jabre

Diccionario histórico del español de Canarias

jable, hable, jabre, sable, xable

 

jable, hable, jabre, sable, xable. (Del fr. sable, o bien del port. saibro, gall. xabre). m. Arena fina de la playa, especialmente cuando es blanca. Tb. la de origen volcánico, más o menos gruesa, según los lugares, que tiene la propiedad de conservar la humedad de la tierra y se usa por ello para preparar las huertas para la siembra. Tb. el terreno con este tipo de arena.

                28-v-1544 (1996) Documentos episcopales i (p.97): Otrosí, cuando el especial mandato del licenciado Calderón que habla en venirse los moriscos a vivir a esta villa, mandamos que se entienda y ejecute en los que viven en el jable y no tienen en este pueblo estancia ni morada por la mayor parte del año [...]. 10-i-1581 (1975) Acta del Cabildo i (p.231): Que porque en la visita que por su persona hizo en estos días pasados, halló e vio que en el término de Tihuya está totalmente damnificado y perdido de estar cubierto de mucha cantidad de arena y jable, que es tierra inútil que, como es notorio, en cualquier parte de las de esta isla, donde la hay, no cría ni produce yerbas ni otro pasto que sea de provecho [...]. h1590-1602 (1977) Abreu Galindo Historia (lib. 2º, cap. viii, p.176): [...] lo agasajó y le dio donde viviese, en la punta del Xable Gordo, en Jandía, en la isla de Fuerteventura.

                11-vii-1614 (1993) Juan de Higueras (escribano) (p.108): Tomé Rodríguez y María de Jesus, vecinos de Lanzarote (esposos) vendemos a Alonso de Jerez Cardona, vecino de esta isla, 16 fanegadas de tierra de sembradura en el jable de Soo a precio cada una de 50 reales [...]. 10-xi-1614 (1993) Ibídem (p.76): Item un cortijo con casas, cercado y mareta y era y 40 fanegas de tierra bermeja y jable, que el dicho cortijo es el Cortijo de las Veguetas, que es junto a Tamia, que lindan por una parte los caminos que van de esta villa a Tiagua y de allí a la pared [...]. 29-vii-1618 (2003) Quintana Castrillo (48, p.93): [...] y asímismo la mitad de otras tieras que son en el Hable, que nosotros ubimos y conpramos un pedaso de ellas de Marsial Ruis, y las otras, que yo la dicha Jacomina Rodrigues traje en dote. 15-x-1618 (2003) Ibídem (151, p.200): Sepan quantos esta carta de venta real vieren, como yo, Juan de Herera, vesino desta ysla, otorgo y conosco por esta presente carta, que bendo realmente y con efecto agora e para siempre jamás, a Melchor de Castro, vesino desta ysla, para para (sic) el susodicho y sus hijos y nietos y susesores presentes y por benir, y para los que de lo de ellos ubiere causa, título o rozán (sic), en qualquier manera, es a saber, sinco fanegadas de tierra de pan sembrar [...] que linda por una parte con tieras de la señora Marquesa desta ysla; y por otro lado, tieras de Olaya Pérez, y por otro, con el hable del pueblo, las quales os bendo con todas sus entradas y salidas, usos y costumbres y serbidumbres [...]. 9-x-1619 (1993) Juan de Higueras (escribano) (p.220): Juan Cabrera Sanabria, vecino... vendo a Cosme Fernández de Lima, vecino... 4 fanegadas de tierra de sembradura en el Hable donde llaman los Piquillos... por 150 reales de plata nuevos. 18-xii-1646 (1934) Inclán Volcán de lp (p.83): [...] y en más de dos leguas en contorno llouiendo ceniças y jables, que son piedras muy menudas quemadas. Ibídem (p.84): [...] y en tres leguas en contorno ha llovido tanta piedra y jable, que dexa perdida toda aquella parte [...]. 1-ii-1647 (1960) Acuerdo Ayuntamiento s.c.l.p. (p.287): [...] y, asimismo, los colmenares que había en aquellas partes quedaron destruidos con el dicho fuego, arena y jabre, y falto de flores para sustento de las avejas. 17-i-1677 (1967) Acuerdos del Cabildo de Fv ii (154, p.104): El lunes 25 se hará apañada en el corral de la Oliva desde el barranco de Río Cabras a Sotavento [...]. El viernes desde el jable de Jandia al Valle de Janeje.

