contrafagot

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'instrumento musical de viento madera cuya tesitura es una octava más grave que la del fagot', alrededor de 1851, en la traducción del Manual de compositores, directores de orquesta, maestros y músicos mayores de F. J. Fétis. Como 'juego de tubos del órgano de la familia de la lengüetería que se dispone en 16 o 32 pies en el teclado de pedales', se atestigua en un informe de H. Eslava sobre el órgano de la catedral de Murcia que redactó en julio de 1857; con este valor es muy raro. Tras la actuación de la metonimia, en 1910, se registra por primera vez con el valor de 'persona que toca el contrafagot', en Por esos mundos  (Madrid). Como 'arte o técnica de tocar el contrafagot'  se atestigua en 1936, en un artículo de La Vanguardia (Barcelona). Convive con contrafagote hasta el siglo XX, si bien en la actualidad es más frecuente contrafagot.