Sintaxis

12. El sustantivo y el grupo nominal

12.12 Las nominalizaciones (II). Nominalizaciones de cualidad, de agente y de estado

12.12a Las nominalizaciones de cualidad (grupo 3 en el § 12.11c) son sustantivos derivados de adjetivos, por lo que denotan propiedades de personas o cosas. Los grupos sintácticos a los que las nominalizaciones se refieren se interpretan, por tanto, como argumentos de tales sustantivos. Se subrayan estos complementos argumentales en la aspereza del corcho; la sordera del abuelo; la amabilidad del anfitrión con sus invitados. Nótese que el complemento con sus invitados es heredado por el sustantivo amabilidad de su base léxica: el adjetivo amable. Son también dos los argumentos del sustantivo fidelidad en su fidelidad a la causa. Ambos corresponden a argumentos del adjetivo fiel: el que designa la persona o las personas de las que se predica la propiedad de ‘ser fiel’ (su) y el que denota la materia en la que revierte esa propiedad, o en relación con la cual se da (a la causa). En general, los argumentos oracionales de los adjetivos (seguro de tener razón) pueden heredarse en las nominalizaciones de cualidad: Han manifestado en conversaciones su seguridad de obtener una mayoría aplastante en las actuales elecciones (Zaragoza, Concerto).

12.12b Aunque no constituye una pauta frecuente, algunos nombres de cualidad pueden ser también nombres de acción. El sustantivo limpieza denota la cualidad de limpio en el primero de los dos fragmentos que siguen, pero en el segundo designa la acción de limpiar:

El taxista, celoso de la limpieza de su vehículo, observaba por el espejo retrovisor (Alou, Aportación); Tengo que hacer la limpieza de los coches, hacer las camas, quitar el polvo, sacar brillo al suelo (Arrabal, Cementerio).

Cabe pensar que este cruce de propiedades pueda estar relacionado con el hecho de que limpieza rechace los complementos agentes (*la limpieza de las calles por los barrenderos), pero en los estudios sobre las nominalizaciones se han presentado otras explicaciones para dar cuenta de esta irregularidad. Se analizan los diversos usos de los nombres de cualidad en el capítulo 6.

12.12c Las nominalizaciones de agente (grupo 4 en el § 12.11c) se forman con los sustantivos derivados de verbos. Así, el grupo nominal subrayado en El comprador de una docena de ánforas de vino damasceno no se maravillará si una de ellas encierra un talismán o una víbora (Borges, Ficciones) es un argumento del sustantivo comprador, derivado a su vez del verbo comprar. Este complemento está introducido por la preposición de (no seleccionada por el verbo comprar) y denota la entidad comprada. Es lógico que el agente no pueda aparecer en tal pauta, ya que está incorporado semánticamente en el sustantivo. Se construyen con complementos que corresponden al objeto directo del verbo (complementos objetivos) grupos nominales como los siguientes:

el presidente de la República, la traductora de Verlaine, los causantes del desastre, un servidor de usted, los habitantes de Valparaíso, los salvadores de la patria, la directora de la escuela, un amante de la verdad,

entre otros muchos formados con sustantivos derivados mediante los sufijos -dor/-dora y -nte. A esa misma pauta pertenecen los siguientes ejemplos, a los que pueden añadirse otros que se mencionan en los § 6.6, 6.7 y 6.10. Se subrayan las nominalizaciones de agente con trazo continuo y sus complementos argumentales con trazo discontinuo:

La muerte del desequilibrado acuchillador de don Sebastián Bergua, y violador de doña Margarita y de la artista, fue […] (Vargas Llosa, Tía); Los tripulantes de un vapor que había fondeado en la isla estaban despellejados (Bioy Casares, Invención); […] era Victoria, la sigilosa vengadora de Rubén Fornaris (Cabrera Infante, Habana); Íbamos a perjudicar así al administrador de las fincas y quizás a la pobre Enriqueta (Martínez, Cantor).

