Morfología

6. La derivación nominal (II). Otros derivados

6.7 Nombres de persona, instrumento y lugar (II). El sufijo -dor/-dora y sus variantes. Aspectos semánticos y dialectales

6.7a Casi todos los sustantivos de persona en -dor/-dora son nombres de agente. Así, el sustantivo atracador designa a un hombre que realiza la acción de atracar, y jugadora alude a una mujer que realiza la acción de jugar. Es anómalo semánticamente consultor, en cuanto que no hace referencia a la persona que consulta, sino a aquella a la que se consulta alguna cosa. Se forman también derivados en -dor/-dora con algunos verbos que no expresan acciones, pero que en ciertos contextos se asimilan indirectamente a los que las denotan. Así, vividor no se relaciona con las acepciones más comunes de vivir (‘tener vida’, ‘habitar, morar’, etc.), sino con otra que posee naturaleza intencional, como explica el DRAE: ‘Acomodarse a las circunstancias o aprovecharlas para lograr sus propias conveniencias’: No era un rufián, un vividor, como dijeron (Orgambide, Otero). También se usa conocedor en el sentido de ‘experto’, lo que le otorga cierto sentido activo, y adorador en la interpretación igualmente activa de adorar (‘reverenciar’): Si supiera, la pobre, que este adorador y rendido suspirante la pone ahora como un guiñapo (Ayala, Historia). No se emplea tenedor como nombre de persona, salvo en expresiones como tenedor de letras de cambio. El sustantivo gustador se deriva de la interpretación transitiva de gustar, en la que se asimila a un verbo de acción, al igual que degustar: Meterse por la Victoria […] es ser observador y buitre, al mismo tiempo, turista al revés y bulímico gustador de carroña (Bryce Echenique, Permiso). Son asimismo nombres de persona observador, ojeador y revisor, a diferencia de mirador. Nótese que el verbo observar se define en el DRAE con una paráfrasis activa: ‘examinar atentamente’.

6.7b Existen algunas excepciones a la generalización introducida en el apartado precedente. Del verbo de estado poseer se deriva poseedor (‘persona que tiene en su poder algo’) y de admirar, admirador (como en Siempre he sido un admirador suyo), que no sugieren la existencia de una acción. De saber se obtiene sabedor, pero muy raramente se usa con artículo, por lo que se sitúa más cerca de los adjetivos: Sabedor de las inseguridades en la vida, no avanzaba un juicio sin anteponer la duda (Güiraldes, Raucho). Solo unos pocos derivados en -dor/-dora designan personas que experimentan procesos, lo que es consecuente con el hecho de que su participación en esas situaciones no es propiamente activa: perdedor, sufridora, temedor. Por el contrario, el sustantivo amador se asimila a los nombres de acción: Y la pasión, frenética pasión del amador de Belisa, don Antonio de Olmedo, surge y se desvanece cual un relámpago (Azorín, Cervantes).

6.7c Los sustantivos en -dor/-dora (y sus variantes) que designan personas se derivan tanto de verbos transitivos (registrar > registrador) como intransitivos (correr > corredora). Los segundos suelen proceder de los verbos que en los § 33.1n y 41.4e se denominan intransitivos puros o inergativos: conspirador, conversadora, corredor, jugador, nadadora, remador (también remero), soñadora, si bien algunos de ellos admiten también acepciones transitivas. En ocasiones, estas voces provienen de los verbos llamados inacusativos (§ 41.4a y ss.) en contextos en los que denotan ciertas acciones de carácter intencional, lo que hace pensar que han dejado de pertenecer propiamente a esta clase sintáctica. Es el caso de llegador (en el ciclismo y en otros deportes). Se usa entrador (a veces en alternancia con entrón) en gran parte de América como adjetivo (‘que tiene iniciativa en las relaciones sociales y se gana fácilmente la simpatía de los demás’), si bien parece relacionado con una interpretación de entrar (entrar a alguien ‘abordarlo, acercársele con alguna intención’). Se emplea asimismo el adjetivo salidor (‘amigo de salir mucho de casa’) en Chile, el Río de la Plata y en el Caribe continental:

Es un llegador con instinto, con mucho desmarque, que sabe buscarse la vida en los balones largos y al que nunca se le achica la portería (Mundo [Esp.] 9/2005); Simpático, entrador y atrevido, como era, tenía que convertirse, necesariamente, en uno de los más cotizados candidatos de las muchachas casaderas (Rovinski, Herencia); Una hembrita entradora, de esas que uno dice blanco y ellas negro, uno negro y ellas no, blanco (Vargas Llosa, Conversación); Era muy salidora, muy respondona y muy falda alzada (Morón, Gallo).