                1776 (1991) Compendio brebe (p.19): [...] y desde la ría (jable de arenas blancas) que divide toda la Ysla desde el naciente [...]. 1779 (1983) Urtusáustegui Diario (p.50): Apenas se ve tierra que no sea de jable o arenosa. Tal es la causa de no encontrarse aguas vivas, y con todo es a propósito para toda criazón de ganado. Ibídem (p.66): Ellas comúnmente andan descalzas [...]. Como la mayor parte del piso de esta Isla es de jable y volcanes muy ásperos, causa grande admiración verlas el modo tan libre cómo caminan sin que se les perciba la menor incomodidad [...]. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (pp.48-49): Arena [...]. La arena blanca, movediza, compuesta de fragmentos de conchas y de piedras calcáreas que hacen efervescencia con los ácidos, y de que se pudiera hacer cal. Tal es el arenal del Puerto de la Luz, y su arrecife en Canaria; y el famoso e inconstante jable de Lanzarote.

                1815 (2003) Álvarez Rixo Torre del Águila (p.38): La ensenada y playas que forman el Puerto es de movida arena blanca llamada jable por los naturales, quizá sea vocablo normando, corrompido por decir sable, arena. 1846-66 (1982) Álvarez Rixo Historia del Puerto de Arrecife (p.230): [carta de 1824] La dirección del volcán es hacia el mar del Norte casi al mismo origen del Jable. (En nota: Jable llaman así la Arena blanca la cual se comunica desde la vecina África pr. el fondo del mar. Su nombre en castellano es Sable. Vid. Dicc. de la Lengua. v. Sable). c1865 (1996) Álvarez Rixo Lenguaje antiguos canarios (tlec ii, p.1568): Jable o Xable. Morro. Pero la voz jable es colectiva de toda reunión de arena blanca movediza, derivada de la francesa «sable», que le hubieron de imponer los primeros conquistadores normandos, y los isleños la modularon a lo africano, pronunciándola guturalmente jable. c1865 (1996) Álvarez Rixo Voces (tlec ii, p.1568): Jable o Xable, s.m. Voz indíg[ena]. Grande estensión de arena blanca amarillosa y movediza. Se usa el vocablo en las Yslas de Lanzarote y Fuertevª. En castellano a esta especie de arena llaman «sable», pero en Andalucía con la distinción de ser de la movediza amontonada a merced del viento, dicen Algaida. 30-ix-1868 (2005) Álvarez Rixo Obra periodística [«Fuerteventura», El Time (Santa Cruz de La Palma), nº 249] (p.317): Interin se ocupaba la gente en tal faena, fuimos paseando hácia el E. de aquella costa, donde está la modesta ermita de Ntra. Sra. del Buen-viaje, contigua á un especie de arrecife, el cual hasta los primeros años del presente siglo servia de seguro puerto y carenero de algunas naves del cabotaje que solian guarecerse allí de los corsarios ingleses; pero que los habitantes de Fuerteventura insensibles á las conveniencias de su patria, han dejado cegar de arena blanca (jable) por no dedicarse á limpiarlo en ciertas épocas; y hoy dia, apenas sirve este importante puerto para lanchas. 8-ix-1880 García Ramos Sobre el origen de los guanches (p.267): Jable podrá ser nombre de un caserío de la Palma; pero el significado general de esta voz en Canarias, como en África, es el de «arenal». Bien conocidos son los jables de Fuerteventura, Lanzarote, etc. 1880 Pizarroso Vocabulario guanchinesco (p.160): Médano, cerros o terraplenes de arena blanca movediza, llamada jable que abunda en Lanzarote y Fuerteventura. c1887 (1991) Castañeyra Memoria (p.89): Jable. Arena blanca. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.90): Jable. s.m. Arena blancuzca amarillenta muy común en Canarias, donde forma dunas (Lanzarote). 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.275): El referido jable es una corriente contínua, casi siempre en la misma dirección, compuesta de finísimos granos de arenas y microscópicas conchas foraminíferas sumamente ligeras, que el viento hace marchar con suma facilidad y son procedentes del mar, saliendo del punto llamado Hamarra, al Norte de la isla [de Lanzarote].

