Morfología

5. La derivación nominal (I). Nombres de acción y efecto

5.8 Derivados participiales. Analogías y diferencias con otros sustantivos

5.8a Se forman en español un gran número de sustantivos masculinos y femeninos que presentan forma participial. Estos derivados se obtienen más frecuentemente de participios regulares, pero no se excluyen los irregulares:

Sustantivos formados sobre participios regulares masculinos:

De verbos en -ar: asado, cercado, llamado.

De verbos en -er: cocido, parecido, tejido.

De verbos en -ir: añadido, batido, fundido.

Sustantivos formados sobre participios regulares femeninos:

De verbos en -ar: llamada, nevada, picada.

De verbos en -er: amanecida, caída, crecida.

De verbos en -ir: huida, salida, subida.

Sustantivos formados sobre participios irregulares masculinos:

De verbos en -er: repuesto, roto, vuelto.

De verbos en -ir: cubierto, dicho, escrito, frito, impreso.

ustantivos formados sobre participios irregulares femeninos:

De verbos en -er: propuesta, puesta (la puesta en escena), vista, vuelta.

De verbos en -ir: abierta, cubierta, descubierta.

En los dos últimos grupos no aparecen verbos de la primera conjugación, ya que en ella no se conocen casos de participios irregulares. Se descartan algunos candidatos posibles, como suelta (la suelta del ganado) o suelto (un suelto del diario), porque no se trata propiamente de participios. Estas voces no se usan, en efecto, con los tiempos compuestos: He {vuelto ~ *suelto}. Al mismo grupo pertenecen los antiguos participios truncos (§ 27.10f, g) que, sean o no préstamos, pueden nominalizarse: confeso (‘monje lego’), expreso (‘cierto tipo de café’), invento, manifiesto, pago, pasa (‘uva seca o pasada’), sujeto, etc. Véase también sobre este punto el § 5.8c.

5.8b El sustantivo participial caída, que aparece en la relación anterior, se refiere a la acción de caer o caerse (como en la caída del Imperio romano); por su parte, el sustantivo asado designa el efecto de asar algo y, en consecuencia, cierto alimento que resulta de esa acción. Existe una relación estrecha entre la naturaleza perfectiva del participio y el hecho de que sean tantos los nombres de efecto que corresponden a esta pauta. Aun así, el vínculo entre la base y el derivado se pierde en algunos casos, como sucede en otros procesos análogos. Es evidente que el sustantivo participial comprimido (en el sentido de ‘pastilla’) designa el resultado de comprimir y reducir a polvo ciertos ingredientes medicinales, pero se considera discutible que la estructura morfológica deba reflejar en casos como este la etimología de la palabra. Recuérdense sobre este punto los § 5.1ñ y 1.6d. En esta sección se mostrará que el sentido que adquieren los sustantivos participiales se ajusta generalmente a ciertos grupos léxicos y que el significado original de los participios pasivos se altera en todos estos procesos derivativos. Se entiende, por tanto, que la interpretación de expresiones como lo escrito, lo pasado, lo cocido, en las que aparecen participios pasivos, se obtiene de la sintaxis (§ 27.9), mientras que la de el escrito, el pasado, el cocido, que contienen sustantivos, procede del léxico, aun cuando se reconozcan en su organización regularidades como las que se explicarán en las páginas siguientes.

5.8c Los participios irregulares que pasan a ser sustantivos facilitan que se extienda este proceso a los derivados de verbos con los que comparten terminación. Así, los participios vuelto y vuelta pueden ser sustantivos, al igual que envuelto, revuelto, envuelta (‘cierta cámara en los globos aerostáticos’) y revuelta. Son sustantivos puesto y puesta, y también supuesto, repuesto, compuesto, impuesto y propuesta. Tiene origen participial el sustantivo bizcocho (lat. bis coctus ‘cocido dos veces’), que carece de estructura morfológica en el español de hoy. Se forman asimismo a partir de un participio los sustantivos conquista (del antiguo conquerir) y cosecha (derivado de collecta, participio de colligĕre), así como remesa, promesa y otras voces que no muestran en su estructura morfológica restos de su etimología.

