nombre abstracto

Ejemplos: amor, idea, pensamiento, salida, sueño, traducción.

Paradigma: nombre abstracto / nombre concreto

Referencias: NGLE § 12.1i-k | GDLE § 1.5

Nombre común que designa una entidad inmaterial, no tangible o no perceptible por los sentidos, sino aprehensible tan solo por la mente. Los nombres abstractos pueden denotar una acción o un proceso (recaudación, salida, traducción), un estado (nerviosismo, paz) o una cualidad (belleza, suciedad), entre otras nociones.

Con ciertas excepciones (muchos miedos, varias hambrunas), los nombres abstractos suelen ser prototípicamente nombres no contables.

Información complementaria

El adjetivo latino abstractus (procedente del verbo abstrahĕre) significaba originariamente ‘separado’. Si bien muchas palabras abstractas denotan propiedades «separadas» de la realidad material (la longitud puede abstraerse o separarse de las cosas largas), este criterio es difícilmente aplicable cuando se extiende a los nombres de muchos seres no materiales. En general, resulta difícil diferenciar entre nombres concretos y abstractos en términos estrictamente gramaticales. Son claramente abstractos los nombres de cualidad (altura, sensatez) o de acción (asalto, goteo). Los de sensación (angustia, dolor, hambre, miedo, picor) pueden aludir a realidades materiales o inmateriales en función de diversos criterios, y lo mismo puede decirse de otros sustantivos (música, sonrisa, imagen, etc.).

A veces el nombre parece clasificarse como concreto o abstracto según el contexto lingüístico (Se dio un golpe ~ La noticia fue un golpe para la familia; El regalo que tengo sobre la mesa ~ El regalo que supone disfrutar de cada día, etc.), pero estos contrastes se han interpretado también como casos particulares de la oposición «sentido recto vs. sentido figurado». Por otra parte, si bien es claro que algunos nombres de efecto son concretos (La compra está en el maletero; Tengo molestias en la espalda), no está enteramente claro si otros lo son igualmente (cabeceo, pisotón, reflexión).

Aunque algunos sufijos son característicos de los nombres abstractos (-ción, -dura, -ez, etc.), los sustantivos formados con ellos pueden admitir usos como nombres concretos (como en Dijiste una estupidez).

Como la cuestión es hoy controvertida, se aconseja no insistir en la necesidad de deslindar entre nombres concretos y abstractos en la enseñanza media. De hecho, sería posible entender que la diferencia entre ellos es solo indirectamente lingüística, en el sentido de que es difícil dar con pruebas gramaticales que distingan objetivamente estas dos interpretaciones sin hacerlas confluir con alguna otra distinción.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg/nombre-abstracto> [2024-05-18].

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