
El «Quijote» de Ibarra volvió a salir de imprenta en noviembre de 2016.
Edición facsímil

El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha
El «Quijote» de Ibarra, edición ilustrada de la obra de Miguel de Cervantes, impulsada por la Real Academia Española (RAE) y publicada en 1780 en cuatro tomos, volvió a salir de imprenta en noviembre de 2016, coincidiendo con la conmemoración del IV centenario de la muerte de su autor (1547-1616).
En 1773 la Academia acordó publicar una edición del Quijote con el propósito de que fuera la mejor de las conocidas hasta la fecha. El taller elegido fue el de Joaquín Ibarra; se fabricó papel especial y se fundieron tipos para la edición. La obra, una joya bibliográfica editada en cuatro volúmenes, con ilustraciones de los mejores grabadores de la época, apareció en 1780.
La edición del Quijote de Ibarra incluye, además del cervantino, los siguientes textos: un prólogo académico, que explica cómo se preparó la edición; el retrato de Cervantes y su biografía, escrita por el académico Vicente de los Ríos; un análisis de la novela, escrito por el mismo académico, y un plan cronológico que acotaba la duración de las aventuras del caballero manchego. Cuenta, además, con un importante apartado de fuentes y documentos que sustentan la biografía y el análisis de Vicente de los Ríos.
Para las ilustraciones se formó una comisión que estudió y seleccionó aquellos pasajes que por su contenido eran más susceptibles de ilustrarse. En total se encargaron 33 láminas, incluidas las portadas, el retrato de Cervantes, viñetas y cabeceras, así como un mapa trazado por Tomás López, geógrafo del rey, con los lugares recorridos por don Quijote. La mayor parte de las estampas se encargaron a Antonio Carnicero y José del Castillo, pero colaboraron también otros pintores y dibujantes de la misma generación, como Bernardo Barranco, José Brunete, Gregorio Ferro y Jerónimo Antonio Gil.
Autor
Miguel de Cervantes
Editor
RAE y JdeJ Editores
Publicación
2016
Desde 1917 la Academia ha editado cerca de cincuenta facsímiles de textos raros o importantes para la historia de la literatura española, tanto manuscritos como impresos. Entre ellos, un grupo importante reproduce obras que forman parte del fondo académico y que, dada su excepcionalidad, merecían ser rescatadas, como el manuscrito del siglo xiv con obras de Gonzalo de Berceo; el manuscrito Gayoso del Libro de buen amor (1389); el códice Puñonrostro, que contiene, entre otros textos, El conde Lucanor, o un autógrafo de Don Juan Tenorio, de Zorrilla.
Destacan, además, los facsímiles de las primeras ediciones de Cervantes, así como los de ediciones hechas por la Real Academia Española en siglos anteriores, como el que reproduce la edición del Fuero Juzgo que la corporación había publicado en 1815; el de la primera gramática académica, de 1771, o el de la edición de las Cantigas de Alfonso X, de 1889.