6.7d Los derivados de persona en -dor/-dora y sus variantes pueden expresar sintácticamente sus argumentos. Así, el posesivo nuestro en nuestro protector representa el paciente que el sustantivo protector hereda del verbo proteger, por tanto, el elemento lingüístico que designa a la persona protegida. También se manifiesta un argumento del sustantivo en -dor/-dora en un observador de la sociedad de su tiempo, la portadora de la carta, un admirador de la belleza clásica, la presentadora del noticiero, el nuevo preparador del equipo juvenil, o en los ejemplos que siguen (se subrayan con trazo discontinuo los argumentos a los que se hace referencia):

Ya de mi intención sois sabidoras (Cervantes, Numancia); ¡Que sean engendrados, que nazcan vuestros sostenes, vuestros nutridores […]! (Asturias, Leyendas); Computé que antes de una hora no llegaría mi perseguidor (Borges, Ficciones); Tú eres su encubridor (Ayala, Historia); Insaciables agarradores de lo ajeno. Su perfidia y mala fe las tengo de antiguo bien conocidas (Roa Bastos, Supremo).

Véanse también, sobre estos complementos, los § 12.12c y ss.

6.7e La acepción de valer que da lugar a valedor es la transitiva, además de activa (‘amparar, proteger’), lo que permite que el sustantivo herede el paciente de este verbo: […] principal valedor de los falangistas en el gobierno (Cercas, Soldados). Ciertos derivados en -dor/-dora de verbos intransitivos pueden expresar algunos argumentos mediante un posesivo o un complemento preposicional, como en mis colaboradores (‘los que colaboran conmigo’) o los moradores del bosque (‘los que moran en él’). En los § 18.5f y ss. se analizan varios aspectos de este uso de los posesivos. En la posibilidad de que el complemento denote una entidad concreta influye muy poderosamente el grado de lexicalización del derivado. Tal sucede con los nombres de profesiones, como en Soy el administrador de esa finca o en Mañana vendrá el tasador del coche.

6.7f Se ha observado que muchos sustantivos tienden a heredar los complementos de los que se habló en el apartado precedente cuando se usan para caracterizar a las personas en función de sus hábitos y de otras conductas que se les asocian. También en estos casos resulta más natural que los complementos argumentales se construyan sin determinante y designen, por tanto, cierta clase de personas o cosas. Se forman así grupos nominales como lectora de novelas policíacas, atracador de bancos, hipnotizador de incautos, agitadores de conciencias, administradora de fincas, recaudador de impuestos y otros muchos similares. Así pues, aunque fumador sea un sustantivo de uso común, el que quiere negar que haya fumado cierto cigarro no diría No soy el fumador de este cigarro. En cambio, resulta natural la oración No soy una fumadora habitual de hachís (Puértolas, Noche). He aquí otros ejemplos que corresponden a esta misma pauta:

Las invasiones que tales ruinas determinaron primero eran obra de aquellos viejos caudillos aqueos que se llamaban “saqueadores de ciudades” (Reyes, Rescoldo); Mi graciosa anfitriona se ha metido a zurcidora de amores más o menos legítimos (Sawa, Mujer); Para el honrado buscador de extravagancias, los textos herméticos resultan menos ilustrativos (Dolina, Fantasma); No soy una rompedora de idilios como mi abuela (Sender, Nancy).

