13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
diamantino, a adj. (1463-)
diamantino
Etim. Derivado de diamante e -ino, a.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'que es inflexible o inquebrantable', en 1463, en Diálogo de Vida Beata, de J. Lucena. Se consigna por vez primera en el Diccionario de autoridades (1732). Como 'perteneciente o relativo al diamante', se atestigua en 1549, en la obra anónima Cancionero espiritual de Juan de Villaquirán. Se consigna por vez primera en el Recveil de dictionaires francoys, espaignolz et latins (1599), de Hornkens. Con la acepción 'semejante a un diamante por su brillo', se atestigua en una composición poética de J. Arolas Bonet (1830-1846). En el ámbito de mineralogía, se registra como '[Brillo] Que tiene un reflejo fuerte y brillante', en 1856, en el Tratado teórico práctico de metalurgia. Dispuesto para uso de las escuelas y establecimientos en donde se enseñe esta asignatura, para los metalurgistas, mineros, etc., de C. Sáez de Montoya. 

  1. adj. Que es inflexible o inquebrantable.
    Sinónimo: adamantino, a
    docs. (1463-2015) 63 ejemplos:
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 53r Esp (BD)
      Tanto no mueren cuanto vive la causa de su vevir. Si oyendo cualque armónica suavidad, o contemplando en cosas placientes, nuestra humanidad olvida lo que natura demanda; si contra natura de lo grave la fuerza diamantina sostiene, según se dice, las hedientes reliquias de Mahometo en el aire; pues si cosas tan viles, tan momentáneas, tan mortales y perituras fuerzan la condición natural, ¿cuánto más la divina eternidad lo basta hacer?
    • 2015 Hiriart, H. "Deberes Éticos Superiores" Letras Libres. Coyoacán: letraslibres.com Mx (CORPES)
      También Marco Junio Bruto, modelo de virtud y asesino de su benefactor, acaso su padre, el gran Julio César. En la obra de Shakespeare, Bruto es el patriota puro, diamantino (no por nada Bruto fue el héroe más exaltado en la Revolución francesa).
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 53r Esp (BD)
      Tanto no mueren cuanto vive la causa de su vevir. Si oyendo cualque armónica suavidad, o contemplando en cosas placientes, nuestra humanidad olvida lo que natura demanda; si contra natura de lo grave la fuerza diamantina sostiene, según se dice, las hedientes reliquias de Mahometo en el aire; pues si cosas tan viles, tan momentáneas, tan mortales y perituras fuerzan la condición natural, ¿cuánto más la divina eternidad lo basta hacer?
    • 1537 Escrivá, L. Veneris tribunal [2000] Esp (CDH )

      Altíssima, augusta, soberana Diosa, al calor de los rayos de la qual ni ay hombre tan diamantino entre los hombres que como cera no se consuma, ni dios tan fuerte entre los dioses que como nieve no se derrita; omnipotente Cupido, universal apoderado Monarcha, señoreante sobre todo señor, que a tiempo viviendo, como humano al cabo muere en la tierra [...].

    • c1581 Cervantes Saavedra, M. Tragedia de Numancia [1995] 1172 Esp (CDH )
      / Ablandad, claros varones, / esos pechos diamantinos, / y mostrad, cual numantinos, / amorosos corazones; / que no por romper el muro / remediáis un mal tamaño; / antes en ello está el daño / más propincuo y más seguro.
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 704 Esp (CDH )
      / Llegó con esta furia a Rolandino, / de quien era opinión (pienso que vana), / que era hijo de Orlando Paladino, / y de una hermosa dama castellana; / y roto el fuerte acero diamantino, / que pensó despreciar a Durindana, / se le enredó en el cuello, aunque era un monte, / pareciendo las sierpes en Laconte.
    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Colombia (CDH )
      Sagrada planta le besó el camino / que lo indujo veloz a Barcelona; / alta del sacro templo al peregrino / llamó los ojos, la que lo corona / torre, después del muro diamantino, / de atado mármol la ceñida zona, / si no es de la ciudad tendida hiedra * / que encadena tenaz bosques de piedra.
    • c1666-a1695 Juana Inés de la Cruz Poesía. Lírica personal [1951] 27 México (CDH )
      Yo, que a la Deidad Montera / crezco el desdeñoso bando, / a quien en desdén excedo, / si en hermosura no igualo; / yo, que en diamantino pecho / guardo un corazón de mármol, / que aun en los tardos latidos / da escasas señas de humano; / yo, que en la tabla del tiempo / registrando ejemplos tantos, / hago resguardo presente / los infortunios pasados; / yo, a cuyos duros rigores, / a cuyo desdén helado, / templa sus ardores Venus, / afloja Cupido el arco [...]. /
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )

      Este inconveniente solo se podía evitar de dos maneras, o ciñendo todo el globo de la materia movida con vna muralla tan diamantina, que ningunos embates de la materia encarcelada, y en ninguna sucessión de tiempo pudiessen deshazerla: o suponiendo infinita la extensión de la materia: porque de esse modo, ni avría partes últimas en la circunferencia, ni restaría espacio adonde se disipassen.

    • 1739 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, VIII [2003] 166 Esp (CDH )
      Al cielo planetario aprehende dividido en muchos, y en cada uno como un cuerpo solidíssimo de dureza más que diamantina, pero todo el cielo planetario ciertamente no es más que uno; y bien lexos de la solidez y dureza que el vulgo le atribuye, es sin comparación más tenue, más sutil, más fluido que el aire que respiramos.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 801 Esp (CDH )
      Abren sagrados ataques en sus compasivos, generosos pechos; brechean los diamantinos muros celestiales con la batería de misas, sufragios y oraciones: Misit Ierosolymam offerri pro peccatis mortuorum. Llega al soberano Consejo de Guerra la noticia del aprieto de la celeste plaza: exaudiuit de monte sancto suo; regnum caelorum uim patitur. Defiende la entrada la soberana Justicia; declama a favor de la rendición de la imperial plaza la Misericordia: uenit hora et nunc est quando mortui audient uocem filii Dei.
    • 1787-1803 García Malo, I. Voz naturaleza [1995] Esp (CDH )
      "¡Ah, bárbaro padre! ¡Ah, monstruo, indigno de vivir entre los hombres! ¡Tanta impiedad alimentaba tu diamantino corazón! ¿Así atropellas los equitativos derechos de la naturaleza y de la amistad? ¿Son éstas las reiteradas ofertas que me hiciste? ¡Inicuo! Impostor! Yo te buscaré, te arrancaré esas pérfidas entrañas: no, no podrás huir de mi cólera y venganza, Pero, ¿qué digo? ¿Acaso su crueldad sincerará * mis delitos?
    • 1805 Blanco White, J. M. Ciencia benéfica [1994] 193 Poesías Esp (CDH )
      Tente, tente: do vas, en yermo triste / Trocada está la dominante Europa. / Entre enlutadas sombras el silencio / Horrible prolongaron los desiertos. / Las torres diamantinas / Yacen, enormes masas de ruina. / Habló en mal hora la ignorancia infausta / Y retumbó su grito en las cavernas / Procelosas del polo.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 446 Esp (CDH )
      El carro de la Muerte / Estalla, vuelca, y con impulso fuerte / Lanza léjos de sí la horrenda Guerra, / Que por el aire vago / Rodando, se despeña al negro lago. / »Al golpe, con revueltos remolinos, / Las ondas se levantan, / Los eternos cerrojos se quebrantan, / Se conmueven los muros diamantinos, / Y queda el monstruo airado / En su profundo abismo sepultado.»
    • 1827 Bello, A. Campaña Cruz Valera [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )
      Las barreras del tiempo / rompió al cabo profética la mente; / y atónita se lanza en lo futuro, / y a la posteridad mira presente. / ¡Oh porvenir impenetrable, oscuro! / rasgóse al fin el tenebroso velo / que ocultó tus misterios a mi anhelo. / Partióse al fin el diamantino muro / con que de mi existencia dividías / tus hombres, tus sucesos y tus días.
    • 1840-1841 Espronceda, J. Diablo Mundo [1993] 284 Esp (CDH )
      / Y ¿en qué parte del mundo, entre qué gente / no alcanza estimación, manda y domina / un joven de alma enérgica y valiente, / clara razón y fuerza diamantina? / Apura el jarro del licor hirviente, / cuando el más esforzado desatina / y trastornado y balbuciente bebe, / y aun él cien jarros a apurar se atreve.
    • 1865 Justiniano Arribas, J. Roger de Flor [1865] Esp (CDH )
      / No desfallezca el pecho diamantino, / Que tan alto blason logró en la historia... / Con invencible aliento y alma entera, / Cerrad la hueste en torno á mi bandera.
    • c1855-a1895 Navarro Villoslada, F. Doña Toda de Larrea [1998] Esp (CDH )
      ¿Y en tan breve tiempo se ha enamorado un mozo de pecho tan diamantino en quien no han hecho mella todas las beldades de la Corte?
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] 500 Esp (CDH )
      El retrato era estudiadamente bonito, y sin embargo afeaba a Espina. Pero en aquel momento no importaban a Silvio tales pormenores; lo que le espantaba, lo que le dejaba petrificado, era la perfidia, era el escarnio, era la revelación de un odio tan diamantino, bajo un disimulo tan maquiavélico.
    • 1937 Mencos Franco, A. Lit Guatemalteca Colonial [1937] Guatemala (CDH )
      Siendo toda su tropa de paisanos / la encuentra sin ninguna disciplina; / mas, con una constancia diamantina, / la deja de soldados veteranos. / Olvidaron los modos chavacanos, / ganando ya destreza masculina, / quienes antes con plaga femenina / temblaban de oír zambos anglicanos. /
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )
      ¿Y en qué parte del mundo, entre qué gente / No alcanza estimación, manda y domina / Un joven de alma enérgica y valiente, / Clara razón y fuerza diamantina?
    • 1985 Prensa ABC, 07/05/1985 [1985] Esp (CDH )
      El secretario de Estado, Marín se encontró ante un «callejón sin salida» cuando intentó ayer aquí poner el broche de oro a la negociación: la CEE se muestra de una dureza diamantina en su propuesta de cuota lechera, y eso es políticamente inaceptable para Marín.
    • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] Argentina (CDH )
      La mañana fresca y diamantina de invierno. El aire liviano, el cielo como un azul de taza china. Creo ver el perfil de la madre, pero en realidad no lo recuerdo. ¿Cómo era su nariz? Es más presente su voz firme, como escondiendo desesperación y ternura, y su perfume de ropa mantenida entre azucenas y lavandas. A través de la ventana se veían limoneros y naranjos, más allá los olivares parejos sobre la tierra ocre de la provincia dura y seca. Recuerdo que creí ver ese paisaje durante la gran caminata, entre Sinaloa y Culiacán, cuando volvía del país de los Tarahumaras y me había asomado al conocimiento de la raza primigenia, la raza de los gigantes.
    • 2002 Fuentes, C. Creo [2002] 49 México (CDH )
      El rostro de la Garbo en la escena final de La reina Cristina, el de Louise Brooks y su perfil con peinado de ala de cuervo en Pandora, el de Marlene entre las gasas y filtros barrocos de El expreso de Shanghai y La emperatriz escarlata, el de María Félix soñando despierta mientras oye una serenata en Enamorada, el de Dolores del Río viendo su propia muerte en la de Pedro Armendáriz en Flor silvestre, el de Marilyn descendiendo escaleras diamantinas o resistiendo el vapor veraniego de Nueva York entre sus muslos blancos y su falda blanca en La comezón del séptimo año [...].
    • 2015 Hiriart, H. "Deberes Éticos Superiores" Letras Libres. Coyoacán: letraslibres.com Mx (CORPES)
      También Marco Junio Bruto, modelo de virtud y asesino de su benefactor, acaso su padre, el gran Julio César. En la obra de Shakespeare, Bruto es el patriota puro, diamantino (no por nada Bruto fue el héroe más exaltado en la Revolución francesa).
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 53r Esp (BD)
      Tanto no mueren cuanto vive la causa de su vevir. Si oyendo cualque armónica suavidad, o contemplando en cosas placientes, nuestra humanidad olvida lo que natura demanda; si contra natura de lo grave la fuerza diamantina sostiene, según se dice, las hedientes reliquias de Mahometo en el aire; pues si cosas tan viles, tan momentáneas, tan mortales y perituras fuerzan la condición natural, ¿cuánto más la divina eternidad lo basta hacer?
    • 1537 Escrivá, L. Veneris tribunal [2000] Esp (CDH )

