tarajal

Diccionario histórico del español de Canarias

tarajal, tarahal, tarahay, tarahis, taraxal, tarhais, taroy, tarrahala

 

tarajal, tarahal, tarahay, tarahis, taraxal, tarhais, taroy, tarrahala. (Posibl. del andaluz). m. Arbusto tamariscáceo de corteza de color marrón-rojizo, flores pequeñas, en espigas, de cáliz rojo y pétalos blancos, que crece a orillas de los barrancos y en las zonas costeras llegando a formar verdaderos bosques (Tamarix gallica o T. canariensis).

                c1494 (2003) Le Canarien (ms. b, fol. 26r): [Fuerteventura] Et a sur ces ruciaulx de grans bocages de bois qui s'appelent tarhais, qui portent gome de sel bel et blanc; mais ce n'est mye bois de quoy on peut faire bonne ouvraige, car il est tortu et semble bruyere de la feulle. [(p.248): Y junto a aquellos arroyos se hallan grandes boscages de arbustos que se llaman «tarajales», que producen una goma de sal hermosa y blanca; pero no es madera que se pueda emplear en algún trabajo de calidad, porque es torcida y se parece su hoja al brezo].

                17-vii-1547 (1998) Repartimientos GC (260, p.389): [...] le suplica le hagan merçed de le dar un pedaço de tierra que es en la Riberra de rrio de Telde unos valos o tarahales yendo desta cibdad [...]. h1590-1602 (1977) Abreu Galindo Historia (lib. 1º, cap. xi, p.59): Esta isla de Fuerteventura es más abundosa de aguas, y tiene algunas fuentes, y hay algunos árboles, como son tarajales, acebuches y palmas; y lo que en ella se planta se da muy bien.

                22-vi-1615 (1970) Acuerdos del Cabildo de Fv i (127, p.112): Acordóse que, so pena de 10 ducados y 20 días de cárcel, ningún vecino corte chaparros ni aceitunos ni ramajes sin licencia, ni tampoco tarajales. 22-ix-1626 (1970) Ibídem (267, p.199): Mandaron que nadie corte tarajal ni acebuche si no fuere con licencia de este Cabildo, y que las licencias dadas hasta hoy las revocan, y que en la Madre del Agua no se corte madera con licencia o sin ella, todo ello pena de 2 ducados. 20-viii-1640 (1970) Ibídem (372, p.249): Mandaron que ninguna persona corte acebuches, chaparros ni tarajales, que estén sobre fuentes o caminos, sin licencia del Cabildo, pena de 4 ducados. 20-vi-1644 (1970) Ibídem (419, p.272): Por cuanto los vecinos de esta isla destrozan los árboles de tarajales y aceitunos que hay en ella, mandaron que nadie ose de aquí en adelante cortar aceitunos ni palillos en las matas, pena de diez ducados y veinte días de cárcel. 12-ix-1651 (1970) Ibídem (469, p.296): Acordaron que ninguna persona corte acebuches, ni tarajales, ni palmas, y que se pregone esta prohibición pena de dos ducados, de los que la cuarta parte se aplicarán a la compañía de montados, otra cuarta al que denunciare y la mitad a obras públicas. 14-x-1658 (1970) Ibídem (547, p.326): Por estar destruida la mata de tarajal de La Torre, por lo mucho que los vecinos la cortan, mandaron que nadie corte madera en ella, pena de 4 ducados; y que en las demás matas de la isla no se corte lasca alguna, sin licencia, bajo la misma pena. 2-xi-1676 (1967) Acuerdos del Cabildo de Fv ii (153, p.104): Acordaron que nadie corte aceitunos ni tarajales sin licencia, y por tener noticia el Cabildo que la mata de la Torre la tienen destrozada, se apercibe no se corte madera sin licencia, pena de 2 ducados [...]. 12-xi-1681 (1967) Ibídem (181, p.114): Estando destrozados los tarajales, por lo que no tendrán los labradores aperos de yuntas, acordaron no se corten ni ramones ni acebuches, pena de 4 ducados.

