grúa

Se documenta por primera vez, en la acepción 'ave migratoria del orden de los gruiformes, con las patas, el cuello y el pico largos; emite sonidos parecidos a los de la trompeta, audibles a gran distancia, y su capacidad voladora le permite realizar largas migraciones', en 1250, en  Moamín. Libro de los animales que cazan , de A. de Toledo. El uso de  grúa  para referirse al ave empieza a decaer a partir del siglo XVI y en las centurias posteriores se registra con escasa frecuencia. En la  Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III  (1427-1428) de E. de Villena, se atestigua como 'máquina bélica de asedio consistente en una viga vertical sobre la que se apoya otra horizontal y que sirve para lanzar piedras u objetos pesados contra las murallas enemigas o para elevar soldados para facilitar su acceso a las fortificaciones enemigas'. Sin restringirse ya al ámbito bélico, se documenta como 'máquina formada generalmente por un eje giratorio y un brazo horizontal con poleas o cables que sirve para levantar grandes pesos y transportarlos dentro del espacio que abarca', en 1554, en  La primera parte de la Historia natural de las Indias , de F. López de Gómara. El uso de la palabra se documenta preferentemente a partir de la revolución industrial, en los siglos XIX y XX, con diferentes modificadores y complementos que sirven para explicitar el tipo de grúa al que se refiere. En 1585, en las  Notas  de F. Lobato, se atestigua la acepción 'rueda de gran tamaño que mueve el rodete de un molino gracias al impulso de las pisadas de una persona'. En 1950 se registra como 'automóvil provisto de un dispositivo de elevación y o arrastre que permite elevar y transportar otros vehículos o materiales pesados y de gran tamaño', en  Lola, espejo oscuro , de D. Fernández Flórez. Como 'servicio municipal destinado a regular el estacionamiento de vehículos en la vía pública y encargado de retirar, con una grúa, los automóviles que suponen un obstáculo para la movilidad o un peligro para la circulación' se atestigua en 1977, en un artículo del diario  El País (Madrid) . Con el valor 'aparato móvil consistente en una plataforma situada al final de un brazo metálico donde se coloca una cámara' se registra por vez primera en 1976, en el  Diccionario del periodismo  de López de Zuazo.

En diversos repertorios lexicográficos se consignan las siguientes acepciones: 'figura que se da al contorno de las ligazones de un buque', registrada por primera vez en 1765, en la Cartilla marítima, para que el curioso pueda instruirse en los nombres de los palos, y vergas, uso, y metodo ..., voces, con que se manejan los marineros en sus faenas, y nombres de las partes, y ligazones mas principales de un navio [...], de Zuloaga. Como 'pieza de tabla, acomodada al galibo para sacar por ella las piezas del mismo navio' se recoge, en 1787, en el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana [...]., de Terreros y Pando. En 1822, en el Suplemento al DRAE, se documenta como 'muñonera. Concavidad semicircular que tiene cada uno de los tablones de la cureña, y en donde entra el muñon de la pieza de artillería'. En 1978, en el tercer tomo del Atlas lingüístico y etnográfico de las Islas Canarias, dirigido por Alvar, se registra como 'gato para levantar pesos'. Como 'Levantador de juego clandestino' se consigna en el Glosario lunfardo, de Chiappara, de 1978. Como 'presión poderosa que provoca traslados o desplazamientos de personas' se registra, en 1985, en el segundo tomo del Diccionario ejemplificado de chilenismos y de otros usos diferenciales del español de Chile, de Morales Pettorino, Quiroz Mejías y Peña Álvarez. Montes Giraldo, en el Glosario lexicográfico del atlas lingüístico-etnográfico de Colombia (ALEC), consigna las acepciones 'vulva' y 'suero de la mantequilla'. En 1988, en el Glosario de términos de transporte terrestre usados en Venezuela, de Núñez, se recoge el valor 'nombre que se da al mar cuando la altura de las olas alcanza de tres a seis metros'. En Puerto Rico, en el Diccionario de la jerga del estudiante universitario puertorriqueño de Claudio de la Torre, publicado en 1989, se atestigua como 'hacer alguna conquista'.

La locución adverbial a la grua, con la acepción 'de acuerdo con la figura que determina una plantilla' se documenta únicamente en 1948, en la novela Nostramo, de J. F. Guillén. Este uso está relacionado con la locución verbal labrar a la grúa, atestiguada en 1831 en el Diccionario marítimo español, de O'Scanlan. Por su parte, ancho a la grúa, como 'distancia entre las dos caras curvas de una pieza, medida a partir de las caras planas', se registra en 1880, en el Manual del maderero, de E. Plá y Rave. Grúa-camión, como 'camión acondicionado con una grúa telescópica', se consigna en Glosario de términos de transporte terrestre usados en Venezuela de Núñez, de 1988. Grúa-puente, con la acepción 'grúa que consta de un montacargas instalado sobre una viga sostenida por dos o más patas que pueden desplazarse sobre unos rieles horizontales instalados en el suelo' se atestigua en 1901, en el artículo anónimo titulado "El funicular del Tibidabo", publicado en la Revista Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros (Madrid). Por su parte, grúas de capón se registra en el Diccionario marítimo español de Guardia, en 1921, donde se define así: 'pescantes giratorios empleados en los buques que llevan anclas ordinarias de mucho peso, a fin de facilitar la operación de llevarlas a su basada'.

Barco grúa (véase barco), como 'embarcación con una grúa empleada para realizar tareas de carga y descarga en buques, facilitar la construcción de plataformas en alta mar y participar en la recuperación de embarcaciones hundidas', se atestigua en 1884, en un artículo anónimo publicado en la Revista Popular de Conocimientos Útiles (Madrid). Camión grúa (véase camión), con la acepción 'camión que lleva incorporada un dispositivo que le permite elevar y transportar otros vehículos o materiales pesados y de gran tamaño', se documenta en 1928, en un artículo publicado en El Constructor (Barcelona). Coche grúa (véase coche) se registra, con la acepción 'automóvil provisto de un dispositivo de elevación y o arrastre que permite elevar y transportar otros vehículos o materiales pesados y de gran tamaño', en 1929, en una noticia de La Libertad (Madrid). Puente grúa (véase puente), como 'grúa que consta de un montacargas instalado sobre una viga sostenida por dos o más patas que pueden desplazarse sobre unos rieles horizontales instalados en el suelo' se atestigua en 1887, en una información de El Correo de Cantabria (Santander). Por último, vehículo grúa (véase vehículo), como 'automóvil provisto de un dispositivo de elevación y o arrastre que permite elevar y transportar otros vehículos o materiales pesados y de gran tamaño', se documenta en 1970, en un artículo publicado en Flores y Abejas (Guadalajara).