Sintaxis

22. Relativos, interrogativos y exclamativos. Sus grupos sintácticos

22.1 Introducción. Características fundamentales de relativos, interrogativos y exclamativos

22.1a En los § 1.9v-x se explica que los pronombres, determinantes y adverbios relativos, interrogativos y exclamativos se clasifican con criterios comunes. Estas palabras se analizan de manera conjunta en las gramáticas porque presentan rasgos léxicos y morfológicos muy similares, pero también porque en las oraciones a las que dan lugar se hace referencia al valor de una incógnita (una variable lógica, en términos más precisos) que corresponde al argumento o al adjunto de algún predicado, o bien a un atributo. Así, con el pronombre interrogativo qué, se solicita del interlocutor que identifique el valor de la variable que corresponde al complemento directo de lees en la pregunta ¿Qué lees? En la variante exclamativa ¡Qué lees!, el hablante se sorprende de que la referencia de esa expresión —que supuestamente conoce— sea la que es. En el libro que lees, el pronombre relativo que desempeña la función de complemento directo del verbo leer. No obstante, los relativos se diferencian de los interrogativos y de los exclamativos en que tienen antecedente, sea expreso o tácito, y es este elemento el que identifica el valor de la variable contenida en la subordinada. La relación anafórica que se establece entre que y libro en el libro que lees permite que la oración de relativo se interprete como un modificador restrictivo del sustantivo libro. Se explica con más detalle este proceso en el § 44.1r. Como se verá en este capítulo, las palabras relativas, interrogativas y exclamativas pueden constituir también determinantes y adverbios. Es posible, en consecuencia, que modifiquen a otras expresiones en lugar de incidir directamente sobre el predicado verbal, como en qué ideas, cuyo precio, cuánta insensatez, cuán velozmente, qué bien.

22.1b Las palabras que se analizan en este capítulo admiten diversas clasificaciones en función de criterios igualmente diferentes. Desde el punto de vista prosódico, el rasgo más característico de los relativos (frente a interrogativos y exclamativos) es el hecho de que son voces átonas que forman palabra fonológica con otra en la que se apoyan (exceptuando los casos que se señalan en el § 22.1c). Se distinguen así quien dice esas cosas, donde quien es un pronombre relativo átono que se apoya en dice, y quién dice esas cosas, donde quién es un pronombre interrogativo tónico. La tonicidad de quién es independiente de la pauta entonativa que corresponda a la oración en la que se inserta, que será distinta según la interrogativa sea directa (¿Quién dice esas cosas?) o indirecta (No me puedo imaginar quién dice esas cosas). Se explica la diferencia entre ambas en el § 42.6. Se obtienen contrastes semejantes al descrito en pares como cuando vienes ~ ¿Cuándo vienes?; como me gusta ~ ¡Cómo me gusta!, etc. Muchas oraciones interrogativas directas poseen correlatos exclamativos, pero no todas admiten las dos interpretaciones. Sobre estos contrastes, véase el § 42.14. Las diferencias prosódicas entre relativos e interrogativos tienen algunas consecuencias sintácticas de las que se hablará en esta misma sección y en la siguiente.

22.1c A pesar de que los relativos suelen ser átonos, existen algunas excepciones, como el relativo cual22.4m) o algunos usos indefinidos de quien22.4g). Pueden ser tónicos o átonos los relativos que incorporan tácitamente antecedentes indefinidos, como los que se construyen en relativas libres con los verbos tener y haber: No tiene dónde caerse muerto; No tengo quien me ayude; No hay quien pueda con él. Estos relativos se tildan cuando son tónicos, pero pueden dejarse sin tilde cuando son átonos en esos mismos contextos. Se analizan con más detalle estas construcciones en los § 26.12i, j y 43.7n. Como se explica en el § 44.3j, en el Río de la Plata es tónico, pero no lleva acento gráfico, el relativo que en secuencias como […] declaraciones según las que no había ninguna evidencia de que Irán fuese responsable (Página 23/7/2002). Así pues, con muy escasas excepciones, los relativos se acentúan cuando son tónicos. Ello no significa que se asimilen al paradigma de los interrogativos, pues la tonicidad no implica un cambio categorial.

