haia

Diccionario histórico del español de Canarias

faya 1, aya, haia, haya, jaya

 

faya1, aya, haia, haya, jaya. (Del port. faia; haya, por infl. de la palabra esp., que designa otro árbol). f. Árbol miricáceo, muy frondoso, que puede alcanzar los diez metros de altura, de tronco y ramas nudosos, hojas simples, lanceoladas, flores verdosas, y frutos en drupa, de color rojo negruzco, llamados creses, fayos o fitos, comestibles aunque poco gratos, que en otra época sirvieron para hacer una especie de gofio, una vez secos y molidos (Myrica faya).

                15-xii-1500 (1992) Datas de Tf i (testimonios) (p.20): Doy a vos Ruy Blas, abad de Daute, para un vuestro sobrino, en repartición y como a vecino, unas tierras que son en el río e barranco de Ycode, arriba en las fayanas de encima del dicho barranco una faya que de la parte de encima parte como un barranco más alto y de la parte de abaxo con otro barranco luego primero y de la parte del malpaís con unas matas de breço aguas vertientes, la cual dicha fayana tiene de la parte de encima una combada [...].

                13-vi-1510 (1958) Protocolos de H.Guerra i (1460, p.347): Juan Rodríguez, gallego, y Juan Afonso se obligan a entregar a Jaime Joven, mercader catalán, 100 cajas para llevar azúcar de dos palmos y tres dedos de anchura, de haya y laurel, porque recibieron su valor en maravedís. 20-vii-1515 (1965) Acuerdos del Cabildo de Tf iii (90, p.118): Por la necesidad del agua, que de las montañas de la parte del Norte y Anaga se corte y asierre tablazón de laurel, til, azeviño, haya y se tercien y traigan y acarreen al puerto del Valle de Salasar y se adoben los caminos que fuere necesario y el Cabildo ponga la granjería, así de aserradores como de acarretos y de allí, el que se diputare, tenga cargo de lo granjear y vender y no se pueda tomar el dinero para otra cosa alguna. 24-vii-1527 (1990) Protocolos de B.Justiniano ii (1596, p.562): Para el edificio Juan González le tiene que dar la madera que llevare a los precios y en la forma siguiente: [...] 12 docenas de tablas de acebiño, haya y laurel de a 12 pies de largo y palmo y medio de vara de medir de ancho, que sean sanas y no nudosas. 3-vii-1531 (1992) Protocolos de Los Realejos (281, pp.138-139): Juan Pérez, vecino de la Isla morador en El Realejo, se obliga a cortar a Diego Suárez, mayordomo de los Sres., 500 cargas de leña de acebiño, faya, barbuzano y de otra madera, excepto palo blanco, en la montaña arriba del Lance a las cabezadas de las tierras de Juan de Vergara. h1590-1602 (1977) Abreu Galindo Historia (lib. 1º, cap. xvii, p.84): Cerca de este árbol, en sus contornos, hay algunas hayas, brezos y zarzas. 1590 (1964) Frutuoso As Ilhas Canárias (p.47): [...] há nesta montanha árvores silvestres, como são faias, vinháticos, louros, barbuzanos, tiis, adernos, azevinhos e mocães, ou mocanes, e sabipeduiaes (sic) cheirosos como cedros. [(p.121): [...] en esta montaña hay árboles silvestres como son fayas, viñáticos, loros, barbuzanos, tilos, adernos, aceviños, mocanes y sabinas olorosas como cedros].

                1604 (1996) Viana Antigvedades (i, fol.3): Produzen sus espesos y altos Montes/ Alamos, Cedros, Lauros, y Cipreses,/ Palmas, Lignaloeles, Robres, Pinos,/ Lentiscos, Barbuçanos, Palos blancos,/ Vinaticos, y Tiles, Hayas, Breços,/ Azebuches, Tabaybas, y Cardones,/ Granados, Escobones, y los Dragos/ Cuya Resina o sangre es vtilisima. 10-viii-1643 (1996) Colec. Documental de Go (129, p.348): [...] derecho hasta un haya que está donde dicen el corral de Juan de León [...]. 1670 (1976) Ordenanzas de Tf (tít.xii, p.149): [...] queremos que no sea nesesario licencia para cortar arados, e latas, e tricias para las heras, e para los otros aparejos de labor, e viñas, con que la madera que cortaren sea de breço, e haya, e no de otra cosa alguna [...]. 1676 Núñez de la Peña Conqvista (lib. i, cap. iii, p.23): La Isla de Thenerife, en particular vna de las siete, es la mas abundante de todos frutos, crian sus altos, y empinados montes todo genero de arboles, laureles, robles, pinos, lentiscos, barbusanos, viñati os (sic), hayas, tiles, palos blancos, breços, azebuches, alamos, cedros, palmas, cipreses, tabaibas, madroños, texos, granados, sabinas, escobones, cardones, dragos, que distilan aquella sangre tan estimada en España, y creida de algunos, de que es de vn animal llamado Dragon.

