marmotismo

Se documenta por primera vez, como 'estado de cansancio y somnolencia profunda', en 1909, en las "Crónicas de viaje. ¡Alegremonos!" de A. Miquis publicadas en El País: Diario Republicano-Progresista (Madrid). Como 'acto propio de una marmota (| persona empleada en el servicio doméstico)' se registra por primera y única vez en 2002, en la obra de R. Cervera Torres titulada Alaska y otras historias de la movida. Este significado se comprende dentro del panorama de la Movida Madrileña, movimiento contracultural surgido en España en los primeros años de la década de los 80 del siglo XX, donde se hablaba del "chochonismo ilustrado" (sinónimo de marmotismo) como "expresión de un mundo que se materializa en su discurso: las marujas, la prensa del corazón, todo llevado al paroxismo y a la distorsión" (op. cit.). Por otra parte, con el valor 'estado o acto que se repite de manera reiterada' se atestigua por primera vez en 2008, en "Súmate a la solución", artículo de M. Nolla publicado en Libertad Digital (Madrid). Este valor surge en alusión al día de la marmota: cada 2 de febrero granjeros de Estados Unidos y Canadá toman como referencia el comportamiento de una marmota que sale de su madriguera para predecir el final del invierno.