Sintaxis

20. Los cuantificadores (II). Cuantificadores indefinidos. El concepto de ámbito

20.9 El ámbito de los cuantificadores

20.9a En los § 15.9 y 15.10 se analizan las interpretaciones específicas e inespecíficas de los grupos nominales y se estudian los factores que contribuyen a establecer una u otra lectura. Se señala también allí que muchos semantistas tienden a vincular el contraste entre estas interpretaciones con el distinto ámbito o alcance del grupo nominal. El ámbito de una expresión cuantificativa constituye, en efecto, la unidad de predicación en la que esa expresión se verifica. Por ejemplo, el ámbito del segmento subrayado en Todos sus amigos vinieron a su fiesta de cumpleaños es el predicado venir a su fiesta de cumpleaños. En este ejemplo, el ámbito coincide con el grupo verbal. No obstante, en Luisa ha invitado a su fiesta de cumpleaños a todos sus amigos, el ámbito de la expresión cuantificativa subrayada —es decir, la unidad de predicación en la que la expresión cuantificada ha de ser verificada por todo individuo de la clase de los amigos de Luisa— no está expreso en esa oración, ya que el predicado es ser alguien a quien Luisa ha invitado a su fiesta de cumpleaños. En general, el ámbito de una expresión cuantificativa suele coincidir con la información semántica restante, una vez extraído el sintagma nominal cuantificado de la secuencia que se analiza. Existen, sin embargo, algunos casos particulares, como se verá en esta misma sección. Se dedican, además, a analizar diversos aspectos del ámbito de las expresiones cuantificativas los siguientes apartados de la presente gramática: § 15.10b, c, 48.2a, 48.4a y 48.5a, entre otros.

20.9b Las mayores dificultades para determinar el ámbito de una expresión cuantificativa surgen cuando están presentes en el enunciado otras expresiones que también están asociadas a un ámbito variable, ya que se plantean en estos casos diferentes posibilidades de interacción entre sus ámbitos respectivos. Se usa a menudo el signo convencional > para indicar que el elemento situado a su izquierda recibe ámbito mayor que el situado a su derecha. Así pues, en la oración Cada media hora atropellan a un peatón, el orden cada > un determina la interpretación multiplicativa, que resulta ser la más natural en esa secuencia, esto es, aquella en la que se hace referencia a tantos peatones como períodos de media hora existan. En otras palabras, cada > un constituye una forma abreviada de expresar la información siguiente: el grupo nominal que contiene cada posee en esta oración ámbito mayor que el grupo nominal que contiene un. La interpretación no multiplicativa de esta oración —que da lugar a un chiste conocido— corresponde a la relación un > cada, es decir, a la lectura en la que un solo individuo sufre tantos atropellos como períodos de treinta minutos se consideren.

20.9c Las dos expresiones que pueden entrar en relación porque poseen ámbitos distintos no tienen que ser necesariamente cuantificadores. No lo son, por ejemplo, las perífrasis modales. En efecto, «tener que + infinitivo» (§ 28.6l, n) expresa alguna obligación del sujeto manifiesta a través del grupo verbal con el que se construye. Así, en la secuencia Rafael tiene que invitar a Raúl se afirma que Rafael se encuentra en la obligación de invitar a determinada persona. Si en lugar de un nombre propio se introduce una expresión cuantificativa, puede surgir la ambigüedad. La oración Rafael tiene que invitar a cuatro amigos suyos es, en efecto, ambigua. En una de sus interpretaciones se dice que Rafael ha contraído una obligación con cuatro amigos suyos determinados. En este caso, cuatro amigos suyos tiene ámbito amplio o mayor sobre el predicado ser alguien que Rafael tiene que invitar, que, como se ve, contiene al operador modal tener que. En una segunda lectura, la oración quiere decir que Rafael tiene una obligación determinada, la de invitar a no menos de cuatro amigos suyos, sean los que fueren. En este otro caso, cuatro amigos suyos tiene ámbito estrecho o menor sobre el predicado ser invitado por Rafael, donde no se incluye el operador modal. Suele decirse que el grupo nominal introducido por el cuantificador cuatro amigos suyos tiene interpretación específica, individual o referencial en el primer caso, mientras que suele entenderse que posee la llamada lectura inespecífica o cardinal en el segundo. No obstante, se ha observado que existen indicios de que tal vinculación entre las nociones de ‘especificidad’ y ‘ámbito’ está demasiado simplificada, como se explicará en los apartados siguientes.