5.8d Los sufijos -do y -da característicos de los sustantivos derivados de participios regulares siguen a la vocal temática: -a- en la primera conjugación (llam-a-do) e -i- en las otras dos (crec-i-da, part-i-da). Son distintos de los sufijos -ado y -ada5.9a-k), que forman derivados a partir de bases nominales. Muchas de estas voces expresan variantes de la noción de ‘efecto’, pero otras adquieren significados más amplios, como se verá en esta sección: cuchillada (< cuchillo); gamberrada (< gamberro); naranjada (< naranja). Unos morfólogos distinguen, como se hace aquí, entre el sufijo -da de lleg-a-da o sal-i-da (análisis que no considera parte del sufijo la vocal temática) y el sufijo -ada que incide sobre bases nominales, como en los ejemplos que se acaban de presentar (por tanto, cuchill-ada, no *cuchill-a-da). Otros entienden, por el contrario, que -ada debe considerarse un solo sufijo en todos estos casos. El problema se extiende a -ido/-ida, puesto que en coc-i-do se identifica la vocal temática de los participios de la segunda conjugación, mientras que en pit-ido (< pitar) o ladr-ido (< ladrar), que se relacionan con formas verbales de la primera conjugación, no aparece la vocal temática -a- que sería esperable. No se documentan, en efecto, las nominalizaciones *pitado y *ladrado. En los demás capítulos de morfología derivativa de esta obra, se opta por separar la vocal temática en los derivados verbales siempre que se reconoce (reprim-i-ble, rend-i-ción). Se mantendrá aquí este criterio, pero se señalarán los casos en los que se aproximan los significados obtenidos mediante unos sufijos y otros.

5.8e La diferencia entre las bases verbales y las nominales a la que se hizo referencia en el apartado precedente se pone de manifiesto en un gran número de derivados. De este modo, varios sustantivos que designan alimentos (apanado, empanada, empanizado, emparedado, enchilada, enfrijolada, entre otros) pueden considerarse sustantivos deverbales (por tanto, empared-a-do) o voces parasintéticas formadas sobre una base nominal (por tanto, em-pared-ado). Son palabras opacas en la conciencia lingüística de los hablantes los sustantivos parasintéticos ensalada y ensaimada, el primero formado sobre sal y el segundo, sobre el catalán saïm (‘grasa’). Tienen base nominal los sustantivos almendrado, anisado, bizcochada, cebollada, limonada, macarronada, mantecada, mantecado, mondongada, naranjada y quesada, entre otros similares, a los que no puede suponérseles una base verbal (por tanto, limon-ada, ques-ada). Estos derivados no se consideran, por consiguiente, sustantivos participiales. La variante -eado se reconoce en litreado (de litro, no de *litrear), derivado no participial que da nombre en Chile a cierto vino vendido a granel: Se instalaban en la madrugada los puestos de pan amasado, mote con huesillos, pequenes y otros comistrajos criollos, amén de la chicha baya y del impenitente litreado (Hoy [Chile] 23/6/1997). La voz cacerolada, de creación reciente (§ 5.9i), se deriva del sustantivo cacerola, pero designa un evento (en concreto, cierta forma de protesta) aun no siendo un sustantivo participial. Véase el § 5.6n en relación con caceroleo. Entre los escasos nombres derivados en -ada obtenidos de participios cabe señalar fritada, tintada y bizcochada, pero solo la base del primero (frito) admite hoy tiempos compuestos.

5.8f La mayor parte de los sustantivos que designan alimentos, bebidas y diversos preparados culinarios son derivados deverbales:

Con la forma de participios masculinos: aguado (‘cierto guiso de arroz’), aporreado (‘cierto plato de cocina criolla’), arrollado, asado, batido, calentado (‘comida calentada’ por oposición a ‘recién hecha’ en el Perú), champurrado (designa diversas bebidas en la Argentina, México y otros países), cocido, combinado, derretido (un derretido de queso, en Cuba, Guatemala y otros países), embutido, empanado, empanizado, emparedado, envuelto (‘cierto plato con tortilla’), enrollado, estofado, frito (también refrito y sofrito), gratinado, guisado, helado, hervido, laminado, licuado, melado, montado, preparado, raspado (raspadilla en el Perú; equivale a granizado o granizada en México, gran parte de Centroamérica y algunos países caribeños), revolcado (‘cierto guiso’ en Guatemala), revuelto, salteado, sobado.

