cuentarrevoluciones

Se documenta por primera vez en 1892, con la acepción 'instrumento que sirve para medir la velocidad de rotación de la máquina en la que va instalado, expresándola, por lo común, en número de vueltas por unidad de tiempo', en un artículo de N. Amorós y Vázquez de Figueroa, intendente del ejército, publicado en la Revista de España (Madrid). En esta primera documentación se atestigua con la variante cuenta-revoluciones. Esta forma alterna con las variantes gráficas cuenta revoluciones y cuentarrevoluciones durante el primer tercio del siglo XX, si bien será el compuesto ortográfico el que acabará imponiéndose. El primer testimonio lexicográfico es de 1953, año en que se consigna esta voz en el Diccionario enciclopédico de la editorial UTEHA. La Real Academia Española no consigna esta voz en sus diccionarios hasta el DLE de 2014. A partir de finales de la década de los noventa del siglo XX encontramos, en algunos testimonios, expresiones como "en la zona alta del cuentarrevoluciones", uso que apunta a un incipiente proceso metonímico en el que el sustantivo cuentarrevoluciones parece referirse al indicador del cuentarrevoluciones en lugar de al instrumento en su conjunto. Desde el año 1971, el sustantivo también se atestigua junto al modificador electrónico para designar un tipo de cuentarrevoluciones que se sirve de los avances de la electrónica e incluye un circuito impreso entre sus componentes.