zífido

Se documenta por primera vez, con el complemento  de Cuvier  y con el valor 'cetáceo de la superfamilia de los odontocetos de hasta 7 metros de longitud, de color gris oscuro o parduzco, con una banda dorsal más clara y hocico corto', en 1991, en un artículo publicado en el diario  ABC (Madrid) , y un año más tarde, en 1992, con la acepción 'cetáceo de la superfamilia de los odontocetos de hasta 13 metros de longitud, caracterizado por tener hocico fino y dos surcos que convergen en la garganta', en el artículo titulado "Un cachalote y un zífido encallan en dos playas tinerfeñas", publicado en el  Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) . Posteriormente se registra con otros complementos para referirse a otros zífidos. 

Se documenta por primera vez, con la acepción 'perteneciente o relativo a los zífidos', en 2018, en la noticia "Los barcos afectan al canto de las ballenas", publicada en Expansión (Ciudad de México), como modificador de ballenas. Un año más tarde, en 2019, se atestigua en Sputnik Mundo (Moscú), junto al sustantivo familia.