Sintaxis

15. El artículo (II). El artículo indeterminado. Artículos e indefinidos. Elipsis, anáfora, genericidad y especificidad. La ausencia de artículo

15.2 La alternancia un~uno. Artículos y pronombres indefinidos

15.2a La alternancia un ~ una que se estudió en la sección anterior (donde un es artículo femenino) es diferente de la alternancia un ~ uno, cuyo análisis gramatical está sujeto a intensa polémica. Existen, de hecho, varios análisis posibles de secuencias como ¿Quieres un lápiz o ya tienes uno? El análisis tradicional más extendido consiste en considerar la forma un como artículo y la variante uno como pronombre indefinido (o bien como numeral; véase más adelante el § 15.3). Como se ve, la naturaleza indefinida de los dos segmentos un lápiz y uno es la misma, pero el segundo toma su referencia del primero porque es una unidad pronominal. Otros análisis entienden que la diferencia entre un y uno en estos pares es morfofonológica —aproximadamente, como la que existe entre muy y mucho19.5b y ss.)—, no propiamente sintáctica. Desde este segundo punto de vista, las dos unidades que se subrayan en el ejemplo propuesto pertenecen a la misma clase de palabras.

15.2b Se han presentado al menos dos variantes de este segundo análisis. Unos autores entienden que la clase de palabras que un y uno comparten es la de los artículos, mientras que otros creen que es la de los cuantificadores o, más exactamente, la de los indefinidos19.3). En ambos casos, uno se analizaría en la forma [uno Ø], de manera similar a como se admite un núcleo nominal tácito en representaciones como No pedí otro lápiz porque ya tenía [varios Ø]. Se contrasta esta opción con la que prescinde de Ø (… ya tenía varios, con pronombre cuantificativo, en los § 19.2j-m). Véanse también sobre el mismo punto los § 1.9m-p, 17.2h-j y 21.1e.

15.2c Cada uno de los análisis esbozados en los apartados precedentes cuenta con argumentos a favor y en contra. En este capítulo se adoptará el primer análisis, según el cual la diferencia entre un y uno —más allá de su proximidad semántica y su parentesco histórico— es de naturaleza sintáctica. Se considerará, pues, que un es artículo y que uno es pronombre en el ejemplo propuesto ¿Quieres un lápiz o ya tienes uno? Sin embargo, también se aceptará la idea —defendida en la tradición gramatical académica— de que el artículo indeterminado un constituye una forma apocopada del pronombre indefinido uno. En cuanto artículo, un informa sobre ciertas propiedades referenciales del grupo nominal. A la vez, no puede desempeñar por sí solo funciones sintácticas oracionales o no minales, frente a los pronombres. Dada la estrecha conexión que existe entre el artículo indefinido un/una y el pronombre indefinido uno/una, se analizarán en este capítulo los contextos en los que se favorecen o se excluyen interpretaciones semánticas que afectan por igual a todas estas voces, como sucede en el caso de las construcciones genéricas (§ 15.8).

15.2d La distinción tradicional, aquí mantenida, entre el artículo un (Quiero un lápiz) y el pronombre indefinido uno (Quiero uno) ha sido criticada con varios argumentos, algunos de cierto peso. Además del hecho de que los llamados contextos de genericidad y especificidad son idénticos en uno y otro caso (§ 15.8), se ha llamado la atención sobre el hecho de que se pierde una generalización importante al asignar categorías diferentes a dos unidades que no se diferenciarían en sus rasgos sintácticos ni semánticos, sino en los morfofonológicos. En general, el considerar la categoría modificada como el criterio clasificador fundamental obliga a desdoblar un gran número de palabras en dos clases gramaticales distintas en función de que incidan o no sobre un sustantivo (§ 1.9m y ss. y 19.2j-n).

15.2e Quienes critican la tendencia a la duplicación categorial a la que se hace referencia señalan que tal opción aumenta innecesariamente el número de paradigmas gramaticales. Se diferencian así los adjetivos o determinantes demostrativos (No veo bien esta letra) de los pronombres demostrativos (No veo bien esta); los adjetivos numerales (Había tres flores) de los pronombres numerales (Flores solo había tres); o los adjetivos indefinidos (Elige cualquier carta) de los pronombres indefinidos (Elige cualquiera), entre otras duplicaciones similares. Recuérdese a este propósito el § 1.9p, donde se acepta de manera general el análisis de elementos nominales tácitos que evita la duplicidad mencionada. Si se piensa, en cambio, que la diferencia entre los pares algún ~ alguno; ningún ~ ninguno; cualquier ~ cualquiera es morfofonológica en lugar de categorial, se establece menos redundancia en la clasificación y se explica más adecuadamente la identidad significativa que esos cuantificadores mantienen. Los análisis que proponen evitar el desdoblamiento introducen, pues, núcleos nominales tácitos. Desde este punto de vista, no hay diferencia categorial entre los dos numerales que aparecen en la oración Eran [tres ladrones] y solo [tres Ø], ya que el sustantivo tácito Ø garantiza que los dos segmentos encerrados entre corchetes tienen idéntica estructura.

