Sintaxis

12. El sustantivo y el grupo nominal

12.10 Los complementos del nombre

12.10a Sobre el sustantivo núcleo del grupo nominal pueden incidir distintos tipos de modificadores y complementos. Ante el nombre aparecen varios determinantes y adjetivos, mientras que siguen al sustantivo grupos adjetivales, nominales o preposicionales, además de oraciones de relativo. La mayor parte de estos elementos se analizan en capítulos independientes de esta gramática. Sobre las posiciones relativas que ocupan se harán varias consideraciones en el § 12.16. En esta sección se examinan únicamente los complementos preposicionales del sustantivo. Estos grupos preposicionales pueden ser argumentos o adjuntos, como se recordó en el § 12.1p. Los primeros suelen agruparse, en función de la naturaleza del sustantivo al que complementan, de la siguiente forma:

1. Nominalizaciones

2. Sustantivos con complementos de régimen

3. Nombres de significado relacional

El criterio 1 es de naturaleza morfológica, el 2 es propiamente sintáctico y el 3 es semántico. No es de extrañar, por tanto, que algunos nombres que poseen argumentos encajen en más de un grupo. Como se explica en el § 12.11, las nominalizaciones son sustantivos derivados que heredan o conservan algunas propiedades sintácticas de su base. Así, el primero de los dos complementos subrayados en el traslado de los restos mortales del finado el día 8 de noviembre representa un argumento, mientras que el segundo es un adjunto. Traslado es un sustantivo deverbal que hereda parte de las propiedades gramaticales del verbo trasladar. Se desarrollarán algunos aspectos de la sintaxis de las nominalizaciones en el § 12.11. El orden que observan tales complementos en el interior del grupo nominal se analiza en el § 12.16.

12.10b El grupo 2 corresponde a los complementos de régimen, que se estudian en el capítulo 36. Como se trata de complementos argumentales, este criterio permite identificar un buen número de sustantivos que introducen argumentos, en función de las preposiciones que rigen. Así, en el § 36.6 se explica que se construyen con la preposición a un gran número de sustantivos, entre los que cabe aislar varios grupos semánticos de fronteras no del todo precisas: nombres que expresan emociones o sensaciones dirigidas contra algo o alguien (el odio a los demás, el miedo a fracasar); gestos igualmente dirigidos o expresiones que los manifiestan (un saludo a todos, recuerdos a tía Enriqueta, adiós a la infancia); resultados de actuaciones que se realizan en honor a una persona o una cosa, o se interpretan como homenaje a ella (monumento a la Constitución, oda a la libertad); diversas acciones orientadas (ataque al castillo, asalto a la fortaleza) y otras nociones similares que tienen en común el hecho de poseer destinatario, objetivo o meta: cartas al director, el próximo ómnibus a Rosario, una vela a Santa Rita. Se establecen en ese capítulo clasificaciones similares de sustantivos en función de otras preposiciones también regidas. Importa resaltar aquí que estos complementos del nombre son argumentales. Algunos de ellos son heredados y constituyen a su vez nominalizaciones: {contribuir ~ contribución} a la causa, pero otros no heredan del verbo del que se derivan la preposición que rigen: asaltar (*a) las murallas ~ asalto a las murallas; castigar (*a) su mal comportamiento ~ como castigo a su mal comportamiento. Así pues, las clasificaciones que se obtienen con las pautas 1 y 2 del § 12.10a solo coinciden en algunos sustantivos.

12.10c El tercer grupo de los que se distinguieron en el § 12.10a es el de los sustantivos que expresan significados relacionales. Estos sustantivos denotan, en función de su propia naturaleza léxica, nociones que establecen un vínculo particular de dependencia semántica con la persona, el animal o la cosa a la que afectan. Así, el nombre propio que aparece en la expresión de Arturo es argumento de sobrino en un sobrino de Arturo, pero es un modificador adjunto de caballo en un caballo de Arturo. El hecho de que la noción de ‘parentesco’ sea inherentemente relacional se deduce de su propia definición lexicográfica. Los nombres relacionales suelen introducir complementos encabezados por la preposición de, que admiten sustitutos posesivos (el sobrino de Arturo > su sobrino). No existe ninguna clasificación semántica que abarque de manera completa los sustantivos relacionales, pero varias de las que se han elaborado suelen incluir algunos de los grupos siguientes, o una variante suya:

1. Sustantivos de parentesco: nuera, padre, sobrino, etc.

2. Sustantivos que designan relaciones sociales de cercanía o proximidad: amigo, colega, compadre, compañero, padrino, etc.

