Sintaxis

13. El adjetivo y el grupo adjetival

13.12 Los adjetivos de relación

13.12a Se explicó en los § 13.2g y ss. que los adjetivos de relación o adjetivos relacionales son modificadores restrictivos que se caracterizan por derivar de bases nominales o asociarse semánticamente con ellas. Estos adjetivos suelen ajustarse a la fórmula lexicográfica tradicional ‘perteneciente o relativo a’. Tal como dicha fórmula sugiere, en lugar de denotar una propiedad o una característica, estos adjetivos establecen una conexión con un determinado ámbito o dominio representado por el sustantivo modificado. Así, el adjetivo telefónico en la expresión línea telefónica establece cierta relación entre el sustantivo línea y uno de los ámbitos con los que puede relacionarse: la telefonía. A la vez, permite caracterizar un tipo de línea por oposición a otras, como las eléctricas o las aéreas. Los adjetivos de relación no se organizan en oposiciones antónimas, sino en todo caso en grupos formados por otros adjetivos del mismo tipo y caracterizados en función de la naturaleza semántica de los dominios a los que se ha hecho referencia. Los siguientes grupos nominales contienen adjetivos de relación:

encuentro deportivo, industria alimentaria, crisis ministerial, presupuesto universitario, prótesis dental, industria química, viaje papal, tasa aduanera.

Los adjetivos de relación no tienen complementos (§ 13.17f). Como los demás adjetivos, los de relación toman su género y su número del sustantivo al que modifican. No permiten, en consecuencia, mantener las distinciones de género y número que pueden realizar los sustantivos con los que se relacionan. De este modo, la expresión visita real puede equivaler, en los contextos apropiados, a visita del rey, visita de la reina, visita de los reyes (en sus dos sentidos: § 2.2l) o visita de las reinas.

13.12b Los adjetivos relacionales coinciden en gran parte en su forma de significar con los llamados descriptivos (recto, en línea recta), como se adelantó en el § 13.2i. Aunque se diferencian de ellos por su particular naturaleza morfológica, la conexión entre ambas clases es muy estrecha. En efecto, el adjetivo digital se deriva morfológicamente del sustantivo dígito, que designa aquel número que puede expresarse con un solo guarismo. El vínculo entre dígito y digital es el característico de los adjetivos de relación. Sin embargo, para interpretar las expresiones sociedad digital, comunicación digital o periodismo digital se requieren conexiones entre el concepto de ‘dígito’ y los sustantivos subrayados que rebasan en no pequeña medida la definición estricta de dígito. En este sentido, el adjetivo digital se aparta de los adjetivos de relación y se asimila a los descriptivos, sobre todo si se recuerda que entra en oposición con analógico. Constituyen un grupo amplio los adjetivos descriptivos que proporcionan denominaciones y clasificaciones de un gran número de entidades. Muchos de ellos son derivados de verbos: rasgo distintivo, rosal trepador, puente colgante, café descafeinado, etc. Aunque estos adjetivos se asimilan a los de relación en su modo de significar, solo algunos autores los agrupan, ya que —al no derivarse de sustantivos o asociarse semánticamente con ellos— se alejan de la fórmula ‘relativo o perteneciente a’, y también del concepto de ‘dominio’ o de ‘ámbito’ al que se hizo referencia en el apartado precedente.

13.12c Los adjetivos de relación se integran a menudo en unidades denominativas. Algunas de ellas están próximas a las locuciones nominales, en cuanto que constituyen expresiones acuñadas (§ 12.9): pena capital, lengua materna, guerra civil, obra social. Otras, en cambio, dan lugar a grupos nominales formados más libremente en la sintaxis. Muchas de las expresiones creadas con adjetivos de relación son características del léxico especializado de las disciplinas científicas o tecnológicas. Los adjetivos de relación que participan en ellas se forman a menudo mediante bases supletivas. He aquí algunos ejemplos de estas combinaciones:

asuntos castrenses, conflicto laboral, deficiencia renal, disputas fraternas, enfermedades cardíacas, herencia paterna, industria textil, ordenamiento jurídico, planes agrarios, problemas urbanos, producción vitivinícola, tejido adiposo, trastornos gástricos.