                1737 Castillo Descripcion historica (fol.160v): La de Doramas, que dexo ya tocadas de sus hermosura y variedad de arboles coposos y descollados en gran manera unidos: Tiles, Laureles, palos blancos fortisimos, Barbuzanos, Viñátigos, Jayas, Palmas triunfantes, Mocanes, Brezos y otros generos [...]. 1741 (1997) Riviere Descripción de la GC (p.136): En la montaña de Dorama, se hallan tiles, laureles, palo blanco fortísimo, barbusanos, fayas, palmas, breso, fuentes y arroyos que corren bastante a menudo. a1754 (2008) Sánchez Semi-historia (p.102): Por el contrario las Haias de una hermosissa Arboleda, que hai a 6 leguas de la Ciudad de Canaria, y llaman la Montaña de Oramas (mui semejante al Soto de Roma en la Vega de Granada) son tan altas, que de los vastagos salientes cerca de la raiz servian algunos por plumas pa tablados en la fabrica de una Iglesia, tan altas y gruesas como arboles de Barcos grandes. 1766 (1983) Viera y Clavijo Vasconautas (47b, p.45): Puestos entre un haya y un lentisco [...]. h1770-84 (2007) Quesada Canaria Illustrada (p.292): Montes. Se ven en las sinco Gomera, Hierro, Canaria, Palma, y tenerife; compuestos y poblados de Altisimos Arboles, Laureles, Hayas, Viñaticos, Balvuzanos, Texos, Tiles, Bresos; Azeviños, Asebuches, Lentiscos, Palos=Blancos, Malhuradas, Sauces, Alamos, Pinos, Dragos, Sauinas, Cedros; (solo en Tenerife), en donde se ven los maiores Pinos [...]. 1776 Viera y Clavijo Historia iii (lib. xii, cap. xlvii, p.102): Ya veremos en la Historia Natural y Economica de esta Isla quanta es la espesura de sus montes, cubiertos de pinos, bresos, hayas, sabinas, acebiños, mocaneras. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.210): Haya (Ilex aestivalis canariensis, Lamarck). Árbol que, aunque conocido generalmente en nuestras islas bajo este nombre, no es de ninguna manera la haya, llamada fagus en latín, cuyo carácter botánico, hojas y fruto, todo es muy diferente de nuestra haya. ¿Y cómo no ha de ser, si nuestra haya es una especie de acebo, y un acebo indígena y peculiar de nuestras Canarias y de la isla de la Madera?

                1804 (final s.xix) Siera Descripción de Go (fol.7c): Sin embargo de todo lo dicho aun se concerban algunas cortas porciones de Montes con mucha frondocidad, y espesura, abundantes de Biñatigos, Aseviños, Tiles, Fayas, Loros, Palos blancos, Sauses, Savinas, Bresos, y en algunas partes hasta Asebuches, que si hubiera industria, con el beneficio de ingertarlos, se criarian exelentes olibos [...]. 1836 (1991) Hernández Rivero Documentos inéditos Lz (p.113): Por un altar con su frontal de paño y pintado de faya, dos piras, y en medio un sagrario casi todo dorado y con jaspes. 1840 Webb/Berthelot Géographie botanique (p.128): [Monte de las Mercedes] Les Fayas et les Hixas (Myrica Faya et Cerasus Hixa), deux autres espèces très-répandues, forment des groupes isolés sur la lisière orientale. 1856 (1986) Castro La isla de Go (p.47): Una tercera parte de la Isla se halla poblada de montes mas o menos cerrado, su Arbolado es el Aceviño el til, Mocan, Acebuche Almasigo, Sabina, Viñatico, Barbuzano Tejo, Loro Brezo, Palo blanco Aya (En nota: Madera bien conocida asi como su uso pero he notado que no tiene la consistencia de la de la peninsula, es menos frondosa gruesa y poco elevada da un fruto (llamado creses) como postre que las personas y las abes las debora. Criase en abundancia en toda la Isla) tagasaste Aderno Saguitero Marmolan, Madroño el pino, Jara, el Cardon y la tabayba el sedero el tartago el Algodonero, el Agenjo en abundancia y porcion de yerbas medicinales de que los estranjeros suelen hacer acopio de vez en cuando, flores varias y estrañas, unas cultivadas otras silvestres. 1862 (1990) Carballo Wangüemert Las Afortunadas (p.174): Parece mentira que por entre estos desfiladeros se haya abierto el hombre un camino para descender: el horror del precipicio está disimulado, sin embargo, pues el uno y el otro lado del camino están cubiertos por espeso y frondoso monte de brezos, hayas y mocanes, cuyo follaje no nos permite medir la inmensa profundidad sobre que nos hallamos suspendidos. 23-x-1879 Bello Un jardín (p.344): V. sabe que el vulgo de nuestros paisanos ha conservado la antigua pronunciación de la h, y con tal pureza, que á los chiquillos de escuela para explicarles la ortografía de aquella letra, retirada hoy por el simple uso de uniforme, se les da la regla de que atiendan á si nuestros campesinos aspiran ó no la dicción. Un canario pur sang no le dirá á V. jamás igo, aogo como nosotros, por higo, ahogo; pero tampoco le dirá jermita, jacebuche, por ermita, acebuche. No quiere decir esto que no me atenga yo en general al uso, que es la ley suprema en esto, como en todo; pero diré jijas y jayas, para evitar una anfibología ridícula en la primera palabra, y engañosa en la segunda, puesto que en nuestro país no existen hayas. 23-xi-1879 Ibídem (p.369): La jaya, dijo, nada tiene que ver con el Fagus ó haya de Europa; es la Myrica Faya, árbol tan lindo cuando se carga de sus frutillas moradas granujentas llamadas creses en nuestro país, de sabor agridulce, aunque tienen bien poco que comer, pues que las constituye un hueso muy duro, apénas cubierto de esos granillos carnosos morados. Paisano, no puedo acostumbrarme á oir decir jayas. Veamos si puede hacerse algún arreglo en esto. ¿No podríamos decir fayas, adoptando el nombre científico de la planta? ¡Cómo! ¿Pretende V. anexionarme á Portugal, á esa antigua provincia nuestra? ¡Decir yo: faya, acebiño! No en mis dias. 1880 (1995) Berthelot Árboles y bosques (p.44): Se pueden seguir las huellas de la antigua vegetación en la Mesa de Mota, donde se hallan aún brezos y hayas (En nota: Myrica Faya). c1886 Zerolo Bencomo (p.41): ¡Hayas, tilos, viñátigos, laureles,/ Árboles de robusta corpulencia,/ Gigantes de los nívaros vergeles [...]. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.85): Haya. s.f. Árbol indígena de Canarias (Ilex aestivalis canariensis, Lam.), especie de acebo prócer, robusto y frondoso. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.321): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Haya, faya, Miryca fagus, canariensis, indígena. Mirsicáceas.