Con la forma de participios femeninos: bebida, comida, empanada (también empanadilla en España), enchilada, enfrijolada, garrapiñada, granizada, picada, sobada, tostada, untada.

Se ejemplifican a continuación algunos de estos sustantivos:

Los inyectaba en varios puntos con un batido de ajo, aceite y limón (Chavarría, Rojo); Me detengo en un pequeño café y pido un licuado de melón (Serrano, M., Vida); El agua quedó como champurrado de tanto lodo que traía (González, E., Dios); Compraba un raspado para mitigar la sed provocada por el sofocante calor (Prensa [Nic.] 21/4/1997); Imposible recibir a comer a amigos y darles tamales, pipián, revolcado, chipilines, chojín, tortillas (Cardoza, Guatemala).

El sustantivo guindado (‘licor de guindas’) tiene, en cambio, base nominal. Como es esperable, varios de los sustantivos mencionados designan alimentos diversos, preparados de formas igualmente distintas, a veces en el interior de un mismo país.

5.8g Las diferencias entre los sustantivos participiales masculinos y los femeninos son algunas veces meramente geográficas, pero afectan al significado en la mayor parte de los casos. Alternan en el español americano llamada y llamado en el sentido de ‘acción y efecto de llamar’, pero solo se usa el primero en el europeo. Para referirse al dinero sobrante al realizar un pago, se usa el vuelto en casi toda América, pero la vuelta en España, así como en Puerto Rico y otras zonas del área caribeña (las vueltas en Colombia). Las diferencias se circunscriben otras veces a áreas más restringidas, como entre zurcida (poco usado, pero registrado en México) y zurcido. Es general, en cambio, la diferencia entre sacudido (el sacudido de las alfombras) y sacudida (‘temblor, convulsión’). Se observa en algunos pares de este tipo que la variante participial en -ado designa la acción o el proceso que expresa el verbo (lavado, planchado, lustrado, barrido), mientras que la variante femenina (lavada, planchada, lustrada, barrida) se construye con un verbo de apoyo (dar, pegar, etc.) y singulariza el evento: dar una {lavada, planchadita, barrida, lustrada}. Existen, no obstante, algunas excepciones, puesto que en el Perú y otros países del área andina resulta natural decir La lavada de estos carros nos tomó toda la mañana. Se retomarán estas construcciones en el § 5.8o.

5.8h Las diferencias en la designación de los nombres de alimentos son esperables entre las distintas áreas lingüísticas e incluso en el interior de un mismo país. Es habitual una granizada de limón en parte de Andalucía (España), Bolivia, Guatemala y El Salvador, pero se prefiere un granizado de limón en otras muchas áreas o en ciertas zonas de esas mismas. El sustantivo mantecado designa varios productos en el mundo hispánico, no necesariamente coincidentes entre sí, ni tampoco con los que expresa la variante mantecada. Cabe decir lo mismo de enchilado y enchilada, sobado y sobada, melado y melada, batido y batida, y de otros pares similares. La proximidad morfológica tampoco anula la diferencia que existe entre partido (un partido de fútbol, it. partita) y partida (una partida de cartas). La relación semántica es más tenue entre puesta (puesta de sol, la puesta de la gallina) y puesto (‘lugar’); entre abierto (‘cierto tipo de torneo deportivo’) y abierta (‘apertura’ en Colombia, Nicaragua y otros países): la abierta de bandas para teléfonos celulares; o entre fregado (‘lío, enredo’, ‘acción de fregar’, además de adjetivo de persona) y fregada (‘mala pasada’ en México, El Salvador y Guatemala, entre otros países; ‘amonestación’ en Cuba); nevado (‘montaña de nieves perpetuas’, además de cierto dulce) y nevada (‘acción y efecto de nevar’), o roto (‘descosido, desgarrón’, pero ‘persona mal educada o soez’ en Chile) y rota (‘rumbo marino’, entre otros sentidos). Existen otros muchos pares similares cuyas diferencias explica el DRAE.