20.9d Cuando la expresión subrayada en Todos los alumnos de la clase habían leído dos novelas del Siglo de Oro recibe ámbito menor que la que constituye el sujeto, se produce el efecto multiplicativo del que se habló en el § 20.9b, es decir, la interpretación en la que dos se supedita a todos, y se obtienen potencialmente tantos pares de novelas como alumnos contenga la clase. Podría añadirse a esta oración una apostilla como … sean las que fueran, o … cualesquiera, que garantiza el sentido inespecífico de dicho grupo nominal. Si el complemento directo de habían leído designara dos únicas novelas, la apostilla podría ser … concretamente, el Quijote y la Celestina. En este otro caso, la expresión subrayada tendría ámbito mayor que todos los alumnos de la clase y designaría dos novelas particulares. No es posible concluir, sin embargo, que la especificidad está asociada semánticamente con el ámbito amplio, ya que un grupo nominal inespecífico puede tener alcance sobre otro. Es lo que sucede en la oración Tres niños cualesquiera tienen que traer un regalo a la profesora. En una de las interpretaciones posibles de esta oración, la expresión cuantificativa tres niños tiene alcance amplio sin dejar de ser por ello inespecífica: hace referencia, en efecto, a solo tres niños, aunque ni el hablante ni el oyente puedan identificarlos.

20.9e Se obtiene en otros casos la lectura cardinal o inespecífica con un grupo nominal que posea alcance amplio. Sucede así en la oración No vinieron muchos niños, interpretada en el sentido de ‘Hay muchos niños que no vinieron’. Es igualmente posible que un grupo nominal cuantificativo de ámbito estrecho reciba la interpretación específica. Es lo que sucede en la oración Todos los niños le entregaron a la profesora un regalo que le habían comprado para celebrar su cumpleaños. El modo indicativo en habían garantiza que el grupo nominal subrayado es específico. Aun así, esta oración puede expresar, en uno de sus sentidos, que se habían entregado tantos regalos como niños eran. En los § 15.10b, c y 48.4i se hacen otras precisiones sobre las dificultades que existen para asimilar la interpretación de ámbito con las que proporciona la noción de ‘especificidad’.

20.9f Como se ha explicado, una expresión cuantificada puede tener el ámbito más amplio posible con respecto a otras expresiones del contexto oracional sin ser por ello específica, es decir, sin asociarse con un referente concreto o identificable en la mente del hablante. La elección de una u otra interpretación, cuando ambas se admiten, es sumamente variable. La oración Dos estudiantes les enviaron cartas de amenaza a todos los profesores se interpreta de manera preferente en el sentido dos > todos, es decir, asignando ámbito amplio a dos estudiantes con respecto a todos los profesores. El ámbito de dos estudiantes coincide en este caso con el predicado enviarles cartas de amenaza a todos los profesores, y se exige que el número de estudiantes que verifican —individual o colectivamente, véanse más abajo los § 20.9n-p— esta predicación sea dos. No obstante, la identidad de los estudiantes en cuestión puede quedar indeterminada para el hablante, hasta el punto de que se admitiría la expresión dos estudiantes cualesquiera. No son tampoco contradictorios apéndices como … pero no sabemos todavía quiénes son, … pero ya los identificaremos, etc., lo que confirma la idea de que las expresiones cuantificativas que reciben ámbito amplio no se interpretan necesariamente como específicas.