Además de las bases cultas, son frecuentes en estos adjetivos los prefijos de origen griego o latino, como neo-, proto-, paleo-, poli-, mono-, bi-.

13.12d A partir de los nombres propios de lugar o topónimos12.8ñ y ss.) se forman los adjetivos gentilicios7.6), que suelen corresponder a la fórmula ‘natural, procedente u originario de’, como en estudiante panameño, literatura cubana, industria mexicana, producción chilena. A partir de los nombres propios de persona o antropónimos12.8i y ss.) se originan los adjetivos llamados patronímicos7.6a), como en la novela galdosiana (‘de Benito Pérez Galdós’), el sueño bolivariano (‘de Simón Bolívar’), la poesía juanramoniana (‘de Juan Ramón Jiménez’) o las paradojas borgianas (‘de Jorge Luis Borges’). Algunos de estos adjetivos dejan de ser relacionales cuando se interpretan en sentido prototípico, como en Algunos poemas de Borges no parecen borgianos. Se retomará esta cuestión en los apartados siguientes.

13.12e No reciben tradicionalmente un término especial los adjetivos relacionales que se derivan de nombres de ciencias, técnicas o disciplinas (biológico, cinematográfico, escultórico, físico, musical); materias o sustancias (acuático, aéreo, sanguíneo, terrestre), u otros muchos ámbitos que permiten establecer relaciones o clasificaciones similares. Aun así, tiene interés señalar que sobre los adjetivos relacionales que aluden a materias o disciplinas se forman los adverbios en -mente llamados de punto de vista30.9p, q), como en políticamente correcto, matemáticamente imposible, lógicamente impecable, que pueden ser también modificadores oracionales: Arquitectónicamente, el edificio es una obra maestra; Económicamente, el país se ha recuperado, pero políticamente mantiene una estructura anquilosada. La relación sintáctica entre el adjetivo y el adverbio de punto de vista, como en viable económicamente, reproduce en estos casos el correspondiente vínculo entre el sustantivo abstracto y el adjetivo que corresponde a la materia, la disciplina o el ámbito del conocimiento de que se hable: viabilidad económica.

13.12f Muchos adjetivos pueden comportarse como relacionales en unos contextos y como calificativos en otros. Aunque ciertos afijos (-oso, -uno) son característicos de los adjetivos calificativos y otros (-al, -ar, -ero, -ico) lo son de los relacionales, existen muchas excepciones conocidas a estas tendencias generales (§ 7.3-8). Los pares siguientes muestran que en los adjetivos de la columna izquierda predomina la interpretación calificativa, mientras que en los de la derecha se impone la relacional:

CALIFICATIVORELACIONAL
acuoso (brillo acuoso)acuático (plantas acuáticas)
musculoso (brazos musculosos)muscular (dolor muscular)
nutritivo (desayuno nutritivo)nutricional (desarrollo nutricional)
escultural (cuerpo escultural)escultórico (grupo escultórico)
sedoso (piel sedosa)sedero (industria sedera)
caballuno (cara caballuna)caballar (cría caballar)
arenoso (manzana arenosa)arenero (banco arenero)
cordial (saludo cordial)cardíaco (ritmo cardíaco)
paternal (gesto paternal)paterno (herencia paterna)

Sobre la diferencia entre acuoso y acuático, véase el § 7.13d.

13.12g Se derivan en ocasiones de un mismo sustantivo varios adjetivos, que se agrupan en una de estas dos clases. De tierra proceden los calificativos terroso y térreo, pero también los relacionales terrestre, terreno, terrero, terráqueo, terrícola y terrenal. De sangre se deriva el relacional sanguíneo y los calificativos sanguinolento, sangriento y sanguinoso: Untó los dedos en la humedad sanguinosa que manaba de sus ojos (Roa Bastos, Vigilia). Otras veces, uno de los derivados admite los dos usos (como alimenticio, educativo, humano, que pueden ser calificativos o relacionales), mientras que el otro se especializa en uno de ellos, casi siempre el relacional (alimentario, educacional, humanitario). Se obtiene en muchos casos la equivalencia del adjetivo relacional con un grupo preposicional encabezado por la preposición de, como en los pares siguientes:

castigo {divino ~ de Dios}; conflicto {estudiantil ~ de los estudiantes}; deterioro {ambiental ~ del ambiente}; empleado {estatal ~ del Estado}; problemas {cardíacos ~ del corazón}; tarjetas {navideñas ~ de Navidad}.

