beriberi

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

beriberi s. (1766-)
beriberi, bebi-beri, beriber, beri-beri, beriberí, beriberii, beriberis, berriberri, berri-berri, biri-biri
Etim. Voz tomada probablemente del portugués beribéri, atestiguada en esta lengua, con la variante berebere, hacia 1586, en el volumen VIII de Da Asia escrito por D. Couto (publicado póstumamente en 1786, Lisboa, Regia Officina Typografica, p. 187: "A nossa gente hia adoecendo da doença que chamam Berebere"); y esta, a su vez, del singalés beri beri, mediante la reduplicación de beri 'debilidad'.

Se documenta por primera vez, con  la acepción 'enfermedad causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación simultánea de los nervios, la aparición de convulsiones y una rigidez dolorosa en las extremidades', en 1766, en una noticia sobre la historia general de los viajes, de autoría anónima, publicada en el Diario Noticioso, Curioso, Erudito y Comercial, Público y Económico (Madrid), en la que se describe esta enfermedad "que los Indios llaman Beriberi" como una "especie de perlesia, que cae sobre algun miembro".  El hecho de que se tratara de una enfermedad desconocida por los colonos europeos motivó que en sus tratados emplearan, con suma frecuencia, múltiples explicaciones y comparaciones con otras enfermedades de sintomatología similar más próximas a su experiencia vital,  de acuerdo con el contenido expuesto en esta noticia.   A mediados del siglo XIX, en 1847, se consigna por primera vez la variante beriberi en el  Diccionario nacional  de Domínguez y, casi un siglo después, en 1927, se consignará en el DMILE. Como se certifica en  Fundamentos de Biología , redactada en 1929 por E. Fernández Galiano ("el beri-beri se halla en el régimen alimenticio de los indígenas de los mencionados países, constituído exclusivamente por semillas de arroz"), o en el artículo publicado en  La Gaceta de Canarias  (La Laguna) ("en Japón mueren anualmente 17.000 personas por el «berriberri», enfermedad causada por un régimen alimenticio defectuoso") el excesivo consumo de arroz descascarillado, fuente de alimento básica en países de cultura asiática, fue la principal causa del desarrollo de este mal que tanto aquejó, como ponen de manifiesto los testimonios hallados, a oriundos de Japón, China y Filipinas, dado que en la corteza desechada de este cereal se hallaba la tiamina o vitamina B1, tan necesaria para el organismo. Esta voz se atestigua con frecuencia, desde el siglo XVII, en todas las épocas y en todo el ámbito hispanohablante con la forma  beriberi  (y un nutrido conjunto de variantes que generó, en su paso al español, la adaptación de esta voz de origen cingalés), para referirse a esta enfermedad que hincha los cuerpos y que provoca la contracción de las rodillas y la aparición de unos espasmos que asemejan el andar de los beribéricos con el de las ovejas o carneros. Este hecho explica que incluso se postule, en un buen número de obras, que la voz beriberi se origina por la reduplicación del nombre indostánico deturpado bhere 'oveja', acuñado por los habitantes de Ceylán, por la mencionada semejanza, para denominar la enfermedad que lo causa (s. v. Trad Medicina Práctica Thomas , I, p. 334). También se ha apuntado un posible carácter onomatopéyico, como destaca M. Alvar (en "Acerca de la interjección" en Estudios de lingüística hispánica: homenaje a María Vaquero, San Juan, Universidad de Puerto Rico, 1999, pp. 22-55, que genera las voces de animales, y sus derivados, en lenguas de pueblos primitivos, como el beriberi singalés). 