6.7g La presencia del artículo en el complemento de los sustantivos mencionados resulta normal cuando identifica un género, un grupo natural u otra manifestación de alguna clase de individuos, como en […] los antiguos cultivadores de la novela histórica (Ganivet, Hombres) (§ 15.8). No se rechazan, en cambio, los complementos argumentales de los derivados en -dor/-dora referidos a individuos específicos cuando se quiere decir que el agente participa en alguna acción particular, como en el ejemplo de Borges citado antes (§ 6.7d) mi perseguidor (‘el que me persigue’), o en los vencedores de los asirios (‘los que los vencieron’). Esta interpretación suele estar restringida a algunos sustantivos, como se verá en el § 6.7m. Raramente se construyen sin modificador (grupo preposicional o posesivo) buscador, continuador, cultivador, descubridor o sus variantes en femenino, entre otros sustantivos. Unos pocos cambian de sentido según se usen o no con complemento, como en Felisa me había venido hablando —hasta la pesadez— de una echadora de cartas asturiana (Gala, Pasión), frente a El echador [cierto camarero en España] coloca todo sobre el piano y se marcha (Cela, Colmena).

6.7h Los complementos directos de persona introducidos por la preposición a no son heredados por los derivados en -dor/-dora: el vencedor {de ~ *a} los asirios. Son aparentes excepciones El servidor a su señor […] (Martínez Toledo, Corbacho) o Leal servidor a su Majestad […] (Arzans, Potosí), puesto que servir se puede construir con un complemento indirecto, además de con el directo, que el sustantivo puede heredar. Traidor y acreedor admiten complementos introducidos por a, como en traidor a la causa o en Se ha hecho acreedor a mi gratitud (Benedetti, Despistes), si bien en el último caso cabe también entender que se trata de un complemento del verbo hacer. Estos dos sustantivos admiten asimismo la preposición de, menos habitualmente en el caso de traidor y con similar frecuencia en el de acreedor:

La maldad de algunos traidores de Perón […] (Lanata, Argentinos); Se declaraba cristiano primitivo, como los apóstoles y mártires, pero enemigo de los curas, traidores de Jesús y su verdadera doctrina (Allende, Hija); Si aquí lo hace acreedor de su muerte, allí lo hace deudor de su vida (Sánchez Ferlosio, Años).

Influye en esta alternancia el que estas dos voces no se consideren palabras derivadas, como se observó en el § 6.6n. Tampoco es derivado deverbal embajador, que admitía complementos de destino introducidos por la preposición a: Despachaba embajadores a Cortés con magníficos regalos y órdenes contradictorias (Gómez Avellaneda, Guatimozín).

6.7i En los estudios sobre los nombres de persona terminados en -dor/-dora se ha propuesto que estos sustantivos se pueden dividir en dos grupos en función de la oposición (explicada en el § 37.7d) entre predicados caracterizadores o de individuo y episódicos o de estadio. Los primeros admiten, además, una subdivisión entre los que expresan hábitos o costumbres (fumador, lectora) y los que denotan profesiones, oficios u ocupaciones (administrador, escritora). Los predicados episódicos en -dor/-dora hacen referencia a acciones que tienen lugar en un determinado momento o período, como en el ejemplo citado mi perseguidor6.7d). Se analizarán todos estos derivados en los apartados que siguen.

6.7j Un grupo amplio de sustantivos formados con el sufijo -dor/-dora expresa hábitos, costumbres y otras propiedades que constituyen rasgos de las personas, como se adelantó en los apartados precedentes. A ese paradigma pertenecen, entre otros, alborotador, conversador, dormidor, fumador o lector y sus variantes femeninas:

No le importa nada al viajero. No le importa a este viajador casi nada en el mundo (Azorín, Sancho); La tía de Salazar se llamaba Almudena: era una conversadora fácil (Pombo, Natura).

Se asimilan a estos nombres un nutrido repertorio de adjetivos en -dor/-dora7.9a y ss.) que se sustantivan mediante el llamado un enfático (§ 15.5). Estos derivados adquieren interpretaciones atributivas. Así, el adjetivo madrugador (Iván es muy madrugador) se puede usar como sustantivo en No me considero un madrugador o en Los madrugadores tienen suerte en lo que emprenden. Entre otros, pertenecen a este grupo de adjetivos sustantivados los siguientes (se mencionan nombres masculinos y femeninos):

abusador, adulador, ahorradora, botador (en Centroamérica y las Antillas), conquistador, creadora, cumplidor, dilapidador, embaucador, emprendedora, esclavizador, explotador, ganadora, goleador, innovador, madrugadora, manipuladora, perdedor, provocadora, seductor, soñadora, trepador, triunfadora.