      Altíssima, augusta, soberana Diosa, al calor de los rayos de la qual ni ay hombre tan diamantino entre los hombres que como cera no se consuma, ni dios tan fuerte entre los dioses que como nieve no se derrita; omnipotente Cupido, universal apoderado Monarcha, señoreante sobre todo señor, que a tiempo viviendo, como humano al cabo muere en la tierra [...].

    • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] 80 Esp (CDH )
      / Está debajo, entre una y otra vía, / la boca de un coral precioso y fino: / con dos hilos de blanca perlería, / que cierra y abre un labio allí divino: / allí nace la gracia y cortesía / para ablandar un pecho diamantino: / allí formaba una suave risa, / que abre un paraíso acá a su guisa.
    • 1535-c1552 Fdz Oviedo, G. Batallas [1989] Esp (CDH )
      Yo digo que desde el día quel primer combate / me dio Amor, muchos años eran passados / así que yo cambiaua el jouenil aspetto; / en torno a mi coraçón, pensamientos elados / avían fecho quasi diamantino esmalte / que alentar no dexaua el duro affetto; / lágrima avn no me vañaua el pecho / ni rrompía el sueño, e aquello que en mí no era / me paresçía vn milagro en otrie.
    • 1555 Ortúñez Calahorra, D. Espejo príncipes [1975] Caballero Febo Esp (CDH )
      Según la mortal furia que muestra, ya no es possible que cosa delante se le pare que no lo hienda y deshaga, aunque peñas diamantinas sean. Que cobrando la espada, que le avía quedado colgada de la cadenilla del braço, * se levanta sobre los estribos, y a dos manos acierta un tan furioso golpe al fuerte tártaro, que la sangre le hizo salir por los oídos y narizes en grande abundancia.
    • c1553-1556 Villalón, C. Crótalon [1990] 136 Esp (CDH )
      Y ansí con el posible desdeño y aspereça procuró por aquella vez apartarte de sí dándote muestras desesperaçión. Pero continuando algunas vezes que para ello hallaste oportunidad te oyó con alguna paçiençia. Y vista tu importunidad y las joyas que le ofreçías, las cuales bastan a quebrantar las diamantinas peñas, bastaron en ella ablandar hasta mostrar algún plazer en te oír. Y de allí, con la continuaçión de tus dádivas y ruegos fue convençida a te favoreçer por del todo no te desesperar.
    • c1581 Cervantes Saavedra, M. Tragedia de Numancia [1995] 1172 Esp (CDH )
      / Ablandad, claros varones, / esos pechos diamantinos, / y mostrad, cual numantinos, / amorosos corazones; / que no por romper el muro / remediáis un mal tamaño; / antes en ello está el daño / más propincuo y más seguro.
    • 1588 Virués, C. HMonserrate [1851] 525 Esp (CDH )
      Que te fiaste con un fragil pino / De tentar el furor del viento airado, / Y de enfrenar el ímpetu marino / Cuando está más de rabia y furia armado: / ¡Oh duro corazon diamantino! / ¿Qué temerás, si con la muerte al lado, / Entre el fiero temor de tantas cosas, / Te fiaste á las aguas tempestuosas? /
    • c1570-1596 Rufo, J. Obras verso [1972] 276 Esp (CDH )
      Tal eficacia tuvieron / las verdades que le dijo, / que sacaron tierno llanto / de aquel pecho diamantino; / mas el noble corazón / jamás se ve tan esquivo, / que no acuda blandamente / a lo justo y bien pedido. /
    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] Esp (CDH )

      En los tuyos se echa de ver que le tienes, y no a mí, pues en mí no los ocupas: veo tus ojos fijos, clavados con la tierra, varios y divertidos, tu hermoso y alegre rostro pálido y macilento, tu lengua muda, tus oídos sordos, tus manos quedas y tu alma dura y diamantina. Quiere a quien quisieres. Sólo quiero que tengas alegría y contento para que, no viendo en tu rostro las señales y muestras de tu corazón, no me hagas padecer dobladas penas y miserias.

