Sintaxis

19. Los cuantificadores (I). Sus clases. Cuantificadores universales

19.1 Introducción. El concepto de cuantificación

19.1a La noción de cuantificación tiene diversos sentidos entre los gramáticos. Unos, más técnicos, proceden de la lógica tradicional y de la semántica formal moderna; otros están más próximos al sentido en el que se usa ese término en la lengua común. En la acepción no técnica, cuantificar es expresar la medida de algo, sea numéricamente (dos propuestas, tres flores) o con otra forma de estimación (bastantes ventajas, dormir poco, mucho trabajo). Las nociones cuantificadas pueden ser comparadas, pero no siempre son reductibles a entidades numéricas. No hay número, por ejemplo, pero sí cuantificación, en Me gusta mucho o en bastante simpático, demasiado riesgo, más elegancia y otras muchas expresiones similares. El cuantificador más en la oración Rubén había hecho más viajes que David nos permite comparar la cantidad de viajes que corresponde a Rubén y la que corresponde a David. Ambas podrían ser expresadas en números, pero el hecho de que se desconozca esa información no impide que más sea un cuantificador.

19.1b En la lógica y en la semántica filosófica, la operación de cuantificar se suele interpretar como la acción de establecer cierta relación entre dos conjuntos. Desde este punto de vista, la expresión tres en la oración Fernando se comió tres bocadillos indica una relación entre el conjunto de los bocadillos y el conjunto de cosas comidas por Fernando, como se pone de manifiesto en la paráfrasis Los bocadillos que Fernando se comió fueron tres. En la oración propuesta, Fernando se comió tres bocadillos, se afirma —siempre en esa misma tradición— que ambos conjuntos tienen tres elementos en común. De forma análoga, el adverbio cuantificativo siempre en la oración Laura siempre canta cuando está contenta expresa, desde el punto de vista lógico, una relación entre el conjunto de las situaciones en las que Laura canta, que puede llamarse A, y el conjunto de aquellas en las que está contenta, que puede llamarse B. Si se dice que todas las ocasiones en las que Laura está contenta son ocasiones en las que canta, se presenta B como subconjunto de A. Se establecen relaciones análogas en muchos más casos.

19.1c En las expresiones cuantificativas se distingue entre un operador y un restrictor. El operador coincide con el cuantificador (muchos en muchos cuartetos de Haydn) y expresa el cómputo, la medición o la evaluación que se establece. El restrictor (cuartetos de Haydn en ese mismo ejemplo) introduce la noción cuantificada y a la vez el dominio que corresponde al cuantificador. El dominio del cuantificador no siempre aparece junto a él. De hecho, cuando el cuantificador admite el uso llamado pronominal19.2j) es habitual que se obtenga del discurso previo. Por ejemplo, cuando a la pregunta ¿Has estado muchas veces en este lugar? se responde únicamente con las palabras algunas, muchas o dos, el restrictor del cuantificador será veces. Este mismo sustantivo es el antecedente de Ø en algunas Ø, que constituye una forma de representar sintácticamente esa respuesta.

19.1d Las expresiones cuantificativas se oponen a las referenciales. Estas últimas (Beatriz, Alemania, mi jefe, el libro que tienes delante) expresan constantes, aun cuando muchas de ellas pueden referirse a individuos distintos en función del contexto y de la situación (§ 14.1a y ss.). A diferencia de estas expresiones, las cuantificativas conllevan ciertos términos variables. Los grupos nominales dos coches o muchos días no designan, en efecto, grupos particulares de seres individuales, sino conjuntos que pueden aplicarse a entidades diversas y que admiten a su vez interpretaciones igualmente diferentes. Repárese en que el simple hecho de que la expresión dos coches no se refiera a dos automóviles particulares en oraciones como Varias familias de este barrio tienen dos coches pone de manifiesto que su significado está en función del de otra expresión cuantificativa (en este caso varias familias). Esta forma de dependencia, característica de la cuantificación, se analizará asimismo en el presente capítulo y en el siguiente.