22.1d Desde el punto de vista morfológico, las palabras analizadas se dividen en dos grupos: flexionadas y no flexionadas. Al primer grupo pertenecen las siguientes voces:

Con flexión de número:

Relativos: quien/quienes; «artículo + cual»/«artículo + cuales».

Interrogativos y exclamativos: quién/quiénes; cuál/cuáles.

Con flexión de género y número:

Relativos: cuanto/cuanta/cuantos/cuantas; cuyo/cuya/cuyos/cuyas.

Interrogativos y exclamativos: cuánto/cuánta/cuántos/cuántas.

Si se analiza la combinación «artículo + cual» como un solo relativo (§ 22.1f), correspondería al segundo de estos dos grupos, ya que el artículo posee flexión de género. El uso de cuál/cuáles en contextos exclamativos está restringido al español antiguo, salvo en algunas fórmulas semilexicalizadas (§ 22.14f y ss.). Al primero de los grupos que se acaban de mencionar pueden añadirse los relativos inespecíficos quienquiera y cualquiera, cuyos plurales son quienesquiera y cualesquiera22.12g). Al último grupo pertenecería también el interrogativo antiguo cúyo (cúyo/cúya/cúyos/cúyas), que se analizará en el § 22.14y. En cuanto que son adverbios, carecen de flexión cuando, cuándo, donde, dónde, etc. Tampoco la posee el relativo que (como en cosas que se dicen) y el determinante interrogativo-exclamativo qué (¡Qué cosas dices!). El pronombre interrogativo-exclamativo qué (¿Qué quieres?; ¡Qué dices!) posee género neutro, al igual que el interrogativo cuánto en ¿Cuánto quieres? y que el relativo cuanto en cuanto quieras. Estos últimos pueden ser pronombres o adverbios. Asimismo puede ser adverbio el exclamativo qué, como en ¡Qué bien canta!

22.1e Como se ha explicado, el interrogativo cuál solo se flexiona en número. En algunas variedades del español rural (sobre todo el europeo), se documenta la variante en femenino cuála/cuálas, e incluso el neutro cuálo. Se recomienda evitar todas estas formas en cualquier registro lingüístico porque están muy desprestigiadas. En la lengua escrita solo se registran en ocasiones cuando el autor desea que sus personajes reflejen estas modalidades, como en No sabías a cuála mirar de tantas como había bailoteando (Berlanga, Gaznápira). Es también raro el relativo cuala, que se ha documentado en esas mismas variedades y se recomienda evitar. En usos irónicos o festivos, se atestigua el grupo indefinido cada cuala: Hemos pasado del “Mama, Chicho me toca…”, a que cada cuala se toque los sitios de Zaragoza tirando por la parte de los montes de la Puebla (ABC 16/8/2009). Es igualmente incorrecta la variante nominalizada su cada cuala, casi siempre registrada en relación con el masculino cada cual: En un solo día, el cura administró a los soldados de la tropa, cada cual con su cada cuala, el santísimo sacramento del matrimonio (Galeano, Bocas). Algunos relativos e interrogativos sufren un proceso de apócope. La alternancia cuanto ~ cuan y cuánto ~ cuán se estudiará en este mismo capítulo (§ 22.6o y 22.14o, p). Los relativos indefinidos apocopados en la lengua antigua (como comoquier o doquier) se describirán en el § 22.12i. La alternancia cualquiera ~ cualquier se analiza en los § 22.12h y 19.5k, l.