13.12h El adjetivo relacional se sustituye a menudo de forma natural por grupos nominales con interpretación genérica. Así, las tarjetas navideñas no son las que se refieren a una Navidad particular, sino a este período del año; la expresión cuidados maternales alterna con cuidados de madre (sin determinante) o con cuidados de una madre (con grupo nominal inespecífico). De igual manera, conflicto estudiantil se interpreta generalmente como el que afecta al colectivo de los estudiantes, en lugar de a un grupo particular de ellos.

13.12i Los adjetivos derivados de nombres propios que identifican a un único referente tienden a interpretarse como calificativos (escena dantesca, mentalidad kantiana, problema kafkiano, enredo berlanguiano). En caso de usarse como relacionales, se refieren a características asociadas con los individuos a los que se hace referencia: análisis freudiano, estilo petrarquesco, obras cervantinas. Resulta natural, en efecto, la expresión cosmología aristotélica para clasificar aquella que sigue los principios propuestos por este autor, pero resulta muy extraña la expresión nacimiento aristotélico para referirse al de dicho filósofo. En cambio, los adjetivos de relación derivados de sustantivos que denotan cargos, ocupaciones o funciones no suelen dar lugar a la interpretación genérica. Así, el grupo nominal la decisión presidencial alude normalmente a la tomada por un presidente particular, en lugar de a la que toman, en general, los presidentes. Por el contrario, la expresión avión presidencial puede referirse al avión que usan los presidentes, en lugar de al empleado por un presidente particular.

13.12j Los grupos preposicionales encabezados por de admiten una amplia variedad de significados, como se vio en el § 12.10. Las paráfrasis de los adjetivos de relación con «de + sustantivo o grupo nominal» son muy comunes (el viaje presidencial ~ el viaje del presidente), pero no se extienden a todos los casos. Por ejemplo, la expresión salida laboral designa la relativa a un posible trabajo futuro (y no, en cambio, la de los trabajadores al final de una jornada); gripe aviaria o aviar hace referencia a cierta enfermedad que sufren las aves, pero también a una enfermedad que transmiten o provocan. Análogamente, aceite mineral es el que contiene minerales; una calle peatonal es la que se reserva a los peatones; el tejido muscular se refiere al que forma los músculos; un préstamo inmobiliario, al que se otorga para comprar un inmueble; una batalla marítima es la que tiene lugar en el mar. Existen otros muchos casos parecidos que requieren también paráfrasis particulares, en su mayor parte más específicas que las que pueden construirse con «de + sustantivo o grupo nominal».

13.12k Si bien pueden concebirse ámbitos o dominios respecto de prácticamente cualquier noción, no existen adjetivos de relación para todos los sustantivos. A la paráfrasis ‘perteneciente o relativo a’ corresponden muy a menudo significados más específicos en función de cada sustantivo, pero también de cada contexto particular. Si se considera, por ejemplo, el adjetivo nuclear, se podrá comprobar que la energía nuclear es la obtenida por la fusión y fisión de núcleos atómicos; la medicina nuclear es la que aplica reacciones nucleares para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, mientras que una planta nuclear es aquella en la que se genera energía nuclear. Como se ve, la contribución del adjetivo nuclear al significado del grupo nominal en el que aparece es diferente en cada uno de estos casos. Cabe observar, en el mismo sentido, que la expresión medio aéreo designa el aire mismo, en tanto que este funciona como un medio, por oposición al medio terrestre o al medio acuático; en cambio, la expresión transporte aéreo designa cierto transporte que se realiza a través del aire. A su vez, el grupo nominal accidente aéreo denota el accidente que sufre un avión en el aire. Se ha comprobado, en efecto, cierta tendencia en algunos adjetivos relacionales a especializarse en determinados significados. Adquieren sentido locativo aéreo (‘en el aire’, ‘desde el aire’), marino (‘del mar’ o ‘en el mar’) o casero (‘hecho en casa’). Se especializan en la interpretación de medio o instrumento telefónico (‘por teléfono, a través del teléfono’) o manual (‘hecho con las manos’); en la de causa o finalidad, bélico o didáctico, entre otros.