Se usan muchos de ellos con el adjetivo nato, como en Es una luchadora nata y […] ya no tiene 20 años (Tiempo [Esp.] 20/8/1990). He aquí algunos ejemplos de este uso nominal, sumamente productivo:

Es una embaucadora lista, y hace creer a muchos, mentira parece, que está inspirada por Dios (Galdós, Episodios); Por en medio de la miseria que palpitaba en las calles, pasaban los trasnochadores con el cigarro encendido (Baroja, Busca); Lucas Carrasco era uno de esos: un simulador, un seductor (Aguilar Camín, Error); Aunque prematuramente envejecida, era una gozadora incansable (Vargas Llosa, Paraíso); Volví a preguntarme si el resentimiento no lo habría convertido en un chivato o en un provocador (Díaz Martínez, Piel); Salvado de milagro de los abusadores del colegio, entré al bachillerato (Cabrera Infante, Habana).

A la presencia del artículo indefinido en estos sustantivos, usados en función predicativa, se opone generalmente su ausencia en los nombres de profesiones. Así pues, Se hizo {locutor ~ *un locutor} contrasta con Me hice un cateador, un rascabucheador, un tocador de damas en los cines (Cabrera Infante, Habana).

6.7k Forman un grupo muy numeroso de sustantivos en -dor/-dora los que designan a las personas que ejercen profesiones, oficios, ocupaciones y otras muchas actividades que pueden considerarse características de alguien, sean honorables (compositor, profesora, acomodador) o no (falsificador, timadora, violador). Estos sustantivos se crean con facilidad para designar los agentes que participan en un gran número de actuaciones. Muchos de los verbos de los que se obtienen se agrupan conceptualmente. Aluden, por ejemplo, a acciones comerciales o monetarias ahorradora, arrendadora, cobrador, compradora, consumidora, prestador, revendedor, vendedora; a actividades deportivas entrenador, jugadora, nadadora, remador, rematador, saltadora, etc., y a muy diversas actividades técnicas o profesionales conductora, fresador, grabador, impresora, labrador, moldeadora, planchador, talladora, etc., todos ellos junto a sus variantes de género. Existen otros grupos similares. Se ilustran, a continuación, unos pocos componentes de ese extenso paradigma:

Los resucitadores estaban cada noche expuestos a descargas de las armas de fuego (Blanco White, Luisa); Estaba de ajustador en una fábrica y tenía un buen sueldo (Baroja, Hierba); Óyese luego el caramillo de un amolador de tijeras (Carpentier, Pasos); Por último se quitó los calzones de encaje, haciéndolos resbalar por las piernas con un movimiento rápido de nadadora (García Márquez, Amor); Apenas partió el sangrador, volvió el mozo a llevarse los trapos y lavar el cuarto nuevamente (Allende, Hija); Lustradores de botas y vendedores de diarios habían hecho un círculo en torno nuestro (Arlt, Juguete); Se lo oí decir a la planchadora y al jardinero (Ocampo, Cornelia); Por allí pasaban las acarreadoras del pan con la cabeza hundida en el tórax (Asturias, Presidente); El tallador de esmeraldas hambriento y hediondo […] (Cardenal, Tahuantinsuyu); Ha incurrido en contradicción en numerosas respuestas dadas a los juzgadores y calificadores del Santo Oficio (Arce, Matemático).

6.7l La interpretación semántica de estos sustantivos puede obtenerse directamente del verbo del que se derivan, como en boxear > boxeador o empaquetar > empaquetadora, pero otras veces la actividad particular que realiza el agente no se deduce con igual facilidad del significado del verbo. A este otro grupo pertenecen sustantivos como el citado observador, que designa (entre otros usos) cierto tripulante de un avión, pero también al que realiza determinada actividad política y periodística de límites difusos: El nivel de la campaña electoral no deja de sorprender a los observadores (País [Ur.] 6/9/2001). Tampoco se infiere del significado del verbo mantener qué actividad realiza exactamente un mantenedor, ni del de oír qué tareas correspondían a los antiguos oidores (ciertos ministros virreinales). Se aplican consideraciones similares a otros muchos sustantivos, como apuntador, armador, controlador, guardador, reformador, registrador y sus variantes femeninas.