19.1e La operación de cuantificar incorpora, pues, variables, que denotan un elemento indiferenciado de un conjunto. Ese conjunto es el restrictor, que proporciona el rango de la variable (es decir, la clase semántica de las entidades cuantificadas). Así, en Dos niños llegaron tarde, el operador o cuantificador es dos, que cuantifica sobre una variable x cuyo restrictor es niños. Este grupo nominal se traduciría en el lenguaje de la lógica por una fórmula del tipo de ‘dos x, tal que x es un niño’, es decir, dos elementos cualesquiera que pertenezcan al conjunto de los niños. El operador y el restrictor aparecen expresos en dos niños, no así en siempre, que significa ‘todas las veces’ o ‘(en) todas las ocasiones’; en raramente, que se aproxima a ‘pocas veces’; en nadie, que significa ‘ninguna persona’, y en otros muchos casos en los que esas dos informaciones están integradas léxicamente en un mismo cuantificador. Se retomará este punto en los apartados siguientes.

19.1f En la semántica clásica se analizaban fundamentalmente —a veces casi en exclusividad— los cuantificadores que están asociados con los conceptos de ‘universalidad’ y de ‘existencia’, en concreto las expresiones cuantificativas introducidas por los operadores (‘para todo…’) y (‘existe al menos un…’): alguien, alguno, nadie, ninguno, todos, etc. En la forma lógica de cada proposición, estos operadores se representan seguidos de una variable (x, y, z). Completa esa representación la información que especifica la naturaleza de la variable, y por tanto la noción cuantificada. Esta información aporta el restrictor que corresponde a dicha variable, así como un entorno proposicional en el que esta se satura o se cierra, es decir, recibe su valor dentro de un esquema predicativo. Así, para la proposición Todos tienen derecho a la vida (Constitución Española), se obtiene tradicionalmente la fórmula lógica x (x=una persona o un ser humano) (x tiene derecho a la vida). Los componentes de esta representación formal son los siguientes: el operador es , la variable es x, el restrictor de la variable es ser humano o persona, y el entorno proposicional en el que la variable se satura es x tiene derecho a la vida. En la descripción de los cuantificadores del español que se presentará en las páginas que siguen no se empleará ninguno de los recursos habituales de la lógica formal, pero se usarán de forma esporádica algunos conceptos procedentes de esa tradición cuando resulten necesarios para definir las propiedades de los cuantificadores.

19.1g Repárese en que el artículo de la Constitución Española al que se hizo referencia en el apartado anterior no impide matar animales. El que todos no se aplique aquí —es decir, en un contexto no anafórico— a los animales o a las plantas constituye un factor lingüístico, no lógico, que permite restringir el dominio de ciertos cuantificadores en español a los seres humanos. Así pues, el cuantificador todos en el ejemplo Todos tienen derecho a la vida elige una variable restringida a personas, aunque en otros contextos podría cuantificar otra clase de entidades. Esta restricción personal es frecuente entre los cuantificadores nominales dentro de los contextos adecuados. Se habla, por tanto, de personas, aunque no haya mención anafórica, en oraciones como Algunos no se recuperan nunca de este tipo de operaciones; Hay que tratar a cada uno según sus méritos; Mal de muchos, consuelo de tontos o en ninguna como Elena. En otros contextos, en cambio, las expresiones subrayadas podrían hacer referencia a entidades no personales, como en Buscaba caramelos, pero no quedaba ninguno. Para el análisis de expresiones como los buenos, los mejores, los listos, etc., en contextos no anafóricos, véase el § 15.7e.

19.1h La posibilidad de elegir entre cosas y personas a la que se hizo referencia en el apartado precedente desaparece en alguien y nadie20.3b). Estas expresiones cuantifican siempre sobre personas, por lo que incorporan léxicamente un restrictor de esta naturaleza (‘alguna persona’, ‘ninguna persona’). También lo incorporan algo o nada, que solo se aplican a cosas; de hecho, suelen admitir paráfrasis como alguna cosa o ninguna cosa, respectivamente. Así pues, la indeterminación interpretativa que se observa en Ninguno me molesta, donde puede hablarse de ruidos, vehículos, niños, etc., contrasta con {Nadie ~ Nada} me molesta, donde nadie solo hace referencia a personas, y nada, solo a cosas. Como se observó en el § 19.1e, el cuantificador siempre representa el contenido que corresponde a en todo momento, por lo que incorpora en su significado el operador todo y un restrictor de naturaleza temporal, además de la información sintáctica que aporta la preposición en. Aun así, como se verá más adelante, el adverbio siempre no cuantifica en todos los casos momentos o instantes, sino también casos y situaciones. El paradigma de los cuantificadores que se solían analizar en la lógica clásica (alguno, ninguno, todos, etc.) no incluía algunos muy comunes que se consideran en la actualidad (bastantes, demasiados, muchos, varios, etc.).