13.12l No siempre existe un adjetivo de relación que sustituya al grupo preposicional introducido por de. Así, si bien de metal puede ser sustituido por metálico en mueble de metal, no hay un adjetivo que equivalga a de madera en mueble de madera, ni a de hierro en mueble de hierro. Aunque son voces españolas los adjetivos maderero y férreo, no reemplazan automáticamente a los grupos preposicionales, aun cuando se usan en expresiones como producción maderera, barco maderero o línea férrea. Férreo no es adjetivo de relación, sino calificativo, en una voluntad férrea o una disciplina férrea13.12q). Sí lo es, en cambio, férrico, que se aplica a cloruros, sulfatos y otras sustancias químicas. También el adjetivo petrolero aparece en contextos mucho más limitados que los que admiten las expresiones del petróleo y relativo al petróleo. Se ha observado asimismo que, mientras que la pauta «sustantivo + del campo» admite un larga serie de realizaciones en función de los muy diversos nombres que pueden ocupar el lugar del sustantivo, la variante con el adjetivo de relación campestre reduce considerablemente las opciones posibles (excursión, paseo, comida, merienda, jornada y unos pocos nombres más). Todos estos hechos ponen de manifiesto que los adjetivos relacionales están a menudo restringidos léxicamente, y por tanto limitados en su funcionamiento gramatical.

13.12m Los adjetivos relacionales se diferencian de los calificativos en que no expresan en realidad propiedades o cualidades. Se ha señalado repetidamente que existe cierta resistencia a usarlos como atributos de las oraciones copulativas, ya que esta función es característica de los adjetivos calificativos. Cuando los adjetivos de relación se emplean de esta forma, se obtiene una interpretación contrastiva, como en El problema es político (no económico ni sociológico) o en Esta zona es estrictamente comercial (es decir, ‘No admite otro uso’). Dicha interpretación contrastiva no está presente con los adjetivos calificativos: El problema es acuciante. Los adjetivos de relación se usan también en las oraciones copulativas como respuestas a las preguntas ¿Qué tipo de…? o ¿Qué clase de…?, formuladas con intención aclaratoria:

Le trajo una ropa muy bonita.

¿Qué tipo de ropa era?

La ropa era {deportiva ~ formal ~ invernal}.

Nos invitaron a un encuentro.

¿Qué tipo de encuentro era?

El encuentro era {religioso ~ político ~ comercial}

Como los adjetivos de relación establecen oposiciones múltiples, pueden acumularse en enumeraciones igualmente atributivas, como en Los problemas de este país son políticos, económicos y, fundamentalmente, educativos. Cuando la interpretación contrastiva a la que se alude no se obtiene, acaso porque los dominios o los ámbitos apropiados para establecer el contraste requerido no son accesibles, las oraciones copulativas resultan forzadas y difícilmente interpretables (El deterioro es ambiental; El maltrato fue infantil; El investigador es científico), a menos que el adjetivo de relación pueda reinterpretarse como adjetivo calificativo. Ello conlleva un cambio de significado, como en Su actitud fue infantil. A esta modificación se dedican los § 13.12q y ss.

13.12n Atendiendo a su relación semántica con el sustantivo sobre el que inciden, se dividen a veces los adjetivos relacionales en dos grupos: los llamados argumentales o temáticos y los denominados clasificativos. se ha observado que la paráfrasis tradicional ‘relativo o perteneciente a’, mencionada antes, no siempre se ajusta con entera propiedad a los que forman el primer grupo, ya que introducen los participantes de alguna situación. Así, la expresión la visita papal no designa exactamente cierta ‘visita relativa o perteneciente al papa’, sino más bien ‘la visita del papa’. Cabe pensar, desde este punto de vista, que la relación entre papal y visita es análoga a la que existe entre el complemento argumental de un sustantivo y el nombre en el que incide. Asimismo, en la expresión decisión presidencial se habla de cierta decisión de un presidente. Otros casos en que se obtienen relaciones argumentales o cuasiargumentales semejantes son los siguientes:

ataque japonés, caída bursátil, cría ovina, cultivo algodonero, deterioro ambiental, expansión religiosa, invasiones inglesas, maltrato infantil, producción láctea, reunión episcopal.

