Sintaxis

39 Los adjuntos. El complemento circunstancial

39.1 Introducción. Los adjuntos como modificadores no seleccionados

39.1a Se suelen denominar adjuntos1.12f) los modificadores no seleccionados o no exigidos —casi siempre optativos— que inciden sobre las categorías léxicas y los grupos sintácticos que estas forman. El término adjunto se usa por oposición al de argumento1.12e), es decir, a los segmentos sintácticos seleccionados o requeridos por un predicado en función de su propia significación.

39.1b Aceptan la caracterización presentada un gran número de expresiones que pertenecen a clases gramaticales muy variadas. Son adjuntos los adjetivos, especialmente los calificativos, puesto que denotan propiedades o estados que se atribuyen a las entidades de las que se predican, como en un movimiento lento. También lo son las oraciones de relativo, como en gente con la que se puede contar, así como un gran número de adverbios: los de lugar, tiempo y modo o manera, entre otros que expresan las circunstancias en las que ocurren los sucesos. Al aportar tales significados, estos adverbios ponen de manifiesto ciertas características de los eventos, como en Se movían lentamente. Nótese que esta última oración es paralela al grupo nominal un movimiento lento mencionado antes. Ambas expresiones contienen, por tanto, un modificador adjunto que aporta alguna característica de la acción que se menciona. Ninguno de estos modificadores es esencial para la gramaticalidad de la secuencia (§ 39.2g, h), al contrario de lo que sucede generalmente con los argumentos.

39.1c Son igualmente adjuntos ciertos grupos preposicionales que inciden sobre los verbos (Hay que apretar con más fuerza), los sustantivos (largos paseos en las tardes otoñales) y los adjetivos (irascible y huraño desde que perdió el trabajo), así como sobre los grupos que estas categorías forman. Los adjuntos —especialmente los adverbiales y los preposicionales— pueden incidir sobre un gran número de grupos sintácticos. En los fragmentos que se citan a continuación se subrayan los adjuntos con trazo continuo y se marca con trazo discontinuo la unidad léxica o el grupo sintáctico al que afectan:

Casi al final anuncia que Gonzalo de Salazar había llegado hacía dos días (Miralles, J., Cortés); Alegó que el ropero había sido comprado mucho después del matrimonio de la hija (García Márquez, Amor); Al quedar silenciada para siempre esa sensible caja de resonancia, enmudeció con ella el país entero (Morales, J., Ensayos); El realizador, enfermo desde hace un año, falleció en Madrid a los 80 años (País [Esp.] 30/10/2002); Aquel lugar es silencioso de noche y agitado durante el día (Martínez, Vuelo); Acá ya no se llevan fiestas así —dice la mayorcita— (Barnatán, Frente); Me hizo una carrera hasta la casa de mis abuelos (Bayly, Días); Trajeron cien vacas más, casi en los huesos (Jodorowsky, Pájaro); Es una teoría muy rica, muy creativa y hasta aprovechable en algunos casos (Cambio 16 13/8/1990).

39.1d El concepto de ‘adjunto’ no es de uso general en la tradición gramatical hispánica. Lo es, sin embargo, el de ‘modificador’, que se aplica a los adjetivos y a los adverbios en muchas gramáticas, pero no siempre a todos los segmentos marcados con trazo continuo en el apartado precedente. Por otra parte, este término es más abarcador que el de adjunto, puesto que incluye también los cuantificadores. Un subgrupo de los adjuntos extensamente estudiado en la tradición gramatical occidental es el de los complementos circunstanciales, también denominados a veces circunstantes, aditamentos, satélites o simplemente circunstanciales en varios sistemas terminológicos. La mayor parte de los gramáticos que usan el término complemento circunstancial lo hacen con el sentido de adjuntos del verbo o del grupo verbal, es decir, como término que designa una función estrictamente oracional. El concepto tradicional de ‘complemento circunstancial’ abarca, en efecto, los modificadores del verbo o el grupo verbal que expresan lugar, tiempo, cantidad, manera, compañía, instrumento, causa, finalidad y otras informaciones similares que se detallarán en los § 39.5-8.