22.1f Desde el punto de vista sintáctico, las palabras relativas, interrogativas y exclamativas pueden clasificarse en dos paradigmas según representen por sí solas un argumento, un adjunto o un atributo, o bien incidan sobre alguna otra expresión como determinantes o cuantificadores, por tanto en usos adjetivales o adverbiales (§ 1.9v). Al primer grupo pertenecen los relativos (las novelas que escribe), y pueden construirse también de ese modo algunos pronombres interrogativos y exclamativos (¿Quién llama?; ¡Qué dices!), así como los adverbios (cuando quieras; ¿Cómo estás?; ¡Cuánto trabajas!). A diferencia de estas expresiones, las subrayadas en los ejemplos siguientes inciden sobre sustantivos, a modo de adjetivos o determinantes: ¿Qué vino prefieres?; ¿Cuántas horas faltan?; ¡Qué hambre tengo! Las marcadas en estos otros son adverbios que modifican a adjetivos o a otros adverbios: ¡Qué alto estás!; ¡Qué mal habla!; ¡Qué deprisa va! Como se ve, algunas voces pueden pertenecer a ambos grupos: ¿Qué prefieres? o ¿Qué vino prefieres?; ¡Cuánto falta! o ¡Cuánto tiempo falta! Se analizarán otros aspectos de estas diferencias a lo largo del capítulo. De acuerdo con la distinción introducida, las palabras que se estudian en este capítulo se pueden dividir de esta forma:

clase sintácticacomo relativoscomo interrogativos o exclamativos
1. Pronombresquien, que, cuanto, «artículo + cual», «artículo + que»quién, qué, cuánto, cuál, ant. cúyo
2. Adverbios modificadores del grupo verbalcuando, como, donde, adonde, cuantocuándo, cómo, dónde, adónde, cuánto
3. Determinantes (I)«artículo + cual»qué, cuál
4. Determinantes (II)cuyoant. cúyo
5. Cuantificadores del grupo nominalcuantocuánto
6. Cuantificadores del grupo adjetival y del adverbialcuan, cuantocuán, cuánto, qué

Cabe hacer algunas observaciones a este cuadro. Por un lado, en la concepción amplia de la noción de ‘determinante’ a la que se alude en el § 1.9r, también son determinantes los cuantificadores prenominales, por lo que el grupo 5 contendría esta clase de palabras. Por otro lado, algunos gramáticos entienden que, en lugar de la fórmula «artículo + cual», el relativo debería ser solo cual. Otros observan que cual sin artículo no se suele usar como relativo en la lengua actual, aunque pueda serlo en construcciones como […] que sean tales cuales convengan (Cepeda, Testamento). Sobre los usos de cual sin artículo, cuando se refiere a entidades con valor predicativo, como en Te has quedado solo cual hongo porque eres un viejo amargado, Rafael (Bayly, Días), véase el § 45.12k. Esos mismos gramáticos proponen que la secuencia «artículo + cual» es un relativo complejo. Se adoptará aquí este último análisis, que se retoma en los § 44.1h y ss.

22.1g El cuadro del apartado anterior muestra el estrecho paralelismo que existe entre relativos, interrogativos y exclamativos. De manera indirecta, pone también de manifiesto que el significado de algunas de estas voces se adapta a un gran número de contextos sintácticos. Así, cuanto aparece en cuatro casillas de la columna central, y cuánto se menciona en otras tantas de la columna derecha. No se han incluido en este cuadro las variantes morfológicas de género y número, mencionadas en el § 22.1d, y tampoco los relativos inespecíficos, que no tienen correlato interrogativo o exclamativo: quienquiera, dondequiera, comoquiera, etc. Se dedica a ellos una sección de este capítulo (§ 22.12), ya que poseen muchas características particulares. Tampoco se han incluido los interrogativos y exclamativos complejos qué tanto (y sus variantes de género y número), qué tan, qué tal y qué tales. Algunos de ellos ya han desaparecido; otros están restringidos geográficamente en algunos de sus usos. Se analizarán estas expresiones en los § 22.14s-x. En los apartados siguientes se describirán uno por uno los grupos que forman las filas de la tabla.