3. Sustantivos que designan nociones relativas al ámbito de actuación o de responsabilidad de alguien: intendente, jefe, ministro, portero, etc.

4. Sustantivos que designan relaciones «parte–todo»: ático, brazo, cuello, extremo, final, lado, orilla, pierna, principio, prólogo, punta, suplemento, umbral, etc.

5. Sustantivos que designan propiedades (formales, materiales o de otro tipo) de personas o cosas: altura, alzada, contorno, contenido, edad, extensión, forma, fuerza, medida, peso, precio, profundidad, silueta, talla, volumen, etc.

6. Sustantivos que expresan relaciones de subordinación entre individuos: amo, criado, dueño, esclavo, mayordomo, propietario, siervo, etc.

7. Sustantivos de representación: busto, caricatura, cuadro, dibujo, efigie, estatua, foto, reportaje, retrato, etc.

8. Sustantivos que designan impresiones sensoriales: color, murmullo, olor, sabor, sonido, tacto, etc.

9. Sustantivos que expresan sensaciones, sentimientos o emociones: dolor, esperanza, gratitud, odio, pena, etc.

12.10d Las nominalizaciones se establecen con criterios morfológicos, como se ha explicado, pero algunas de ellas pueden encajar en los grupos anteriores. Así, director, supervisor y otras nominalizaciones de agente (§ 12.12c) poseen argumentos que heredan de verbos (dirigir, supervisar, etc.), pero a la vez corresponden semánticamente al grupo 3. Tienen también argumentos las nominalizaciones de cualidad (la blancura de la nieve: § 12.12a), que se asimilan al grupo 5. Por otra parte, la relación anterior no es exhaustiva. Así, los complementos que designan el autor de una obra (las novelas de Cervantes, las películas de Buñuel) se consideran argumentales, no así los que se refieren al que las posee (los cuadros de un coleccionista). El que la interpretación posesiva sea no argumental tiene consecuencias en la formación de oraciones relativas e interrogativas, así como en la construcción de grupos nominales con posesivos antepuestos (§ 18.5).

12.10e Como se ha explicado, el punto de coincidencia de los grupos semánticos mencionados es el hecho de que todos denoten nociones que afectan a algo o alguien o que revierten necesariamente en otra persona o en otra cosa. Así, corresponden al grupo 4 las expresiones siguientes:

la pata de la mesa, el final del día, tu brazo, el umbral de la puerta, un saliente del acantilado, algunas depresiones del terreno, el fondo del lago, una parte de su salario, su lado oscuro, el norte de Alemania, la punta de la flecha, la palma de la mano, la orilla del lago, los abismos de la conciencia.

Los complementos preposicionales de los sustantivos subrayados pueden omitirse, como en No pasé del umbral; Se acercó a la orilla; Muéstrame la palma, o Vayamos al fondo, pero esas informaciones ausentes se deducen del contexto o de la situación, como sucede con otros complementos argumentales. Cabe hacer consideraciones similares sobre los complementos de los nombres de los demás grupos, aunque no todos ponen de manifiesto esta particularidad en los mismos términos. Produciría, en efecto, cierta extrañeza usar algunos de los sustantivos mencionados en contextos en los que no pudiera recuperarse su complemento argumental. Es lo que sucedería si alguien empezara un discurso diciendo Ayer había aquí un sobrino jugando (frente a … un niño jugando) o He visitado recientemente una patria lejana (frente a … un país lejano). Se ha observado que varios sustantivos que corresponden a los grupos 4, 5, 8 y 9 muestran asimismo cierta resistencia a prescindir de los adjetivos calificativos que los modifican, o de los grupos sintácticos que estos forman, en especial en contextos existenciales. Puede comprobarse este efecto si se intenta suprimir los segmentos que se subrayan en los ejemplos siguientes:

Y yo me siento avergonzada, he quedado con un sabor amargo en la boca (Serrano, M., Vida); Había que fotografiarlos desde el lado más estético (Ruffinelli, Guzmán); Me dio una pena profunda verla y oírla (Tibón, Aventuras).

Esta propiedad se estudia en los § 13.1m y ss., 15.3p y 15.5. Sobre la posible omisión del posesivo que se marca entre paréntesis en Me lo dijo un amigo (mío); Se lo dijo un colega (suyo), véase el § 18.7k.