    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] II, 47 Esp (CDH )
      ¿Por qué su corazón tan diamantino / le ha de mostrar al animal rendido / un animal tan dulce y tan divino? / ¿Por qué ha de ser un hombre perseguido / sin lástima o piedad de un pecho fuerte, / y si afligido está, más afligido? / ¿Por qué aquél que está en punto de la muerte / le han de ayudar a despedir el alma / procurando acabar su triste suerte? / ¿Por qué no llevará de amor la palma / quien tiene por amar su triste vida / en el mar de la muerte puesta en calma? /
    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] II, 87 Esp (CDH )
      [...] de historias acontecidas / en bellos mármores parios, / no de Dédalo en las obras, / labradas a lo mosaico, / no en las pinturas de Apeles / ni de Arquímedes retratos, / no en los portales ebúrneos / del sacro templo de Jano, / no en el mauseolo sepulcro, / no en los palacios troyanos, / no en el diamantino Hemo, / no en el nevado Moncayo, / no en el Mongibelo ardiente, / no en el sublime Cáucaso, / no en las lóbregas cavernas, / no en los inhiestos peñascos / con cuyas cumbres compite / el elemento salado [...]. /
    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )
      Eterniza los hechos la memoria, / y el tiempo gastador los arrüina, / éste despinta la inmortal historia, / aquélla en dura piedra los afina; / y la más diamantina / ofrece sus entrañas / rompiendo la dureza / que la imprimió la mano poderosa, / y torna las hazañas / en su naturaleza, / de abrazarse con ellas deseosa, / porque le es dulce cosa / conservar en sus pechos / altas vitorias y famosos hechos.
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 704 Esp (CDH )
      / Llegó con esta furia a Rolandino, / de quien era opinión (pienso que vana), / que era hijo de Orlando Paladino, / y de una hermosa dama castellana; / y roto el fuerte acero diamantino, / que pensó despreciar a Durindana, / se le enredó en el cuello, aunque era un monte, / pareciendo las sierpes en Laconte.
    • c1590-1610 Cairasco Figueroa, B. Obra poética [1857] Esp (CDH )
      / Es entereza en la real persona / A todos los sucesos / Semblante igual, firmeza diamantina; / Es un firme valor, que proporciona / Las faltas, los excesos / A que naturaleza nos inclina; / Es celestial doctrina, / Filosofía sagrada de los santos, / A quien ni amor ni espantos, / Ni pena grave, ni la misma muerte / Hace mudar un punto el pecho fuerte.
    • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] 396 Esp (CDH )
      / Entre las tempestades y tormentas / del mar de su Pasión las derramadas / gotas de pura sangre, porque sientas, / alma, las penas a tu Dios causadas, / sobre dieciocho mil fueron doscientas / y veinticinco: ¡ay venas desangradas!, / ¡qué franco es el amor, pues no ha parado / hasta mostrar el agua del costado! / Estos números, pues, de señalados / casos de la Pasión del Rey divino, / ¡oh Vicente humildísimo!, contados, / ¿qué pecho no penetran diamantino?, / ¡ay, si fueran de mí tan bien llorados, / como ya de tus ojos imagino, / o fuera tanto mar el llanto mío, / que de ella te engendrara como río! / ¿Quién nos dará a los dos lágrimas tales / que basten a llorar tales tormentos?, / mas, si no son con lo infinito iguales, / busquemos infinitos sentimientos.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Entretenida [1995] 713 Comedias y entremeses Esp (CDH )
      OcañaBeso tus pies, peregrino, / único, raro y bastante / a ablandar en un instante / un corazón diamantino. / Yo, en quien nacieron barruntos / de celos cuando te vi, / a tus pies los pongo aquí, / semivivos y aun difuntos.
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] 456 Esp (CDH )
      / «Oh tú» —le dijo—, «sin hercúlea clava, / sin escudo de Marte diamantino, / transgresor de las leyes infernales, / ¿cómo pisas los tártaros umbrales? / »¿Qué me quieres a mí, que no tenía / de hablar con hombre vivo pensamiento?; / ¿qué privilegios tienes?; ¿quién te envía, / exceso del mortal atrevimiento?».
    • 1630 Jufré Águila, M. Compendio conquista Reino de Chile [2003] 237 Chile (CDH )
      Lo cual bien penetró como prudente / EL famoso Cortés, marqués del Valle, / Cuando en el Nuevo Mundo aquellas naves / Barrenó con un pecho diamantino. / Mas vamos adelante, y ponderemos / Para poner en orden bien la gente / Esto que, dice Lipsio, dijo Homero: / Pon lo dudoso en batalla, / Lo gallardo en la vanguardia, / Lo más fuerte, en retaguardia. /
    • 1644 Enríquez Gmz, A. Siglo pitagórico [1991] Esp (CDH )
      / No tiene tantas luces esa esfera, / oceano de vidros cristalinos, / ni flores la divina primavera, / como tiene argumentos peregrinos / el damaceno * polvo, contrastado / de celestes arpones diamantinos / Quéjate, sí, del recebido estado / y mira entre los pies de la Fortuna * / el pobre de virtudes laureado.
    • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] Colombia (CDH )
      / Moysés segundo, héroe soberano / (Con vara de oración), Bruno divino / Las ramblas hiere al risco que, tirano, / En sus brutalidades peregrino, / Resiste a su poder; pero es en vano, / Pues desató en su pecho diamantino / El cristal de vna fuente que, risueña, / Es en licor el alma de la peña.
    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Colombia (CDH )
      Sagrada planta le besó el camino / que lo indujo veloz a Barcelona; / alta del sacro templo al peregrino / llamó los ojos, la que lo corona / torre, después del muro diamantino, / de atado mármol la ceñida zona, / si no es de la ciudad tendida hiedra * / que encadena tenaz bosques de piedra.
    • 1675 Panes, A. Escala Mística [1995] 275 Esp (CDH )
      / / La Angélica dulçura / gozosamente anuncia estar abierta / y arde la impírea altura / la inaccessible, y diamantina puerta: / y el humano linage / con Dios unido en dulce maridage.
    • 1680 Sigüenza Góngora, C. Teatro virtudes políticas [1984] México (CDH )
      La columna diamantina, / que este rey con persistencia / abraza, no a la violencia, / no al infortunio se inclina; / porque la guerra, la muerte, / y el hambre, sin contrastarle, / sirven sólo de aumentarle / prerrogativas de suerte.
    • c1666-a1695 Juana Inés de la Cruz Poesía. Lírica personal [1951] 27 México (CDH )
      Yo, que a la Deidad Montera / crezco el desdeñoso bando, / a quien en desdén excedo, / si en hermosura no igualo; / yo, que en diamantino pecho / guardo un corazón de mármol, / que aun en los tardos latidos / da escasas señas de humano; / yo, que en la tabla del tiempo / registrando ejemplos tantos, / hago resguardo presente / los infortunios pasados; / yo, a cuyos duros rigores, / a cuyo desdén helado, / templa sus ardores Venus, / afloja Cupido el arco [...]. /
    • 1700 Sigüenza Góngora, C. Oriental planeta evangélico 139 Poesías México (CDH )
      / Freno tal vez suave / De proceloza tempestad violenta, / Animada con iras de friolenta / Nocturna sombra de Neptuno grave / Fue el Divino Cordero / Que en aras de vn madero / Siendo a su Padre amante sacrificio / Franqueó del cielo el diamantino quicio.
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )

      Este inconveniente solo se podía evitar de dos maneras, o ciñendo todo el globo de la materia movida con vna muralla tan diamantina, que ningunos embates de la materia encarcelada, y en ninguna sucessión de tiempo pudiessen deshazerla: o suponiendo infinita la extensión de la materia: porque de esse modo, ni avría partes últimas en la circunferencia, ni restaría espacio adonde se disipassen.