12.12d Las nominalizaciones de agente admiten los posesivos para sustituir al objeto, como en el comprador de la finca > su comprador, nuestros lectores (‘los que nos leen’), tu defensora (‘la que te defiende o te defendió’) o sus torturadores (‘los que {lo ~ la ~ los ~ las} torturaron’). En algunos casos resulta más difícil obtener la interpretación del posesivo como paciente. Por ejemplo, el posesivo sus en sus estudiantes corresponde a la primera de las dos variantes de la alternancia siguiente, no así a la segunda: los estudiantes de esta {profesora ~ asignatura}. No sería imposible, sin embargo, usar un posesivo como paciente si, al hablar de cierta carrera universitaria, se dijera Sus estudiantes son los que peor nota media obtienen en tercero. De manera análoga, sus no se refiere a una persona, sino a un tipo de estudios en el texto siguiente: La FP ofrece mejores salidas a sus estudiantes que muchas Facultades universitarias (ABC 17/11/1983). Parece influir en esta interpretación el hecho de que el posesivo tiende a expresar la simple relación de posesión antes que una posible relación argumental. Se analizan otros aspectos de estas alternancias en el § 18.5.

12.12e Son infrecuentes los argumentos de lugar con los nombres de agente. Suele aceptarse que el verbo viajar introduce, entre otros complementos argumentales, el que designa el lugar por el que se viaja. El sustantivo viajero puede heredar este complemento: Relata su aventura en términos que para sí quisiera cualquier explorador de nuevas tierras o cualquier viajero por África (Llamazares, Visión). En cambio, ofrece resistencia a heredar otros argumentos locativos de dicho verbo, como en {viajar ~ los viajes ~ *los viajeros} desde Ciudad del Cabo hasta Nairobi.

12.12f Se forman con mayor facilidad las nominalizaciones de agente si los complementos nominales son genéricos, se construyen sin artículo y se asimilan a los adjetivos de relación, como en el cantor de tangos, una vendedora de diarios, la tejedora de sueños, un conocedor de vinos (sería extraño … de este vino), la escritora de cuentos (más común que … de este cuento) o un visitador de enfermos o […] un triste soplador de vidrios (García Márquez, Otoño). Se mencionan otros ejemplos similares en los § 6.7f y ss. Los derivados obtenidos por supletivismo o suplencia (§ 1.7j) muestran con más claridad esta inclinación. Así, aunque existe el sustantivo robador (de robar), se usa de forma general la forma supletiva ladrón. Resulta más natural, sin embargo, el grupo nominal un ladrón de bicicletas que la variante el ladrón de mi bicicleta.

12.12g Los nombres de instrumento muestran asimismo la propiedad que se acaba de describir, como en una trituradora de residuos; un buen conductor de electricidad. Los complementos de los nombres de agente mencionados en el apartado anterior son argumentales, ya que designan lo cantado, lo vendido, lo escrito, etc. A la vez, poseen propiedades en común con los modificadores clasificativos, lo que los acerca a los adjetivos de relación: juez {comarcal ~ de la comarca}. Los complementos de las nominalizaciones de agente a las que se ha hecho referencia están encabezados por la preposición de. Se mantienen también en los complementos de los nombres de agente los argumentos heredados de los verbos correspondientes cuando están encabezados por otras preposiciones, como en un aspirante a becario, una investigadora en Psicología Clínica. Sobre contrastes como el traidor {*de ~ a} la patria, véase el § 6.7h.

12.12h Los adjuntos se mantienen también en muchos complementos de los nombres de agente, como en sus predecesores en el cargo o en los siguientes ejemplos:

La siguiente muerta fue Adela García Ceballos, de veinte años, trabajadora en la maquiladora Dun-Corp (Bolaño, 2666); […] aquel octavo Abbasida que fue vencedor en ocho batallas (Borges, Ficciones).

Aun así, los adjuntos de modo o manera están más restringidos que otros como complementos de los nombres de agente. Se registran algunos, como en el primer escalador del Everest sin usar oxígeno (favorecido por el carácter superlativo de la construcción), pero se obtienen contrastes marcados en otros casos, como en el {descubrimiento ~ *descubridor} de la penicilina mediante la observación de las bacterias que crecen junto a cierto moho. El rechazo de complementos de manera como el subrayado muestra una incompatibilidad similar a la que poseen los adverbios en -mente en relación con los sustantivos, sean o no derivados, a diferencia de los verbos.