13.12ñ Puede extenderse esta interpretación a ciertos nombres que carecen de argumentos, pero que admiten complementos subjetivos en el sentido explicado en los § 12.11a y ss., como en el avión presidencial ~ el avión del presidente o de la presidenta. Aun así, tal como se vio en las páginas precedentes, no se hace referencia a individuos particulares en estos casos, sino más bien a cargos, títulos u ocupaciones. Ello permite entender por qué los sustantivos que admite el adjetivo presidencial constituyen una parte relativamente pequeña en comparación con los que acepta la expresión del presidente o de la presidenta. Aquellos designan, en efecto, entidades que se relacionen de forma natural con este cargo institucional (campaña, candidato, debate, elección, mando, período, poder, veto, entre otros). Se excluyen, pues, marido, hijo, reloj o amigo, que aceptan con naturalidad, en cambio, el grupo preposicional encabezado por la preposición de. La paráfrasis lexicográfica mencionada antes (‘perteneciente o relativo a’) se aplica más apropiadamente a los adjetivos llamados clasificativos, que constituyen el grupo más numeroso:

bebida alcohólica, campaña publicitaria, palacio veraniego, investigador científico, ataque aéreo, clínica dental, pozo petrolero (o petrolífero), revista universitaria, vegetación tropical, problemas cardíacos.

Recuérdese que son también clasificativos los adjetivos descriptivos que se analizan en los § 13.2i, j y 13.12b.

13.12o Como se ha explicado, además del sentido general que expresa el adjetivo relativo (‘perteneciente o relativo a’), los adjetivos de relación pueden denotar contenidos que corresponden a los agentes (visita episcopal) o a los pacientes (producción láctea). Se asimilan a los primeros los adjetivos que designan a quien experimenta algo (el gusto mexicano por el chile, el temor sindical ante el endurecimiento de las normas de contratación) y, en general, los complementos de posesión y procedencia (bula papal). Aunque menos frecuentemente, el significado de estos adjetivos puede corresponderse también con el de ciertos complementos de régimen, como en referencias históricas (‘referencias a la historia’, en una de las interpretaciones de esa expresión), confianza institucional (‘confianza en las instituciones’) o dependencia paterna (‘dependencia del padre’).

13.12p Como se señala en otras partes de esta obra (§ 12.11, 29.7l y ss. y 36.8), mediante la preposición de se establece un gran número de relaciones gramaticales, entre ellas las correspondientes al sujeto (la llegada del tren), el complemento directo (el pago del dinero) o el elemento del que se predica algo en una construcción apositiva (el tonto de Juan, el desastre de las pasadas elecciones). Los adjetivos de relación pueden desempeñar todas estas funciones gramaticales, a veces en construcciones que admiten más de un sentido. Así, la expresión el desastre electoral puede designar cierto desastre, por oposición a algún otro (interpretación clasificativa), o bien puede usarse para manifestar que determinadas elecciones fueron o serán un desastre (interpretación atributiva). Esta última interpretación es posible porque desastre pertenece al paradigma de los denominados nombres de cualidad (§ 12.14ñ y ss.). Se obtienen situaciones de ambigüedad similares, con marcada preferencia por la interpretación atributiva, en el problema universitario (en el sentido en el que se atribuye a la universidad el ser un problema), la pesadilla inflacionaria, la catástrofe bancaria, el caos urbanístico.