5.8i Los derivados participiales son especialmente frecuentes con algunos tipos de verbos, sobre todo en el español americano. Se obtienen muchos sustantivos femeninos a partir de verbos que expresan movimiento o designan acciones que lo causan o lo conllevan, sobre todo cuando el verbo incorpora en su significado información acerca de la dirección de dicho proceso:

acometida, arrancada, arremetida, arribada, bajada, caída, crecida, embestida, entrada, escalada, estirada, huida, ida, llegada, pasada, quitada, salida, sentada, subida, venida, vuelta.

Se usa quitada en Chile con varios sentidos, entre ellos el de ‘requisa’: El pistolero los tapizó de plomo para evitar una quitada de drogas (Cuarta 1/12/2002). Se documenta asimismo en muchos países americanos acostada como ‘acción de acostarse’ (la acostada sin comer) o levantada como ‘acción de levantarse’: Recordé el trabajo del nuevo día, la levantada tan temprano (Balza, Mujer). Otros muchos sustantivos participiales de este grupo se usan en acepciones más restringidas de lo que cabría deducir del verbo del que proceden. El DRAE explica los sentidos particulares (no deducibles directamente del significado del infinitivo) que poseen avanzada, corrida, metida, movida, retirada, rodado y otros muchos sustantivos participiales. Así, por ejemplo, rodado designa un alud en Chile, un vehículo de ruedas en ese mismo país y en el área rioplatense, un golpe de béisbol en el área antillana y cierta faja en algunas partes de España:

El problema […] causaría una bola de nieve, cayendo desde la cima de los Andes, convertida en un rodado (Teitelboim, País); Una maniobra imprudente, protagonizada por quienes momentos antes habían sustraído un rodado, provocó un grave accidente en la ruta 36 (Clarín 3/7/1987); Bateó un rodado fácil al campocorto (Dedom 29/8/1996); Luego se manifestó el príncipe León con armas blancas sobre un rodado soberbio (Gómez Tejada, León).

5.8j Un gran número de sustantivos que expresan ‘efecto’ se obtiene de verbos que denotan procesos de cambio de estado y, especialmente, acciones que causan dichos cambios, ya que hacen referencia a actos de manipulación, transformación, etc. Repárese en que los verbos de los que se derivan muchos de los nombres de alimentos que se mencionaron en el § 5.8f indican precisamente estas nociones: asar, cocer, derretir, enrollar, envolver, freír, granizar, hervir, picar, etc. Entre los muchos derivados que pueden agregarse, cabe señalar los que designan acciones que se ejercen en concreto sobre los tejidos (acolchado, almidonado, bordado, encauchado, hilado, lavado, planchado, plegado, plisado, secado), sobre otras superficies (alfombrado, alicatado, alquitranado, asfaltado, bronceado, embaldosado, empapelado, empedrado, encalado, encerado, enlosado, enyesado, lijado, plastificado), sobre vidrios y metales (bruñido, cincelado, cromado, forjado, limado, niquelado, repujado, soplado, troquelado, vaciado) y sobre otras muchas cosas materiales: el revelado —o el retocado— (de una fotografía), el prensado (del papel), el calibrado (de una tuerca), el afinado (de un motor): Lo que se tiene que hacer es un afinado al motor (Salvador Hoy 1/4/1997). En algunos países se suele usar afinamiento con este sentido, mientras que es común reservar afinación para los instrumentos musicales.

5.8k Varios sustantivos participiales que constituyen nombres de acción expresan también actividades, tanto si proceden de verbos intransitivos en algunos de sus usos (tecleado, zapateado), como si se asocian con otros transitivos (grabado, empapelado). Muchos de estos sustantivos hacen referencia a técnicas, formas de artesanía y muy diversas especialidades profesionales: el cincelado, el embotellado, el encolado, el fileteado (‘cierta técnica ornamental’), el forjado, el grabado, el repujado o el vaciado. Más raro es que designen hábitos, como sucede con fumado (‘hábito de fumar’ en Costa Rica y otros países centroamericanos): Existen además otros factores que aumentan el peligro de ataque, tales como el fumado, hipertensión, sobrepeso, diabetes, tensión y falta de ejercicio (Nación [C. Rica] 7/4/1997). Se usa con este sentido la fumada en México (Tienes que dejar la fumada), donde también se emplea la tomada con el sentido de ‘hábito de tomar’. En las Antillas se prefiere fumadera y tomadera con esta misma interpretación.