15.2f Varios gramáticos han sugerido que el análisis que evita el desdoblamiento debería aplicarse también a un ~ uno. Tal como se ha expuesto abreviadamente, en estos análisis se propone que las formas un y uno que aparecen en ¿Quieres un lápiz o ya tienes uno? deben corresponder a la misma clase de palabras, con lo que se anularía la distinción entre artículos indefinidos y pronombres indefinidos. Así pues, tanto si uno se considera artículo como si se analiza como cuantificador, se representaría (desde ese punto de vista) en la forma [uno Ø]. Además del argumento relativo a los contextos genéricos, ya mencionado, el que tiene más peso a favor de la equiparación categorial de un y uno es la correspondencia que se establece con algún ~ alguno, ningún ~ ninguno y cualquier ~ cualquiera. Un inconveniente, en cambio, de dar ese paso es el hecho de que obliga a redefinir la categoría ‘artículo’ (nótese que en los casos anteriores no es preciso redefinir el concepto de ‘cuantificador’), anular la distinción entre artículos indefinidos y pronombres indefinidos, y permitir que los artículos ejerzan funciones sintácticas propias de los grupos nominales. Entre los semantistas es más frecuente, en cambio, considerar los indefinidos como una categoría gramatical, sean artículos o pronombres. En el § 1.9n se comprueba que los cuantificadores son, en efecto, una clase de palabras transversal. Desde esta opción, un no sería tanto un artículo como un indefinido.

15.2g El anular la distinción tradicional entre artículo indefinido y pronombre indefinido no ofrece, en cambio, ventajas apreciables para explicar las alternancias que se establecen en función de la oposición entre sustantivo y adjetivo, como en un viejo ~ uno viejo (que se consideran en el § 15.2l), o para analizar la irregularidad de construcciones como *un de Beatriz15.2o) o de otras como *un amable15.2n). Tampoco se obtienen ventajas considerables en la tarea de explicar los dos sentidos de expresiones como una indirecta15.2ñ). Podría parecer que, al adoptar el análisis unificador, resultaría más simple poner en relación las formas que se subrayan en las expresiones el caramelo de fresa y el de limón y un caramelo de fresa y uno de limón, pero más que acercarse uno a la clase de los artículos en estos casos, cabe pensar que se acerca el a la de los pronombres demostrativos (cf. fr. celui), como se explicará en el § 15.7d.

15.2h Independientemente de las consideraciones que se hicieron en los apartados precedentes, debe señalarse que está bien encaminada la idea —defendida hoy en día por varios gramáticos en marcos teóricos distintos— de que habrá siempre cierta redundancia en cualquier sistema gramatical que contenga simultáneamente artículos, cuantificadores, adjetivos determinativos y pronombres, y, de hecho, existen en el panorama gramatical contemporáneo varias propuestas reductoras que no será posible examinar en esta obra. Se retoman algunos aspectos de estas cuestiones en el § 19.2j-n. En los apartados siguientes se analizarán las características fundamentales del artículo indefinido un/una y se prestará especial atención a su relación con el pronombre indefinido uno/una. Se examinará asimismo la distribución sintáctica que corresponde a todas estas formas. En los § 15.3f y ss. se estudiará la oposición entre artículos y numerales.