12.12i Las nominalizaciones de estado (tipo 5 en el § 12.11c) han recibido escasa atención de los gramáticos. Se diferencian de las de cualidad en que las primeras tienen bases verbales, mientras que las segundas las poseen adjetivales. Destacan especialmente entre aquellas las que aluden a sensaciones, impresiones, emociones, actitudes y diversos estados de conciencia. Se subrayan los complementos que contienen sus argumentos con trazo discontinuo:

Solo me mueve el deseo de que tu trabajo y tu análisis tengan el éxito que bien mereces (Rangel, Salvaje); […] nuestras aspiraciones a alcanzar una final olímpica (País [Esp.] 13/4/1979); […] la creencia en la fuerza de las oraciones pronunciadas en los altares o adoratorios (Pérez Brignoli, Centroamérica); […] fruto de cierto conocimiento de la gente del pueblo (Delgado Aparaín, Balada); Díaz se ofuscaba con el recuerdo de Capablanca (Zaldívar, Capablanca).

12.12j Algunas de las nominalizaciones de estado se han considerado «de efecto», como en recordar > recuerdo. No obstante, el hecho de que desear, aspirar, creer y otros verbos de este grupo no designen acciones dificulta la extensión de este análisis a sus derivados. Se plantea en algunos nombres de este grupo el problema de la dirección del proceso derivativo, que se aborda en el § 5.7. Así, el DRAE define deseo a partir de desear; preocupación a partir de preocuparse, y sorpresa a partir de sorprender (V > N). Define, en cambio, temer, doler y esperar a partir de temor, dolor y esperanza respectivamente (N > V). En esta segunda opción se considera más básico el nombre que designa lo experimentado que el verbo que expresa el estado o el proceso de experimentarlo, de forma que temor, dolor o esperanza no serían propiamente nominalizaciones, a diferencia de deseo, preocupación o sorpresa. Aun así, en el § 5.7a se explica que el criterio lexicográfico es solo uno de los que suelen usarse para determinar la dirección de los procesos derivativos.

12.12k Es asimismo relevante para la interpretación de las nominalizaciones de estado la posible doble base léxica que se analiza en los § 5.1f y 6.5e y ss. Puede relacionarse, en efecto, excitación con excitarse y con excitado; depresión con deprimirse y con deprimido; preocupación con preocuparse y con preocupado; aburrimiento con aburrirse y con aburri do. Los nombres que se mencionan admiten interpretaciones estativas, como en La depresión le duró varios años o como en el texto siguiente: Yo estaba en un estado de excitación que me hizo olvidar lo que habían sido ayer el hambre y el sueño (García Márquez, Vivir). Estas interpretaciones pueden estudiarse de dos modos. Una opción consiste en considerarlas efectos duraderos de un proceso puntual (el de deprimirse y el de excitarse en los dos últimos ejemplos). La otra opción consiste en asociarlas con las bases adjetivales e interpretarlas como estados episódicos. Si se aplica el primer análisis a […] una borrachera que le duró toda la travesía (Barriguete, Vino), se obtiene la interpretación ‘el resultado de emborracharse’; si se elige el segundo análisis, resulta la lectura ‘la situación de estar borracho’.

12.12l Existen algunas irregularidades sintácticas entre las nominalizaciones de estado. Afectan, en su mayor parte, a la preposición que encabeza el complemento que denota la causa o el estímulo que desencadena el estado físico, emocional o de conciencia que el sustantivo expresa. Contrastan Se preocupa {por ~ de} los demás y su preocupación {por ~ *de} los demás. El rechazo de la preposición de se puede asociar con que en el sustantivo deverbal se pierde la forma pronominal del verbo, que es la que se asocia necesariamente con esta preposición (se preocupa de pero preocupa a). Como se ve, el sustantivo derivado rechaza complementos con la preposición de, que acepta el verbo que constituye su base léxica. Ilustra el caso contrario el verbo admirar. Junto al contraste Lo admira profundamente ~ *Admira profundamente por él, se obtienen secuencias como las siguientes:

Gracias a su admiración por Chiriboga había llegado a San José (Donoso, Elefantes); No podemos sentirnos traicionados en nuestra admiración a su grandeza (Universal [Ven.] 25/1/2000).

Como se ve, la preposición por introduce en el complemento del sustantivo (no así en el del verbo) aquello que motiva o estimula una reacción. Muy similar es el contraste entre Le gusta {la buena mesa ~ *por la buena mesa} y […] una forma de vida que incluye el gusto por la buena mesa (Évora, T., Orígenes). Ello no impide que gusto introduzca complementos con la preposición de, como en […] su gusto de salir por la calle cuando se le antoja (Monegal, Jardín). Existen otros muchos casos parecidos.

 

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