5.8l Algunos verbos de estado también admiten derivados participiales. Es tenue la relación entre tener y tenida en todos los sentidos de este sustantivo que explica el DRAE. Más perceptible es la que existe entre estar y estado, o entre caber y cabida (‘capacidad’); entre parecer y parecido (‘similitud’); entre significar y significado o entre contener y contenido, que significa ‘lo que se contiene o está contenido dentro de otra cosa’. En el español antiguo se usaba pertenecidos en un sentido similar al que hoy tiene pertenencias, es decir, ‘lo que pertenece a alguien o algo’: […] y medio molino de Barrutia con sus pertenecidos y los demás bienes aderentes que compré en venta judicial (Zabaleta Zabala, Tes tamento). Se relaciona con el uso estativo del verbo tapar (Una enorme roca tapaba la entrada de la gruta) el sustantivo deverbal tapado, que en el área andina se usa para referirse a un tesoro enterrado.

5.8m Son muy numerosos los sustantivos participiales que nombran tanto ciertas acciones como sus efectos, casi siempre materiales. Se obtiene la interpretación de conjunto (§ 6.13g) en muchos de estos casos. Así, el alfombrado de una habitación puede aludir al proceso de cubrirla de alfombras, pero también a la alfombra o al conjunto de alfombras que la cubren. En varios países centroamericanos, se denomina engramillado (de engramillar ‘cubrir con gramilla’) al césped que cubre un campo de juego: El engramillado del campo de fútbol está en buenas condiciones (Hora 4/12/2002), además de al proceso de cubrirlo. Designan asimismo acciones y efectos acolchado, alicatado, asfaltado, bordado, encauchado, encerado, etiquetado, forjado, grabado y otros muchos sustantivos que se citaron en los apartados precedentes.

5.8n Es esperable que existan restricciones léxicas, además de geográficas, en los procesos que se mencionan. Así, no se suele usar el secado en el sentido de ‘lo que se seca’, sino en el de ‘el proceso de secar algo’. En cambio, el lavado puede significar ‘la colada’ (en el sentido de ‘el conjunto de ropas que se llevan a lavar’) en las áreas centroamericana, andina y rioplatense. Algo más general es el uso de el planchado en el sentido de ‘conjunto de ropa que se plancha’. Análogamente, el sustantivo aplanado designa cierto conjunto de materia aplanada en El piso era de tierra apisonada y eventualmente de aplanado de cal (Ruz, Mayas). Se ha observado que existen notables diferencias entre los sustantivos participiales en lo relativo a la extensión de las acciones a los efectos. Así, comida designa la acción y el efecto de comer, pero bebida está muy restringido para expresar la acción de beber. No se dice durante la bebida, pero se usa a veces bebida por ingesta de líquidos, como en Es igualmente peligroso aconsejar la bebida de grandes cantidades de agua (Grande Covián, Nutrición). No se suelen emplear como nombres de acción listado, pescado o pintada, pero el último admite esa interpretación en la Argentina: durante la pintada. Otros sustantivos, como cocido, están asimismo restringidos desde el punto de vista geográfico en esa interpretación: Se produce mediante el cocido de dos tipos de piedra caliza y barro (Nuevo Día [P. Rico] 23/10/1997). Cuando el sustantivo participial es compatible con las dos interpretaciones, el contexto sintáctico ayuda a elegir entre ellas. Por ejemplo, el sustantivo picada designa un conjunto de cosas picadas en Cuando pase un cuarto de hora se le añade una picada, cazalla y páprika (Vanguardia [Esp.] 2/12/1995); pero se refiere a cierto evento (picadera en Puerto Rico y otros países) en Estos bollitos son para toda ocasión: un desayuno de domingo, un té completo o una picada informal si caen amigos por sorpresa (Botana, Recetas), y también cuando designa cierta carrera de autos, como en la Argentina: Los fanáticos de las picadas callejeras “cuelgan” sus “hazañas” (Clarín 11/4/2007).