15.2i Los artículos indeterminados pueden ser tónicos. Es átono el artículo unos/unas en los contextos en los que precede a un cuantificador numeral cardinal para indicar cantidad aproximada, como en En la plaza habría unas doscientas personas. También carece de tonicidad en las locuciones cuantificativas unos pocos y unos cuantos, cuyo acento se sitúa en el segundo componente. El indefinido unos/unas no se usa como pronombre independiente, aunque su antecedente se reconozca de manera inequívoca. Así, a la pregunta ¿Cuántos alumnos había en el patio? no es posible contestar Unos, sino Algunos, Unos cuantos o incluso Unos que habían llegado tarde. Esos enunciados forman, en efecto, grupos tónicos, por lo que poseen cierta autonomía sintáctica y pueden actuar como focos (§ 40.4c). No son posibles tampoco sustituciones como Llegaron unos cazadores > *Llegaron unos o Laura vivió allí unos meses > *Laura vivió allí unos. En cambio, los grupos nominales indefinidos (unos niños, unos libros) pueden usarse para responder preguntas. El artículo unos/unas pasa a ser tónico en esos entornos, como en —¿Qué había sobre la tumba? —Unas flores.

15.2j El artículo indefinido incide asimismo sobre los pronombres recategorizados como sustantivos (Es un cualquiera; Funciona como un todo; Este número es un seis), raramente sobre los que no lo están (*un esto). En el habla coloquial del Perú, entre otros países, no es infrecuente esto como sustantivo cuando no se recuerda el nombre de un objeto, como en Necesito un esto de color más oscuro. El artículo un admite otras muchas expresiones sustantivadas. Unas se forman léxicamente, como en un abrir y cerrar de ojos, o en un parapoco (‘pusilánime’), que utiliza Cervantes: Si el gobernador sale rico de su gobierno, dicen dél que ha sido un ladrón, y si sale pobre, que ha sido un parapoco y un mentecato (Cervantes, Quijote II). Otras obedecen a usos metalingüísticos. En los textos siguientes se sustantivan con un varios verbos conjugados:

Ayer se fue; mañana no ha llegado; / hoy se está yendo sin parar un punto: / soy un fue, y un seré, y un es cansado (Quevedo, Poesías); Ella en persona, volviendo la cabeza sobre su hombro desnudo y sugiriendo un “¡Sígueme!” (Sampedro, Amante).

15.2k Al igual que en el caso de los artículos determinados (§ 14.2c), los indeterminados no aparecen necesariamente en posiciones contiguas al sustantivo sobre el que inciden:

Un en apariencia simple incidente […] (Gaos, Antología); Venía motivado por la aparición de El aciago demiurgo, última obra de un para mí plenamente desconocido E. M. Cioran (Savater, Despierta).

El artículo indeterminado un/una forma parte de un gran número de locuciones cuantificativas, entre las que están un poco, un tanto, un pelo, una barbaridad, una burrada, un montón, un sinfín, un porrón y otras que se mencionan en los § 12.5a-l, 20.2d y 30.17f-h. Sobre locuciones adverbiales como por un casual, véase el § 30.11f; sobre el uso lexicalizado de algunos infinitivos nominales como un suponer, un sinvivir, véase el § 26.3.

15.2l Como se explica en los § 13.7d-j, existen en español muchos adjetivos recategorizados como sustantivos que denotan propiedades caracterizadoras de clases de personas o cosas. Pueden, pues, funcionar como miembros de una u otra categoría según los contextos. Así, viejo es adjetivo en un libro viejo, aquella vieja idea, ropa muy vieja o en lo viejo que lo encontré; pero es sustantivo en Los viejos nos enseñan con su experiencia (es decir, ‘las personas viejas’) o en cosas de viejos. Pertenecen al mismo grupo médico, extranjero, vecino, sospechoso, enemigo, portátil y otros muchos sustantivos que se describen en esos apartados. En su acepción sustantiva, estas palabras admiten el artículo indefinido. Como se ve, las expresiones un viejo y un médico designan necesariamente personas. El artículo un no puede incidir, en cambio, sobre adjetivos: Pensaba poner un disco nuevo, pero acabé poniendo {*un ~ uno} viejo. Estos adjetivos pueden modificar, en cambio, al pronombre indefinido uno, al igual que a otros pronombres: alguno mejor, cuántos felices, ninguno simpático. Se explican, pues, de esta forma contrastes como los siguientes:

un enfermo ~ uno enfermo; un extranjero ~ uno extranjero; un intelectual ~ uno intelectual; un objetivo ~ uno objetivo,

entre otros muchos similares. El artículo un precede al sustantivo, por lo que se obtendrá el significado que el diccionario asigne a esos nombres. El pronombre indefinido uno admite como modificador al adjetivo, por lo que la interpretación de esos grupos (uno enfermo, uno intelectual, uno objetivo) habrá de ser proporcionada por algún sustantivo (disco, en el ejemplo propuesto arriba), en una relación anafórica o catafórica, como se mostrará en los § 15.7a, b. Análogamente, con la expresión uno médico se puede hacer referencia a cierto problema; con uno objetivo, a algún análisis; con uno feliz, a un ser humano, un futuro, un día o cualquier otro sustantivo masculino al que pueda atribuirse esa cualidad y el contexto inmediato proporcione.