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. [...] regularmente se usa de esta voz para explicar la dureza y la fortaleza de alguna cosa, tomandola en sentido metaphorico.
    • 1739 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, VIII [2003] 166 Esp (CDH )
      Al cielo planetario aprehende dividido en muchos, y en cada uno como un cuerpo solidíssimo de dureza más que diamantina, pero todo el cielo planetario ciertamente no es más que uno; y bien lexos de la solidez y dureza que el vulgo le atribuye, es sin comparación más tenue, más sutil, más fluido que el aire que respiramos.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 801 Esp (CDH )
      Abren sagrados ataques en sus compasivos, generosos pechos; brechean los diamantinos muros celestiales con la batería de misas, sufragios y oraciones: Misit Ierosolymam offerri pro peccatis mortuorum. Llega al soberano Consejo de Guerra la noticia del aprieto de la celeste plaza: exaudiuit de monte sancto suo; regnum caelorum uim patitur. Defiende la entrada la soberana Justicia; declama a favor de la rendición de la imperial plaza la Misericordia: uenit hora et nunc est quando mortui audient uocem filii Dei.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )
      Paréceme que estoy viendo a los oficiales del Regimiento de Toledo como enajenados, como fuera de sí, en nada menos pensando que en que estaban oyendo un sermón de honras, sino que estaban viendo con sus mismos ojos el sitio de una plaza, el cordón, el bloqueo, los ataques, las baterías, el brechear los muros diamantinos, la llamada de la guarnición con bandera blanca a capitular.
    • 1787-1803 García Malo, I. Voz naturaleza [1995] Esp (CDH )
      "¡Ah, bárbaro padre! ¡Ah, monstruo, indigno de vivir entre los hombres! ¡Tanta impiedad alimentaba tu diamantino corazón! ¿Así atropellas los equitativos derechos de la naturaleza y de la amistad? ¿Son éstas las reiteradas ofertas que me hiciste? ¡Inicuo! Impostor! Yo te buscaré, te arrancaré esas pérfidas entrañas: no, no podrás huir de mi cólera y venganza, Pero, ¿qué digo? ¿Acaso su crueldad sincerará * mis delitos?
    • 1805 Blanco White, J. M. Ciencia benéfica [1994] 193 Poesías Esp (CDH )
      Tente, tente: do vas, en yermo triste / Trocada está la dominante Europa. / Entre enlutadas sombras el silencio / Horrible prolongaron los desiertos. / Las torres diamantinas / Yacen, enormes masas de ruina. / Habló en mal hora la ignorancia infausta / Y retumbó su grito en las cavernas / Procelosas del polo.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 446 Esp (CDH )
      El carro de la Muerte / Estalla, vuelca, y con impulso fuerte / Lanza léjos de sí la horrenda Guerra, / Que por el aire vago / Rodando, se despeña al negro lago. / »Al golpe, con revueltos remolinos, / Las ondas se levantan, / Los eternos cerrojos se quebrantan, / Se conmueven los muros diamantinos, / Y queda el monstruo airado / En su profundo abismo sepultado.»
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] Esp (CDH )
      Apercibe Barzú los diez jinetes, / Y lleno de ira, cual leon hambriento, / Sale osado, y la túnica radiante / Se viste, y ciñe el tahalí dorado; / Coloca el casco griego en su cabeza, / Y las saetas de la aljaba extrae: / Ya sobre el lomo del caballo salta, / Ya se mueve y enhiesta como un monte, / Ya, cual nube de invierno; se apresura, / Alta la asta y espada diamantina.
    • c1800-1819 Schz Barbero, F. Poesías Esp (CDH )
      ¿Quién el furor amansa / Del déspota soberbio / Cuando de sangre tiñe / Su formidable cetro? / ¿Y quién al hombre-fiera / Sacando de los yermos, / Derrite poderoso / El diamantino pecho? / Y ¿quién á Marte embota / La espada, en flaco miedo / Trasforma su bravura.
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 4 Esp (CDH )
      / Hijos mis versos, Silvia, de tus ojos, / Cuando mi amor mirabas indecisa, / Tras de mil que engendraron tus enojos / Volaron mil nacidos de tu risa: / ¡O cómo se divisa / En unos aquel frío / De tu ingrato desvío; / Y en otros un calor que al mismo exceda / Con que en torno del ege diamantino / La gran masa del sol rápida rueda / Ardiendo en fervoroso remolino! / Tú los cantabas, Silvia, ¡en qué lugares! / ¿Te acuerdas de la selva en que habitamos, / Que remedaba el ruido de los mares / Con el sordo susurro de sus ramos! / Muramos, ¡ay! muramos / De vergüenza y disgusto: / Que aun en algun arbusto / Se ve escrito que en todo el universo / Fuerza no habra que á separarnos baste; / Y aun está alli tu letra, alli mi verso; / Y dónde está la fe que me juraste
    • 1827 Bello, A. Campaña Cruz Valera [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )
      Las barreras del tiempo / rompió al cabo profética la mente; / y atónita se lanza en lo futuro, / y a la posteridad mira presente. / ¡Oh porvenir impenetrable, oscuro! / rasgóse al fin el tenebroso velo / que ocultó tus misterios a mi anhelo. / Partióse al fin el diamantino muro / con que de mi existencia dividías / tus hombres, tus sucesos y tus días.
    • 1840-1841 Espronceda, J. Diablo Mundo [1993] 284 Esp (CDH )
      / Y ¿en qué parte del mundo, entre qué gente / no alcanza estimación, manda y domina / un joven de alma enérgica y valiente, / clara razón y fuerza diamantina? / Apura el jarro del licor hirviente, / cuando el más esforzado desatina / y trastornado y balbuciente bebe, / y aun él cien jarros a apurar se atreve.
    • 1846 Navarro Villoslada, F. Blanca de Navarra [2003] Esp (CDH )
      Debajo de las hopalandas de seda, llevaba el prevenido conde de Lerin una finísima y flexible cota de malla, con la cual hubiera desafiado la punta del mejor templado y diamantino acero.
    • 1865 Justiniano Arribas, J. Roger de Flor [1865] Esp (CDH )
      / No desfallezca el pecho diamantino, / Que tan alto blason logró en la historia... / Con invencible aliento y alma entera, / Cerrad la hueste en torno á mi bandera.
    • c1855-a1895 Navarro Villoslada, F. Doña Toda de Larrea [1998] Esp (CDH )
      ¿Y en tan breve tiempo se ha enamorado un mozo de pecho tan diamantino en quien no han hecho mella todas las beldades de la Corte?
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. [...] fig. y poét. Duro, persistente, inquebrantable.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] 500 Esp (CDH )
      El retrato era estudiadamente bonito, y sin embargo afeaba a Espina. Pero en aquel momento no importaban a Silvio tales pormenores; lo que le espantaba, lo que le dejaba petrificado, era la perfidia, era el escarnio, era la revelación de un odio tan diamantino, bajo un disimulo tan maquiavélico.
    • 1907 Rubén Darío Canto errante [1977] Nicaragua (CDH )
      A sus pies habitaban los leones; / y las torres y flechas de oro fino / se juntaban con las constelaciones. / Y había un vasto domo diamantino / donde se alzaba un trono extraordinario / sobre sereno fondo azul marino. / Hierro y piedra primero, y mármol pario / luego, y arriba mágicos metales. /
    • 1910 Rodó, J. E. Motivos Proteo [1985] Uruguay (CDH )
      La soledad es escudo diamantino, sueño reparador, bálsamo inefable, en ciertas situaciones de alma y por determinado espacio de tiempo. Pero como medio único y constante de asegurar la plenitud de la personalidad contra las opresiones y falacias del mundo, marra la soledad, porque le faltan: un instrumento eficacísimo con que desenvolver el contenido de nuestra conciencia: la acción, y una preciosa alianza a quien fiar lo que no logre consumar de su obra: la simpatía.
    • 1913 Unamuno, M. Sentimiento trágico [1996] 164 Esp (CDH )
      Todo lo cual se siente más clara y más frecuentemente aún cuando brota, arraiga y crece uno de esos amores trágicos que tienen que luchar contra las diamantinas leyes del Destino, uno de esos amores que nacen a destiempo o desazón, antes o después del momento o fuera de la norma en que el mundo, que es costumbre, los hubiera recibido.
    • 1918 Senador, J. Ciudad castellana [1989] Esp (CDH )

      Moribundo está el campo, pero en él todavía late poderosa la matriz de la raza y hay todavía en él almas ardientes que os admiran y os aman; almas dinámicas de hombres cuadrados por la base; almas diamantinas de dureza incoercible; almas forjadas sobre un yunque de fuego como los hierros de las lanzas; almas de fortaleza esteparia templadas al rigor de todas las temperaturas extremas como el acero toledano.

    • 1929 Díaz Fdz, J. Venus mecánica [1983] Esp (CDH )
      Aquella mirada dura y diamantina de Obdulia marcaría ya siempre el rostro burgués, curtido para el odio, impasible para el deseo, y, sin embargo, como de cera para el desprecio de la amante. No se sabe qué oscuros territorios logran descubrir las mujeres en esas almas herméticas y frías. Lo cierto es que la vida de don Sebastián transcurría ya inquieta y hosca entre las miradas oblicuas de Obdulia, paréntesis de rencor en sus diarias entrevistas. Don Sebastián no comprendía cuáles eran los designios de aquella mujer indiferente e inaccesible, que siempre parecía reprocharle algo.
    • 1937 Mencos Franco, A. Lit Guatemalteca Colonial [1937] Guatemala (CDH )
      Siendo toda su tropa de paisanos / la encuentra sin ninguna disciplina; / mas, con una constancia diamantina, / la deja de soldados veteranos. / Olvidaron los modos chavacanos, / ganando ya destreza masculina, / quienes antes con plaga femenina / temblaban de oír zambos anglicanos. /
    • 1949-1953 Asturias, M. Á. Hombres maíz [1992] Guatemala (CDH )
      Prendidas a las ramas más altas las hembras llamaban a sus amantes de ojo cíclope, paseando sus farolitos encendidos, millones de ojos de luz en la noche inmensa, y los gusanos avivaban sus faros diamantinos respirando con todas sus fuerzas de machos calientes y se ponían en marcha desplazándose como sangre de azulado resplandor de perla, hacia lo alto, por el tronco, por las ramas y ramitas, las hojas y las flores.
    • 1957 Laín Entralgo, P. Espera [1984] Esp (CDH )
      Nos ofrece, en cambio, una apretada y diamantina respuesta moral. Es en la Carta a los Romanos, cuando alaba el modo de creer y esperar de Abraham, a quien Yahvé había prometido descendencia de Sara, no obstante la avanzada edad de ésta.
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )
      ¿Y en qué parte del mundo, entre qué gente / No alcanza estimación, manda y domina / Un joven de alma enérgica y valiente, / Clara razón y fuerza diamantina?
    • 1976 Revilla, B. Guatemala: Terremoto pobres [1976] 240 Guatemala (CDH )

      Alrededor de un parque central, amplio y tranquilo, escenario para la marimba festiva que toca bajo la ceiba centenaria, la iglesia, la municipalidad, la escuela, el mercado. Y desde ese eje diamantino de la vida comunitaria se extienden ordenadamente las viviendas en calles perfectamente alineadas. Un pueblo así urbanizado puede disfrutar sin mucho costo de los servicios básicos: agua potable, luz eléctrica, atención médica, educación, etc...

    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 194 México (CDH )
      Y a propósito de esto, si uno respirara, comenzó a decir otro de los amigos, pero aquí intervino Molkas que como siempre se distinguió por una vulgaridad diamantina y quien dedujo que al medir un miembro normal en erección unos quince centímetros de largo y un recto con todo y conducto anal la misma cantidad de centímetros, tendría el placer de llegar con la cabeza de su verga hasta el comienzo mismo del colon sigmoide de cualquiera de sus amigos que estuviera dispuesto a que su amante y seguro servidor (Molkas), le almidonara la flora intestinal.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] México (CDH )
      ¡Cómo llueve hermano! El otro día, harto, salí de la casa y le di de paraguazos a la lluvia. Pero fue inútil. La lluvia es implacable y diamantina. Con esa misma agua, llené esta botella para la abuela Altagracia. Le diré que es agua de Lourdes.
    • 1985 Prensa ABC, 07/05/1985 [1985] Esp (CDH )
      El secretario de Estado, Marín se encontró ante un «callejón sin salida» cuando intentó ayer aquí poner el broche de oro a la negociación: la CEE se muestra de una dureza diamantina en su propuesta de cuota lechera, y eso es políticamente inaceptable para Marín.
    • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] Argentina (CDH )
      La mañana fresca y diamantina de invierno. El aire liviano, el cielo como un azul de taza china. Creo ver el perfil de la madre, pero en realidad no lo recuerdo. ¿Cómo era su nariz? Es más presente su voz firme, como escondiendo desesperación y ternura, y su perfume de ropa mantenida entre azucenas y lavandas. A través de la ventana se veían limoneros y naranjos, más allá los olivares parejos sobre la tierra ocre de la provincia dura y seca. Recuerdo que creí ver ese paisaje durante la gran caminata, entre Sinaloa y Culiacán, cuando volvía del país de los Tarahumaras y me había asomado al conocimiento de la raza primigenia, la raza de los gigantes.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      diamantino, na. [...] adj. poét. Duro, persistente, inquebrantable.
    • 2002 Fuentes, C. Creo [2002] 49 México (CDH )
      El rostro de la Garbo en la escena final de La reina Cristina, el de Louise Brooks y su perfil con peinado de ala de cuervo en Pandora, el de Marlene entre las gasas y filtros barrocos de El expreso de Shanghai y La emperatriz escarlata, el de María Félix soñando despierta mientras oye una serenata en Enamorada, el de Dolores del Río viendo su propia muerte en la de Pedro Armendáriz en Flor silvestre, el de Marilyn descendiendo escaleras diamantinas o resistiendo el vapor veraniego de Nueva York entre sus muslos blancos y su falda blanca en La comezón del séptimo año [...].
    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] El Salvador (CDH )

