pestilencia

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

pestilencia s. (1223-)
pestilencia, pestelencia, pestelençia, pestilançia, pestilentia, pestilençia, pestillencia, pestillençia, pistelencia
Etim. Voz tomada del latín pestilentia y esta, a su vez, de pestilens, tis (cf. DECH, s. v.).

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'enfermedad epidémica contagiosa que provoca una gran mortandad y, en particular, la causada por la bacteria Yersinia pestis y caracterizada por fiebre, escalofríos, náuseas, cefalea, debilidad y bubones en diferentes partes del cuerpo', hacia 1223, en la anónima Semejanza del mundo. El vocablo se registra casi dos siglos antes que su sinónimo peste (situación paralela a la del francés o del italiano; TLF, s. v. peste y pestilence y TLIO, s. v. pestilenza) y con frecuencia, en las traducciones de la Biblia, se emplea como equivalente de los latinos pestilentia o pestis. Muy ocasionalmente se documenta pestilencia acompañada del adjetivo inguinaria, como traducción de pestilentia inguinalis, en alusión a una de las regiones anatómicas donde se muestran los bubones de esta enfermedad: solo se registra en obras de A. de Guevara, el Reloj de príncipes (1529-1531) y sus Epístolas familiares (1521-1543). Como 'cosa nociva o perjudicial', se atestigua hacia 1250, en el Vidal Mayor. Con la acepción de 'suceso que causa un deterioro en la salud o en la integridad física, sufrimiento moral o pérdidas económicas graves' (sinónimo, por tanto, de plaga), se atestigua por vez primera en 1259, en el Libro de las Cruces de Alfonso X; en los romanceamientos bíblicos se emplea para verter el contenido de vocablos como plaga, famēs, mors o a pestis, en contextos en que otras versiones optan por el equivalente romance mortandad. Como 'animal venenoso' se atestigua a1284, en la quinta parte de la General Estoria de Alfonso X. Con el valor de 'enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales en un mismo lugar y durante un mismo período de tiempo' se documenta en el Glosario de Palacio (incluido en los Glosarios latino-españoles de la Edad Media editados por A. Castro), conservado en un manuscrito datado entre el último tercio del siglo XIV y comienzos del XV; el primer testimonio léxico claro remite a la Obra de agricultura de G. A. de Herrera, de 1513. Como 'olor fuerte y desagradable' se registra en 1725-1744, en el Extracto de los Pronósticos del gran Piscator de Salamanca, de D. de Torres Villarroel, pero apenas compite con su sinónimo peste en esta acepción.  

  1. ac. etim.
    s. f. Enfermedad epidémica contagiosa que provoca una gran mortandad y, en particular, la causada por la bacteria Yersinia pestis y caracterizada por fiebre, escalofríos, náuseas, cefalea, debilidad y bubones en diferentes partes del cuerpo.
      Acepción en desuso
    1. s. Se usa en construcciones comparativas, frecuentemente con el verbo huir, para ponderar el carácter nocivo de algo.
    2. Acepción en desuso
    3. s. En ocasiones, con el modificador inguinaria.
  2. 1⟶metáfora
    s. f. Cosa, persona o hecho nocivo o perjudicial.
  3. Acepción en desuso
  4. s. f. Suceso que causa un deterioro en la salud o en la integridad física, sufrimiento moral o pérdidas económicas graves.
  5. Acepción en desuso
  6. s. f. Animal venenoso.
  7. s. f. Enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales en un mismo lugar y durante un mismo período de tiempo.
  8. 1⟶metonimia
    s. f. Olor fuerte y desagradable.

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