15.2m Los términos que designan colores pueden funcionar como adjetivos o como sustantivos, según se explica en los § 13.7k-q, pero solo aceptan el artículo indefinido en el segundo caso, como en A esta habitación le iría bien un azul claro o en los textos siguientes:

El cielo se ha puesto de un azul tierno y recién nacido (Roa Bastos, Vigilia); A medianoche, todas las luces se atenuaron, y emigraron en bloque hacia un blanco frío, tenue como una luna nublada (Grandes, Aires).

Cuando funcionan como adjetivos, modifican en cambio al pronombre uno. Designan entonces el color de alguna cosa que no aparece explícitamente mencionada en el grupo nominal y debe obtenerse del contexto, como en los casos examinados en el apartado anterior:

Teresa cuenta los caballos: cuatro negros y uno blanco (Pérez-Reverte, Reina); Diagramaba su página con dos plumones, uno azul y otro rojo (Bayly, Días); Saca tres papelitos: uno rosa (el del amor), uno amarillo (el del dinero) y otro azul (el de la familia) (Hayen, Calle); Pirulo usaba un pantalón morado a cuadros y tu hermano uno marrón también a cuadros (Ribeyro, Geniecillos).

Aun así, los pronombres indefinidos admiten ciertos grupos nominales en relación apositiva, como en uno azul celeste. Se obtiene de esta forma una estructura sintáctica similar a la que se reconoce en un tono verde botella o una bufanda amarillo limón. Véanse los § 13.7k-r para otros aspectos de la relación «sustantivo–adjetivo» en estos casos.

15.2n Se deduce del análisis presentado en los apartados anteriores que los adjetivos que no admiten usos sustantivos serán incompatibles con el artículo un: *un interesante, *un difícil, *un feliz, etc. Se usa un inteligente, un simpático en el área andina, pero con otra interpretación (§ 15.5f). Para el uso nominal de ciertos adjetivos ponderativos (un buenazo, un infeliz, un malvado, un tonto), véanse los § 13.7d-h. También se deduce que los grupos adjetivales rechazarán un, al igual que lo hacen los adjetivos: *un muy viejo, *un tan grande, *un demasiado caro, *un verdaderamente profesional, y —análogamente— que lo admitirán los grupos nominales: un gran hombre, un verdadero profesional. Para el uso del artículo indefinido ante los posesivos prenominales (un mi amigo, un mi tío), véanse los § 18.2m-ñ.

15.2ñ Como el artículo indefinido una coincide con el pronombre indefinido una, es esperable que se produzca ambigüedad entre la interpretación sustantiva y la adjetiva con las voces que puedan funcionar gramaticalmente como adjetivos además de como sustantivos. Así, pequeña puede ser sustantivo (mi pequeña) o adjetivo (una pequeña contribución). Fuera de contexto no es posible saber si pequeña es sustantivo o adjetivo en la expresión una pequeña. Si es sustantivo, una será aquí artículo, y el grupo nominal designará una niña; si pequeña es adjetivo, una será pronombre y habrá que buscar, como en los casos mencionados en el apartado anterior, un antecedente apropiado: ¿Quieres una botella grande o una pequeña? Se aplica el mismo análisis a expresiones como una perpendicular, una indirecta, una médica, una intelectual, una peruana y otros muchos grupos nominales análogos, que han de recibir, asimismo, dos análisis, puesto que poseen dos interpretaciones (§ 13.7). No habrá ambigüedad, en cambio, si se eligen voces que sean únicamente adjetivos, como en una amable, donde una es pronombre, u otras que solo sean sustantivos, como en una manzana, donde una es artículo (o bien numeral: § 15.3f).

15.2o Frente a los artículos determinados, los indeterminados o indefinidos no pueden incidir sobre sustantivos tácitos. Contrastan, pues, el de ellos (donde cabe interpretar un núcleo nominal sobrentendido: el Ø de ellos) con *un de ellos. No obstante, estas construcciones se encuentran ocasionalmente en los textos medievales:

Y después, se ha de tomar un de filo hierro o azero tan gruesso como un alfiler gordo o según el tamaño del redondo del papel, rosa, aguja o brúxola que ya se puede llamar (Cortés Albacar, Esfera); E no ser menor que el justicia de Aragón con los diputados del dicho reino o mayor parte de aquéllos, con que ende haya un de cada braço (Cabrera Córdoba, Historia).