22.1h El grupo 1 de la tabla precedente contiene pronombres, como en quien lo sepa, cuanto diga o No sé con cuál quedarme. El grupo 2 abarca los adverbios que inciden sobre el verbo o el grupo verbal, como en cuando llegues, en ¿Dónde murió? o en ¡Cuánto te gusta fumar! El grupo 3 contiene los interrogativos–exclamativos qué y cuál (¿Q li bro?; ¿Cuál opción?). Estas voces se suelen considerar demostrativos o cuasidemostrativos, ya que la identificación que solicitan se asimila a la que proporcionan estos elementos. También forma parte del grupo 3 el relativo cual en las construcciones en las que, precedido del artículo determinado, incide sobre un sustantivo o un grupo nominal de manera similar a como lo hacen los demostrativos. Estas combinaciones son poco comunes en el español de hoy, pero se documentan todavía en ocasiones en los registros formales:

En la cual isla hobo grande y admirable poder de reyes (Sarmiento Gamboa, Incas); Y de esta manera quedó libre la que ofrecieron a la muerte, echándola a las fieras: la cual mujer yo la conocí, y la llamaban la Maldonada (Díaz Guzmán, Historia); […] la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el mesmo mundo (Cervantes, Quijote II); Tienen establecidas ganancias y pérdidas para el que acierta y para el que yerra, las cuales pérdidas y ganancias consisten siempre en algo de condumio (Galdós, Episodios); A los cuales tópicos venerables podían agregarse algunas otras verdades menos notorias, pero no menos probables (Ortega Gasset, Rebelión).

22.1i El grupo 4 contiene el determinante relativo posesivo cuyo, así como el interrogativo posesivo ya desusado cúyo, que podía utilizarse como pronombre (¿Cúya es la culpa? ‘¿De quién es la culpa?’), pero también como determinante: Mira de cúya cabeza y de cúyo cuerpo eres miembro (Granada, Adiciones). El relativo cuyo se estudiará en el § 22.5; el interrogativo cúyo se analizará en el § 22.14y. Forman el grupo 5 los cuantificadores cuanto (cuanto capricho se le antojara) y cuánto (¿Cuántas novelas suyas has leído?). Al análisis del primero se dedicará el § 22.6; y al del segundo, los § 22.14j y ss. Integran el último grupo los cuantificadores que inciden sobre adjetivos, adverbios o los grupos que estos forman, como los subrayados en tendido cuan largo era, cuanto más cerca estés o en ¡Cuán difícil resulta!; ¿Cuánto más piensas dormir?; ¡Qué lejos estás! Se analizarán estos cuantificadores en sus correspondientes secciones.

22.1j Las palabras relativas, interrogativas y exclamativas forman grupos sintácticos, es decir, segmentos que contienen estas expresiones, pero también otras sobre las que inciden o algunas que las modifican. Así, son grupos relativos a cuantos vecinos, detrás de los cuales o un hermano del cual, y son interrogativos desde cuándo o qué otra posibilidad. El primero de los tres grupos sintácticos que se subrayan en los textos siguientes es interrogativo, el segundo es exclamativo y el tercero es relativo:

¿Cuándo demonios has estado tú en un barco? (Hidalgo, Azucena); De qué extraña manera, tan cándida, se descalzaba (Hayen, Calle); […] de cuyo nombre no quiero acordarme (Cervantes, Quijote I).

El primero es, además, adverbial, puesto que el segmento subrayado es un grupo adverbial; el segundo y el tercero son preposicionales. Los grupos relativos, interrogativos y exclamativos ejercen diversas funciones sintácticas, sean o no oracionales. Así, de cuyo nombre es un grupo relativo preposicional que desempeña la función de complemento de régimen de acordarme en el ejemplo de Cervantes. Los grupos relativos presentan muchas particularidades, por lo que se dedicará una sección de este capítulo a analizarlos (§ 22.3).