5.8ñ Algunos sustantivos participiales de acción que tienen el mismo significado en el español americano y en el europeo admiten más complementos en el primero. Así, se dice la traída de aguas en España, donde raramente se usa traída con otros complementos. En cambio, en el español americano se documentan también expresiones como la traída de expertos, la traída de sus restos mortales, entre otras:

La traída de los futbolistas […] (Prensa [Hond.] 5/10/2000); Coincidieron en calificar “de lesivas al interés nacional” la traída de carne de pollo y derivados del cerdo (Listín Diario 17/7/1997); Me nació por primera vez la idea de montar este negocio de la traída de dólares (Semana 15/10/1996), etc.

Similar facilidad para la adaptación contextual posee llevada:

Los primeros datos documentales de la llevada de la planta de tabaco a Europa […] (Ortiz, Contrapunteo); Verán cómo se repite en nuestra desdichada patria lo de Cambodia: el cierre de las ciudades y la llevada de la población hacia el campo (Américas 8/4/1997).

5.8o Los sustantivos participiales femeninos se combinan productivamente con los verbos llamados de apoyo o soporte1.10k) para dar lugar a locuciones verbales, como se adelantó en el § 5.8g. Estos verbos, entre los que están dar, hacer, echar, tomar, pegar y algunos más, expresan la manifestación o la realización del contenido léxico del sustantivo abstracto que aparece en su complemento, como en dar un paseo, que equivale aproximadamente a pasear. No obstante, estas equivalencias son relativas. No son sinónimas expresiones como viajar y hacer un viaje, o respirar y tomar un respiro. Usados sobre todo con el artículo un, los sustantivos participiales expresan en estos contextos acciones puntuales o delimitadas, y muy a menudo también breves, ocasionales o circunstanciales. No equivalen, pues, leer un texto y dar una leída a un texto: ¿No sería prudente que le dierais una leída antes del estreno? (Larreta, Volavérunt). Tampoco son del todo equiparables escapar y hacer una escapada, o mirar y echar (también dar o pegar) una mirada. En la mayor parte de los casos, estas construcciones son propias de los registros informales. La pauta con la que se construyen se conoce tanto en el español europeo como en el americano, pero es más productiva en este último:

Oteyza había descorchado una botella y de tanto en tanto le daba una chupada al gollete (Mujica Lainez, Aquí); El político de izquierda pidió que se “pegue” una revisada a todo el cuerpo diplomático para tener consignado quién representa al país (Salvador Hoy 3/9/1996); Les ha de decir que echen una bailadita sobre la tabla (Lyra, Cuentos); Cuando entraste a llamar por teléfono, o a echar una meadita, en ese café del Kudam, hará unas tres semanas (Edwards, Anfitrión); Desde la escalera echó una ojeada a la sala (Vargas Llosa, Conversación); Ahí lo dejé, camino al Panteón, sin que una sola muchacha se dignara pegarle una miradita (Bryce Echenique, Guía); Nos dimos una hartada de higos y uvas (Guevara / Granado, Viaje).

5.8p Los derivados que se mencionan alternan a veces con otros en estos mismos contextos, como en pegarse una atracada ~ darse un atracón, aunque raramente en las mismas áreas lingüísticas. Así, se usa el sustantivo pitada en el español chileno, rioplatense y andino: Da una pitada a su cigarrillo y lo tira entre las llamas (Saer, Limonero). Corresponde a calada en el europeo, a cachada en el cubano: Le di una cachada al cigarrillo y noté que mis dedos sudaban (Díaz Martínez, Piel), y a otros derivados análogos (chupada, piteada, fumada) en estos mismos países o en otros. Se usan frecuentemente con esta pauta un gran número de sustantivos participiales en el español conversacional americano, como en echarse con alguien una platicada (también una conversada) en México y parte de Centroamérica (un conversado en la República Dominicana); dar a alguien una ayudada; dar o tener una almorzada; dar a alguien una visitada; echarse, pegarse o darse (según los países) una matada (‘caerse’) en buena parte del área caribeña y de la andina. También se documentan darse una dormida, darle a alguien una pateada, darse una caminada, ponerle una calentada a alguien (‘pegarle’), entre otras muchas expresiones similares:

Me iba a soltar mi platicada; más bien a hablar solo, como con la pared (Flores, Siguamonta); Antes de ir al conuco mientras echaba un conversado, bebía café con mis padres (Suárez, V., Toñito); Dale una visitada y comenta tu experiencia (Universal [Méx.] 24/2/2007); Estuve dos años haciendo peralte y también lo dejé porque me eché una matada (CREA oral, Venezuela).