20.9g Además de las propias expresiones cuantificativas, que se analizan en este capítulo y en el que se dedica a los numerales, son expresiones portadoras de ámbito las que actúan como inductores modales (§ 25.2), según se vio en el § 20.9c; también lo son la negación (§ 48.6) y la interrogación (§ 42.12d), así como los predicados intensionales, como buscar, necesitar, querer y otros similares que se examinan en el § 15.10d y en los § 25.11c, d. Así, la oración Busco algunas novelas del siglo xix admite dos lecturas, en el sentido descrito en los apartados precedentes (por tanto, busco > algunas, o bien algunas > busco), mientras que en Tengo algunas novelas del siglo xix solo se reconoce una interpretación, ya que tener no es una expresión portadora de ámbito. Según su naturaleza semántica, los cuantificadores pueden favorecer ciertas configuraciones de ámbito o excluirlas. En los apartados siguientes se mencionan algunas de ellas.

20.9h Se ha observado que muchos cuantificadores pueden tener ámbito amplio o estrecho con respecto a los inductores modales. Se explica, por ejemplo, en el § 15.10 que los grupos nominales indefinidos introducidos por el artículo indeterminado pueden tener lecturas inespecíficas o específicas cuando aparecen en un entorno modal, lo que suele asociarse con el hecho de que caigan bajo el ámbito del operador modal o escapen a él. En la interpretación más natural de la oración Un ladrón pudo entrar por la ventana se obtiene el esquema poder > un, es decir, se expresa la posibilidad de que algún ladrón entrara por la ventana. Menos natural, aunque no imposible, sería la interpretación que corresponde a un > poder, según la cual cierto ladrón en particular tuvo la habilidad o la capacidad de entrar por la ventana. La diferencia entre los usos radicales y epistémicos de los verbos modales, explicada en los § 28.6a, i, se asocia, desde este punto de vista, con los efectos de ámbito, puesto que los verbos modales se consideran operadores, como se vio en el § 20.9c, en el sentido de elementos que pueden alterar o suspender la referencia de las expresiones nominales.

20.9i Si el indefinido un da lugar al esquema poder > un en la interpretación más natural del ejemplo analizado en el apartado anterior, el universal todos da lugar al esquema todos > poder en Todos los competidores pueden ganar el primer premio. En efecto, en esta oración se atribuye a cada uno de los competidores la capacidad de ganar cierto premio, es decir, el ámbito de la expresión cuantificada es poder ganar el primer premio que incluye el operador modal. La oración también podría tener una interpretación absurda, en la que se afirmaría la posibilidad de que ganara el primer premio la totalidad de los competidores (poder > todos). En general, las oraciones que separan dos expresiones cuantificativas no suelen ser rebasadas por los elementos portadores de ámbito. En la oración Puede ser [que todos los competidores ganen el primer premio] no cabe el esquema todos > poder, ya que puede ser está separado de todos por un límite oracional, marcado con corchetes. Contrasta asimismo Tres profesores quieren contratar un nuevo becario con Tres profesores quieren que se contrate un nuevo becario, en el sentido de que en la primera oración, con querer como verbo semiauxiliar (§ 28.4a, f) pero sin subordinada sustantiva, se admite el esquema tres > un, que se bloquea en la segunda. Las alternancias entre las interpretaciones todos > no y no > todos se estudian en los § 48.5i-k. Las que se dan entre incluso > no y no > incluso se analizan en los § 40.8f, g.

20.9j Se suelen llamar marcas de ámbito los rasgos sintácticos, léxicos o morfológicos que permiten establecerlo. El análisis de los indefinidos de indistinción o de elección libre presentado en el § 20.4 pone de manifiesto que estas expresiones están marcadas léxicamente (incluso morfológicamente, como muestra el sufijo -quiera, también presente en siquiera) para ser interpretadas en entornos modales o negativos, lo que sugiere que el esquema «contexto modal o negativo > cuantificador de indistinción» está exigido por la naturaleza gramatical de estos. Es muy similar el efecto de las palabras negativas sobre los indefinidos negativos (§ 48.4), como en No llevaba encima ningún documento identificativo, donde ningún no puede escapar al alcance de no (por tanto, no > ningún).