A partir de 1845, testimoniamos, divulgada en diversos tratados médicos y artículos especializados en el ámbito de la medicina españoles, una clasificación de los tipos de beriberi, en la que se distribuye la enfermedad en función de los sistemas a los que afecta: nervioso o cardiovascular. Así, beriberi, acompañado de los modificadores agudo o seco, se documenta al menos desde 1845, en el volumen VIII de la traducción dirigida por M. Jiménez del Diccionario de los diccionarios de medicina publicados en Europa de Fabre, para referirse a la 'enfermedad causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación de las fibras nerviosas terminales, dificultad para respirar, debilidad, la aparición de úlceras en el aparato digestivo y un dolor muscular generalizado', es decir, en el que se detecta una polineuritis que afecta al sistema neurológico, en contraposición al beriberi cardíaco, cardíaco agudo, cardiovascular, crónico o húmedo, que, en cambio, se caracteriza por la 'acumulación generalizada de líquido en los tejidos corporales, pérdida de la voz, temblor de las extremidades inferiores, taquicardias y, en ocasiones, paro cardíaco', atestiguado, por primera vez, igualmente, en la versión española del repertorio lexicográfico de Fabre de mediados del siglo XIX. Por otro lado, con el modificador cerebral, se registra desde 1986, en el tratado sobre alimentación redactado por M. Ardila, un subtipo de beriberi que afecta a personas que sufren de alcoholismo, caracterizado por la aparición de un trastorno mental que fue estudiado por los psiquiatras C. Wernicke (1881) y S. Korsakoff (1887), epónimos que dan nombre a la enfermedad o síndrome de Wernicke-Korsakoff, de la que es sinónimo el beriberi cerebral. A partir de 1915, en la traducción realizada por G. Rodríguez Lafora del Tratamiento del beri-beri infantil por el extracto de tiqui-tiqui de Albert, se atestigua beriberi acompañado del modificador infantil para aludir a la 'enfermedad de lactantes causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación facial, pérdida de la voz, apatía y la aparición de dolores abdominales, vómitos y convulsiones' que, de no ser tratada en el momento detectado, llegaba a causarles la muerte en pocas horas. Las publicaciones e investigaciones de la época apuntan como factor etiológico principal de esta enfermedad, hoy erradicada, la ingesta de leche materna (de progenitoras afectadas de beriberi) y de leche sobrecalentada, por su carencia de tiamina.

Tras la actuación de la metáfora, se registra con la acepción de 'vibración producida por la alineación irregular de las ruedas de un automóvil que provoca que no giren adecuadamente', al menos desde 1991, en diversos artículos de prensa publicados en Colombia y Ecuador referidos a cuestiones automovilísticas. En 1993 se consigna beriberi, con este valor, en el tomo II del Nuevo diccionario de americanismos dirigido por Haensch y Werner y, ya en 2010, en un repertorio académico, concretamente, en el Diccionario de americanismos publicado por la ASALE.  

En 2002, en un artículo publicado por M. Ortiz sobre la demencia en la vejez en El Universo (Guayaquil), se atestigua esta voz con la acepción 'temblor incontrolable [del cuerpo o de las extremidades]', para referirse al movimiento incesante del brazo izquierdo de un anciano con parkinson; este significado surge tras un proceso metonímico, a partir de uno de los síntomas más perceptibles en los enfermos de beriberi: las convulsiones o espasmos, y se atestigua de manera exclusiva en el área del Caribe continental.

Por último, con la acepción 'desmayo o indisposición repentina' (habitualmente como complemento directo del verbo dar en construcción impersonal y en un registro coloquial), se documenta, al menos desde 2012, en una entrevista realizada por A. Correa Guatarasma en El Universal (Caracas), en la que, entre risas, el entrevistado, Hermann Mejía, comenta, abrumado por la cantidad de trabajo y la escasez de tiempo: "un día de estos me va a dar un beriberi". La voz beriberi, con este valor, se emplea en la actualidad en la prensa de Colombia, Venezuela y Panamá. 

  1. s. m. Enfermedad causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación simultánea de los nervios, la aparición de convulsiones y una rigidez dolorosa en las extremidades.
    1. s. m. Con los modificadores agudo o seco, para referirse a la enfermedad causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación de las fibras nerviosas terminales, dificultad para respirar, debilidad, la aparición de úlceras en el aparato digestivo y un dolor muscular generalizado.
    2. s. m. Con los modificadores cardíaco, cardíaco agudo, cardiovascular, crónico o húmedo, para referirse a la enfermedad causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la acumulación generalizada de líquido en los tejidos corporales, pérdida de la voz, temblor de las extremidades inferiores, taquicardias y, en ocasiones, paro cardíaco.
    3. s. m. Con el modificador cerebral, para referirse a la enfermedad causada por falta de vitamina B1 en personas que sufren de alcoholismo y caracterizada por la aparición de un trastorno cerebral.
    4. s. m. Con el modificador infantil, para referirse a la enfermedad de lactantes causada por falta de vitamina B1 y caracterizada por la inflamación facial, pérdida de la voz, apatía y la aparición de dolores abdominales, vómitos y convulsiones.
  2. 1⟶metáfora
    s. m. Co Ec Vibración producida por la alineación irregular de las ruedas de un automóvil que provoca que estas no giren adecuadamente.
  3. 1⟶metonimia
    s. m. Carib. continen. Temblor incontrolable [del cuerpo o de las extremidades].
  4. s. m. Co Ve Pa coloq. Desmayo o indisposición repentina.

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