12.10f En el § 12.10a se introdujeron los tres tipos fundamentales de sustantivos que poseen argumentos. Los adjuntos (capítulo 39) que modifican a los sustantivos, o a los grupos nominales que estos forman, se pueden clasificar desde el punto de vista categorial o desde el punto de vista semántico. Estos complementos pueden ser adjetivos (decisión acertada), grupos preposicionales (tarta de chocolate), grupos nominales (su aparición el martes pasado), adverbios (su muerte hoy) y oraciones de relativo (el resultado que esperamos). No son grupos preposicionales las locuciones adjetivas, aun cuando consten de preposición y término (de cuidado, de postín, de ocasión, de órdago, etc.), ya que están en el diccionario, a diferencia de los grupos preposicionales. Se analizan en el § 29.9.

12.10g Los adjuntos del sustantivo pueden agruparse también en función de sus rasgos semánticos. Así, los grupos nominales que modifican a los sustantivos suelen ser temporales en español, como en el ejemplo que se menciona en el apartado precedente su aparición el martes pasado. Esta construcción se analiza en el § 39.3k. Como es lógico, las clases semánticas de adjuntos adjetivales están en función de las clasificaciones que se hagan de los adjetivos (§ 13.2-4). De manera análoga, los grupos preposicionales que modifican a los sustantivos como adjuntos se construyen en función de los significados de las preposiciones. Aun así, se ha observado muchas veces que este principio no resulta demasiado útil en el caso particular de la preposición de. Esta dificultad se debe a que su significación relacional es tan abstracta como versátil o acomodaticia, no tanto a que posea un gran número de acepciones. En los apartados siguientes se analizarán resumidamente las principales clases semánticas que se establecen entre los grupos preposicionales que modifican a los sustantivos como adjuntos.

12.10h Son adjuntos de lugar grupos preposicionales como los subrayados en la gente de aquí, el sofá del salón, la tienda de la esquina, los juicios de Nüremberg. Así, la gente de aquí significa ‘la gente que está aquí o que vive aquí’. La relación es algo más laxa en mi primo de Cuernavaca, que puede hacer referencia a la ciudad en que alguien vive, pero también a su lugar de procedencia. La interpretación de lugar de procedencia (o ‘lugar de donde’) corresponde más claramente a grupos preposicionales como los de pisco de Ica o petróleo de Venezuela. Estos complementos de origen se convierten a menudo en complementos cualitativos con valor relacional o clasificativo, como en café de Colombia (‘un tipo de café’), queso de Cabrales, vino de la Rioja, etc.

12.10i Los grupos preposicionales locativos en función de adjunto nominal son relativamente raros cuando están encabezados por preposiciones distintas de de. Se utiliza la preposición con en ejemplos como Había un estercolero de carne en aquella esquina con la Octava Avenida (Vicent, Balada) o en […] al llegar al cruce con el camino forestal (García Hortelano, Mary Tribune). Aun así, esquina y cruce poseen propiedades en común con los sustantivos relacionales de valor argumental. Por influencia del inglés se construyen en algunos países secuencias como la tienda bajo mi casa o el cartel en ese muro, que se consideran incorrectas y se recomienda sustituir por otras como la tienda de debajo de mi casa o el cartel de ese muro. Existen, no obstante, varias excepciones, que se examinan en el apartado siguiente.

12.10j El rechazo del que se habla no se extiende en igual medida a todas las preposiciones. Así, con bajo y sobre se forman con mayor facilidad adjuntos locativos del nombre, como en Me encanta el puente sobre el lago de Maracaibo. Por otra parte, las nominalizaciones de acción y otros sustantivos que denotan eventos están libres de la restricción que se menciona, como en los textos siguientes:

Para el Inter supone una bofetada en su prestigio (País [Esp.] 9/1/1997); […] para su venta en otros lugares (Cotte, Sida); […] como aquellos que discutían a gritos sobre la guerra en Nicaragua (Rovinski, Herencia).

A ello se añade que los grupos preposicionales pueden asimilarse a los complementos predicativos aunque formen parte de grupos nominales, como sucede en Tanta gente en la calle la aturdía. El sujeto de esta oración es la expresión que se subraya. Se trata de un grupo nominal, pero recibe una interpretación proposicional o cuasiproposicional (‘que hubiera tanta gente en la calle’). La función que aquí desempeña en la calle es característica de los gerundios predicativos, como se explica en los § 27.6 y 27.7. Se asimilan en alguna medida a este paradigma oraciones como Un día en el campo siempre es agradable (se subraya el adjunto locativo). Por último, no son propiamente adjuntos locativos modificadores como el subrayado en coches en doble fila, puesto que denotan modo o manera más que lugar.