      La última página de su gran libro, de oro de buena ley, es verdaderamente conmovedora y tiene, por su sinceridad, connotaciones diamantinas. No podemos dejar de repetirla:

      "De aquí para allá no me importa vivir poco, mucho o nada. Como... aquel niño de Dulce Nombre de María que recibió el telegrama de admisión en el Seminario, mientras su madre le remendaba sus únicos pantalones, sigo siendo un aspirante al sacerdocio.

    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      diamantino, na. adj. [...] poét. Duro, persistente, inquebrantable.
    • 2015 Hiriart, H. "Deberes Éticos Superiores" Letras Libres. Coyoacán: letraslibres.com Mx (CORPES)
      También Marco Junio Bruto, modelo de virtud y asesino de su benefactor, acaso su padre, el gran Julio César. En la obra de Shakespeare, Bruto es el patriota puro, diamantino (no por nada Bruto fue el héroe más exaltado en la Revolución francesa).
  2. adj. Perteneciente o relativo al diamante.
    docs. (1463-2014) 24 ejemplos:
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 1v Esp (BD)
      No cale dubdar, joan de mena: si contigo nos enbolvemos, yremos bien motejados. mas dejando las burlas, fablando de veras, ni entremos en puntas diamantinas, como el quiere, ni, como tu dizes, por versos trocaicos ni saphicos metros; mas fablemos a la llana por nuestro romance, y el señor marques, pues movio la cuestión, la mantenga.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      diamantino, na. adj. [...] Perteneciente o relativo al diamante.
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 1v Esp (BD)
      No cale dubdar, joan de mena: si contigo nos enbolvemos, yremos bien motejados. mas dejando las burlas, fablando de veras, ni entremos en puntas diamantinas, como el quiere, ni, como tu dizes, por versos trocaicos ni saphicos metros; mas fablemos a la llana por nuestro romance, y el señor marques, pues movio la cuestión, la mantenga.
    • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )

      Después de Perseo mancebo para cualquiera empresa de hombre de valor, se temió dél y le envió a la conquista de las Gorgonas diciendo ser jornada muy honrosa y la verdadera virtud en lo dificultoso se muestra; mas como fuese jornada tan peligrosa, Perseo procuró los mejores aparejos que pudo, y Mercurio le dió sus alas talares para los pies, con que volase, para ir presto con poco trabajo; y Vulcano le dió el alfanje diamantino llamado Harpe; sino que Apolodoro quiere que se le haya dado también Mercurio; y Minerva le prestó su escudo cristalino por el cual las pudiese mirar sin ser visto y muerto.

    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
      En el soberbio trono diamantino / que con sangrientas plantas huella Marte, / frenético el Manchego su estandarte / tremola con esfuerzo peregrino, / cuelga las armas y el acero fino / con que destroza, asuela, raja y parte... / ¡Nuevas proezas!, pero inventa el arte / un nuevo estilo al nuevo paladino.
    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Colombia (CDH )
      Dejó su nao, marítima sentina, / y en otra es albergado urbanamente, / donde devota ya mucha esclavina / inculcar pretendía la corriente / del río que, en su urna, diamantina / tïara sella que ciñó la frente / de Cristo, en cuya fe quiere sagrado / cristalino obtener Pontificado.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. Cosa que pertenece a Diamante [...].
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      Diamantino, na. adj. Que es ó participa de la naturaleza del diamante; concerniente ó relativo á él.
    • 1843-1858 Baralt, R. M. Poesías [1964] 108 Venezuela (CDH )
      / Así tu prole vivirá empuñando / en larga edad el cetro diamantino.
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. [...] Perteneciente o relativo al diamante.
    • c1918 Anónimo Trad Estudios Literaturas inglesa italiana [1918] 294 Esp (CDH )
      Shelley se cierne en la radiosa serenidad de su mundo ideal, entre las áureas esferas de planetas desconocidos y astros coronados de diademas diamantinas.
    • 1985 Gtz Ríos, E. Química p. 359 Esp (BD)
      Además de la estructura diamantina, común en los elementos del grupo, existe, a partir del silicio, la estructura llamada estaño blanco, que es la forma estable del estaño.
    • 2001 León, J. L. Mitoanálisis Publicidad Esp (CORPES)
      Pero conforme a la clásica tesis del padre de la investigación motivacional, Ernst Dichter, la atadura esclavizante sin embargo puede construirse de modo mucho más sutil: una sombra de mujer corre hacia quien se supone es su amado, que le coloca unas joyas diamantinas, únicas con forma y color definido, y se superponen sobre lugares del cuerpo como las muñecas, el cuello y el lóbulo de las orejas, todos ellos tradicionales lugares del marcaje esclavo, mientras que de la mujer no se ve sino la sombra —queda con ello despojada de su personalidad—, el spot se cierra con este eslogan: «un diamante es para siempre», significando que la esclava fue comprada y el derecho de compra eterno.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      diamantino, na. adj. Perteneciente o relativo al diamante.
    • 2005 Anónimo "Tipos Útiles Diamantados" [01-11-2005] p. 7 RocMaquina (Castellón) Esp (HD)
      -Disco para corte: consiste en un disco de acero al que se sueldan unos segmentos de composición diamantina en su periferia. Según la forma de soldar estos segmentos se distinguen dos tipos básicos de discos: los de soldadura convencional y los de soldadura láser.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      diamantino, na. adj. [...] Perteneciente o relativo al diamante.
    • 1463 Lucena, J. Diálogo de Vida Beata fol. 1v Esp (BD)
      No cale dubdar, joan de mena: si contigo nos enbolvemos, yremos bien motejados. mas dejando las burlas, fablando de veras, ni entremos en puntas diamantinas, como el quiere, ni, como tu dizes, por versos trocaicos ni saphicos metros; mas fablemos a la llana por nuestro romance, y el señor marques, pues movio la cuestión, la mantenga.
    • 1549 Anónimo Cancionero espiritual Villaquirán [1954] Esp (CDH )
      El tercero se contina / quera defuera admirable / de vna piedra diamantina / toda compuesta desquina / que era cosa inexpunable / y dezian como con saña / vnos letreros terribles / si mi dueño no me daña / no temo fuerça ni maña / mis fuerças son inuencibles / Destruyo su fortaleza / quando no se prouoco / a resistir su flaqueza / porque qualquiera graueza / que dio en el le derroco / Fue de fuerça tan ninguna / para poder resistir / que no ay golpe de fortuna / ni de aduersidad alguna / que no le hizo rendir
    • c1579-1583 Vega Carpio, L. Hechos Garcilaso [1996] Esp (CDH )
      / Pues si por dicha de la dulce boca, / teñida en ira sale la palabra, / ablanda un pecho de marmórea roca; / que no hay buril que el blando plomo abra, / ni artífice con punta diamantina, / la plata, el oro, el bronce, rompe y labra, / cual puede el rostro y la beldad divina / en la dureza de un helado y frío, / pues a su fuerza, hielo, nieve enclina.
    • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 30 Esp (CDH )
      / Lo que faltó en la voz cumplió en el hecho, / Y fué que su arcabuz preciado y fino / A golpes destrozó, porque deshecho / Quedase inútil al poder malino; / Luego con presto paso y fuerte pecho / Metió mano al estoque diamantino, / Y hizo en la primera arremetida / Dos moros á sus piés dejar la vida.
    • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )

      Después de Perseo mancebo para cualquiera empresa de hombre de valor, se temió dél y le envió a la conquista de las Gorgonas diciendo ser jornada muy honrosa y la verdadera virtud en lo dificultoso se muestra; mas como fuese jornada tan peligrosa, Perseo procuró los mejores aparejos que pudo, y Mercurio le dió sus alas talares para los pies, con que volase, para ir presto con poco trabajo; y Vulcano le dió el alfanje diamantino llamado Harpe; sino que Apolodoro quiere que se le haya dado también Mercurio; y Minerva le prestó su escudo cristalino por el cual las pudiese mirar sin ser visto y muerto.