                15-vi-1907 (2002) Hernández Pacheco Campos de lava (p.201): La estrecha planicie que tiene, está cubierta a grandes trechos por blancas arenas voladoras de naturaleza calcárea, o sea, por jable, empleando la locución del país, arenas que forman pequeñas playas a uno y otro lado de la punta. 1907 (1988) Guerra Al «jallo» (p.126): Luego aquel arenal inmenso, el jable, que aislaba completamente la ranchería. 1908 Franchy Cómo se habla en Canarias: En Fuerteventura se llama a la arena jable, lo cual debe de ser corrupción del francés «sable»; cosa no extraña, si se tiene en cuenta que los primeros conquistadores de aquella isla fueron los normandos de Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle. 1908 (1989) Guerra El justicia del llano (p.119): En muchas leguas a la redonda, en todo el jable, no había caseríos. Un cortijo acá y otro allá, pero tan distantes, que era muy posible que sus moradores no se hubiesen visto ni un[a] sola vez en la vida. 1926 (1980) Guerra Sin camino (p.47): Unas siete fanegas de jable [...]. La arena, color de oro, en estío bien soleada, en los meses invernales empapada por el agua de lluvia, tornábase oscura, ahogando todo rumor. Pero ¡en verano! El jable revivía, como si resucitara. 1928 Rial Maloficio (p.15): La luna sanjuanera recortaba limpiamente las sombras y bruñía la arena fina del jable, haciéndola plata. Lejos sonaban las notas del timple de una parranda de magos, que se alejaba. 1928 Rial Sed (p.71): Y todo a lo largo, leguas y leguas por la costa, hasta Puerto-Cabras, se extendía el jable amarillento de arena, de un tono pálido oro mate. 1929 (1988) Darias Noticias Hi (p.200): Como la mayor parte del piso de esta Isla es de jable y volcanes muy ásperos, causa grande admiración verlas el modo tan libre como caminan, sin que se les perciba la menor incomodidad [...]. 1941 Álvarez Delgado Miscelánea (p.99, n.35): Igual evolución tiene el canarismo de uso actual jable, incluído en varias toponimias, y que tiene el valor de «arena, lava, piedra volcánica en descomposición». Esta forma no es otra cosa que un galicismo: conservación del francés «sable» = arena; sin que pueda tomarse en serio la consideración de Juan B. Lorenzo, que la da como forma guanchinesa. 1946 Álvarez Delgado Ecero (p.154): Aparecen en el uso y en topónimos las dos formas sables y jables, para designar como en las otras islas las arenas o lavas volcánicas. 1946-49 (1973) Arozarena Mararía (p.155): Por la llanura de jables y caliches corrían las sombras de los montes como tres dedos negros. 1951 (1995) Álvarez Cruz Retablo isleño (p.147): Sobre los jables del Sur, el camello es una interrogación que no halla respuesta. Ibídem (p.189): Un perrillo color jable y hocico puntiagudo da vueltas recelosas a su alrededor. 1958 Loynaz Verano en Tf (p.212): Y en las socavaduras de sus riscos se encuentra una como espuma de lava que llaman jable, la cual sirve al tubérculo para desarrollarse en medio templado; es como un toldo que se le echa encima para protegerlo del sol. 1959 (1960) Hernández Martín Sancocho (p.115): Pepito tenía algunas perras toavía, y en la chocha que hubía comprao pá vender por esos jables, podían darse un saltito arría, antes que se jisiera más tarde.       

¨La palabra jable fue incorporada al drae por la Academia, en 1984, localizada en Canarias. En el drae-01 se define como «Arena volcánica con la que se cubren ciertos cultivos para conservar la humedad de la tierra». Entre los ejemplos que figuran en el Fichero general, y que pudo haber tenido en cuenta la Comisión de diccionarios para aceptar la inclusión de este lema, aparece una cita extraída de la obra Síntesis fisiográfica y geológica de España, de Eduardo Hernández-Pacheco, científico que en 1907 había sido designado por la Real Sociedad Española de Historia Natural como integrante de una expedición encargada del estudio de los volcanes de Lanzarote: «El extremo septentrional de la isla es de costas bajas e invadido por el jable» (Madrid, Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, 1932, p.473). También en el dea ii se encuentra recogida como voz regional, con un ejemplo canario. Tradicionalmente se ha considerado palabra de origen francés, traída por los conquistadores normandos en el siglo xv; sin embargo, el portugués saibro y el gallego xabre explicarían también sin ninguna dificultad la voz en el archipiélago. En Trapero Dicc. toponimia se tiene amplia información sobre el uso que se hace de la palabra como topónimo, así como algunas otras consideraciones de interés.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

jabre

 

jabre. V. jable.

 

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