El numeral uno/una, en su variante apocopada, introduce asimismo complementos partitivos en la lengua medieval:

Levantóse en medio un de los rencorosos, / fizo malas senneras e gestos alevosos (Berceo, San Millán); Fue un de los maestros la madera medir, / por veer qé menguava, qé avié de complir (Berceo, San Millán); Mando Nuestro Sennor venir a Samuel por untar por rey un de los fijos d’Issa [y] de Bethleem (Almerich, Fazienda).

15.2p Descartando los usos sustantivadores metalingüísticos señalados en el § 15.2j, los artículos indefinidos no admiten subordinadas sustantivas, como en {el ~ *un} que tú hagas esas cosas, y tampoco relativas: {el ~ *un} que tú me diste, en contraste con el pronombre indefinido uno/una: uno que tú me diste15.2r). Se ha observado que constituyen excepciones algunas subordinadas sustantivas de infinitivo que aceptan el artículo un, como en un estar siempre pendiente de todo. Estas oraciones se estudian en el § 26.3. No es extraño que el pronombre uno/una admita como modificadores grupos preposicionales (uno sin azúcar, uno de aquí) o que se utilice en las construcciones partitivas (§ 20.1: uno de estos muchachos). El rechazo de secuencias como la citada *un de ellos es análogo al de otras formas apocopadas en estos mismos contextos: *cualquier de ellos; *algún de estos días. No obstante, se ha observado que en la lengua actual existe incompatibilidad entre el plural unos/unas y las construcciones partitivas, como en {Algunos ~ *Unos} de ellos no estaban de acuerdo, a diferencia de lo que revelan los textos antiguos:

A unos de ellos les pareció que sería bien acertado mandar volver los despachos (Cieza, Guerras); Cuando unos de ellos dormían, otros velaban (Pérez Moya, Filosofía).

En lo que respecta al español de hoy, el resultado es el mismo si queda tácito el complemento partitivo, como en {Algunos ~ *Unos} no estaban de acuerdo, con excepción de las correlaciones unos… otros…: Unos decían que había que llamar a la policía y otros decían que había que cerrar las puertas y las ventanas (Mendoza, Verdad). Sobre estas cuestiones, véase el § 20.3w.

15.2q Como se explicó en el § 15.2o, el artículo indeterminado no incide sobre sustantivos tácitos o sobrentendidos. Esta propiedad tiene otras consecuencias sintácticas. En efecto, el primer término de la correlación de [un lado] a [otro] es un grupo nominal indefinido, y el segundo, un pronombre que también lo es, por lo que cabría igualmente el análisis de [un lado] a [otro Ø]. Se dice, asimismo, de [uno] a [otro lado], donde se obtiene la misma relación, pero con el pronombre en primera posición. Así pues, también es posible aquí el análisis de [uno Ø] a [otro lado]. Se rechaza, en cambio, *de [un] a [otro lado] porque el artículo no puede constituir por sí solo un grupo nominal, y también *de [un Ø] a [otro lado] (donde Ø representa un sustantivo tácito) porque el artículo es forma apocopada y no puede apoyarse fonéticamente en el sustantivo sobrentendido ni recuperar su contenido en esa situación, al igual que sucedía en *un Ø de ellos. Se aplica el mismo razonamiento a *algún de ellos, *ningún de estos y otras secuencias similares mencionadas en el apartado precedente. Para excepciones como algún que otro, que alterna con alguno que otro, véase el § 19.5j.

15.2r Los artículos indefinidos pueden incidir sobre grupos nominales aunque contengan formas apocopadas (un primer momento, un gran hombre), salvo si el cuantificador lo impide por alguna característica propia, como en *un cualquier libro, frente a un libro cualquiera (véase el § 20.4 sobre la gramática de cualquiera). Téngase en cuenta que el artículo un modifica a todo el grupo nominal en su conjunto (por tanto, un [primer momento], no *[un primer] momento), de forma que estas secuencias se ajustan a las pautas introducidas en los apartados anteriores. Los pronombres indefinidos no están sujetos a estas limitaciones. Admiten, pues, además de adjetivos, subordinadas relativas, como en uno que tú conoces, incluso si el relativo es en ellas término de preposición, como en estos otros ejemplos:

—Decidme, hermano escudero: este vuestro señor ¿no es uno de quien anda impresa una historia que se llama Del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que tiene por señora de su alma a una tal Dulcinea del Toboso? (Cervantes, Quijote II); El pelotón estaba formado por soldados, todos voluntarios excepto uno al que le tocó por sorteo (Gironella, Hombres); Solo se había enamorado de una con la que —ahora me daba cuenta— no había vivido durante todos aquellos años, y con la que tampoco había tenido dos hijos (Millás, Mujeres).

