mago

Diccionario histórico del español de Canarias

mago, ga

 

mago, ga. (Posibl. de orig. prehispánico). adj. Campesino [= que vive en el campo y se dedica a cultivar la tierra]. Apl.t. a la persona bruta e ignorante. U.m.c.s.

                1815 Descripción Bajada (p.44): En la casa de Salvador Corral había títeres y figurones muy ridículos que eran la admiración de los magos. c1860 Pérez Galdós Voces (p.121): Mago. 8-iii-1880 Bethencourt Alfonso Dos palabras (p.68): Así es que en Igueste, Güímar, Arico, Fasnia, Chiñama, Taucho, Guía, Tegueste, Tacoronte, y en la mayor parte de nuestras poblaciones, tenemos tan legítimos y genuinos representantes de nuestros antepasados los guanches, como el tradicional mago de las hermosas campiñas de La Laguna. 23-vii-1880 García Ramos El mito de los Campos Elíseos (p.215): El Sr. D. Carlos Pizarroso y Belmonte [...] atribuye un origen oriental á la voz con que en estas islas suelen ser designados los habitantes del campo que no han sido educados; pero debemos advertir que esa voz magos parece venir de la francesa «magots», que hasta hoy sirve en Francia para designar á las personas rústicas y sin educación. Es verosímil que se introdujera en nuestras islas desde que los franceses conquistaron y se establecieron en las de Lanzarote, Fuerteventura, Hierro y aún en la Gomera; no habiendo dificultad en que desde dichas islas pasase esa voz provincial á las demás del archipiélago. 8-ix-1880 García Ramos Sobre el origen de los guanches (p.268): Sin embargo de que todo lo referente al magismo parece más propio de los persas que de los cananeos, diremos aún que el epíteto de magos que suele aplicarse aquí á las gentes del campo, parece derivarse de la voz francesa magot, que tiene idéntico sentido, aunque muy diversa etimología, y pudo haber sido introducida en estas islas, desde el tiempo en que las poseyeron los franceses. 23-x-1880 García Ramos Estudios etnográficos (p.315): Nosotros mismos no hemos afirmado que nuestra voz isleña mago venga de la francesa magot; sino tan solo hemos dicho que nos parece esa etimología más verosímil que la otra. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.96): Mago. s.m. u[so] g[eneral]. Campesino. Bruto. 1898 (1901) Guillón Barrús El Cacique (pp.36-37): Creo, D. Oroncio, que nadie le niegue el voto. Vd. tiene mucha (sic) partido entre los magos... No hay uno que no hable bien de Vd. Ibídem (p.60): Era la primera vez que á su jefe se le iba á las barbas un mago, un rústico, con la agravante de ser éste dependiente, feudatario del amo, por decirlo así. 21-v-1900 Pérez Armas Leyendas (p.1): Cristóbal Tolentino es uno de nuestros esclarecidos magos o peludos, como decimos hoy.

