construcción consecutiva

Ejemplos: Llovió tanto que se inundó el pueblo; Está tan obsesionado con su novela que no habla de otra cosa; Recibieron tantas solicitudes de becas que colapsó el sistema; Fue una granizada de tal magnitud que destrozó los frutales de la región.

Relacionados: conjunción consecutiva, cuantificador, construcción comparativa

Tabla: Ver tabla 21

Referencias: NGLE § 45.14, 46.11b, 46.4l | GDLE § 54.6.3, 58 | OLE § III.3.4.2.2.4.5

Construcción en la que se expresa un valor máximo aplicado a una magnitud y se añade la consecuencia —por lo general, extrema, singular o inusitada— que de él se obtiene. Así, en la oración Llovió tanto que se inundó el pueblo se dice que la intensidad en que llovió fue tan elevada que dio lugar a una consecuencia extrema: la inundación de cierto pueblo.

Las construcciones consecutivas se dividen en dos grandes grupos:

  • Consecutivas cuantitativas. Se construyen con tanto y sus variantes tanta, tantos, tantas, tan.
  • Consecutivas cualitativas. Se forman con tal, tales.

Aunque en las descripciones gramaticales se subsumen a veces las segundas en las primeras, se trata de dos tipos distintos. En la oración Se generó tal guerra de precios que varias empresas acabaron arruinadas no se cuantifica ninguna guerra (lo que sería, por lo demás, absurdo), sino que se cualifica; más exactamente, se apunta a alguna propiedad suya de carácter extremo que la hace singular. En la práctica, es habitual entender que en las consecutivas cualitativas se expresa el grado máximo de una propiedad (tal guerra = ‘una guerra tan x’), por lo que es frecuente asimilarlas a las cuantitativas, aun cuando tal no sea un cuantificador, sino un demostrativo. Como suele hacerse en otras descripciones, se hablará también aquí de la naturaleza «cuantificativa» de las construcciones consecutivas, pero se hace notar que el término cuantificar se emplea en estos casos en un sentido laxo.

Las nociones cuantificadas en las consecutivas cuantitativas pueden ser tantas como designen las palabras modificadas por la partícula tanto y sus variantes morfológicas (tanta, tantos, tantas, tan): propiedades o cualidades (Era tan alto que llegaba al techo), número de personas o cosas (Había tantos niños que no cabían en el aula), frecuencia de un suceso (Viene tanto que parece de la familia), cantidad que corresponde a una materia o una sustancia (Había tanta niebla que era imposible manejar), entre otras nociones similares.

Las construcciones consecutivas constan de dos componentes: un cuantificador (en el sentido amplio del término, explicado arriba: tanto, tan, tal) y una oración subordinada encabezada por la conjunción que. Estas oraciones que expresan un valor extremo se suelen considerar subordinadas adverbiales consecutivas. El valor extremo del que se habla es, fundamentalmente, un número (con sustantivos contables: tantos coches), una propiedad (con adjetivos o adverbios: tan sucio, tan lentamente) o una cantidad (con nombres no contables y con ciertos verbos: tanto esfuerzo, trabajar tanto). El estado de cosas expresado en la oración introducida por que se interpreta como resultado de la magnitud anterior, y se da a entender que es igualmente extremo, anómalo o fuera de lo esperable en circunstancias normales: Era tal el atasco que tuvo que intervenir la policía; Había tantas personas que no pudimos entrar; Estaba tan nervioso que no podía hablar.

En la lengua coloquial, el indefinido un adquiere el valor de tal, encabezando construcciones consecutivas: Hace un frío que pela (es decir, ‘tal frío’ o ‘un frío tal’); Pasé un miedo que para qué hablar; Hace unas tonterías que asustan. Con este valor, el indefinido y el demostrativo pueden coaparecer: Tenía un miedo tal que se fue corriendo.

En ocasiones, también se forman consecutivas con palabras exclamativas, caracterizadas gramaticalmente para expresar valores extremos: Qué le diría su madre, que no volvió a casa en todo el fin de semana; Cuánto ganará, que cambia de coche todos los años.

Es frecuente en la lengua oral la omisión o elipsis de uno de los dos elementos de la construcción consecutiva. Puede omitirse la subordinada encabezada por que, en las llamadas consecutivas suspendidas. La entonación suspendida que las caracteriza se representa en la escritura con puntos suspensivos: Trabaja tanto…; Está tan nerviosa…; Tengo tantas monografías para corregir…; Tiene una suerte…; Dice cada cosa… Asimismo, puede omitirse el cuantificador de estas construcciones, siempre que pueda deducirse del contexto cuál es la propiedad que se está intensificando: Habla que da gusto; Mi madre está que trina.

Información complementaria

En la tradición se ha aplicado también el término consecutivas a las oraciones adverbiales ilativas. La extensión no se considera correcta, ya que, aunque en estas últimas se exprese también una relación causa-consecuencia (como en Hacía calor, así que encendimos el aire acondicionado), la consecuencia de la que aquí se habla se introduce en un inciso parentético, no expresa una reacción extrema y tampoco está condicionada por un número reducido de expresiones cuantificativas que apunten a esos mismos valores, como se explica arriba. Se desaconseja, por tanto, el uso del término consecutivo con el valor de ‘ilativo’ ya que introduce una notable confusión entre dos construcciones gramaticales fundamentales.

De forma paralela a lo que sucede en el caso de las construcciones comparativas, es habitual en la tradición caracterizar como consecutiva toda la oración que contiene el cuantificador tan(to), sea cual sea el papel sintáctico que desempeñe la expresión cuantificada. Pero nótese que la secuencia Un castillo con una torre tan alta que rozaba las nubes no es una oración consecutiva, ya que no es una oración, sino un sintagma nominal. Así pues, la expresión consecutiva es únicamente el sintagma adjetival tan alta que rozaba las nubes. Las construcciones consecutivas son, en efecto, sintagmas nominales (tanto frío que nevó), adjetivales (tan divertido que repetiremos), adverbiales (tan lejos que no se podía ver) o verbales (Trabajó tanto que enfermó) inscritos a su vez en oraciones con diverso grado de complejidad interna.

Tabla 21. CONSTRUCCIONES ADVERBIALES EN FUNCIÓN DE SU ESTRUCTURA

* Es controvertido si corresponden a esta casilla expresiones como … por lo que el candidato cumple todos los requisitos. Por un lado, se expresa la causa de algo, pero por otro se introduce determinada conclusión, como se hace en otras expresiones ilativas.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg/construcción-consecutiva> [2024-05-09].

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