Estos sustantivos no se usan únicamente con verbos de apoyo, pero esta es la construcción más frecuente en la que aparecen:

Cuatro noches pasé en el cuarto de Carlos, escapándome cuando Andrés se dormía, pretextando el catarro de Checo y la conversada con Lili hasta muy tarde (Mastretta, Vida); Dicen que una caminada es buena para bajar el soroche (Bayly, Días); Lo importante era largarse de ahí lo antes posible. Una buena dormida, un buen baño, y largarse (Bryce Echenique, Martín Romaña).

5.8q Como se comprueba en los ejemplos citados, una característica notable de la construcción con verbo de apoyo es que permite singularizar los eventos, más exactamente construir grupos verbales delimitados (echar una mirada, dar una chupada) con verbos que denotan actividades (mirar, chupar), es decir, nociones inherentemente durativas. Las diferencias son menores cuando los verbos expresan efectuaciones o realizaciones (§ 23.3 y 23.4), como leer o revisar, que designan acciones delimitadas (leer un artículo, revisar el texto). La construcción que ahora se analiza (dar una leída al artículo, pegarle una revisada al texto) se asemeja a la que se obtiene con otras nominalizaciones (hacer una lectura del artículo, realizar una revisión del texto) en su carácter delimitado, pero se diferencia notablemente de ella en el registro conversacional al que aquella pertenece. Existen algunas excepciones, puesto que hacer una entrada o hacer su entrada (El tren hará su entrada en la vía 2) corresponde a un registro más formal que entrar. Desde el punto de vista sintáctico, cabe añadir que los verbos mencionados son compatibles con los contextos durativos (Estuve leyendo el libro durante toda la tarde; Miraba la televisión durante horas y horas), mientras que la construcción con «verbo de apoyo + sustantivo participial» es característica, como se ha explicado, de los contextos puntuales.

5.8r Unos pocos nombres participiales de efecto designan informaciones o contenidos verbales, como en un desmentido (‘una información desmentida’), un comunicado, un enunciado, un cumplido (derivado de cumplir, pero débilmente relacionado con él), un añadido o un trascendido. El último se usa en el Río de la Plata y algunos países andinos en el sentido de ‘información que ha trascendido’: Según un trascendido, la presidenta del Congreso llamó desde Beijing insistiendo en su pedido (Caretas 14/9/1995). En México y algunos países del área caribeña se emplean echada y hablada en el sentido de ‘chisme’, y también en el de ‘fanfarronada’, como en Pensé que eran habladas de borracho (García Márquez, Crónica).

5.8s Designan instrumentos, recursos y otras cosas materiales en alguna de sus interpretaciones los sustantivos arado, certificado, visado, entrada, tapado (‘cierto abrigo’ en las áreas andina, rioplatense y chilena, entre otras interpretaciones), además del citado rodado, que puede asociarse con rueda (‘provisto de ruedas’) y con rodar, y del sustantivo acoplado (‘vehículo de remolque’ en el español rioplatense): El camión que guiaba impactó contra el acoplado del otro rodado (Nueva Provincia 6/10/1997). Los sustantivos participiales con significado de persona (un empleado, un enviado especial) se describen en el § 6.11a; los de lugar (cercado, entrada) se consideran en el § 6.13j, así como los que se refieren a tiempo (amanecida, madrugada: § 6.13k) o grupo (articulado, enramada, millonada, seleccionado: § 6.13g, h). El sustantivo mirada es relativamente excepcional entre los derivados participiales por cuanto admite con naturalidad la interpretación de manera en expresiones como Tenía una mirada vivaz. La interpretación de manera, que es rara en los demás sustantivos participiales, se extiende en Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos al sustantivo hablado (‘modo de hablar’): Su hablado era un poco diferente. Se conocía que no era guatemalteco (Burgos, E., Rigoberta).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
sufijo participial

 

Nueva gramática de la lengua española
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