12.10k Son adjuntos temporales grupos preposicionales como los subrayados en un amigo de la infancia o la excursión de ayer. Como en los adjuntos locativos, los temporales se suelen restringir a las nominalizaciones de acción y otros nombres que denotan eventos cuando están encabezados por preposiciones distintas de de, como en Las actuaciones durante este período […] pueden servir como ejemplo (Estébanez Álvarez, Ciudades). Aun así, existen algunas excepciones, como la actitud de Marta a lo largo de estos meses, que se explica porque actitud muestra en este ejemplo un significado equivalente a comportamiento. Algunos grupos preposicionales (y los adverbios demostrativos que hacen sus veces) funcionan sintácticamente como adjuntos de un grupo nominal, pero contraen a la vez una relación de dependencia con el predicado principal. Este uso es característico de los adjuntos temporales y de los locativos. Se subrayan en los textos que siguen:

Las iguanas en esta ciudad parecen haber repetido, en más de una oportunidad, el milagro de la multiplicación (País [Col.] 22/7/1997); La gente aquí lo veneraba (Barnet, Gallego); El mundo hoy ya no soporta una anarquía (CREA oral, España); Aunque el documental en los tiempos iniciales de Guzmán también perteneció a ese purismo “fundamentalista”, el cineasta acabó transformando y enriqueciendo su práctica fílmica (Ruffinelli, Guzmán).

12.10l Así pues, a pesar de ocupar una posición posnominal, el grupo preposicional en los tiempos iniciales de Guzmán proporciona, en el último ejemplo citado, un marco temporal que permite acotar la denotación de el documental. A la vez, este ámbito temporal es igualmente apropiado para situar la predicación que la oración expresa en su conjunto. El grupo preposicional podría también preceder a toda la oración (En los tiempos iniciales de Guzmán, el documental…), pero con su colocación tras el sujeto se consigue el mismo efecto porque permite delimitar las coordenadas espaciotemporales de la entidad denotada por el sujeto de la oración. Esta pauta es frecuente en estructuras predicativas infraoracionales como México hoy, la jornada en la Bolsa, etc. En estos casos la posición del complemento temporal ha de ser posnominal, ya que los correspondientes elementos funcionan como predicados únicos de la construcción.

12.10m Las llamadas codas de las construcciones superlativas (§ 45.13f) introducen el ámbito o el marco de referencia al que se supedita la predicación característica de estas construcciones. Permiten, por tanto, la presencia de adjuntos temporales o locativos en el interior del grupo nominal, como los encabezados por la preposición en: el mejor defensa central {en la actualidad ~ en todo el continente}, pero también los formados por la locución a lo largo de, entre otras. Las llamadas codas partitivas (el mejor de todos) se analizan en el § 45.13. También los adjetivos ordinales permiten la aparición de adjuntos temporales o locativos en el interior del grupo nominal, como el subrayado con trazo continuo en el texto siguiente: Está tratando de lograr [su primer título desde 1994] (Américas 29/3/1997). Se encierra entre corchetes el grupo nominal que contiene el adjunto subrayado. Así pues, el ordinal primer(o) marca un determinado elemento en una serie implícita, y el adjunto desde 1994 identifica su límite inicial (cf. *su título desde 1994, sin ordinal).

12.10n Los adjuntos de cantidad pueden ser temporales (excursión de dos días), locativos (viaje de doscientos kilómetros) o corresponder a otras unidades de medida: Anabelle parió un niño arrugadito y pelón, de tres kilos de peso (Alberto, Eternidad). Como antes, algunos de estos complementos alternan con adjetivos, como en un niño {de siete meses ~ sietemesino}, y ejercen de la misma forma que ellos su función restrictora.

