chifladera

Se documenta por primera vez, con la acepción 'instrumento pequeño, de diferentes formas y materiales, que produce un sonido agudo al soplar por él', en el romance jocoso  A un licenciado muy flaco y delicado  de S. J. Polo de Medina, publicado ya en la colección  El buen humor de las Musas  en 1630, y se consigna en 1729 en el Diccionario de Autoridades (donde se aduce el testimonio de la obra anterior). Como 'manifestación de burla o desaprobación con silbidos u otras demostraciones ruidosas' se atestigua, en 1842, en dos textos de Jotabeche (seudónimo de José Joaquín Vallejo): El provinciano en Santiago  y "Algo sobre los tontos"; en 2010 se consigna en el Diccionario de americanismos de la ASALE (donde se define como "chiflido reiterado"). Como sinónimo de locura (y con el valor 'pérdida o perturbación patológica de las facultades mentales') se registra, en 1925, en el Diccionario de americanismos de Malaret, donde se considera propia de México; posteriormente se recoge en otros repertorios lexicográficos y, en 2015, en La gringa del parque , de G. Macher. En los diccionarios en que se consigna esta acepción se indica con frecuencia que es también sinónimo de manía (así figura ya, en 1942, en el Diccionario general de americanismos de Santamaría), acepción con la que se registra también en el DRAE de 2001, con la marca México .

Por último, como 'presunción, jactancia' se atestigua, en 1997, en el Vocabulario de peruanismos de Ugarte.