13.12q Son muchos los adjetivos que pueden usarse como calificativos o como relacionales en contextos diferentes, como explican los diccionarios. He aquí algunos ejemplos, entre otros muchos posibles:

como relacionalcomo calificativo
línea férreavoluntad férrea
cartelera teatralgesto teatral
lesión cerebralpoesía cerebral
estado febrilescritura febril
planta industrialcantidades industriales
método cartesianoclaridad cartesiana
río siberianofrío siberiano
tejido esqueléticomujer esquelética
vivienda familiarambiente familiar
leyes draconianasrigor draconiano
estudios legalesarmas legales
tumbas faraónicasgastos faraónicos
dioses olímpicosolímpica indiferencia
derechos humanosgesto humano

La mayor parte de los adjetivos de la columna derecha admiten algún adverbio de grado. No lo aceptan, sin embargo, los que poseen sentido elativo (siberiano, draconiano, etc.), como ya se hizo notar en el § 13.3a. El sentido primitivo en estas relaciones es casi siempre el relacional, que corresponde a la columna izquierda. El sentido calificativo es derivado, y se obtiene de algún rasgo prototípico extraído del primer sentido: por ejemplo, ‘la monumentalidad’ en el caso de faraónico; ‘el ardor o el desasosiego’ en el de febril; ‘el efectismo’ en el de teatral; ‘la altanería o la altivez’ en el de olímpico; etc.

13.12r Grupos nominales como música popular, lenguaje poético, comportamiento humano o modificación legal son ambiguos entre la interpretación calificativa y la relacional. Así, el adjetivo popular es calificativo cuando se entiende música popular como ‘difundida, conocida’, pero es relacional cuando se refiere a ‘cierto tipo de música’ (música popular frente a música culta). Del mismo modo, el adjetivo legal se interpreta como calificativo en modificación legal si esta expresión significa ‘modificación que está acorde con la ley’, pero es relacional si se interpreta como ‘modificación de la ley’. En los demás casos se obtienen contrastes similares. De los dos sentidos descritos en la expresión música popular, solo permanece el calificativo en la popularidad de la música. El sufijo -idad6.1) denota generalmente ‘cualidad o condición de algo’, como en suntuosidad ‘cualidad de suntuoso’. El mismo sentido calificativo prevalece en constitucionalidad (la constitucionalidad de la reforma), historicidad, legalidad, literariedad, musicalidad, etc. Es esperable que estos derivados sean raros en los adjetivos de relación, ya que expresan cualidades. No lo son, en cambio, cuando el derivado en -idad no es un nombre de cualidad, como en municipalidad.

13.12s La interpretación que reciben los adjetivos relacionales convertidos en calificativos se ajusta a la pauta ‘característico o propio de’, en lugar de a ‘perteneciente o relativo a’. Los diccionarios recogen en un gran número de casos estas diferencias de significado. El DRAE, por ejemplo, define kafkiano como ‘perteneciente o relativo a Franz Kafka o a su obra’ (interpretación relacional), pero también como ‘característico de este escritor checo o de su obra’ (interpretación calificativa), además de ‘dicho de una situación: absurda, angustiosa’ (interpretación también calificativa).

13.12t Como se ha indicado, las interpretaciones calificativas proceden de las relacionales a través de algún estereotipo. No obstante, su presencia en la conciencia lingüística de los hablantes es variable y está a menudo en función de la cultura léxica particular. Así, solo algunos hablantes reconocen la presencia del sustantivo ciervo en miedo cerval (es decir, ‘el prototípico o característico del ciervo’) y pocos hispanohablantes no mexicanos son conscientes de que el sentido relacional del adjetivo campechano (‘natural de Campeche’, estado de México) está vinculado a su sentido como adjetivo calificativo (‘afable, sencillo’). Habitualmente, los diccionarios solo recogen los sentidos calificativos que responden a los estereotipos más establecidos culturalmente. No registran por lo general los correspondientes a los adjetivos gentilicios, ya que la interpretación calificativa que corresponde a adjetivos como argentino, español, francés, italiano, mexicano o sudamericano está en función de prototipos de naturaleza cultural que pueden ser mudables, subjetivos o escurridizos: La prensa inglesa había informado sobre esa historia tan sudamericana (Bryce Echenique, Martín Romaña).

13.12u Los adjetivos relacionales convertidos en calificativos aceptan adverbios de grado. Los siguientes ejemplos ilustran esta propiedad con los gentilicios:

[…] ademanes norteamericanos y modos demasiado amazónicos para una raza de gracia (Rubén Darío, Modernismo); No fue un acto de traición sino de machismo muy hispánico (Edwards, Whisky); […] diciéndole que todo en él le resultaba muy alemán (García Sánchez, Historia).