    • 1596 Oña, P. Arauco [1917] 679 Chile (CDH )
      / Otra metió de punta diamantina / Por el amura de babor, tan brava, / Que mata un artillero donde estaba / Cargando una disforme culebrina; / Y con la misma furia se encamina / Derecha al infeliz que la zallaba, * / Llevándose el quemado cuerpo en vuelo / Y haciéndole volar el alma al cielo.
    • 1599 Hornkens, H. RecDictFrEspLat [1599] Esp (NTLLE)
      diamantino amantin; adamantinus.
    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
      En el soberbio trono diamantino / que con sangrientas plantas huella Marte, / frenético el Manchego su estandarte / tremola con esfuerzo peregrino, / cuelga las armas y el acero fino / con que destroza, asuela, raja y parte... / ¡Nuevas proezas!, pero inventa el arte / un nuevo estilo al nuevo paladino.
    • 1617 Minsheu, J. VocHispLatAngl Esp (NTLLE)
      Diamantíno. L. adamantinus. A. of a diamond.
    • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] II, 262 Colombia (CDH )
      / En vn trono o assiento diamantino, / En la fábrica hermoso y peregrino, / De materia y de forma preeminente, / El alma de San Brvno penitente / Venía collocada, / De laureles eternos coronada.
    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Colombia (CDH )
      Dejó su nao, marítima sentina, / y en otra es albergado urbanamente, / donde devota ya mucha esclavina / inculcar pretendía la corriente / del río que, en su urna, diamantina / tïara sella que ciñó la frente / de Cristo, en cuya fe quiere sagrado / cristalino obtener Pontificado.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. Cosa que pertenece a Diamante [...].
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      Diamantino, na. adj. Que es ó participa de la naturaleza del diamante; concerniente ó relativo á él.
    • 1843-1858 Baralt, R. M. Poesías [1964] 108 Venezuela (CDH )
      / Así tu prole vivirá empuñando / en larga edad el cetro diamantino.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )
      Alrededor de un fogón de carda puede uno quedarse horas enteras entretenido, viendo al fuego devorar sin saciarse con pasmosa rapidez cuanta leña se le echa, brillar y desaparecer las bellotas incandescentes como juegos diamantinos.
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      DIAMANTINO, NA. adj. [...] Perteneciente o relativo al diamante.
    • 1907 Rubén Darío Canto errante [1977] Nicaragua (CDH )
      Habló con su trino y su alegro / y su stacatto y són sonoro / y venían del bosque negro / voz de plata y llanto de oro. / La desnuda estaba divina, / salomónica y oriental: / era una joya diamantina / la hembra del pavo real. /
    • c1918 Anónimo Trad Estudios Literaturas inglesa italiana [1918] 294 Esp (CDH )
      Shelley se cierne en la radiosa serenidad de su mundo ideal, entre las áureas esferas de planetas desconocidos y astros coronados de diademas diamantinas.
    • a1973 Neruda, P. Confieso [1993] Chile (CDH )
      Al pisar el suelo de las campiñas, al cruzar los parques donde el agua centellea, al atravesar las arenas de su pequeño océano azul, me pareció ir pisando diamantinas substancias, cristalería secreta, todo el fulgor que guardaron los siglos. Italia dio forma, sonido, gracia y arrebato a la poesía de Europa; la sacó de su primera forma informe, de su tosquedad vestida con sayal y armadura. La luz de Italia transformó las harapientas vestiduras de los juglares y la ferretería de las canciones de gesta en un río caudaloso de cincelados diamantes.
    • 1985 Gtz Ríos, E. Química p. 359 Esp (BD)
      Además de la estructura diamantina, común en los elementos del grupo, existe, a partir del silicio, la estructura llamada estaño blanco, que es la forma estable del estaño.
    • 2001 León, J. L. Mitoanálisis Publicidad Esp (CORPES)
      Pero conforme a la clásica tesis del padre de la investigación motivacional, Ernst Dichter, la atadura esclavizante sin embargo puede construirse de modo mucho más sutil: una sombra de mujer corre hacia quien se supone es su amado, que le coloca unas joyas diamantinas, únicas con forma y color definido, y se superponen sobre lugares del cuerpo como las muñecas, el cuello y el lóbulo de las orejas, todos ellos tradicionales lugares del marcaje esclavo, mientras que de la mujer no se ve sino la sombra —queda con ello despojada de su personalidad—, el spot se cierra con este eslogan: «un diamante es para siempre», significando que la esclava fue comprada y el derecho de compra eterno.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      diamantino, na. adj. Perteneciente o relativo al diamante.
    • 2005 Anónimo "Tipos Útiles Diamantados" [01-11-2005] p. 7 RocMaquina (Castellón) Esp (HD)
      -Disco para corte: consiste en un disco de acero al que se sueldan unos segmentos de composición diamantina en su periferia. Según la forma de soldar estos segmentos se distinguen dos tipos básicos de discos: los de soldadura convencional y los de soldadura láser.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      diamantino, na. adj. [...] Perteneciente o relativo al diamante.
  3. adj. Semejante a un diamante por su brillo.
    docs. (1846-2018) 35 ejemplos:
    • 1830-1846 Arolas Bonet, J. Poesías [1982] Esp (CDH )
      / Hay un elevado monte / Ceñido de árboles viejos, / Que al sol bebe los reflejos / Y, cortando el horizonte, / Parece azul a lo lejos; / Y un valle y una colina / Con los linderos de rosas; / Siempre el agua es cristalina, / Siempre la luz diamantina, / Siempre el aura deliciosa.
    • 2018 Reverte, J. Confines Esp (CORPES)
      La mañana siguiente a nuestra llegada lucía un sol brioso y el cielo aparecía limpio de nubes. Era un bello día ártico, de esos en los que el hielo y la nieve refulgen con luz diamantina y el espacio brilla como la hoja de acero de un cuchillo recién afilado. Una furgoneta recogió nuestros equipajes de la pensión y los del grupo decidimos ir caminando hasta el puerto donde nos esperaba el barco.
    • 1840-a1862 El Cucalambé Poesías [1974] Cuba (CDH )
      Las sombras de la noche de repente / Disipas con tus mágicos colores; / Alegras todo el orbe, y mil primores / Nos brindas con tu luz resplandeciente. / ¡Oh, Sol hermoso! Lumbre diamantina / Derramas con ardiente señorío, / Del oriente al ocaso en tu rutina. / ¡Fúlgido Sol, a mi existir sombrío / Arranca, desvanece mi tristura, / Infundiéndome luz con tu luz pura!
    • 1894 Valera, J. Hechicero Cuentos Esp (CDH )
      Alguna nieve, en el ramaje y extendida por el suelo, relucía cual bruñida plata, y al quebrarse en ella los rayos de la luna, ya lanzaban destellos diamantinos, ya formaban iris fugaces.
    • 1898 Ganivet, Á. Pío Cid [1983] 456 Esp (CDH )
      / Pero no sé lo que es amor divino; / Ese amor que imagino / Como éxtasis sublime de la mente, / Resplandor diamantino, / Que brilla, sin quemarse, eternamente.
    • 1906 Gabriel Galán, J. M. Religiosas [1996] 223 Esp (CDH )
      Mas ni en mis noches divinas / con estrellas diamantinas, / ni en mis caseras palomas, / ni en la miel de los aromas / de mis natales colinas, / ni en las puras azucenas, / ni en las fuentes de la umbría, / ni en las auroras serenas, / ni en las dulces tardes llenas / de profunda melodía [...]. /
    • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )

      Kalahumana le miró con asombro.

      — ¿Y aquello? —añadió, mostrando la raya diamantina que era como pincelada de luz en el espacio.

      — ¡Toma! El lago... ¡Mi tierra! —suspiró el mancebo con el pecho palpitante de amor.

    • c1923-1936 Machado, A. Canc apócrifo [1988] 737 Esp (CDH )
      / ¿Un mundo muere? ¿Nace / un mundo? ¿En la marina / panza del globo hace / nueva nave su estela diamantina? / ¿Quillas al sol la vieja flota yace? / ¿Es el mundo nacido en el pecado, / el mundo del trabajo y la fatiga? / ¿Un mundo nuevo para ser salvado / otra vez? ¡Otra vez! Que Dios lo diga.
    • 1945 Laforet, C. Nada [1997] Esp (CDH )

      La ciudad se quedaba atrás y cruzábamos sus arrabales tristes, con la sombría potencia de las fábricas a las que se arrimaban altas casas de pisos, ennegrecidas por el humo. Bajo el primer sol los cristales de estas casas negruzcas despedían destellos diamantinos. De los alambres de telégrafos salían chillando bandadas de pájaros espantados por la bocina insistente y enronquecida...