                2-xi-1717 (1967) Acuerdos del Cabildo de Fv ii (438, p.226): Los representantes de Pájara dicen se contentan con que sea raya de vega por barlovento la que sale del campo de abajo de la Hacienda de Malpaso, camino que pasa por Mesquer hasta dar a la Montañeta de la Roja, sobre la carrera de los Majos, y barranco arriba a la piedra de Sebastián de Armas, y por el cuchillo adelante, a dar al morro de la Leña, derecho al horno de la cal, que está al pie de la montaña Tirba, en derechura a las casas del Esquén de la Madera, y de allí el camino de dicho Esquén, hasta la casilla Blanca; y de allí al lomo abajo hasta las casillas de Tabordo, y de allí a la Rosa de Catalina García y de allí al tarajalito de la Mata, hasta dar a la Rosa del Coronel [...]. 1737 Castillo Descripcion historica (fol.237v): [Fuerteventura] Tiene falta de maderas y arboleda y solo se hallan algunos taraxales que sirven para apero en las labranzas [...]. 14-ix-1743 (1966) Acuerdos del Cabildo de Fv iii (71, p.66): Se acordó que no habiendo quien cuide las matas de tarajal, se nombren a distintos vecinos para ello, a quienes se les darán los correspondientes despachos. 1764 Glas The History of the Discovery (chap.iii, p.195): Fuertaventura is not quite so much exposed to the wind as Lancerota; therefore it is not quite so bare of trees and shrubs. Those that grow there are the palm, the wild olive, and a fort of wild pine, which the natives call Tarrahala. [(p.32): Fuerteventura no está tan expuesta al viento como Lanzarote: por tanto no está tan desprovista de árboles y arbustos. Los que crecen allí son la palma, el acebuche y una especie de pino silvestre que los indígenas llaman tarajal]. Ibídem (chap.vii, p.230): The tarrahala is a fort of yew, or wild-pine; the retama, a withered shrub without leaves, not unlike the branch of a vine, and some of it grows to the thickness of a man's wrist. [(p.64): El tarajal es una especie de tejo, o pino silvestre; la retama es una mata seca sin hojas, no diferente de las ramas de una vid, llegando algunas a tener el grueso de la muñeca de un hombre]. 31-x-1772 (1966) Acuerdos del Cabildo de Fv iii (240, p.162): Acordaron que estando las matas de tarajales completamente abandonadas, y pudiendo cortarlas cualquier individuo, de forma que no haya para cortar las orejeras necesarias para las yuntas, se nombra guarda de la mata de Ajui a Vicente Gomez [...]. 1783 Viera y Clavijo Historia iv (lib. xviii, cap. iv, p.345): Siete Misioneros del Convento de Abrojo en Castilla, enviados desde San Lucar de Barrameda, formaron la primera Comunidad de aquella nueva casa, que habian edificado pobre y pequeña, cargando sobre sus propios hombros los troncos de palma, y de tarahay. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.408): Tarahal (Tamarix, Lin.; Tamariscus, Tourn.). Nombre que se da vulgarmente en nuestras Canarias al «taray» de Castilla, y «Tamarisco» de Aragón. Es un arbusto que se levanta en corto tiempo al lado de cuatro o cinco varas, y a veces más. [...] El «taray» es arbusto que se arraiga y medra con facilidad en terrenos húmedos, mayormente si son fronterizos al mar. Abundan en Canaria y en Fuerteventura, donde por falta de otros árboles de montaña, hicieron mucho uso de él, no sólo los antiguos majoreros, sino también los primeros pobladores que vinieron de Europa. Todavía se oye en dos caletas de aquella isla los nombres de Gran Tarahal, Tarahalejo, y Morro de Tarahal de Sancho.