20.9k Se ha observado que el indefinido un(o) puede en estos contextos quedar dentro o fuera del ámbito de la negación, de manera que en No fui capaz de leer un libro de matemáticas cabe obtener el esquema no > un, que da lugar a la interpretación ‘ningún libro de matemáticas’, pero también el esquema un > no, que da lugar a la interpretación ‘cierto libro de matemáticas’. Se analizan con detalle ambas lecturas en el § 48.4. El plural unos escapa al ámbito de la negación en No pude leer unos libros de matemáticas, al igual que lo hace ciertos13.10c), pero no sucede así en las oraciones siguientes:

La prensa no defiende unos intereses particulares, sino que defiende con toda seguridad el interés público (Martínez Albertos, Noticia); El gran problema de Liber es que no tiene unos objetivos concretos (Mundo [Esp.] 16/3/1994); La convocatoria de las pruebas de idoneidad no fijó unos criterios previos obligatorios para la valoración por parte de las comisiones examinadoras (País [Esp.] 2/8/1984); El franquismo, por tanto, no tiene unos rasgos que le conviertan radicalmente en un fenómeno nacional (Tusell, Historia); Los cambios e innovaciones que se produjeron en este período no tuvieron unos efectos de progreso real para la vida cotidiana de las mujeres (Vega, E., Mujer).

Así pues, en el primero de los ejemplos de este grupo no se habla de ciertos intereses particulares que la prensa no defiende (unos > no), sino que se expresa que la prensa no defiende ningún interés particular (no > unos). Como se ve, los adjetivos particular y concreto son característicos de las interpretaciones específicas, pero aquí aparecen en grupos cuantificativos de ámbito menor.

20.9l Los superlativos en -ísimo y otros elativos o adjetivos de grado extremo (§ 7.4) constituyen marcas de especificidad e impiden, por lo general, la interpretación de ámbito menor de las expresiones indefinidas. Es, en efecto, ambigua la oración Tengo que comprar un libro (ya que se obtiene un > tener, o bien tener > un), pero no lo es la variante Tengo que comprar un libro carísimo, donde la interpretación más natural es un > tener. Sin embargo, al igual que en otros casos examinados en los apartados precedentes, puede obtenerse la interpretación de ámbito menor en presencia de estos adjetivos de grado extremo. En Cada estudiante compró tres libros carísimos, se obtiene la relación cada > tres, lo que no impide la interpretación específica del grupo nominal subrayado. Se analizan contrastes como No vino mucha gente (ambiguo) ~ No vino muchísima gente (no ambiguo) en el § 48.5f. En el § 13.14k se estudia la relación que existe entre la posición del adjetivo y la interpretación de los grupos nominales indefinidos que se hallan bajo el efecto de otros cuantificadores, como en Todos los estudiantes conocían personalmente a {un actor famoso ~ un famoso actor}.

20.9m La interpretación cardinal de los numerales, de la que se habla en el § 19.2b, se extiende a otros indefinidos, en particular a los evaluativos, así como al cuantificador existencial algunos. Nótese que algunos puede significar o bien ‘unos cuantos’, o bien ‘ciertos’ en la oración Nos pidió que le trajéramos algunos libros. En el primer caso, algunos se asimila a los cuantificadores evaluativos en la lectura llamada cardinal; en el segundo, constituye un indefinido existencial de interpretación específica. La interpretación de ámbito mayor queda generalmente excluida en el caso de los sustantivos no contables, en particular los que aparecen en las construcciones pseudopartitivas descritas en el § 20.2, como en Puedes comprar un poco de hilo, donde se obtiene el esquema poder > un poco, no el inverso. Los numerales cardinales admiten ambas interpretaciones en los entornos negativos, como se explica en el § 48.5b. Así, en No vinieron tres profesores cabe aplicar el esquema no > tres, pero también tres > no. La situación es algo más compleja en el caso de los cuantificadores evaluativos y también en el caso de los de indistinción, como se hace notar en el § 48.5m.