6.7m Finalmente, los sustantivos en -dor/-dora que se asimilaron a los predicados episódicos en el § 6.7i designan o identifican el agente de alguna acción particular, por lo que admiten paráfrasis con oraciones de relativo: la fundadora de esta Orden ~ la que fundó esta Orden; el organizador del evento ~ el que organiza el evento; la ganadora del torneo ~ la que ganó el torneo. Se encuadran en a este grupo, continuador, descubridora, fundador, ganadora, iniciador, inventora, organizador, patrocinador, salvador, sitiador, traidora, triunfadora, usurpador, vencedora, entre otros muchos sustantivos. La mayor parte de ellos aparecen con algún complemento argumental que designa el paciente de la acción: el usurpador del trono, nuestra valedora, el inventor del pararrayos, pero pueden omitirlo cuando se recupera del contexto precedente, como en Los sitiadores minan la moral de la tropa con sus altavoces (Cela, San Camilo).

6.7n No resulta extraño que algunos sustantivos puedan pertenecer, en contextos diferentes, a varios de los grupos presentados en los apartados anteriores, como triunfadora, inventor (no así descubridor), protectora, aplaudidor, etc. Así, la expresión nuestro protector puede designar a la persona que habitualmente nos protege, como en los sustantivos del § 6.7j, pero también a la que nos protegió en cierto momento, como en los sustantivos episódicos. De igual modo, jugador se asimila a embaucador y a otros sustantivos usados en función predicativa (Nunca rechaza una apuesta porque es, ante todo, un jugador), pero también hace referencia al nombre de una profesión (jugador de fútbol). El sustantivo aplaudidor puede aludir al que aplaude en ciertas ocasiones o al que lo hace por oficio: Casi todos los que formaban la legión de aplaudidores contaban pocos años (Baroja, Busca). Admiten también interpretaciones episódicas conductora, observador, y otros de los sustantivos mencionados.

6.7ñ La relación entre los conceptos de ‘agente’ y de ‘instrumento’ es estrecha, como se explica en el § 39.6. Como en otras lenguas, en español designan instrumentos un gran número de sustantivos terminados en -dor/-dora. Casi todos ellos se derivan de verbos transitivos (arreador, aserradora, cargador, compresora, grabadora, impresora, lavadora, remolcador, entre otros muchos), con pocas excepciones (andador, basculador, navegador, oscilador y algunas más). La mayor parte de estos derivados proceden de verbos en -ar (licuadora), pero se registran algunos de verbos en -er (embellecedor, encendedor, mecedora, recogedor, torcedora) y en -ir (batidora, difusor, exprimidor, freidora, impresora). Son raros los nombres de instrumento en -dor/-dora derivados de verbos de estado, como contenedor o tenedor. Sobre este último se volverá en el apartado siguiente.

6.7o Varios nombres instrumentales en -dor/-dora resultan opacos al análisis morfológico sincrónico. Como base del sustantivo aparador se ha propuesto el verbo antiguo aparar (‘preparar’) y también directamente el latín tardío appartor. El sustantivo bastidor procede del ya desusado bastir (‘abastecer’, pero también ‘fabricar’). La primera acepción de tener en el DRAE (‘asir o mantener asido algo’) es la que poseía el latino tenre y la que caracteriza al sustantivo tenedor. Aun cuando se usen el derivado y la base, la relación entre ambos es tenue en la conciencia lingüística de los hablantes, como lo es la que existe entre radiar y radiador. Se deriva borrador del verbo borrar, pero algunos autores sostienen que procede históricamente de borra (‘cierta lana, como la que se usa para borrar la tiza’). Resulta más opaca la interpretación de este sustantivo como ‘escrito provisional’, ya que -dor es un sufijo activo, mientras que la paráfrasis que sugiere este derivado es pasiva (‘para ser borrado’). La relación entre cazadora (‘cierta prenda’) y el verbo cazar es indirecta, ya que el primero es un adjetivo sustantivado (chaqueta cazadora). Existen otros casos similares.

6.7p Como sucedía con los nombres de agente, las personas o cosas sobre las que recae la acción a la que se refieren los derivados en -dor/-dora constituyen una pequeña parte de las que el verbo correspondiente puede abarcar. Salta a la vista esa diferencia al comparar alargar con alargador, contar con contador, limitar con limitador, repasar con repasador, suavizar con suavizador, sujetar con sujetador, entre otros muchos pares semejantes. Numerosos nombres de instrumento admiten paráfrasis en las que funcionan como sujeto (secador ‘utensilio, paño o aparato que seca’) o bien otras en las que el verbo del que se derivan aparece en una subordinada final (secador ‘utensilio, paño o aparato para secar’), pero son mayoría los que solo aceptan con naturalidad la segunda opción, como colgador, inhalador, pasador, prendedor, tirador, etc.

