canelo

Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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canelo, la

 

canelo, la. adj. Dicho de un color: castaño [= del color de la cáscara de la castaña]. U.t.c.s.

                7-iv-1865 Jable (El País ii, p.1): Fueron los segundos, un gallino blanco-canelo, y un colorado de Arucas [...]. 1879 Pérez Galdós Los Apostólicos (corde, s.v.): Entonces los colores eran colores, y no como ogaño variantes del gris, del canelo y de los tintes metálicos. 1879 Pérez Galdós Un faccioso más y algunos frailes menos (corde, s.v.): Y señalando con su mano flaca, cubierta de guante canelo, una luz que a cierta distancia se veía, como farolillo de taberna o café, dijo entre suspiros [...]. 1897 Pérez Galdós El Abuelo (corde, s.v.): Las acompaña y juega y brinca con ellas un perrito canelo, de pelo largo y fino, hocico muy inteligente, rabo que parece un abanico. 1898 Pérez Galdós Zumalacárregui (corde, s.v.): Le precedían dos perros de caza, blancos con lunares canelos, que olfateaban a los soldados y agradecían sus caricias. 1900 (1985) Bethencourt Alfonso Obras (p.96): Colores y sustancias de que lo obtenian [los tintes]. Canelo. 1º. Hongo del juaguarzo.

                1909 Pérez Galdós El caballero encantado (corde, s.v.): Conozco al prior, que es un frailón lucido, un elefante con cerquillo, envuelto en veinte varas de paño canelo y en otros veinte de franela blanca. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.427): Gofio de chameje o cenizo, de color canelo y muy pardo oscuro y algo picón, con especialidad si no está bien limpio del polvo. Mal gusto, recordando la yerba. Comido solo es bastante ingrato al paladar. 1912 Pérez Galdós Cánovas (corde, s.v.): Luego entraron otros, vestidos de blanco y canelo, lucidos y fornidos como mozos de cuerda. 1921 Millares Doña Juana (p.71): La viejita, con su moño de lino, sus espejuelos de acero, su pañuelo a rayas canelas cruzado sobre el pecho y sus zapatos de paño, zurcía unas medias blancas junto a la ventana. 2-iii-1923 Jable (Gaceta de Tenerife, p.2): Gallino canelo, con peso de 3,15 [...]. 11-x-1927 Jable (Hespérides, p.10): Y luego la miel, concentrada, siruposa, de un canelo tirando a negro, que nos evoca también, por su sabor, los frescos labios de la mujer abrazada al tronco. 1933 (1947) Millares Canariadas (p.22): Si es el mismito del año pasado, el canelo, retocado con unos volantes de merino azul, etc. 16-ii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.287): Estaba golpeándose antes del almuerzo con Anselmo Liria, el vestido de canelo, hijo de Angelito el tartanero [...]. 1944 (2000) García de Vegueta Islas (p.104): ¡Qué fino es el oro de la cabellera! ¡Qué lindos los ojos canelos! ¡Qué graciosos los bermejos labios! 1946 Mederos Go textil (p.442): El color canelo se puede avivar o atenuar sólo haciendo cambiar la cantidad de «jaicán». 1951 (1995) Álvarez Cruz Retablo isleño (p.162): Se ha perdido, eso sí, la teoría de los tintes. Antiguamente se utilizaban la yerba denominada igualda o guaydil, que daba un color amarillo; la raíz de almendro, que lo daba canelo; el zumaque, que lo daba azul; la cochinilla, rojo, y la orchilla, canelo refinado [...]. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.66): De un solapón de guirres y palomas, salía el chorrillo de esa agua canela, que manchaba de ferruge el gorito onde se embalsaba [...].

¨No se trata «De color de canela ( corteza)», aplicado especialmente a los perros y caballos, que es la primera acepción del drae-01, sino la segunda de este mismo diccionario, añadida desde el drae-92 como un canarismo más, que es la que aquí se recoge. La fuente de la que la Academia tomó esta acepción fue seguramente el Vocabulario de Guerra Navarro (vid. el Fichero general). Son interesantes los ejemplos de Pérez Galdós porque, si bien no es posible establecer una identificación exacta de la palabra, parece relevante el dato de que, en todos los textos de nuestro autor recopilados en el corde, solo una vez se documenta el uso de marrón, concretamente en la obra Los duendes de la Camarilla, de 1903: «Esa tela marrón con rayas le irá muy bien para traje de señora rica de pueblo». Ello significa que Galdós prefería canelo a marrón, al serle la palabra más familiar, aunque la usara con el sentido académico.

2. Dicho de un billete: De valor de cien pesetas. U.t.c.s.

                xi-1953 (1967) Puerta Monólogos (p.86): Yo le dije: deme esas,/ que tienen virado el cuero.-/ «Las engüelvo deseguía,/ poro cuestan tres canelos».

¨Otros ejemplos más recientes se recogen en el decan i. Desaparecido el billete en cuestión, la palabra ha seguido el mismo camino.

 

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