violinisto

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'hombre que toca el violín', en 1850, en una noticia de la llegada de un músico a Valencia publicada en La Patria (Madrid) ; algunos testimonios muestran el uso del sustantivo hasta el segundo decenio del siglo XX, pero será a partir de la segunda mitad de la centuria cuando se registre con mayor frecuencia (así, en 1960 figura en un artículo sobre el léxico del campo de F. E. Mendilaharzu publiado en el Boletín de la Academia Argentina de las Letras ),   sobre todo en Argentina, donde el vocablo se asocia a un violinista no profesional o autodidacta que toca música folclórica, como se aprecia en los ejemplos, ya del siglo XXI, que citan a Sixto Palavecino, artista que se autodenominaba violinisto y que extendió el empleo de esta voz. En algunas ocasiones (véase el testimonio de 2006) se emplea con intención irónica o claramente burlesca (véase el testimonio de 2018 que, por otra parte, proclama la inexistencia del vocablo).