                1901 (1985) Bethencourt Alfonso Respuestas (p.185): La leña que llevan para el consumo, es el brezo, el flejo, acebiño, haya y laurel, mocanero. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.400): Envigaban con jubrones de haya, paloblanco, barbusano u otras maderas, procurando elegir los que naturalmente presentaban uno de los extremos acodado para engancharlo a la cumbrera practicándoles en su defecto un agujero para colocar una chabeta mientras el otro extremo lo aseguraban a la corredera con tomizas de cardón, de zarza, torvisco y hasta con juncos; ripiando luego con latones de brezo, mocanera, haya, laurel, etc., espaciados poco más de una mano y sólidamente amarrados con tomizas a los jubrones. 1912 (1993) Bethencourt Alfonso Historia iii (p.73): También hay que recordar que todo este territorio estaba poblado de tupido monte alto de pinos, escobones, hayas, follados, brezos, palmeras, dragos, almácigos, sabinas y otras plantas arbóreas, presentando hacia el perímetro de la zona costeña, especialmente en el Sur, tal cual mancha de monte bajo de cardones, zarzales, sabinas, tabaibas, berodes, etc., de lozano desarrollo. 1929 (1988) Darias Noticias Hi (p.25): Consistían sus alimentos favoritos en frutas silvestres, especialmente las del mocanero y de la haya, fruto este último que llamaban «ernes» y hoy es conocido con el de «creses». 1945 Steffen Lexicología i (p.15, n.23): La faya, haya canaria que nada tiene que ver con el haya peninsular («Fagus sylvatica L.») es la «Myrica faya Ait.», árbol muy frondoso de 6 a 8 metros de altura, peculiar de las Canarias, de la Madera y de las Azores, donde se llama también «faia» [...]. La palabra canaria parece provenir de la Madera o de las Azores.

¨Queda claro, en varios de los ejemplos seleccionados, que es distinta el haya peninsular del haya, faya o jaya de las islas. Como señala el Dicc. Encicl. Espasa, en Canarias, faya es el «Nombre vulgar de la miricácea Myrica faya». El dgile también la localiza en Canarias y remite a «Aiton», que a su vez define como «Árbol no muy alto que crece en las partes más secas de los bosques de las islas atlánticas, de ramitas cubiertas de pequeños pelos pardo rojizos, flores solitarias y fruta en drupa algo carnosa (Myrica faya)». Por su parte, en el dea i es «Árbol frondoso propio de Canarias». Se trata, pues, de un endemismo macaronésico, y la palabra portuguesa que lo designa se ha incorporado al léxico canario, en competencia con la española haya. Véase el ejemplo de Bello, de 1875, que es sumamente revelador de la «batalla» sinonímica habida. Vid.t. los textos recopilados en el tlec (ss.vv. haya y faya).

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

haia

 

haia. V. faya1.

 

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