19.1i Los cuantificadores que modifican a los nombres tienen propiedades en común con los determinantes, hasta el punto de que suelen asimilarse a ese paradigma en la mayor parte de los análisis. En primer lugar, habilitan a los nombres comunes para aparecer libremente como sujetos preverbales. Así, la irregularidad de *Gente llegó tarde desaparece tanto en La gente llegó tarde, con artículo determinado, como en Mucha gente llegó tarde, con cuantificador. En segundo lugar, ocupan posiciones en el extremo izquierdo del grupo nominal, aun cuando algunos cuantificadores —en particular los numerales cardinales— pueden ser precedidos por adjetivos calificativos. No sucede esto con los determinantes, como en los espléndidos cinco nuevos poemas con los que ahora nos obsequia21.2z), y tampoco en otras secuencias similares que se examinarán en la sección siguiente. Por último, tanto el artículo y los demostrativos como los cuantificadores pueden formar grupos en los que, o bien se asimilan a los pronombres, o bien —en otro análisis sintáctico— admiten sustantivos tácitos cuya referencia proporciona el contexto: los de Eva, estos de aquí, varias del otro grupo, muchos que hoy no están con nosotros, algunas de ellas. Sobre estas dos opciones, véase el § 15.7.

19.1j El artículo, los demostrativos y los posesivos se excluyen mutuamente como introductores del grupo nominal, con excepciones como la mi casa o un su amigo en la lengua antigua (o todavía en la actual de algunos países, como se explica en el § 18.2m), y otras como esos tus ojos, en la lengua literaria (§ 18.2j). En cambio, pueden preceder a buena parte de los cuantificadores: las cuatro hermanas, las varias personalidades que tenía, estas pocas objeciones, mis muchos defectos. En estas construcciones no puede decirse que los cuantificadores ocupen la posición de determinante, que está reservada al artículo, a los demostrativos y a los posesivos. Aunque los cuantificadores que modifican a los sustantivos se asimilan en parte a los adjetivos, son compatibles con estos últimos, como en cuatro buenas razones o en Se han construido varias nuevas basílicas (Fuentes, Naranjo).

19.1k Muchos cuantificadores se asemejan a los adjetivos en que se admiten como atributos de las oraciones copulativas: Las hermanas eran cuatro; Sus personalidades son varias; Mis objeciones son pocas; Los fallos descubiertos eran demasiados. Al igual que los adjetivos, algunos cuantificadores admiten adverbios de grado (muy poco) y a veces pueden coordinarse incluso con adjetivos calificativos: muchas y apasionantes novedades. El cuantificador poco se admite en el esquema parasintético a-...-ar8.7): apocar, apocado, propio de adjetivos y sustantivos. Mucho admite el prefijo requete- en algunas variantes de la lengua coloquial, otra propiedad típicamente adjetival.

19.1l Los cuantificadores se caracterizan también por su especial sensibilidad a la categoría de número. Los determinantes se combinan con toda clase de sustantivos y aparecen en singular o en plural con diferencias semánticas que solamente pueden imputarse al número gramatical. Los cuantificadores, en cambio, poseen numerosas restricciones vinculadas con el concepto de ‘número’. Algunos solo poseen número singular (cada); otros, solo plural (ambos, sendos); otros presentan una forma singular y otra plural (algún o alguno/algunos), pero se comportan de modo diferente en uno y otro caso, como se explica en el § 19.4h. Por otra parte, algunos cuantificadores, como bastante, demasiado, harto, mucho, poco y otros similares, se combinan con sustantivos contables en plural (hartos libros, muchas ideas) o con sustantivos no contables en singular (harta paciencia, mucha arena), ya que estos nombres suelen expresar la noción de ‘pluralidad’ de manera léxica. Se explica esta diferencia en los § 12.2s y ss. y 19.2c.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
cuantificación, cuantificador, cuantificador débil, determinante indefinido, numeral

 

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