kangaroo

Se documenta por primera vez, con la acepción 'mamífero marsupial herbívoro de la familia de los macropódidos, originario de Oceanía, de hasta 3 metros de longitud, con la cabeza pequeña y dos grandes incisivos centrales en ambas mandíbulas, las extremidades anteriores cortas y las posteriores fuertes y poderosas, al igual que la cola, que le sirve para mantener el equilibrio cuando se encuentra en posición vertical; se desplaza dando saltos y tiene hábitos nocturnos', en 1787, en el tomo V de la traducción, realizada por J. Clavijo y Fajardo, de la  Historia natural, general y particular   de Buffon . Allí la voz se inserta en una descripción sobre la dieta de las tribus que habitan Nueva Holanda; una nota a pie de página sirve para dar una idea al lector de las características de este animal, para el que no se encuentra un correlato con el que se pueda comparar: únicamente se establece un parecido remoto con la hutía y el gerbo y, para dar idea de su gran tamaño, se menciona al carnero; esto explica que este nombre  canguro , aunque designe genéricamente a distintas especies, se aplique sobre todo a los miembros de mayor tamaño de este grupo taxonómico.  En este texto, además, se constata un hecho que va a ser una constante hasta bastante tiempo después: la multiplicidad de variantes; allí se alternan las formas  kanguroes , en el cuerpo del texto, y  kanguroo , en nota, una fluctuación gráfica presente durante toda la historia de la voz, hasta épocas recientes. Se consigna, en 1848, en el Suplemento al Diccionario nacional de Domínguez. Con la acepción 'carne de canguro' se atestigua por vez primera en un artículo publicado en el Museo de las Familias (Barcelona) en 1838, con la variante kangaró . Como 'embarcación o aeronave que puede albergar otras en su interior, para su reparación u otros usos' se registra, en 1910, en la traducción anónima de la novela de F. Gerstaeker,  Los piratas del Mississipi,  publicado en La Correspondencia de Valencia . Como 'piel de canguro' se documenta en un artículo de moda publicado en La Moda Elegante (Cádiz) , en 1913.

Se documenta únicamente, en la acepción de 'producto de limpieza, elaborado con alquitrán de hulla, que tiene poder desinfectante y antiséptico', en 2020, en un artículo publicado en el diario Crítica (Panamá).