    • 1985 Satué, F. J. Desierto ojos [1986] Esp (CDH )
      Los tranvías adquirían un extraño esplendor sudoroso al orillar los jardines municipales bajo halos diamantinos fosforescentes que se deslizaban sobre los raíles mojados, semejantes a tiras de plata delineadas en surcos de piedra. Burke movía la cabeza en actitud desaprobatoria: «Le llamé porque necesitaba saber que mi vida no dependía de un episodio perteneciente al pasado, y ahora entiendo que me equivoqué» —la boca del gobernador brincaba sobre una carnosa masa deslucida—.
    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] 113 El Salvador (CDH )
      Cuando Don Cleto —de quien siempre se dijo, para probar su origen humilde, que "había nacido descalzo", cuando en verdad nació calzado con las sandalias de San Francisco de Asís— estaba en paso de muerte, lo visitó Don Ricardo, su antiguo rival político, y en el postrer abrazo que se dieron, la democracia tica alcanzó destellos diamantinos. Según un biógrafo de ellos, Don Ricardo, emocionado, expresó: "Con Cleto se va una edad feliz de Costa Rica".
    • 2014 Eyre, P. Color favorito es verte Esp (CORPES)
      Me pongo en marcha a las once y media. El viento de tramontana había estado soplando desde el amanecer, se había llevado la lluvia, y el día tiene ese brillo duro y diamantino que marca a punzón la línea del lejano horizonte donde las cumbres nevadas de los Pirineos espejean al sol.
    • 2018 Reverte, J. Confines Esp (CORPES)
      La mañana siguiente a nuestra llegada lucía un sol brioso y el cielo aparecía limpio de nubes. Era un bello día ártico, de esos en los que el hielo y la nieve refulgen con luz diamantina y el espacio brilla como la hoja de acero de un cuchillo recién afilado. Una furgoneta recogió nuestros equipajes de la pensión y los del grupo decidimos ir caminando hasta el puerto donde nos esperaba el barco.
    • 1830-1846 Arolas Bonet, J. Poesías [1982] Esp (CDH )
      / Hay un elevado monte / Ceñido de árboles viejos, / Que al sol bebe los reflejos / Y, cortando el horizonte, / Parece azul a lo lejos; / Y un valle y una colina / Con los linderos de rosas; / Siempre el agua es cristalina, / Siempre la luz diamantina, / Siempre el aura deliciosa.
    • 1852 García Quevedo, J. H. Ira Dios, IV-VII Ira de Dios. Poema bíblico Venezuela (CDH )
      / Espíritu fremente, / Que el alba diamantina / Del éter sempiterno / Conturba á su pasar; / Ejecutor que al mundo / La cólera divina / Envia sus ofensas / Terribles á vengar: / Desvíanse á su paso / Los rubios querubines, / Los ángeles y arcángeles / Se apartan con temor: / La vista bajan trémulos / Los altos serafines, / Ante el ministro lúgubre / De la ira del Señor.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )
      Las estrellas poblaban el azul del firmamento, y una brisa sutil, y perfumada en los jardines de nuestro Paraná, pasaba por la atmósfera, como el suspiro enamorado de las sílfides que vagaban en aquel momento entre los tiernos rayos de la luna, bebiendo el éter y jugando con la luz diamantina pero tenue de nuestros astros meridionales.
    • 1840-a1862 El Cucalambé Poesías [1974] Cuba (CDH )
      Las sombras de la noche de repente / Disipas con tus mágicos colores; / Alegras todo el orbe, y mil primores / Nos brindas con tu luz resplandeciente. / ¡Oh, Sol hermoso! Lumbre diamantina / Derramas con ardiente señorío, / Del oriente al ocaso en tu rutina. / ¡Fúlgido Sol, a mi existir sombrío / Arranca, desvanece mi tristura, / Infundiéndome luz con tu luz pura!
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )
      Con la otra blandía una espada de inconmensurable largor, cuya hoja de bruñido acero resplandecía como meteoro, centelleando en ella diamantinas letras que era menester leer con la rapidez del pensamiento para adivinar que decían: In hoc signo vinces.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Volvimos a entrar en la espesura; caímos a unos barrancos con lagunas salitrosas, que parecían espejos de bruñida plata; subimos a la falda de los médanos, y al llegar a la cumbre de uno de ellos, la errante reina de los cielos asomó su blanca faz, y clavándola en la inmóvil superficie de las lagunas, hizo brotar de su seno diamantinas luces.

    • 1872 Fuentes Ponte, J. Murcia que se fue [1872] 103 Esp (CDH )

      Al reedor de la real carnecería andan á centenares como si colmena fuere; y aullan, ladran, gruñen y muérdense; y con lamento de alarido platican de cómo con el olor han de se contentar, que muy caras las tajadas valen; sólo escúchase la campana del reloj de Santa Catalina que de la ciudad es propio, y los trompetazos de los cuernos en la huerta, que son del comienzo de las tandas del riego; como boca de infierno por lo cavernosa está la noche, sin que las rutilantes y diamantinas estrellas véanse en el cielo que acresponado de negros nubarrones hace miedo y pavor mete á los más valerosos.

    • 1894 Rubén Darío Amelia [1950] 229 Cuentos Nicaragua (CDH )
      La amistad epistolar que mantenía con madama Blavatsky, habíame abierto ancho campo en el país de los fakires, y más de un gurú, que conocía mi sed de saber, se encontraba dispuesto a conducirme por buen camino a la fuente sagrada de la verdad, y si es cierto que mis labios creyeron saciarse en sus frescas aguas diamantinas, mi sed no se pudo aplacar.
    • 1894 Valera, J. Hechicero Cuentos Esp (CDH )
      Alguna nieve, en el ramaje y extendida por el suelo, relucía cual bruñida plata, y al quebrarse en ella los rayos de la luna, ya lanzaban destellos diamantinos, ya formaban iris fugaces.
    • 1897 Rubén Darío Jeannette [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      Yo lo miro reflejarse en tus ojos, en tus dos enigmáticos y negros ojos, en tus dos enigmáticos y negros y diamantinos ojos de ave extraña. (Serían los ojos del papemor fabuloso como los tuyos).
    • 1898 Ganivet, Á. Pío Cid [1983] 456 Esp (CDH )
      / Pero no sé lo que es amor divino; / Ese amor que imagino / Como éxtasis sublime de la mente, / Resplandor diamantino, / Que brilla, sin quemarse, eternamente.
    • 1903 Hnqz Ureña, P. Ensayo I [1905] Ensayos críticos República Dominicana (CDH )
      Entra ya en la edad en que se escriben las obras maestras decisivas y perdurables, y ahora, en la noche que es para el poeta la muerte de su juventud, su plumaje de ave del paraíso, iluminado por el fulgor diamantino de los astros, ha palidecido al palidecer ellos:
    • 1905 Rubén Darío Cantos vida [1995] 394 Nicaragua (CDH )
      Antiguos ritos paganos / Se renovaron. La estrella / De Venus brilló más límpida / Y diamantina. Las fresas / Del bosque dieron su sangre. / El nido estuvo de fiesta. / Un ensueño florentino / Se enfloró de primavera, / De modo que en carne viva / Renacieron ansias muertas. /
    • 1905 Rubén Darío Cantos vida [1995] 409 Nicaragua (CDH )
      — / Ve entonces la región en donde existen / Los augustos Arcángeles, zodíaco / De diamantina nieve, indestructibles / Ejércitos de luz y mensajeras / Castas palomas o águilas insignes.
    • 1906 Gabriel Galán, J. M. Religiosas [1996] 223 Esp (CDH )
      Mas ni en mis noches divinas / con estrellas diamantinas, / ni en mis caseras palomas, / ni en la miel de los aromas / de mis natales colinas, / ni en las puras azucenas, / ni en las fuentes de la umbría, / ni en las auroras serenas, / ni en las dulces tardes llenas / de profunda melodía [...]. /
    • 1907 Rubén Darío Canto errante [1977] Nicaragua (CDH )
      Libros extraños que halagáis la mente / en un lenguaje inaudito y tan raro, / y que de lo más puro y lo más caro, / hacéis brotar la misteriosa fuente; / inextinguible, inextinguiblemente / brota el sentir del corazón preclaro, / y por él se alza un diamantino faro / que al mar de Dios mira profundamente... / Fuerza y vigor que las alas enlaza, / seda de luz y pasos de coloso, / y un agitar de martillo y de maza, / y un respirar de leones en reposo / y una virtual palpitación de raza; / y el cielo azul para Orlando Furioso...
    • 1907 Rubén Darío Canto errante [1977] Nicaragua (CDH )
      / Tu Suiza, coronada de un halo diamantino, / circundada en abismo de torres de cristal, / alzará un día, para tu numen peregrino, / un busto blanco y fino de firme pedestal.
    • 1906-1910 Barrett, R. Dolor paraguayo [1987] Paraguay (CDH )
      Una niña morena y humilde se acercó trayendo el famoso coñac en una bandeja, flanqueado de copas diamantinas, La criadita tropezó, y botella y copas se hicieron añicos, El doctor, olvidándose súbitamente quién era, se levantó y descargó su manaza de carretero en la morena carita de la niña asustada. Contemplé marcadas en sangre las cinco uñas de la zarpa, y comprendí que no sólo hay inteligencia en X, sino emociones naturales. Es un intelectual completo.
    • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )

      Enjambres de aves de brillante y encendido plumaje picoteaban, entre silbos y trinos, la cosecha de los árboles. Diamantinos colibríes venían a libar la miel de los tumbos, y revoloteaban, haciendo cabrillear al sol, como piedras preciosas, sus plumas metálicas y doradas; zumbaban las abejas silvestres en torno a sus colmenas colgadas de las ramas, y las mariposas —verdes, rojas, tornasoles, amarillas— iban por los campos floridos reflejando el polvo luminoso de sus alas tenues...

    • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )

      Kalahumana le miró con asombro.

      — ¿Y aquello? —añadió, mostrando la raya diamantina que era como pincelada de luz en el espacio.

      — ¡Toma! El lago... ¡Mi tierra! —suspiró el mancebo con el pecho palpitante de amor.

    • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )
      Estremecióse Choquehuanka y se detuvo un instante para escuchar el latido de las alas del ave que huía, y prosiguió luego su marcha, investigando de tiempo en tiempo los fuegos encendidos todavía en los fogones de las cocinas o en los cerros de las islas, donde se confundían con las estrellas, rojizas unas, azuladas otras, albas y diamantinas las más.
    • c1923-1936 Machado, A. Canc apócrifo [1988] 737 Esp (CDH )
      / ¿Un mundo muere? ¿Nace / un mundo? ¿En la marina / panza del globo hace / nueva nave su estela diamantina? / ¿Quillas al sol la vieja flota yace? / ¿Es el mundo nacido en el pecado, / el mundo del trabajo y la fatiga? / ¿Un mundo nuevo para ser salvado / otra vez? ¡Otra vez! Que Dios lo diga.
    • 1945 Laforet, C. Nada [1997] Esp (CDH )

      La ciudad se quedaba atrás y cruzábamos sus arrabales tristes, con la sombría potencia de las fábricas a las que se arrimaban altas casas de pisos, ennegrecidas por el humo. Bajo el primer sol los cristales de estas casas negruzcas despedían destellos diamantinos. De los alambres de telégrafos salían chillando bandadas de pájaros espantados por la bocina insistente y enronquecida...

    • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )

      Avanzaban sobre la ciudad como la tormenta, barajando nubarrones, sin indagar peligros, avasalladores, férreos, inatacables, entre centellas que encendían en sus manos fuegos efímeros de efímeras luciérnagas; mientras, parte de las tribus se aprestaban a la defensa y parte huía por el lago con el tesoro del Lugar Florido a la falda del Volcán, despejado en la remota orilla, trasladándolo en barcas que los invasores, perdidos en diamantino mar de nubes, columbraban a lo lejos como explosiones de piedras preciosas.

    • 1950 Asturias, Miguel Ángel Carta de 1-I-1950 Cartas de amor entre Miguel Ángel Asturias y Blanca de Mora y Araujo Guatemala (CDH )

      Sueño con que vengas para enseñarte el país. No he querido verlo yo porque quiero que lo veamos juntos, quiero oírte ante el espectáculo estupendo de sus paisajes, ante sus cielos nocturnos, donde las estrellas brillan con nitidez esplendorosa porque la atmósfera es purísima, de una pureza indescriptible. Sólo aquí se puede decir un poco como dijeron los Conquistadores al llegar a México: hemos llegado a la región más pura del aire. La luz es diamantina, el cielo azul siempre, y se respira mejor..., en esta apartada orilla...

    • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] 287 Chile (CDH )
      / Tú estás allí, no hay nada que no mueva / la luna diamantina que dejaste: / la soledad, el viento en los rincones, / todo toca tu puro territorio, / y los últimos muertos, los que caen / en la prisión, leones fusilados, / y los de las guerrillas, capitanes / del corazón, están humedeciendo / tu propia investidura cristalina, / tu propio corazón con sus raíces.
    • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )
      Alcé los míos hasta los de mi abuela, que en la altura, vestida de blanco, se encendía de fulgor diamantino, como una diosa de esos lugares, venida de las tumbas en las que se abrazaban los luchadores ocres, y vi cómo estiraba una mano, para retenerme, y como se llevaba la otra a los labios, para imponerme silencio.
    • 1971 Castro Bastos, L. Paisajes Perú [1971] Perú (CDH )
      Retornamos, siguiendo el imperceptible curso del escurrimiento del Moronacocha, hasta alcanzar, nuevamente, las diamantinas aguas del río Nanay. Surcamos este río por algunas millas, pasamos por el poblado de indios Cocamas; ataviados los indígenas con ramaje de palmeras, pintados con achiote. Las aguas del lago Moronacocha hállanse quietas, incólumes, relucientes, verdosas; flotan en las orillas de sus remansos, hojas gigantes, las victorias regias, de profundo verdor. El río se ensancha grotescamente, un apéndice límico denominado Mapacocha esconde paisaje hechizado, arcano. El panorama alrededor de la comarca maravilla. Voltea el deslizador por el curso del Nanay.
    • 1985 Satué, F. J. Desierto ojos [1986] Esp (CDH )
      Los tranvías adquirían un extraño esplendor sudoroso al orillar los jardines municipales bajo halos diamantinos fosforescentes que se deslizaban sobre los raíles mojados, semejantes a tiras de plata delineadas en surcos de piedra. Burke movía la cabeza en actitud desaprobatoria: «Le llamé porque necesitaba saber que mi vida no dependía de un episodio perteneciente al pasado, y ahora entiendo que me equivoqué» —la boca del gobernador brincaba sobre una carnosa masa deslucida—.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      Tuvo de pronto la sensación de que la realidad se adelgazaba en un hilo diamantino de luz y que pasaba limpiamente por el ojo certero de una aguja. «El cielo azul se hace gris / como mi alma entre las hojas», fueron sus primeros versos. Entonces se levantó y fue a mirar al cielo. Se sintió tan dichoso que hubo de respirar hondo, con los ojos cerrados, para que la dicha no lo ahogase con su fragor de lluvia torrencial.
    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] 10 El Salvador (CDH )
      No resistimos a repetir en estos instantes solemnes, frente a la estatua del Padre de América en el parque que lleva su augusto nombre, uno de los seis laureados sonetos del ilustre Secretario Perpetuo de la Real Academia Española, el bardo José García Nieto, el titulado "El Retrato", por estimar que difícilmente, en catorce límpidos versos diamantinos, se ha podido hacer un perfil tan exacto del Libertador como éste.
    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] 113 El Salvador (CDH )
      Cuando Don Cleto —de quien siempre se dijo, para probar su origen humilde, que "había nacido descalzo", cuando en verdad nació calzado con las sandalias de San Francisco de Asís— estaba en paso de muerte, lo visitó Don Ricardo, su antiguo rival político, y en el postrer abrazo que se dieron, la democracia tica alcanzó destellos diamantinos. Según un biógrafo de ellos, Don Ricardo, emocionado, expresó: "Con Cleto se va una edad feliz de Costa Rica".
    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] El Salvador (CDH )

      Pero las dudas sobre lo que se consideraban verdades irrebatibles, generaron una confianza desmedida en las potencialidades del hombre y de la razón, y así surgió el humanismo renacentista, con un precursor indiscutido, para muchos, el padre legitimo del Renacimiento, por su devoción por los estudios clásicos, por Virgilio, Cicerón y Séneca: el docto Petrarca, cuyos versos diamantinos, inspirados por su amor a Laura, su musa, hicieron que el Senado romano, reviviendo la costumbre del Emperador Domiciano de honrar al primer bardo de su ciudad, lo coronara con la diadema de laureles en una ceremonia impresionante que ha quedado en los anales de la historia.

    • 2014 Eyre, P. Color favorito es verte Esp (CORPES)
      Me pongo en marcha a las once y media. El viento de tramontana había estado soplando desde el amanecer, se había llevado la lluvia, y el día tiene ese brillo duro y diamantino que marca a punzón la línea del lejano horizonte donde las cumbres nevadas de los Pirineos espejean al sol.
    • 2018 Reverte, J. Confines Esp (CORPES)
      La mañana siguiente a nuestra llegada lucía un sol brioso y el cielo aparecía limpio de nubes. Era un bello día ártico, de esos en los que el hielo y la nieve refulgen con luz diamantina y el espacio brilla como la hoja de acero de un cuchillo recién afilado. Una furgoneta recogió nuestros equipajes de la pensión y los del grupo decidimos ir caminando hasta el puerto donde nos esperaba el barco.
  4. adj. Miner. [Brillo] Que tiene un reflejo fuerte y brillante.
    Sinónimo: adamantino, a
    docs. (1856-1927) 4 ejemplos:
    • 1856 Sáez Montoya, C. Metalurgia [1856] Esp (CDH )
      Su lustre es diamantino, se presenta ordinariamente traslucido, es flexible, maleable y blando; se le encuentra cristalizado en cubos. Su densidad es 5,55. Al soplete se funde con facilidad, reduciéndose á una perla gris ó negra, de la cual se volatiliza una parte, al paso que otra se reduce á estado metálico; es insoluble en el ácido nítrico y soluble en el amoniaco.
    • 1927 Fdz Navarro, L. Mineralogía HNatural, IV Esp (CDH )

      Brillo. Es la impresión que produce en la vista la luz reflejada en la superficie de los minerales. Se le nombra por comparación con el que presentan objetos muy conocidos y así se dice que es metálico (galena), nacarado (estilbita), cristalino (cuarzo), diamantino o adamantino (cerusita), sedoso (amianto), resinoso (ópalo), craso (eleolita), céreo (calcedonia), etc.

    • 1927 Fdz Navarro, L. Mineralogía HNatural, IV Esp (CDH )
      El brillo es casi diamantino en la cara cristalina perfecta y resinoso en la fractura. Muy birrefringente y con un fuerte índice de refracción (2'04). Dureza de 1'5 a 2'5 y densidad de 1'9 a 2'1. Mal conductor del calor y la electricidad.
    • 1927 Fdz Navarro, L. Mineralogía HNatural, IV Esp (CDH )

      La Agricolita, monoclínica, es el mismo silicato de la eulitina que será por consiguiente, dimorfo. Se encuentra en masas globulares fibro-radiadas, de color amarillo claro y lustre diamantino, en la mina de Neuglück (Schneeberg).

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