Esto mismo se aplica a los que corresponden a otros grupos:

[…] muy menudo de faciones / y muy gótico de espaldas (Quevedo, Poesías); Iba a seguir emitiendo juicios muy filosóficos sobre aquella revolución próxima (Galdós, Desheredada); Ese planteo me parece demasiado apocalíptico (Bucay, Recuentos); Nos hemos vuelto demasiado teóricos, demasiado serios (Vargas Llosa, Mayta); Su antigua condición arbórea era demasiado arcangélica para su nuevo estado de animal sin cola (García Márquez, Obra periodística); […] un terrateniente de ochenta años, muy católico, muy monárquico, muy tacaño (Sender, Witt); Siempre ha sido un animal bastante político (Dorfman, Nana); Tiene que ser un texto muy periodístico (Millás, Mujeres); La relación de sucesos que allí se hacía era exacta en lo esencial […]. Pero todavía era demasiado cinematográfica (Walsh, Operación).

Admiten también el sufijo -ísimo, en especial algunos de los gentilicios:

Llega Alejandro y con un argentinísimo “callá, querida, no hablés del matrimonio, eso es otro cuento” interrumpe de un golpe su descripción (Caras 29/9/1997); […] según la mexicanísima costumbre de comer queso antes de cenar (Fuentes, Cristóbal); Reúne a los grandes que crearon un españolísimo estilo, desde Balenciaga a Rodríguez (Razón [Esp.] 15/1/2002).

13.12v No es fácil explicar el significado que se obtiene en los procesos de recategorización descritos. He aquí algunas paráfrasis aproximadas de adjetivos relacionales usados como calificativos (se agrega el adverbio muy para facilitar dicha interpretación):

(muy) cinematográfico ‘trasladable a imágenes, trepidante, visual’;

(muy) periodístico ‘ágil, directo, con ritmo’;

(muy) internacional ‘viajero, cosmopolita’; también ‘difundido o conocido en muchos países’;

(muy) político ‘cortés y calculador’;

(muy) filosófico ‘sesudo, enjundioso’.

Se ejemplifican a continuación algunos de los adjetivos de este grupo

¡Bendita seas tú y bendito quien te trajo a esta casa! —exclamó Alelí con acento muy evangélico (Galdós, Episodios); En cierto modo, es muy literario porque dice las cosas sin decirlas (Millás, Articuentos); La gente de letras dice que Valle-Inclán es muy cinematográfico, mientras que los directores y guionistas que han trabajado sobre sus obras dicen que es lo más difícil del mundo de adaptar al cine (ABC 26/8/1997); Por su parte la señora Eva Blanco, en un artículo muy bien redactado y de corte muy filosófico, que aparece en LA PRENSA del 19 de abril, mantiene la tesis de que el somocismo es repudiable (Prensa [Nic.] 6/5/1997).

Ha recibido varias respuestas la pregunta de si los nuevos usos a los que se alude se han de aprender o no individualmente. Unos autores sugieren que la respuesta es negativa y que basta con la pauta general ‘típico de’ o ‘característico de’. Según esta interpretación, las paráfrasis que se dan en los ejemplos propuestos serían innecesarias, puesto que se deducen de este significado general. Desde este punto de vista, la mejor definición de adjetivo literario usado como calificativo sería, simplemente, ‘típico de la literatura’. En contra de responder de forma negativa a la pregunta que se plantea se ha aducido que un hablante no nativo provisto de esta pauta general habría de ser capaz de entender cualquier texto que contuviera adjetivos relacionales usados como calificativos, al contrario de lo que sucede.