6.7q En el § 13.7i se presenta una relación extensa de los adjetivos en -dor/-dora que se sustantivan para formar nombres de instrumentos. Se muestra también allí que son varios los que aceptan variación de género, unas veces en función de preferencias geográficas, y otras por el hecho de que designan instrumentos distintos: aspirador–aspiradora; batidor–batidora; computador–computadora; compresor–compresora; elevador–elevadora; grabador–grabadora; secador–secadora; taladrador–taladradora; tostador–tostadora; triturador–trituradora, etc. No es habitual que la variación de género vaya acompañada de una diferencia en el utensilio designado, pero así sucede a veces, como en velador (‘cierta mesita’) y veladora (‘cierto tipo de vela’ en México, parte de Centroamérica y el área rioplatense). En algunos países, secador y secadora designan instrumentos distintos (del pelo, en un caso, y de la ropa, en otro), pero en otras áreas lingüísticas alternan para referirse al mismo utensilio, o bien establecen diferencias designativas de otro tipo.

6.7r El grupo de nombres de instrumento terminados en -dora (o sus variantes morfológicas) es numeroso. Pertenecen a él, además de los mencionados, los siguientes sustantivos, entre otros: afeitadora, ametralladora, apisonadora, aplanadora, aserradora, batidora, boleadora, calculadora, difusora, emisora, enceradora, excavadora, fotocopiadora, freidora, impresora, incubadora, licuadora, mecedora, planchadora, tensadora. Entre los derivados masculinos que no se han citado cabe señalar igualmente acelerador, amortiguador, amplificador, bloqueador, ceñidor, colgador, componedor, conmutador, despertador, escurridor, generador, hervidor, indicador, inhibidor, irrigador, laminador, llamador, ordenador, purificador, quemador, sintetizador, soldador. Como sucede con los nombres de agente, la necesidad de denominar un gran número de dispositivos, utensilios, aparatos y recursos favorece la rápida creación de estos nombres, así como su renovación y su adaptación a las circunstancias:

Sin achicador no podemos hacer nada (Baroja, Inquietudes); Explíquenos sus famosos inventos. ¿Cómo se llamaban? —Señalador automático de estrellas fugaces, señor oficial (Arlt, Juguete); La mortecina luz de la veladora de aceite, prendida frente a la Virgen, cae sobre un cajón (Cabada, Agua); El archivista tiene órdenes de pasar los originales de esos documentos por la trituradora (Fuentes, Silla); No parecía ilógico suponer una posible instalación del motor de la segadora en la vieja canoa (Cortázar, Modelo); El barman […] manipula la registradora mirando de reojo al detective (Ribera, Sangre).

Unos pocos sustantivos de este paradigma nombran productos o sustancias (bronceador, fijador, rebozador, reforzador), o admiten también esta interpretación, además de la de instrumento (catalizador). Sobre el uso de sustantivos de este grupo para designar empresas (una aseguradora, una constructora, una distribuidora), véase el § 13.7i.

6.7s Pueden designar personas o bien instrumentos (entre ellos, los recursos eléctricos y los informáticos) los siguientes sustantivos, además de otros muchos:

adaptador, agitador, aserradora, batidora, cargador, catalizador, compresora, conductor, difusora, editor, emisora, encerador, estrangulador, fotocopiadora, impresora, lavadora, lector, marcador, navegador, procesador, repetidor, segadora, servidor, soldador, trituradora.

La relación entre el concepto de instrumento y el de agente puede ser indirecta, ya que los derivados en -dor admiten usos adjetivales con el sustantivo agente, como en un agente provocador ~ un provocador: Para prender la mecha, necesitamos un provocador (Martínez, Perón). Se ha puesto de relieve que las alternancias de género descritas podrían tener una base sintáctica si se entiende que estos nombres se han formado a partir de adjetivos por elisión de aparato, utensilio u otro sustantivo similar en el caso de los masculinos (aparato transmisor > transmisor) y de máquina en los femeninos (máquina trilladora > trilladora). No obstante, esta hipótesis no explica que sean tantos los nombres instrumentales con doble terminación y tampoco aclara contrastes como un fusil ametrallador ~ una ametralladora, acaso debido a la influencia del femenino metralleta o del francés mitrailleuse.

