volt

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'unidad de medida de la tensión eléctrica y la fuerza electromotriz equivalente a la diferencia de potencial eléctrico existente entre dos puntos de un hilo conductor que transporta una corriente constante de un amperio cuando la potencia disipada entre estos puntos es de un vatio', en 1880, cuando se registra en un monográfico titulado "Las ciencias en 1800" firmado por R. Becerro de Bengoa y publicado en Revista Contemporánea (Madrid), varios años antesque el primer testimonio de su adaptación al español, voltio (que se atestigua en 1898, en una "carta abierta" dirigida al director de la revista Madrid Científico, firmada por "Un electricista incipiente" ). El anglicismo volt estaba ya arraigado cuando la Academia consigna voltio por primera vez en 1899, en el Suplemento  a la decimotercera edición del DRAE. La denominación extranjerizante había sido ya consignada en 1895 en el Diccionario enciclopédico de la lengua castellama de Zerolo y se ajustaba, por otra parte, como se indica en el Suplemento al DRAE de 1914, a la nomenclatura internacional, por lo que la adopción de voltio por la Academia no estuvo exenta de polémica, como se aprecia en un artículo firmado por E. Barrau y titulado "Sobre algunas voces de electrotecnia admitidas por la Real Academia Española", con fecha del 28 de junio de 1899, publicado en Madrid Científico, donde se reprocha a esta institución la adopción de dichos términos, alegando que podría dar lugar a confusiones en las abreviaturas. Otros autores, como J. Echegaray, en Ciencia popular (c1870-1905), censuraron, en cambio, el empleo de volt, por considerarlo ajeno a la fonética del español (cf. "Y así, en la palabra volts, trepar por la l, y, sin descanso alguno, emprender la subida de la t, y encontrarse, por último, con la s, es trabajo que rinde todo nuestro aparato vocal"). El término voltio fue desplazando en España a volt, mientras que en Hispanoamérica su empleo sigue vigente.