13.12w Como otros adjetivos calificativos, los relacionales recategorizados se pueden anteponer al sustantivo. Mientras que la capacidad de admitir gradación se extiende a todos los registros de la lengua general, la anteposición es un recurso más propio de la literaria, tanto de la clásica como de la moderna. Cuando el adjetivo antepuesto no está modificado por un cuantificador de grado, cabe entender que se relaciona con adverbios como típicamente o característicamente. Es muy habitual que esta construcción se use con sentido irónico:

En cambio de que pudiera esperar, si fuera en los romanos siglos, alguna naval corona, me vi aquella noche que siguió a tan famoso día con cadenas a los pies y esposas a las manos (Cervantes, Quijote I); Se dibujaban / las torres de las iglesias, / y del gótico castillo (Espronceda, Estudiante); En tan barojiana confusión, alguien puede dedicarse a estudiar cada uno de esos acontecimientos particulares (Ynduráin, Clasicismo); […] nuestras hermanas repúblicas del bolivariano sino (Fuentes, Cristóbal); El muy turístico y exitoso eslogan que […] (Bryce Echenique, Hotel); Nuestro inteligentísimo y muy teutónico secretario de la Defensa se las ha ingeniado para […] (Fuentes, Silla); Hartos estábamos de la insolencia de palabras y de la musical imprecisión que los poetas del novecientos amaron (ABC 21/6/1986).

Con adverbio de grado o sin él, los adjetivos relacionales convertidos en calificativos admiten el verbo copulativo estar, que los demás adjetivos relacionales rechazan:

¡Qué lisonjero os escucho!, / muy parabólico estáis (Calderón, Médico); Muy alegórica estás (Tirso Molina, Calla); —Mi sobrina está muy romántica —dijo doña Francisca (Valera, Mariquita); Estás muy paranoico —me dije (Salazar, Selva); Estaba muy deportiva: se había puesto un buzo rosado, zapatillas blancas y una vincha sujetándole el pelo (Bayly, Días); Lo único que te digo, filliño, es que estás esquelético… (Olmo, Pablo Iglesias); En sus discursos, [...] estuvo muy político, tal vez demasiado (Vanguardia [Esp.] 8/5/2007).

En relación con el uso de muy filósofo en el Quijote, véase el § 37.9a. La posición de los adjetivos, calificativos o relacionales en el grupo nominal se analizará en las secciones siguientes.

13.12x Los adjetivos relacionales presentan características notables para los estudiosos de varias disciplinas. Las tres que se mencionan a continuación no son las únicas posibles:

1. Morfología

2. Sintaxis

3. Lexicografía

Desde el punto de vista 1 tiene interés la relación que existe entre los afijos relacionales y los calificativos, como en el par musculoso ~ muscular y otros similares mencionados en el § 13.12f. También tienen interés para la morfología los adjetivos relacionales porque su segmentación no siempre respeta su significado. Se ha observado en gran número de ocasiones que expresiones como un biólogo molecular no designan a un biólogo ‘relativo o perteneciente a las moléculas’, sino a ‘un especialista en el campo de la biología molecular’. Es muy polémica la forma en la que la segmentación morfológica podría reflejar este hecho conocido en las lenguas románicas. Recuérdese el § 1.8c.

13.12y En cuanto al punto de vista 2 (en el que sintaxis se interpreta como parte de la gramática, por tanto en su sentido amplio), se comprobó en las páginas precedentes que las paráfrasis a las que dan lugar los adjetivos de relación son muy distintas, y también que la diferencia entre usos calificativos y relacionales no impide que pueda darse ambigüedad entre ellos. En el § 31.7k se explica que los adjetivos de relación coordinados pueden determinar el valor de cardinalidad de un conjunto, lo que los distingue marcadamente de los calificativos, como en los embajadores mexicano y argentino (dos individuos) o en las literaturas francesa, inglesa e italiana (tres literaturas). La posición de los adjetivos relacionales en el grupo nominal y el orden lineal en que se disponen (sea entre sí o en concurrencia con otros que no lo son) se analizará en los § 13.13-15.

13.12z Los adjetivos de relación poseen, asimismo, particular interés desde el punto de vista 3, especialmente en lo relativo a las respuestas posibles a la pregunta que se planteaba en el § 13.12v. También es polémica entre lexicógrafos y lexicólogos la cuestión de si las paráfrasis del tipo ‘relativo o perteneciente a’ son adecuadas aunque no den verdadera solución a los problemas que afectan a la especialización léxica a la que se aludía con el ejemplo de campestre13.12l) y con otros mencionados en las páginas anteriores.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
adjetivo relacional, gentilicio

 

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