recalada

recalada. (De orig. marinero). f. Acción de recalar. U.m. en la loc. adv. «de ~».

                29-vi-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.317): El rancho entra de recalada en un ventorrillo. El ventorrillo es de mi comadre Pino la Chacarona, que se trajo sus sabanitas y sus cañitas de San Nicolás y lo escarranchó a una banda de la carretera, pegado a la iglesia. iii-1947 (1976) Guerra Cuentos i (p.516): ─Toma tu parte ─dijo Soledad a su marido tirándole delante las pesetas, según entró de recalada. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.78): Han sostenido el diálogo Monagas y Candelaria Santana, la mujer del costero Ignacio Breca; él, de recalada para el portón, y ella, en la puerta de su casita [...]. Ibídem (p.145): [...] y en madrugadas de «días de Plaza» y con la que compartió, al alba de muchas de estas últimas ocasiones, el gotito de café amargando, la media peseta de churros del centro y el pizquito de ginebra, ellos en un clarito de las verduras y frutas y él de recalada con un releje turbio de mala noche. 1952 Pérez Vidal Influencias marineras (p.23): Recalada. f. fam. Acción de llegar una persona o vehículo. Empléase especialmente cuando la llegada se retrasa demasiado. «¡Vaya una recalada!», es frase que se dirige con frecuencia como amonestación al que se ha hecho esperar. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.205): En cada recalada, Bartolomé acababa saliendo a comprar un papel de barba, una «impolisa», o un par de sellos «inmóviles» para redactar «una querella criminal que iba a estremecer la Europa» [...].

¨La acepción marinera, de la cual se ha tomado la voz, es, según el drae-01: «Acción de recalar (║ un buque)». Con el mismo sentido canario, Alcalá Venceslada cita esta palabra para Andalucía.

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)