12.10ñ Expresan pertenencia o posesión otros muchos adjuntos. Como se explica en el § 18.5, la relación de posesión admite muchas variedades, y algunas de ellas están más cerca de nociones como la ‘adscripción’ o la ‘ubicación’ (el lugar en la fila de Marta) que de la de ‘propiedad’ (la casa de Marta). Con las preposiciones con y sin se forman adjuntos que introducen, en el interior del grupo nominal, muchos de los complementos que el verbo tener puede admitir en el grupo verbal: gente {con ~ que tiene} doble personalidad; personas {sin ~ que no tienen} problemas. El que la atribución que aquí se hace sea actual, pasada, futura o virtual depende en gran parte de las propiedades temporales y aspectuales del predicado principal. Así, con sus pestañas equivale a ‘que tuviera o que tenga sus pestañas’ en Una muchacha con sus pestañas no debería temer nada de la vida (José, Buster Keaton). Véase sobre este punto el § 25.10k.

12.10o Son muy numerosos los complementos preposicionales de interpretación clasificativa. Suelen asimilarse a los adjetivos y, de hecho, pueden alternar con ellos, como en pasta {de dientes ~ dentífrica}; libros {de niños ~ infantiles}; barco {de vela ~ velero}. Algunos de estos complementos preposicionales poseen límites difusos con las locuciones nominales. Los adjuntos de interpretación clasificativa suelen construirse con sustantivos sin determinante. Así, se expresa precio o valor en zapatos de cien dólares; denotan finalidad, uso o, en general, aquello para lo que algo está destinado el adjunto que se subraya en la expresión citada pasta de dientes, pero también los marcados en coches de alquiler, vaso de agua (en uno de sus sentidos: § 12.5j), cuchillo de cocina, libros de entretenimiento, peluquería de caballeros, reloj de señora, pantalones de niño, a los que se agregan los que se construyen con complemento de infinitivo: silla de montar, máquina de escribir, caña de pescar, cazo de servir, gafas de bucear, etc. Cuando expresan finalidad, algunos de estos complementos admiten variantes con la preposición para, como en filtro {de ~ para} café; aparato {de ~ para} medir la tensión, y también con artículo, como en filtro {del ~ para el} café.

12.10p Denotan aquello que permite el funcionamiento de otra cosa los adjuntos clasificativos subrayados en molino de viento (o de agua), motor de explosión, locomotora de vapor, barco de vela. Expresan asimismo la manera en que funciona algo los complementos subrayados en plancha de vapor (que se prefiere a plancha a vapor), cocina de gas (en lugar de cocina a gas), barco de vela (preferible a barco a vela). En España se ha generalizado el uso de la preposición a en olla a presión o avión a reacción. Denotan materia o contenido los adjuntos preposicionales subrayados en traje de seda, mesa de madera, vaso de cristal, pastel de manzana, cuentos de terror. Expresan un accesorio, un aditamento o un elemento complementario de otra cosa los adjuntos subrayados en un vestido con lunares o un señor con pipa, construidos con la preposición con.

12.10q Se ha resaltado en los estudios sobre el grupo nominal que los complementos preposicionales construidos como se explica en los apartados precedentes permiten extender la interpretación clasificativa a otras muchas nociones en función de diversas circunstancias: cerveza de barril (‘que se guarda en barril’), libros de bolsillo (‘que caben en un bolsillo’), etc. Se caracterizan, como los mencionados, por la ausencia de artículo. Repárese en que en una página de periódico se habla de cierta clase de página, por oposición a una página de libro, … de cuaderno, … electrónica, etc. (interpretación clasificativa o de tipo). En cambio, en una página del periódico se identifica una página por su pertenencia a cierto diario del que se está hablando. Se obtiene, pues, un complemento de pertenencia como los descritos en el § 12.10ñ. Frente al caso anterior, en este último complemento se introduce una expresión referencial (el periódico), por lo que es esperable que se admitan posesivos (> una página suya). Se aprecian contrastes similares a estos en las mesas de {cocina ~ la cocina}; el reloj de {pared ~ la pared}, y en otros muchos pares análogos. Véase también, sobre esta misma cuestión, el § 15.13.

12.10r Se forman complementos preposicionales de interpretación calificativa o evaluativa con un gran número de nombres abstractos, especialmente de cualidad. Se pueden construir estos sustantivos sin modificadores adjetivales o con ellos. En la primera opción se interpreta un grado elevado de la propiedad o la magnitud que se predica, como en personas de edad, cosas de importancia, argumentos de peso, tareas de precisión, mujer de carácter, novela de mérito. Ilustran la segunda opción los grupos nominales siguientes:

personas de cierta edad, cosas de escasa importancia, argumentos de poco peso, tareas de gran precisión, mujer de fuerte carácter, novela de escaso mérito, religioso de profundas convicciones, tradición de hondo arraigo, palabras de sentida condolencia,

así como los que se citan a continuación:

Puede pequeña cossa e de poca valía / fazer mucho provecho e dar grand mejoría (Arcipreste Hita, Buen Amor); Se recogió el dinero y se le pagó dándole muchas joyas y piedras de gran valor (Cieza, Crónica); Oí decir que le solían guisar carnes de muchachos de poca edad (Díaz Castillo, Historia); […] mezquino, duro y vengativo, escritor de mucha precisión y limpieza (Menéndez Pelayo, Heterodoxos).