                8-v-1820 (2008) Acuerdos del Cabildo de Fv [iv] (141, p.316): En igual forma y bajo la propia multa no permitan los Alcaldes la tala de Tarajales y matos poniendo guardas que zelen este ramo; y asi el cosco que ex[tra]igan de los extranjeros como la rama y leña de taraj[al] depocitarán y daran parte al precitado Señor Precidente para que [ha]ciendolo presente al cuerpo determine lo conveniente [...]. 1828-73 (1994) Álvarez Rixo Anales del Puerto de la Cruz (p.402): Aprovechando la sazón húmeda mandó el Alcalde Constitucional hacer un plantío de más de 150 taroyes o tarajales en contorno del paseo de Martiánez [...]. 1840 Webb/Berthelot Phytographia (sect. 1ª/1, p.171): Tamarix canariensis. Willd. [...] Tarajal Canariensium. 1842 Berthelot Ethnographie (p.228): Tarajal est encore un nom de lieu d'origine arabe (Tahàral) qui a été adopté par les Espagnols, et qui sert à désigner un endroit planté de tamaris. [(p.157): Tarajal es también un nombre topográfico de origen árabe (Taháral) que ha sido adoptado por los españoles, y que sirve para designar un paraje plantado de Tamariscos]. 1846-66 (1982) Álvarez Rixo Historia del Puerto de Arrecife (p.83): Según muestras, la tunera se produce bien, y lo mismo sucedería si plantasen tarayes o tarajales, según se nombran en esta provincia, cuyos árboles son a propósito para resistir al calor [...]. 1848 Prunedo Viage (p.54): Las islas de Fuerteventura y Lanzarote carecían de frutas: solo en la primera se conocían algunas palmeras, acebuches y tarajales [...]. 1852 (2005) León Memoria (p.65): Fuera de algunos puntos al abrigo en que se producen árboles frutales, casi no se hallan de otros, pues de monte se reducen al tarahal (tamarix gallica) y tal cual arbusto de poca elevación. c1865 (1996) Álvarez Rixo Voces (tlec iii, p.2566): Tarajal, s.m. voz indíg[ena]. El taray o tamarisco. 30-ix-1868 (2005) Álvarez Rixo Obra periodística [«Fuerteventura», El Time (Santa Cruz de La Palma), nº 249] (p.319): El barranco que desagua en la playa de Gran-Tarajal, estaba lleno de tarajales, que á pesar de la sequedad del año manifestaban frondosidad; y cualquiera gente de gusto é industria que allí hubiese fundado un pueblecito, podria proporcionarse, no sólo leña para su consumo, sino tambien alguna apacible alameda donde respirar de los ardores del sol [...]. 8-xii-1879 Bello Un jardín (p.390): Conozco bien esos arbolillos, dije á González: son tarajales que abundan hoy a los lados de nuestras carreteras, desmelenados, enmarañados y retorcidos, sino peinados, derechos y elegantes. 1880 Pizarroso Vocabulario guanchinesco (p.161): Tarahal ó Tarajal, árbol. a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.116): Tarajal. Tarahal, taray, árbol. 1887 Stone Tenerife and its six satellites ii (p.365): The priestly chroniclers say little of the people of Fuerteventura, whom they must have known so well. They speak, however, of running streams of water, on the banks of which «are large groves of trees called tarhais (probably breso)...». [(p.402): Los sacerdotes cronistas no hablan mucho sobre la gente de Fuerteventura, a quien tan bien deben haber conocido. Mencionan, sin embargo, arroyos de agua, en cuyos márgenes «existen grandes bosques de árboles llamados tarhais (probablemente tarajales)...»]. 1894 Millares De la tierra canaria (pp.191-192): De improviso, arrojada por manos invisibles, de la cumbre del monte, erizada de tarahales, lentiscos y tabaibas, brotó una lluvia de pedruscos, acompañada de alaridos guturales y de silbidos estridentes. 1899 Ramírez Donde nací (p.182): Después de transponerla, veíanse los Arenales, que empezando en los frondosos tarahales, que cubrían la casa del viejo pescador tió Marcial, terminaban en el Istmo, estrecha faja bañada por el mar á entrambos lados. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.255): En este punto llamado de Tarabajal, por la abundancia que había de estos arbustos, Tarahis ó Tarajales, construyó Bethencour un castillo y la ermita de Río-Roque. Ibídem (p.326): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Taray, Tarajal, Tamarix canariensis. Tamarixáceas.