                1903 (1923) González Díaz A través de Tf (p.77): El mayor poder de la maga está en la risa. No se ríe como las demás personas, con su carcajada acaricia o abofetea, pega o halaga. Y ese poder halla su complemento en la expresión crudísima del remanguete. Cuando una maga emplea ese doble lenguaje, dice con él todo lo que se propone decir. Un movimiento de hombros o de caderas, subrayado con su especial manera de reír, le basta para tumbar a un hombre. 1904 Delgado ¡Vacaguaré...! (p.19): ¿Trabar relaciones serias con /una maga?... ¡Ni soñarlo! viii-1910 (2010) Unamuno Agonías insulares («La Laguna de Tenerife», p.98): Me han contado que los magos así llaman aquí a los campesinos confundían muchas veces con el buzón del correo la ventana baja y enrejada de una de estas mansiones señoriales, y echaban por ellas cartas a sus parientes emigrados a América. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (p.296, n.24): Ya hemos dicho que el nombre genérico de mago con que se conoce al campesino de Tenerife, es porque después de la conquista le imputaban de que seguían adorando al dios Magec o Sol. 1916 (1924) Viera Costumbres (p.155): [...] al dibujar con ese humorismo regocijado, que constituía su característica, la silueta de nuestro «mago» [...]. 1921 Millares El desriscado (p.109): Apenas si se adivinaban en el fondo del cerco la mole de la Mesa de Tejeda, un cubo colosal cortado a pico, y los monolitos del Bentaiga y los Roques, colocados en fila y descendiendo uno tras otro al abismo como una caravana de magos. 1927 Supuesto prólogo (p.12): ¡Qué van a bailar is laj magaj llevan los zapatoj con suj taconitoj alevantaoj y las naguaj maj arria laj ruillaj, como laj señoritaj! Fegúrese su mercé eso, con loj saltoj y laj güeltaj e loj bailej. Ibídem (p.13): [...] unque quisiá icisle, na maj, que lo el palo nos trujo el ditao e magoj, que asigun diciya un bisagüelo miyo, hombre cabal, encapaz e plampinaj, palo en la jabla e loj guanches lo nombraban magao (magado), y como loj el campo siempre garramoj el palo pa salir a camino, catáy por que noj llaman magoj. 1928 Machado La fantasma del valle (p.14): La maga o campesina canaria está sometida desde muy tierna edad a los trabajos más penosos y difíciles. 1928 Rial Maloficio (p.11): En el agua clara, revolviendo las piedras pulidas del fondo celeste, una maga busca almejas. 1928 Santodomingo Recuerdos (p.54): [...] entonces Máximo comprendió lo que hasta entonces no comprendía, y era el que las gentes del campo lo que allí llaman los Magos, a pesar del calor del día, usan en lugar de capa, una manta de lana recogida por uno de los lados menores, que les preserva el cuerpo de los rayos solares, del frío y de la humedad. a1937 (2005) Hernández de las Casas Voces de LP (p.135): Mago. Campesino. a1938 Pestana Vocabulario palmero (p.24): Mago. Campesino. 1941 Lefranc Turrones (p.61): Bajo ese tinglado vegetal, a la sombra, relativamente fresca, de esa bóveda de follaje, desafiando los rigores de la canícula, van sentados magos, magas y maguillos, sobre unos tablones dispuestos a ambos costados del carro [...]. 1951 Montero La herencia (p.36): Así que no tengas miedo/ por ese cacho de mago/ y arregla pronto la mesa,/ como en otras ocasiones,/ que hoy tu padre va a saber/ que aquí también hay calsones. 1952 Gálvez Dos mundos (p.103): A primera vista, sí. Pero es un cazurro. Lo que aquí llamamos «un mago». No sé cómo María Eulalia se ha fijado en él, si sé cómo... 1952 Tarquis Tradiciones (p.56): Los magos podian tocar la caja de guerra hasta el día del juicio final. 1954 Rohlfs Guanchismos (p.84): Desconociendo las lenguas peninsulares en sus variedades dialectales y regionales, ha atribuído en Miscelánea a la antigua lengua indígena voces como burgaño 'ratoncito', mago 'campesino inculto' [...], todas ellas de indudable origen peninsular (español dialectal, gallego, portugués). 1-xii-1957 (1984) Pimentel Santa Cruz 'la nuit' (p.49): Dentro de muy poco, rabeles y villancicos. «Lo Divino» la tierna música que aquí, entre nosotros, se pone para el cristianísimo homenaje la manta lanuda de nuestros magos, y toma un regional atuendo campesino. 1958 Loynaz Verano en Tf (pp.214-215): Magos llamaban las gentes de este país a los campesinos, y por más que buscaba una explicación, un nexo entre el vocablo y el sujeto, no le hallaba yo alguno. Hoy, viéndolos en trance de moiseses, sacando linfas de las rocas o trocando páramos en vergeles, o amansando los vientos, o caminando sobre el fuego, pienso, en verdad, que magos son, porque es magia una empresa tan insólita, una tan grande y creadora voluntad. 1958 (1989) Tejera El Barranco (p.24): Entre ellos reconocí algunos que visitaban a papá los domingos y desde el centro del patio vi cómo revolvían la tienda. (Allí abuelo se sienta desde que amanece a fabricar albardas a los magos, que son todos gentes muy pobre y tienen burros o caballos o carretas porque son campesinos y viven lejos [...]). 1959 (1960) Hernández Martín Sancocho (p.92): Cuando Maquita llegó en cá Anastasio, no jiso falta apulsar el timbre, porque los dos velíos que soltó el cordero le anunsiaron a la criáa que estaba pegáa a la puerta y acostumbráa a resebir regalos de las magas del campo, que allí estaba otra en busca de empeños.

¨A partir del drae-84 se incorporó esta voz al diccionario académico, como canarismo, con los significados de «Campesino inculto. Ú.m.c.s.» y «Por ext., campesino en general». En el drae-01 se ha añadido la posible etimología: «Quizá voz prehispánica» y se ha cambiado el orden de las acepciones, de modo que la primera es: «campesino ( que vive y trabaja en el campo). U.m.c.s.» y la segunda: «Campesino inculto. U.m.c.s.». Entre las autoridades que recoge el Fichero general de la Academia, figura la referencia extraída del libro de Gabriel María Vergara Martín Cuatro mil palabras y algunas más, de uso frecuente, no incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española, publicado en 1925, en el que el investigador madrileño ya advertía del uso de esta voz: «mago, adj., n. acep. fig. En las islas Canarias. Campesino. U.t.c.s.». Hoy se emplea en todos los distintos niveles de habla, como lo demuestra su aparición en las encuestas realizadas por Samper Padilla (p.568) en el nivel culto de Las Palmas de Gran Canaria, donde figura con la misma frecuencia que campesino (7, la más alta de todas las respuestas). Frente a las opiniones de García Ramos, en las citas de 1880 que aquí se reproducen, y de Rohlfs, el origen del término mago tradicionalmente se ha asociado a majo. Para Alvar Estudios Canarios i (pp.119-120), «Posiblemente, los majos o magos 'paisanos' protegidos con cierta clase de abarcas, según los testimonios de Abreu Galindo, de Viana y de Núñez de la Peña, llamarían la atención por esos calzados "de pellejos crudos, que revolvían a los pies, y algunos eran de cuero de puerco que desollaban" y majo pasaría a ser 'una especie de abarca', frente a los xercos usados en Tenerife. De ahí la actual separación: maho / majo es voz conocida en las islas donde se usa tal calzado y no en las que ha desaparecido; justamente las áreas periféricas mantienen hoy la voz en designaciones muy concretas: 'calzado' (Hierro, Gomera, Lanzarote?, Fuerteventura?), 'nativo' (Lanzarote, Fuerteventura). Acaso en Tenerife mago fuera 'el campesino que calzaba abarcas' (hoy su atuendo todavía llama la atención) y, una vez desaparecidas éstas, la voz subsistió con la significación de 'hombre rústico'».

 

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