12.10s Algunos sustantivos de cualidad solo admiten la segunda de estas dos pautas. Resultaría, pues, anómalo suprimir los adjetivos que se subrayan en un río de gran profundidad, personas de enorme curiosidad, o en Hay gente de mucha paciencia en el mundo (Fontanarrosa, Área). En unos pocos casos, la propiedad de la que se habla no se atribuye al núcleo del grupo nominal. Mientras que en personas de valía se atribuye la valía a ciertos individuos, en personas de confianza no se atribuye la propiedad de confiar a ciertas personas, sino que se dice más bien que es posible confiar en ellas. A esta misma pauta corresponde Era un enemigo de respeto (Chavarría, Rojo). Cabría también analizar de confianza y de respeto como locuciones adjetivales, al igual que de consideración en El tornado causó daños de consideración (‘considerables’) o que otras similares como en un tipo de cuidado o políticos de medio pelo. Son muy numerosas las locuciones adjetivales de interpretación calificativa formadas con la pauta «preposición + sustantivo o grupo nominal». Se estudian en el § 13.18.

12.10t Los adjuntos preposicionales de interpretación calificativa o evaluativa se usan con profusión en la lengua literaria para construir modificadores del sustantivo que denotan rasgos característicos o prototípicos de algo o de alguien. Estas propiedades se obtienen por comparación entre dos personas o cosas, y muy a menudo revelan la agudeza o el ingenio del que establece las analogías:

Asomó su cara liliputiense, patilluda, de ilustración de novela de Dickens (Mujica Lainez, Invitados); […] mujeres de movimientos de felino y ojos obscuros y centelleantes (Paz, Vislumbres); […] con su dulce inclemencia de domador de perros cimarrones (García Márquez, Otoño); ¿No ves la letra de nene de cuarto grado? (Sábato, Héroes); […] tus grandes / pies hermosos, tu espinazo / de yegua de Faraón (Rojas, G., Oscuro); El director general, como podrás observar, pone cara de violador de niñas de diez años (Fuentes, Silla); […] cerrando la portezuela con un estrépito de metales desajustados (Mutis, Maqroll).

12.10u Como consecuencia de la naturaleza abstracta de las relaciones que se establecen con la preposición de, la gramática no puede ir, en muchos casos, más allá de señalar la existencia de una relación abierta entre dos sustantivos, que el contexto o la situación actualizarán en cada caso particular. El que intenta interpretar la expresión el jardín de la casa pensará quizá en cierto jardín ubicado en determinada casa, pero este grupo nominal puede designar con igual propiedad cierto jardín caracterizado por tener una casa en su interior, por oposición a otros jardines que carecerían de ella. De manera similar, la expresión la casa del jardín puede hacer referencia a una casa que tiene jardín, pero también a una que está en un jardín. En la elección de la interpretación prominente interviene el que ciertas nociones se categoricen primariamente como lugares, objetos, puntos o intervalos temporales, etc., entre otros significados, pero también determinan la interpretación diversos factores extralingüísticos que solo se han estudiado de forma parcial. Se puede comparar la pertinencia de unos y otros factores si se trata de dar sentido a expresiones como las siguientes:

la mujer del diario (‘que lo está leyendo’, ‘que aparece en él’, ‘que lo lleva’, etc.), la mujer del tren; la mujer del martes, la mujer del año, la mujer del viaje, la mujer del sueño, etc.

Se han hecho experimentos psicolingüísticos en los que se trata de determinar la prominencia relativa de las varias interpretaciones (naturales, posibles pero improbables, etc.) de secuencias del estilo de estas. Los autores que los llevan a cabo entienden que si las interpretaciones son coincidentes, también habrán de serlo los rasgos léxicos que los hablantes atribuyen a los sustantivos que pueden categorizarse de varias formas, así como la preferencia que se establece entre tales informaciones.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
complemento del nombre, nombre de representación, nombre relacional

 

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