                1904 Viera Por Fuerteventura (p.85): A causa de los barrizales y lagunajos no se puede transtiar por entre el bosquecillo de frondosos tarahales que existe cercano á la playa [...]. 1925 (1990) Pérez Armas La vida (p.166): Estaríamos a unos cuarenta metros del grupo, que, a la sombra de unos tarajales levantaba una algarabía de voces y risas, comentando no sé qué suceso. 1926 Millares Canariadas (p.104): Cuando más descuidado se paseaba fumando su cachimba, vió que unas manos negruzcas entreabrían el follaje de unos tarahales [...]. 1937 (2004) Jiménez Viaje (p.23): Gran Tarajal [...] sólo ofrece en sus campos inmediatos pequeños manchones de verdor formado por tarhais, tarahales o tarajales, tajos de alfalfa, algunas plantaciones de tomates y palmeras no muy elevadas. 1940 (1988) Lara Cantares (p.380): Por remate de mis males/ ya me voy poniendo chocho,/ ni puedo comer «sancocho»/ ni existen los «tarajales». 1944 (2000) García de Vegueta Islas (p.135): Encontraba esqueléticos al tarajal y la aulaga: el escueto tamarindo sin hojarasca y la mata todo espinas y flores. 1945 Diego Cuscoy Teno (p.430): Las plantas que informan la flora de este rincón de la isla son las siguientes [...]: El tarajal (Tamarix canariensis), plantado en forma de setos para proteger los escasos sembrados de trigo y cebada. 1948 (2003) Diego Cuscoy Tenerife (p.34): El tarajal (Tamarix canariensis) hace sombra en las playas y rodea, como seto vivo y protector, las huertas donde se llenan las piñas de plátanos. 1952 Gálvez Dos mundos (p.292): Hoy regresé por este último, bajo la sombra de los tarajales. 1952 (1964) Laforet La isla (p.146): A veces, el viento sonaba entre los achaparrados tarahales y les hacía resaltar oscuros, con una vida que no tenían durante el día. 1957 (2001) Nácher Guanche (p.16): Detrás de la gente se alzaba la barrera de tarajales, plantados para proteger del marote los campos de plataneras, escalonados desde la orilla del mar. 1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.118): tarajal.- Taray. 1958 Loynaz Verano en Tf (p.96): Nada tenemos que oponer a esto. El pino canario es sólo de Canarias, y lo mismo el mocán y el tarajal. Y eso sin recurrir a árboles fabulosos, como el Til o Garoé. Ibídem (p.181): Matas de plátanos pequeños, euforbias, datileros aún sin dátiles y alguno que otro tarajal apuntan ya por sus breñales, y tejadillos chatos empiezan a cuajarse entre la arena. 1959 Alvar Tenerife (p.241): tarajal 'arbusto de la familia de las tamariscíneas (Tamarix gallica)' (Punta [del Hidalgo]).

¨Tarajal no figura en el drae. Como señala Wölfel (p.681), «El presente vocablo no es aborigen, aun cuando todos los compiladores lo indiquen como tal». Vid. en el dcech v, s.v. taray, los datos etimológicos. El Dicc. Encicl. Espasa la registra con la marca Bot[ánica] y remite a «Taray». En el dea ii se incluye como voz regional (con un ejemplo del escritor gallego, afincado en Cádiz, Luis Berenguer) y en el dgile como canarismo. En las islas es de uso general, según se comprueba en el aleican iii (903 «Taray (Tamarix)»). El empleo de la variante tarhais en el texto de Le Canarien también la utiliza la inglesa Olivia M. Stone queda confirmado por la presencia en la misma crónica del topónimo Baltarhayz 'Valtarajal' (ms. b, ii, p.263).

2. V. higo e higuera tarajal.

 

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