22.1k Los grupos interrogativos y exclamativos son análogos a los relativos. No obstante, los últimos aparecen siempre en la posición inicial de la oración. Los primeros pueden ocupar este mismo lugar, como en ¿Qué regalo elegirías tú?, pero también la que les correspondería si no fueran interrogativos, como en ¿Y tú le dijiste qué cosa?, que alterna con ¿Y qué cosa le dijiste tú? Este cambio posicional tiene consecuencias en el significado. Las oraciones que se forman con grupos interrogativos no antepuestos se denominan interrogativas de eco o interrogativas confirmativas, y se estudian en los § 42.11c y ss. Estas interrogativas no suelen tener correlatos exclamativos. Se obtienen, pues, contrastes como ¿Te vas de viaje adónde? ~ *¡Te vas de viaje adónde! Al igual que en otras partes de la gramática, como se explica en el § 1.11b, se extiende el concepto de grupo a las secuencias constituidas por un solo pronombre o adverbio, sea relativo, interrogativo o exclamativo: cuando llamaste, quien antes termine o ¿Cómo lo conseguiste?; ¡Cuánto me gusta!

22.1l Desde el punto de vista semántico, los relativos, interrogativos y exclamativos se dividen en varios grupos según hagan referencia a personas (quien, quién), cosas (qué, lo que), lugares (donde, dónde), maneras (como, cómo), tiempos (cuando, cuándo) o cantidades (cuanto, cuánto). No obstante, algunas de estas voces no expresan un único significado. Por ejemplo, donde no denota exactamente un lugar en expresiones como de donde se deduce que… Estos usos no literales de los adverbios relativos se analizarán al hablar de cada uno de ellos (§ 22.8-11). El significado que aportan los interrogativos y los exclamativos depende tanto del sustantivo sobre el que incidan como de las propiedades gramaticales de la oración. Así, en los § 22.13k y ss. se distinguirá el uso de qué en la interpretación de clase o tipo (como en ¿Qué ensalada prefieres?) del uso cuantitativo (como en ¿Qué vale este libro?). En los § 20.8c y ss. y 30.4i se explica que los adverbios de cantidad (como el interrogativo cuánto) adaptan su significado en función del predicado al que modifiquen: ¿Cuánto corre? ~ ¿Cuánto te gusta? Se estudiarán otros aspectos semánticos de los exclamativos y los interrogativos en los § 22.13-16. En cuanto a los relativos, véanse sobre todo los § 22.4-11.

22.1m Se suele aceptar hoy que los rasgos morfológicos que los relativos, los interrogativos y los exclamativos no manifiestan pueden estar presentes de forma encubierta, lo que se extiende por lo general a los pronombres personales y a algunos indefinidos, como alguien o nadie. Ello permite analizar gramaticalmente la concordancia del sujeto con el atributo en oraciones como Quien esté decidida a dar el paso tiene mi apoyo o en ¿Quiénes de ustedes quedaron contentas?, que de otra forma quedaría sin explicar. Así pues, el relativo sin antecedente expreso quien incorpora en el primer ejemplo los rasgos de género y número presentes en el que y la que, a la vez que posee rasgos semánticos que lo restringen a los seres humanos y a las cosas personificadas. Repárese en que se obtiene un proceso de concordancia doble de naturaleza abstracta en secuencias como ideas que ya están anticuadas. Así, el sustantivo ideas no es el sujeto del verbo están, luego, en sentido estricto, no ha de concordar con él. Tampoco ha de hacerlo directamente con el atributo anticuadas. La concordancia abstracta o encubierta que se suele postular en estas construcciones se articula en dos pasos: el relativo que concuerda con su antecedente y copia sus rasgos de género y número (concordancia relativo–antecedente). Una vez que se le asignan de forma latente, se reproducen en el atributo, si este los admite (concordancia sujeto–atributo), y también en el verbo, al menos los de número (concordancia sujeto–verbo). Estos procesos de concordancia indirecta o mediata pueden articularse en más pasos en secuencias como estas:

Las visitantes que parecían más cansadas se dirigieron hacia el hotel; Tres turistas japonesas que habían sido agredidas por unos maleantes denunciaron el caso a la policía.

En efecto, en esta última oración se da aparentemente la concordancia entre un adjetivo (japonesas) y un participio (agredidas). En términos sintácticos, esta coincidencia de rasgos morfológicos es el resultado objetivo de una serie de relaciones binarias de concordancia más simples que tienen lugar en entornos contiguos.

 

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