6.7t Es posible designar un mismo instrumento con sustantivos de base léxica diferente en -dor/-dora según las áreas lingüísticas. Así, el dispositivo que corta o desconecta la corriente eléctrica se denomina apagador en México y parte de Centroamérica, pero interruptor en los demás países: Fue al baño por una ducha y buscó a tientas el apagador hasta encontrarlo (Aguilar Camín, Error). Se distinguen igualmente marcador (en el español americano) y rotulador (en el europeo), al igual que aplanadora y extinguidor (más usados en el español americano) en relación con apisonadora y extintor (preferidos en el europeo). Alternan en varios países (y, a veces, en el interior de un mismo país) agarrador (también agarradero) y cogedor, del mismo modo que ascensor y elevador.

6.7u El uso de -dera como femenino de -dor en la lengua antigua se examinará en los § 6.8b y ss. Se dan varias alternancias entre -dor y -dera para designar instrumentos similares o muy próximos, como en los pares siguientes:

agarrador ~ agarradera (también agarradero en muchos países); andador (‘instrumento para andar’ también ‘pasillo, calle peatonal’, en algunos países) ~ andadera; aplanador ~ aplanadera; aparvador ~ aparvadera; cobertor ~ cobertera; colador ~ coladera (el segundo usado como nombre de instrumento en los países andinos, a veces en alternancia con el primero); destilador ~ destiladera (en México y Centroamérica); escupidor ~ escupidera; lanzador ~ lanzadera (‘cierto cohete’ en los dos casos); regador (en parte del área antillana) ~ regadera; tajador ~ tajadera.

Los instrumentos o utensilios designados en los pares siguientes presentan más diferencias entre sí, pero muestran igualmente la regularidad de la oposición -dor/-dera: abrazador ~ abrazadera; alargador ~ alargadera; alzador ~ alzadera; calzador ~ calzadera; cogedor ~ cogedera; cortador ~ cortadera; moledor ~ moledera. En la siguiente sección se examinarán diversos aspectos de la relación entre -dero y -dor y sus variantes femeninas.

6.7v Comparado con el paradigma de los nombres en -dor/-dora de sentido instrumental, el que forman los nombres de lugar es mucho más sucinto. Pertenecen a él asador, cenador, comedor, corredor, desayunador (en México, Chile y parte de Centroamérica), distribuidor, intercambiador, mirador, obrador (‘taller artesanal’), parador, probador, recibidor, tocador, vestidor y muy pocos sustantivos más. En Valencia (España) se usa entrador para designar el portal de entrada de una finca o una urbanización. Se ejemplifican aquí algunos de los sustantivos mencionados:

Fui al comedor, fui al mirador, entré por fin en la sala (Ibargüengoitia, Pasos); Uno de los secuestradores lo llevó del brazo caminando con los lentes ciegos hasta el final de un corredor (García Márquez, Noticia); Toda la mesa del desayunador cedió y ambos cayeron al suelo (Obando, Paraíso); Trabajaban en el obrador de una pastelería proveedora de la Casa Real (Cerezales, Juego); Me coloqué delante del espejo del vestidor (Gala, Pasión); Acompáñeme al tocador… voy a ponerme polvos (Güiraldes, Raucho); A la primera curva veremos un entrador de ligera pendiente que nos adentrará a un camino de chalés (Provincias 21/4/2006).

Unos pocos sustantivos tienen acepciones distintas como nombres de instrumento y de lugar, entre ellos asador y tocador (un mueble o un aposento). Están próximos a las nociones de instrumento y de lugar mostrador y cogedor, el segundo en la interpretación de ‘cajón de madera’. Se usó dormidor como nombre de lugar (actual dormitorio) en la lengua medieval: Tenía su cama en el dormidor (Villegas, A., Fructus). El empleo de parlador en el sentido del actual locutorio se atestigua en el Arcipreste de Hita, pero no es común en los textos antiguos: Alegre va la monja del coro al parlador (Arcipreste Hita, Buen Amor).

 

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