20.9n Los efectos de multiplicación producidos por las expresiones cuantificadas están estrechamente relacionados con las llamadas interpretación colectiva e interpretación distributiva de los grupos nominales en plural, así como con los formados por nombres no contables o coordinados. En las interpretaciones colectivas, la predicación se aplica a un grupo de entidades, no a sus componentes individuales, en tanto que, en las distributivas, la predicación se aplica a cada una de las entidades individuales que componen el conjunto. Los predicados llamados colectivos o simétricos12.4q y ss. y 31.6c, h-t) imponen las primeras: La gente se reunía en las plazas; Sobre su escritorio se acumulaban muchos papeles; Todas estas casas se parecen; Este es el lugar en que Mateo y Sonia solían encontrarse. Con los demás se obtiene a menudo cierta indeterminación entre la lectura distributiva y la colectiva: Los trabajadores fueron a la huelga; Los jugadores hicieron un brillantísimo partido; Luis y Marta viajaron a Sevilla.

20.9ñ Los efectos multiplicativos que se describieron en los apartados precedentes solo se obtienen a partir de las interpretaciones distributivas. Ciertamente, si, al afirmar que Unos cuantos estudiantes revoltosos produjeron un incidente, se atribuye colectivamente la responsabilidad del hecho a un grupo de estudiantes, no podrá tratarse más que de un solo incidente. Contrastan en igual medida Los profesores de la orquesta ofrecieron una espléndida interpretación de la séptima sinfonía de Beethoven (con ámbito mayor del indefinido una sobre el plural los profesores de la orquesta) y Los estudiantes de tercero presentaron un buen ejercicio de química orgánica, donde el posible ámbito menor de un conduce a la interpretación distributiva de los estudiantes de tercero, es decir, la lectura en la que se habla de tantos ejercicios como estudiantes.

20.9o El grupo al que pertenezcan los cuantificadores puede determinar una preferencia marcada por la interpretación distributiva o por la interpretación colectiva en este tipo de contextos. Los numerales y el cuantificador existencial algunos parecen admitir ambas. Así, el sujeto de la oración Cuatro forzudos lograron desplazar el coche algunos metros puede tener sentido colectivo, con lo que se obtiene la interpretación ‘todos juntos, entre todos’, pero también admite el distributivo, por ejemplo en el marco de un concurso o una competencia. En cambio, el cuantificador universal todos y los numerales fraccionarios (la mayoría, la mitad, un tercio) prefieren netamente la interpretación distributiva (Todos los forzudos lograron desplazar el coche algunos metros), mientras que el indefinido unos favorece la interpretación colectiva (Unos forzudos lograron desplazar el coche algunos metros), salvo cuando se usa en contraste con otros (… pero otros ni siquiera lo intentaron). Se ha observado que los cuantificadores universales admiten interpretaciones colectivas o distributivas en otros contextos, generalmente estativos, lo que permite explicar los dos sentidos de oraciones como Todos estos discos cuestan quince dólares. Se retoma este efecto en el apartado siguiente.

20.9p Las tendencias de las que se habló en los apartados anteriores también afectan a la posibilidad de obtener interpretaciones genéricas en los grupos nominales cuantificados. Como se señala en el § 15.8, el artículo indeterminado puede dar lugar a una lectura genérica en contextos en los que se utilizan o se sobrentienden elementos que indican el carácter habitual de la predicación, como en Un libro siempre ayuda a pasar una tarde o en Un periodista cabal no miente. La generalización que expresan tales oraciones genéricas puede referirse asimismo a un grupo de individuos que satisfagan el tipo indicado por el sustantivo. Así, en Una golondrina no hace verano se quiere decir, desde este punto de vista, que un conjunto constituido por una sola golondrina no es suficiente para declarar que es verano. Los cuantificadores que admiten fácilmente las lecturas colectivas pueden tener lecturas genéricas de este tipo, como en Cuatro manzanas cuestan un euro; Varias personas decididas son capaces de cambiar el curso de la historia; Unas pocas observaciones contrarias invalidan una teoría. Estas secuencias cambian radicalmente de sentido si se utilizan los cuantificadores que prefieren las interpretaciones distributivas. Si se dice La mayoría de las personas decididas son capaces de cambiar el curso de la historia, se atribuye la propiedad en cuestión individualmente a las personas decididas. Del mismo modo, la oración Pocas observaciones contrarias invalidan una teoría afirma que son pocas las observaciones contrarias que lo hacen, y no que basta un pequeño grupo para invalidarla.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
ámbito, elativo

 

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