39.1e Son escasos los autores que usan la noción de ‘complemento circunstancial’ para referirse a los adjuntos del nombre o del grupo nominal, como en un día en el campo (frente a descansar en el campo), el café con leche que estoy tomando, o en los siguientes ejemplos:

Un minuto en el palacio del sol deja en los cuerpos y en las almas años de fuego, niña mía (Rubén Darío, Azul); Una relectura hoy no solo confirma los valores con que se estima el escritor, sino que aumenta su interés (País [Esp.] 10/11/1976); El carácter premonitorio de la obra, escrita hace meses, y su aparición esta semana […] la convierten en un espejo inaceptable por devolver una imagen demasiado horrible (País [Esp.] 1/2/1988).

Así, en el último de ellos, esta semana modifica a su aparición, es decir, no incide sobre un predicado verbal. Es igualmente infrecuente en la tradición incluir dentro del concepto de ‘complemento circunstancial’ a los adjuntos de los adjetivos, como los que se mencionaron en el § 39.1c. En el capítulo 46 se explica detalladamente que los grupos preposicionales adjuntos que expresan causa y finalidad se caracterizan por modificar a múltiples categorías léxicas, como en su enfado por el comportamiento de Luis, en un descansito para reponer fuerzas o en Habían perdido todo y se habían vuelto a pie y absolutamente felices por la hermosura de los animales y la emoción de las carreras (Galeano, Días).

39.1f En los últimos años, se han extendido los términos adjuntos del grupo nominal, del grupo adjetival, del grupo verbal, etc. Una de sus ventajas es la de evitar que el término complemento circunstancial resulte demasiado laxo unas veces y demasiado restringido otras. Así, no son complementos circunstanciales los adverbios de foco (Nosotros también tuvimos que esperar; Solo deseo que no le ocurra nada malo: § 40.5), los de duda (Quizá exagera) o los de aspecto (Todavía te estoy esperando), pero sí son elementos adjuntos. El adverbio de cantidad mucho es adjunto tanto en Ahora escribe mucho mejor, donde modifica al adverbio mejor, no al verbo escribir, como en No me gusta mucho, donde incide sobre el verbo gustar. Este adverbio se considera tradicionalmente complemento circunstancial solo en el segundo caso —análisis que se mantendrá aquí—, puesto que aporta una circunstancia de la situación descrita, en concreto el grado en que algo satisface a alguien. En este capítulo se usará el concepto de ‘complemento circunstancial’ en el sentido tradicional, pero se insistirá en que representa un caso particular de la noción más amplia de adjunto. En un gran número de casos, se hará necesario acudir a esta última noción, puesto que, como se ha explicado, constituye un término menos restrictivo y permite establecer un número mayor de generalizaciones.

39.1g Los adjuntos se suelen clasificar en función de tres criterios:

A. Su estructura sintáctica

B. Su posición sintáctica y la expresión sobre la que inciden

C. Su significado

El primer criterio clasifica los adjuntos en función de su naturaleza categorial. Así, el segmento subrayado en El jefe llegará el lunes es un grupo nominal en función de adjunto (concretamente, complemento circunstancial de tiempo), mientras que en Canta con gran sentimiento es un grupo preposicional que expresa cierta manera de cantar (complemento circunstancial de manera). Ciertas oraciones subordinadas pueden ser también complementos circunstanciales, como se recuerda en el § 39.2s. Se dedicará al criterio A el § 39.3. El criterio B atiende a la posición que ocupan los adjuntos y a la unidad sobre la que inciden. Estas diferencias afectan a menudo al significado. Así, la posición temática —o, más exactamente, de tópico— que ocupa el adjunto subrayado en la oración En un apartamento más grande, Leo podría tener su propio cuarto de estudio permite que ese segmento adquiera un valor cercano al de una prótasis condicional, lo que determina, en gran medida, su vínculo sintáctico con el resto de la oración. El criterio B se estudiará en el § 39.4. Finalmente, el criterio C agrupa los adjuntos en clases semánticas: manera, instrumento, tiempo, lugar, etc. A este criterio se dedicarán los § 39.5-8.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
adjunto, complemento circunstancial, función sintáctica

 

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