marsupial

Se documenta por primera vez, con la acepción 'perteneciente o relativo a los marsupiales', en 1833, como modificador de hueso, en los Elementos de obstetricia de P. F. Monlau. También en francés los testimonios más antiguos de marsupial acompañan al sustantivo os, pues los primeros indicios de que los zoólogos se habían servido para establecer los rasgos característicos de los marsupiales aparecen como restos fósiles encontrados en los yesos eocénicos de Montmartre, que George Cuvier cataloga en 1789. Como sustantivo, con la acepción 'mamífero originario de Australia y América, caracterizado por tener crías prematuras que completan su desarrollo en el marsupio o pliegue externo de las hembras', se documenta por primera vez en 1851, en las Memorias sobre la Historia Natural de la Isla de Cuba, de F. Poey. Se consigna por primera vez en el diccionario académico en 1899, con la definición sinonímica de "Didelfo", y la marca diatécnica de Zoología. En el DRAE de 1970 se define como "mamífero que tiene una bolsa abdominal donde guarda las crías, didelfo". Como adjetivo y con el significado '[mamífero] que tiene crías prematuras que completan su desarrollo en el marsupio o pliegue externo de las hembras' se atestigua desde 1848, en la Traducción de Los tres reinos de la naturaleza, de Buffon, con las clasificaciones comparadas de Cuvier, y la continuación hasta el día, de Mr. Lesson, en un texto en el que el se usa como modficador de animales, sustantivo con el que se combina con cierta frecuencia, así como con mamíferos. Con el valor 'típico o característico de los marsupiales' se documenta por primera vez en 1907, en Los simuladores del talento en las luchas por la personalidad y la vida, de J. M. Ramón Mejía, como modificador de temperamento. Con la acepción 'semejante a un marsupial' se atestigua por primera vez en 1902, en Amor y pedagogía, de M. Unamuno. Tanto en ese ejemplo como en los otros dos testimonios de este valor, la característica por la que se considera que lo adjetivado (pajaritas, vírgenes añosas o robots) se asemeja a un marsupial es porque tienen algún tipo de bolsa o protuberancia.

En algunos repertorios lexicográficos se consignan otros valores del vocablo. Con la acepción 'que tiene la forma de una bolsa' se atestigua en 1846, en Diccionario universal francés-español de Domínguez (donde se define del siguiente modo: "calificación que se da al animal mamífero que tiene la forma de un zurrón o que lleva zurrón", definición que constituye la traducción y combinación de dos acepciones que para marsupial aportaba el repertorio francés de Bescherelle: "Qui a la forme d'une bourse" y "Qui porte une bourse"). Así se traslada a otros diccionarios, como el de Salvá en 1879 y el de Zerolo en 1895, si bien este significado no parece tener testimonios léxicos en español. Por otra parte, en el Vocabulario científico y técnico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, se consigna el valor 'Metaterio', que constituye en realidad un taxón diferente al de los marsupiales, aunque en esta obra se los considera términos equivalentes.

Ardilla marsupial (véase ardilla), como 'mamífero marsupial omnívoro, endémico de Australia, de hábitos nocturnos, caracterizado por dos membranas laterales que le permiten saltar amplias distancias entre los árboles en los que habita', se atestigua por primera vez en 1987, en De las bacterias al hombre: la evolución, de D. Piñeiro, y es sinónimo de ardilla voladora.

León marsupial (véase león), como 'mamífero marsupial carnívoro, el de mayor tamaño de los conocidos, endémico de Australia y extinto en la actualidad', se documenta en La Vanguardia (Barcelona), en una noticia sobre el descubrimiento de los restos fósiles de una nueva especie del género Thylacoleo.

Lobo marsupial (véase lobo), como 'mamífero marsupial carnívoro, endémico de Australia, Tasmania y Nueva Guinea, extinto en la actualidad', se atestigua por primera vez en 1949, en La tierra humanizada, de L. Urabayen.

Medusa marsupial (véase medusa), como 'medusa con la umbrela cúbica, de color transparente azulado, dotada de cuatro tentáculos con células urticantes cuyo veneno causa irritaciones en las personas', se documenta solo en 1875, en el tomo sexto de La creación: historia natural, de J. Vilanova Piera, dedicado a los Articulados.

Oso marsupial (véase oso), como 'mamífero marsupial de hasta 85 centímetros de longitud, endémico de Australia, de cuerpo robusto, sin cola, pelo entre grisáceo y marrón, cabeza grande y orejas redondas y peludas, que vive en eucaliptales, de los que se alimenta', se documenta por primera vez en 1928, en el periódico El Imparcial (Madrid), y es sinónimo de koala.

Rana marsupial (véase rana), como 'anfibio caracterizado por la bolsa que las hembras tienen en la espalda, en la que introducen los huevos que transportan hasta el nacimiento de los renacuajos', se atestigua desde 1903 en la publicación ilustrada Alrededor del Mundo (Madrid), y es sinónimo de sapo marsupial.

Ratón marsupial (véase ratón), como 'mamífero marsupial insectívoro, de pequeño tamaño, hocico estrecho y cola larga', se documenta por primera vez en 1998, en la traducción de La curación natural con el aceite del árbol del té, de Heidelore Kluge, por J. Tola.

Sapo marsupial (véase sapo), como 'anfibio caracterizado por la bolsa que las hembras tienen en la espalda, en la que introducen los huevos que transportan hasta el nacimiento de los renacuajos', se atestigua en 2016, en la obra divulgativa Si venimos del mono, ¿por qué somos tan cerdos?: Y otras preguntas interesantes, locas, frikis y descacharrantes de la ciencia... y sus alrededores, y es sinónimo de rana marsupial.

Topo marsupial (véase topo), como 'mamífero marsupial carnívoro, excavador, con el cuerpo cubierto de abundante pelo, que vive en el subsuelo de zonas desérticas de Australia', se documenta en 1900, en la publicación periódica Museo de las Familias (Madrid).

Se documenta solo en una ocasión, en la acepción '[persona] que lleva marsupia', en 1991, en "Veraneantes marsupiales", un texto de A. Ussía publicado en el diario ABC (Madrid); nos hallamos, probablemente, ante una creación de este periodista, que en la misma publicación se declara autor también del sustantivo marsupia con el valor de 'bolso pequeño que se sujeta a la cintura con una correa' (véase marsupi a² ).