla, en manos hábiles resulta un instrumento potente y robusto si bien un tanto ingrato. 1918 Reyes Serie de barbarismos (p.41): (No digáis) Bucio. Tocar el bucio. (Decid) Buccino, caracola, bocina. Tocar el buccino. 1923 Rodríguez Moure El ovillo o el novelo (pp.156-157): Advertido esto por un fornido mocetón, gañán de los manchones por más señas, que con dicha misión marchaba junto a la carreta distribuidora del follaje, a impulso de sus hinchados carrillos dejó oír la ronca y atronadora voz de un bucio o caracol marino, a cuya señal pararon las carretas [...]. 1929 (1975) Acosta Por el pueblo humilde (p.182): Sonaba fuera un alboroto inconfundible en aquellas circunstancias. Ruido de cacharros vacíos, de latas, golpeteos de cajones, sonido de bucios, todo junto, mezclado, el alagarabía (sic) atroz e insoportable. a1937 (2005) Hernández de las Casas Voces de LP (p.129): Busio. Caracol marino grande usado como instrumento sonoro. 1941 Álvarez Delgado Miscelánea (p.71): La forma bucio de indudable origen guanche y de uso actual en las islas, es denominación de varias especies de grandes caracoles marinos. Se ven muchas veces estos bucios sirviendo de adorno sobre los muebles de casas campesinas, y aún hoy emplean enormes bucios los mozos de nuestros campos como trombones o cornetas ensordecedoras en las fiestas del solsticio y del otoño [...]. 21-vi-1950 (2001) San Blas Lorenzo Diario (p.27): Alguien se acuerda que hay a bordo un caracol marino o bucio, como vulgarmente se dice, y empieza a tocarlo, siendo el hazme reír de todos. 1954 Rohlfs Guanchismos (p.84): Desconociendo las lenguas peninsulares en sus variedades dialectales y regionales, ha atribuido en Miscelánea a la antigua lengua indígena voces como burgaño 'ratoncito' [...], bucio 'caracol marino' [...], todas ellas de indudable origen peninsular (español dialectal, gallego, portugués). 1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.41): bucio.- Caracol marino de grandes dimensiones que se hace sonar principalmente en la víspera de san Juan, mientras arden las hogueras. 1959 Álamo Thenesoya (p.258): [...] a cada momento se veían camponeses de aquella pinta por los alrededores, con sus berberiscos bucios en el zurrón o mochila. 1959 Alvar Tenerife (p.140): bucio 'caracol marino' (Punta [del Hidalgo]; [La] Lag[una]). Ibídem (p.185): gucios 'caracol(es) de mar' ([La] Lag[una]).

¨Curiosamente, esta palabra ha entrado en el drae en 1992, sin ninguna localización geográfica, con este artículo: «(Del port. búzio.) f. Especie de caracol marino». En ningún otro de los diccionarios consultados figura la voz, salvo en el dmile, también de la Academia, de 1989. Lo que parece haber ocurrido es que bucio se empleó en el español, tal vez con cierta extensión de uso, pero luego desapareció prácticamente, salvo en Canarias, donde se mantuvo sin problema quizá por la influencia portuguesa. Esta idea se basa en que en el ntle hay registros de la palabra, en diccionarios, desde 1553, y en varios del siglo xvii y xviii. Rodríguez Marín, por su parte, la anota en La Dragontea, de Lope de Vega: «Las perlas en natiuos caracoles,/ Los bucios de la mar y nacar fino,/ Pues que los conquistaron españoles,/ De su trabajo es todo premio dino». En Fernández Gómez Voc. de Lope i se encuentran varios ejemplos más, de corte similar, que también se recogieron en el tomo segundo del dhle-33/36. En el corde, los seis registros que aparecen (s.v. bucio y buzio) corresponden a la segunda mitad del siglo xvi y a principios de la centuria siguiente (entre c1560 y 1620). En fechas posteriores hay un vacío informativo en los diccionarios, sin que sea posible conocer en qué datos se ha basado la Academia para considerarla de uso general.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

bucio 2

 

bucio2. (De buzo, ídem). m. Persona que tiene por oficio trabajar enteramente sumergida en el agua, protegida con una escafandra.

                c1912 (1947) Moreno Puertos (p.48): El muelle sí que estaba lleno ese día. Se trataba de ver trabajar los buzos bucios, que decía la gente del vulgo... y muchas que no lo eran.

¨Este vulgarismo todavía tiene cierta vigencia, en varias islas, según lo anota el decan i.

 

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bucio 3, busia (f.), busio

 

bucio3, busia (f.), busio. (Probl. de bucio1). m. Túnel natural volcánico.

                29-xii-1839 (2005) Álvarez Rixo Obra periodística [«Historia de Canarias. Tamaide», El Conservador, nº 78] (p.168): Muy cerca pero algo mas alto, està una fuentesilla de buena agua, y poco mas al norte otra larga gruta llamado ahora el bucio, que por tener el piso lleno de piedras caidas, cuesta encorbarse bastante para trancitar á su interior que es mas largo, en el cual filtra el agua del manantial.

                a1937 (2005) Hernández de las Casas Voces de LP (p.129): Busia. Cavidad llena de matacanes. 1944 (2010) Diego Cuscoy Adornos (p.62): Los enterramientos practicados en oquedades o busios del risco basáltico, cerca de la rompiente, no son muy numerosos [...]. 1958 Diego Cuscoy Grabados (p.245): Vale asignar el hecho, pues si bien estos tubos volcánicos no se prestaban para habitación, se utilizaban con mucha frecuencia por los aborígenes para ocultar el ajuar. En algún caso sirvieron también como cueva funeraria, pero son raros los hallazgos de restos humanos en «búcanos» como se dice en La Palma o «busios» como se dice en Tenerife. En esta última isla hemos hallado ajuar sobre todo cerámica en un «busio» del Llano de la Santidad [...].

¨La forma femenina busia parece haberse creado sobre la base de la distinción dimensional paralela a otros casos, como cesto/cesta o charco/charca. De todas maneras, el masculino es propio de Tenerife y el femenino de La Palma (vid. el decan i).

 

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