kris

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'arma blanca corta, parecida a una daga de hoja sinuosa', bajo la variante quirrises (en plural), en la Relacion escrita y presentada al Emperador por Andres de Urdaneta de los sucesos de la armada del Comendador Loaisa, desde 24 de Julio de 1525 hasta el año 1535, incluida en los Documentos relativos a Fray García de Loaísa y Álvaro de Saavedra recopilados por M. Fernández de Navarrete (1837), donde se enumeran las armas usadas por los nativos de la isla de Bendanao y se especifica que los quirrises son "á manera de puñales". No vuelve a registrarse hasta 1609, en la Conquista de las islas Malucas de B. L. de Argensola. Dado que designa un arma asociada a una cultura y zona geográfica específica, los testimonios de esta palabra se localizan fundamentalmente en estudios históricos o geográficos de las islas Filipinas, si bien desde mediados del siglo XIX se registra también en la prensa, donde a menudo se menciona expresamente su origen (lo que, unido al hecho de que aparezca en cursiva en varios de los periódicos, podría apuntar que se consideraba un extranjerismo no completamente asentado en español). Hasta la edición del DRAE de 2001, en todos los diccionarios en que figura (incluido el primero que la consigna, el Diccionario castellano y portuguez de Bluteau, 1721) presenta la grafía cris. No obstante, desde mediados del siglo XIX se documentan también las formas kris (en 1840) y kriss (en 1857) que, acaso, se debe a influencia del francés; el plural vacila igualmente entre las formas crises, crisis, crizes, kris y kriss.