jara

Diccionario histórico del español de Canarias

jara, jarra, xara

 

jara, jarra, xara. f. Arbusto cistáceo, de hasta un metro de altura, siempre verde, hojas oval-lanceoladas, de color verde pálido y finamente tomentosas, especialmente por el envés, flores muy vistosas, aunque fugaces, con una corola de color rosa muy intenso, y frutos comestibles, que fueron utilizados por los aborígenes como alimento (Cistus symphytifolius).

                c1770 (final s.xix) Descripción de Go (fol.7v): [...] los árboles que se crian en los montes son los siguientes: bresos, codesos, jaras, tilos, mocaneros, barbusanos, viñaticos, seviños, tejos, follados, palos-blancos, sanguinos, cotos, casquidos, madroños, sabubos y otros mas que no saben sus nombres, tendrán dichos montes cuatro leguas y media de longitud y tres de latitud [...]. 1793-1806 (1983) Escolar Estadística iii (p.204): [Vilaflor, Tenerife] Los montes de Vilaflor son abundantes en pinos, retamas, escobones y jaras.

                1808 (1882) Viera y Clavijo Flora (p.41): Teucrio. Arbolito privativo de nuestras islas, especie del género de los teucrios, que los botánicos franceses llaman «germandre». El caballero Lamarck dio al nuestro el epíteto de «teucrium canariense»; y Pluknet, «mellisophyllum citratum ex insulis Fortunatis lingo veha dictum». Parece que este término «lingo veha» quiere decir «lengua de oveja»; bien que en Tenerife, donde este arbolito es más conocido, no se le da tal nombre sino el de «jara», error del vulgo, pues la «jara» es el «cistus», planta de muy diferente clase. 1840 Webb/Berthelot Phytographia (sect. 1ª/1, p.125): Rhodocistus berthelotianus. Spach. [...] Jarra incolarum. 1852 (2005) León Memoria (p.47): La primera región de los montes, esto es, la más baja, está poblada regularmente [de] brezos, acebos, laureles, durillos, jaras, acebiños y algunos pinos. 1856 (1986) Castro La isla de Go (p.47): Una tercera parte de la Isla se halla poblada de montes mas o menos cerrado, su Arbolado es el Aceviño el til, Mocan, Acebuche Almasigo, Sabina, Viñatico, Barbuzano Tejo, Loro Brezo, Palo blanco Aya tagasaste Aderno Saguitero Marmolan, Madroño el pino, Jara (En nota: Rama baja y abundante particularmente en chipude), el Cardon y la tabayba el sedero el tartago el Algodonero, el Agenjo en abundancia y porcion de yerbas medicinales de que los estranjeros suelen hacer acopio de vez en cuando, flores varias y estrañas, unas cultivadas otras silvestres. c1865 (1996) Álvarez Rixo Voces (tlec ii, p.1582): Jara o Xara, s.f. voz indíg[ena]. Plantecita solo producida en los Montes, tiene las hojas de pulgada de largo, porosas, lanujosas y color más vivo que el de la salvia: la flor grande y rosada de cinco hojas delicadas horizontales, con centro amarillo lo mismo que los estambres agrupados en forma de botón: a lo lejos parece ser una rosa, pero carece de olor: la planta sí lo tiene no desagradable. (En nota: Rhodocistus Berthelotianus. [...]). 8-ii-1880 Bello Un jardín (p.34): Esa es, dijo González, la Globularia salicina, que se da en los riscos de nuestro país, donde lleva distintos nombres, entre éstos el de jara en la parte septentrional de Tenerife; sinonimia que debiera evitarse, pues que ya V. ha visto que lleva generalmente este nombre el Cistus vaginatus. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.133): El monte del agua agria está adornado de pinos, retamas, codesos, escobones y jaras. Ibídem (p.320): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Globularia de Canarias, jara, indígena, Globularia salicina canariensis. Globulariáceas.

                1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.424): Frutas. [...] hacemos mención de los hongos o aijótas y de la tímboca o vaquitas especie de planta parasitaria de la jara. 1958 Loynaz Verano en Tf (p.315): También vemos allí [en el Jardín Botánico], naturalmente, peculiares productos de la tierra: el pino canario, que es diferente a toda la familia; el barbuzano, de madera preciosa; la planta conocida por el vulgo como hierba conejera, que se recoge en Las Cañadas, de entre la misma piedra pómez; el tajinete, el acebuche, la jara, que son especies ya extinguidas por la destrucción sistemática del hombre.

¨También designa al jaguarzo (Cistus monspeliensis), según el decan ii. La voz es castellana, ya documentada por Corominas en el siglo xiii (vid. el dcech iii), y está registrada en los diccionarios, pero referida a Cistus ladanifer o ladaniferus (vid. el dgile y el dea ii, p.ej.). En Canarias se ha aplicado a plantas diferentes, aunque todas citáceas, tal y como lo explica Wölfel (p.684): «No cabe duda de que jara "arbusto de las cistáceas" es una palabra española. Queda sin resolver, no obstante, la cuestión de si los españoles de las Islas trajeron consigo este nombre y lo trasladaron a otra planta, o si los aborígenes tenían para una planta autóctona una denominación que sonaba igual o de forma parecida. No faltan paralelos bereberes». La variante jarra no es más que una mala transcripción o una errata en el texto de Webb y Berthelot.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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