El artículo determinado no admite, en cambio, las relativas preposicionales (*el de que me hablas), como se explica en los § 44.2p y ss.

15.2s Existe en español un artículo determinado neutro (lo: § 14.9 y 14.10). Con las excepciones que se explicarán, no se utiliza hoy, en cambio, uno como pronombre neutro. Hasta muy recientemente se usó este pronombre indefinido como neutro en la correlación opositiva uno… otro…, casi siempre con antecedentes oracionales. Así pues, uno tenía el sentido de ‘una cosa’, en oposición a otro ‘otra cosa’, como en los siguientes ejemplos:

Uno es vencer, otro saber gozar de la vitoria (Cabrera Córdoba, Historia); Uno es que los clérigos se junten con el rey para quitarnos esta autoridad; otro es, no lo olvidéis, que los villanos se junten para el mismo propósito con el rey (Cánovas, Campana); Uno es andarse por jardines y sotos cogiendo florecillas, otro ir por montes y valles tras el caballero armipotente en cuya jurisdicción entra todo lo difícil de acometer y duro de ejecutar (Montalvo, Tratados).

En la lengua actual se usan de manera ocasional estas correlaciones en construcciones lexicalizadas o semilexicalizadas, como en ser todo uno (Salir a la calle y mancharme fue todo uno) y en ciertos adagios (Uno es ser católico y otro es comerse los santos; Uno es que te den la mano y otro que tomes el pie), pero son infrecuentes fuera de ellas. Se emplea en su lugar la correlación una cosa… otra (cosa)…, como en Una cosa es escribir como poeta y otra como historiador (Roa Bastos, Vigilia).

15.2t Como se explica en el § 21.2d, uno/una solo admite ir precedido del artículo determinado en la correlación el uno… el otro… y sus variantes de género y número. El elemento indefinido tiene interpretación anafórica en estos contextos y remite, por lo tanto, a una entidad identificable en el contexto previo, como en Lo uno suele llevar a lo otro; Oí lo que el uno le decía a la otra, o en los ejemplos que siguen:

Se llaman así porque empezaron el negocio dos socios. El uno aragonés y el otro catalán (Vázquez Montalbán, Soledad); No podían modificar ni tantito la dirección de estas fuerzas desconocidas que las obligaban, a la una, a compartir con Tita su sino, […] y a la otra a asumir esta absurda determinación (Esquivel, Agua).

Cabe señalar que en los últimos ejemplos el artículo definido puede suprimirse sin que cambie el contenido de la correlación, lo que muestra el carácter intrínsecamente definido de esta: Los dos guaruras eran de mediana edad, corpulentos y tranquilos. Uno con acento ruso y otro sin acento de ninguna clase porque jamás abría la boca (Pérez-Reverte, Reina). Aun así, puede entenderse que uno es numeral en el primer caso, en lugar de un pronombre indefinido. Es posible pensar igualmente que el uno equivale a ‘uno de ellos’ en las construcciones del grupo anterior. El uso antiguo la una con el sentido de ‘una de ellas’ (la una mano por una de las manos), los dos en el de ‘dos de ellos’, los tres en el de ‘tres de ellos’, etc. se analiza en los § 21.2e-g.

15.2u En la lengua clásica era frecuente la secuencia «el uno y otro + sustantivo», en lugar de las opciones actuales «uno y otro + sustantivo» o «un + sustantivo + y el otro»:

Pisó por ella el uno y otro lado / de la gran Sierra Negra (Cervantes, Quijote I); Con la espada sangrienta va furioso / hiriendo por el uno y otro lado (Ercilla, Araucana I); La extensa vega de Jerez coronan / el uno y otro ejército fronteros (Espronceda, Obra poética).

Para el empleo de el uno al otro, el uno del otro, etc. en las oraciones recíprocas, véase el § 16.5. Sobre el uso de uno o una para referirse al que habla, véase el § 15.8m.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
pronombre indefinido, pronombre numeral cardinal

 

Nueva gramática de la lengua española
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