octobajo

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

octobajo s. (1855-)
octobajo, octabajo
Etim. Voz tomada del francés octobasse (variante octabasse), nombre dado por su inventor, el francés J. B Vuillaume y atestiguado al menos desde 1855, cuando se registra en varios artículos, como el titulado "Concert annuel de M. Gouffé" (publicado en La France Musicale del 6 de mayo de 1855: "Ce géant de la famille des instruments à cordes a reçu de son auteur, l'habile facteur Vuillaume, le nom d'Octobasse). El vocablo figura también en Quinze visites musicales à l'Exposition Universelle de 1855, de A. de La Fage (Paris, Tardif Libraire, p. 23: "[...] mais assurément on n'appliquerait que bien difficilement un si singulier système de conservation à l'octobasse exposée par M. Vuillaume [...]. L'octobasse est montée de trois cordes; la plus élevée sonne l'unisson de l'ut grave de la contre-basse et la corde inférieure sonne l'octave au-dessous; la corde intermédiaire fournit le sol"). Octobasse, a su vez, procede de oct(a)-, oct(i)-, oct(o)- y -basse (véase TLF, s. v. oct(a)-, oct(i)-, oct(o)- y OED, s. v. octobass).

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'instrumento musical de cuerda frotada, de cuatro metros de altura, tres cuerdas y que da la octava grave del contrabajo', en 1855, en la traducción al español del relato de las visitas efectuadas a la Exposición Universal de París de 1855, de A. de la Fage, aparecido por entregas en la Gaceta Musical de Madrid. Esta primera documentación es contemporánea a la presentación oficial del instrumento en la Exposición parisina, poco posterior a la invención del propio instrumento, creado por J. B. Vuillaume en 1849. En paralelo a lo que sucede en francés, el instrumento se denomina en español octobajo y octabajo. Según se observa en las fuentes documentales, la voz octobajo es la registrada en los testimonios más tempranos, hasta principios del siglo XX (salvo alguna excepción), en tanto que octabajo se generaliza posteriormente. La voz decae en uso junto con el instrumento, que resultó efímero por lo poco práctico de sus grandes dimensiones; y, aunque algunos compositores, como Gounod o Berlioz, le concedieran al nuevo hallazgo instrumental algún papel en la sección orquestal en alguna de sus obras, su uso fue muy ocasional. Así, ya en 1918, en monográficos como, por ejemplo, la Organografía general de E. Bosch Humet se habla del instrumento como objeto de museo. Todas las descripciones que se hacen del instrumento coinciden en identificarlo como un contrabajo de grandes dimensiones; sin embargo, aunque parece existir un amplio consenso al describir las propiedades sonoras de este instrumento como octava grave del contrabajo (v. Melcior, J. A. Veiga, Pérez Gutiérrez o M. Herrera Gómez), en el Manual para facilitar el estudio práctico de nuestro cuadro conforme al sistema objetivo, que contiene la historia de la música. de A. Hermosa (1901) se afirma que el octobajo "suena en octava baja del violoncello". La confusión es solo ocasional y se trata probablemente de un error, por descuido o desconocimiento, derivado de simplificar las palabras de la descripción de Pedrell en su Diccionario técnico de la música: "el primer Do [del octobajo suena] á una octava baja del Do grave del violoncello"; o lo que es lo mismo, ese primer do del octobajo suena al unísono del do grave del contrabajo en octava baja del violonchelo.

  1. ac. etim.
    s. m. Mús. Instrumento musical de cuerda frotada, de cuatro metros de altura, tres cuerdas y que da la octava grave del contrabajo.

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